Silver dejó a la pareja de prometidos en el restaurante, el valet parking se encargó de llevarse la limusina y Silver de irse de allí a pie, no dijo nada, ni a su jefe, se le veia bastante molesto, frustrado y no parecía el mismo de siempre.

—¡Silver!

—¡Hermano!

Los dejó con el grito en la boca, siguió su camino sin mirar atrás.

—Mejor entremos señorita, parece estar muy, muy, muy, muy molesto.

—Siempre  ha sido tan terco, se reprocha mucho las cosas incluso a sí mismo.

La pareja entró al restaurante, guiados a su mesa reservada, Sonic ayudó a Blaze a acomodarse en su silla para luego él sentarse frente suyo, la mesa era redonda, con mantel color blanco y detalles dorados en las orillas, el ambiente era bastante "elegante" con música en vivo y servicio amable, muy amable.

—¿En serio usted lleva años tratando de hablar con Silver?

—Háblame de tú, hace un rato lo hiciste.

—¡Hay perdón! Disculpa, a veces la etiqueta se me olvida.

Sonic se sonrojó, y Blaze sonrió por lo amigable que era su nuevo prometido.

—Sí, llevo años queriendo decirle algo muy importante... Pero nunca me escucha, siempre se va, me interrumpe, me cuelga, me da la vuelta, etc.

—¿Y porque no simplemente se lo sueltas sin preámbulos?  creo Silver es de ese tipo de personas a las que hay que aventarles la bomba sin aviso.

—Porque es una bomba muy dañina, incluso para mí, es aún difícil hablar de ello.

—¿Y por qué no empiezas conmigo? Digo, podrias desahogarte y así ambos nos lo agarramos en un callejón y lo obligamos a que te escuche jijiji

—¿Harías eso por mí?

—¡Claro! Somos pareja ¿no? De a mentis pero hay que ser los mejores prometidos que esta ciudad vio y claro, nuestros padres jeje.

—Cierto, lo mejores.

Los prometidos se tomaron de la mano sobre la mesa, mostrando en público su relación, el mesero se acercó a tomar su orden, los chicos ni siquiera habian checado el menú, sonrojados pidieron más tiempo para elegir.

Silver se adentraba al cementerio, había decidido ir a refugiarse en Shadow, le sorprendía que el erizo siguiese allí en el lugar que le había citado desde la mañana; justo cuando lo encontró le vio recostado en la misma banca de marmol bajo la sombra de los arboles de magnolia blanca de antes, Shadow se veia apacible, durmiendo con la flor de Licorys radiata amarilla, la sostenía en sus dedos con delicadeza.
Silver decidió no despertarle, se sentó a su lado, mirando el paisaje, era muy pacífico, con los pajaritos cantando y dando de comer a sus hijos en los nidos, las mariposas volando y pasando frente a esos erizos;  justo una mariposa plateada se posó sobre la flor que sostenía Shadow, Silver se quedó inmóvil no quería asustarla y esperó a que ésta se marchase.

—Creí que no vendrías—Shadow había despertado y la mariposa voló perdiéndose entre las flores del árbol magnolia.

Silver sonrió a medias, sentía tanta frustración, ganas de llorar y se debatía si ser o no, débil ante ese erizo misterioso.

—No era mi intención pero... No ha sido un buen día para mí.

—Tampoco para mí— Shadow se incorporó, miró la flor que sostenía y entonces observó a Silver, <<No eres él pero... >>—Ten, te la obsequio.

Silver abrió los ojos algo sorprendido, miró la flor y lentamente llevó su mano hasta esta, la tomó pero Shadow no la soltaba aún, pareciera que le costaba dejarla ir.

—Eh...¿Me la obsequias o me la estás sólo mostrando?

Shadow la soltó en silencio, desviando la mirada.

—Es una flor hermosa, la contra parte de su clásica roja, una flor que transmite la vida, la esperanza y el mañana, es una flor maravillosa e única, suele ser escasa.

Shadow se atrevió a mirarle, Silver se veía melancólico, sonriendo a la flor mientras la olía, verlo así, ocasionó que su corazón dejase de sentir ese dolor antiguo, al menos, por ese instante.

—Quiero que la protejas bien.

—¿uh?

—Al menos... Hasta que muera, hasta que su flor se marchite.

—Por supuesto, la protegeré.

Silver la puso en medio de ambos, sobre la superficie blanca de la banca.

—y bien ¿Qué haces aquí? —Silver observó las tumbas, no veía ninguna relación con Shadow— ¿Viniste a ver a alguien?

—.... Me gusta venir aquí, es silencioso la mayoría de veces y las personas que vienen, traen la verdad consigo, siento que aquí es donde el alma no se atreve a mentir.

—Wooh, hoy estás algo sensible, ya somos dos.

Los erizos no se dijeron nada, sólo observaron el paisaje, el viento soplaba y mecia las púas del erizo plata a dirección del negro. Shadow las sintió tocar sus púas de la espalda, se erizo por el roce inesperado, trató de no demostrar su reacción, así que siguió en silencio.

—Tienes razón, es silencioso, pero también es muy triste, no dejo de pensar en las personas que yacen aquí.

—.......

—Mmm dices que sientes que aquí el alma no miente, ¿Será que si te pregunto algo lo respondas con sinceridad?

—No insistas, estoy de buen humor ahora, no cambies eso—Shadow respondió, cerrando los ojos, recargándose en el respaldo de la banca.

—¿Cual es tu verdadero trabajo? Sé que no es ninguno de los que ya conozco, sé que me ocultas algo, te eh intentado investigar y muchos te protegen, quiero saber quién eres en realidad.

—Un matón— Soltó a secas sin abrir los ojos— Y si sigues preguntando te mataré aquí mismo.

—Quiero verlo con mis propios ojos.

Silver se puso de pie y frente a Shadow, se inclinó apoyándose de la banca para llegar directo al rostro de Shadow, el cual abría sus ojos acompañados de un ceño fruncido.

—Mátame.

—No seas ridículo, y quítate de encima.

Shadow lo empujaba a un lado pero el erizo terco siguió insistiendo.

—Vamos, mátame, matón.

—Cuando lo haga, espero tus ojos sean los mismos que veo ahora, juguetones y felices, con ese semblante de despreocupación.

—¿Para cuando saco la cita? Digo, debo agendar el día de mi muerte ¿no?

Shadow chasqueo la lengua y miró a otra parte, ese erizo pesado era difícil de soportar fuera del sexo.

—Mejor aquí la dejamos, estás muy payaso hoy.

Shadow se levantó de golpe, aventando con su hombro al erizo plata, no tenía ganas de nada, ni sexo ni chistes, nada.

—¿En serio... Hoy no vas ni a besarme? —Preguntó mirando como el detective se marchaba.

—Así es, no te me antojas hoy.

Silver sintió algo dentro, cerca de su corazón, ¿desilusión? ¿Decepción? ¿Enojo? O ¿rechazo? Tal vez todas, no había ido allí a sentirse peor consigo mismo.

—Erizo estúpido.

Shadow escuchó el insulto, y se regresó a enfrentarlo.

—¿Tienes alguna queja? Tú decidiste venir aquí, después de haberme mandado a la mierda en la primera llamada.

—Estaba ocupado.

—Muy molesto, igual creo que eres un estúpido que sólo está aquí por consuelo, ¿crees que no se notan tus ojos rojos de haber llorado?

—¿Y qué si es así? Tú también desahogas tus bajas pasiones conmigo, me tratas como un puto prostituto y sólo soy eso para ti, carne a la cual te follas.

—Pues eso eres, nada más, ya te he dicho que te dejes de novelas.

—Igual tú, en primera sigo amando a fuego a mi ex, nunce serás mejor que ella ni en el sexo, de ahí vengo por cierto, tuve sexo con mi ex.

Shadow enfureció, tomó a Silver de las púas largas y lo sometió hasta dejarlo en el suelo.

—No olvides que eres mío, hasta que yo decida.

—Pues has tu trabajo, cógeme, como te gusta, estoy usando tus palabras puercas, dispuesto a que me hagas lo que quieras.

—¿Seguro?

—Te estás tardando idiota.

Shadow soltó el agarre, se alejó del erizo quien se levantó sacudiendose la ropa.

—Agarra la flor y vamos a mi casa entonces.

Continuará....

Perdón la tardanza, ya es incluso madrugada, pero fue un día largo y de compromisos y también de socializar, espero les guste el avance.

Gracias por leer.