Tails había terminado con Sonic por mensaje, le respondió el erizo, seña de que su madre ya estaba enterada y le había entregado el celular al chico.

"¿Fue mi madre verdad? Por favor, dime por qué dices eso, se supone que tanteariamos el terreno pero no renunciariamos a lo nuestro"

Tails ya no respondió, sólo perdería su tiempo y el del chico.

Pasaron los días, también canceló a Shadow, diciéndole que necesitaba tiempo, que no se sentía bien y pedía espacio, el erizo adulto respondió:

"Está bien, igual estaré ocupado, toma este tiempo para ordenar tus ideas"

Tails se sorprendió por la respuesta, aunque siempre Shadow ha sido muy maduro y comprensivo, casi estaba seguro que Shadow le dejaría ir.

Seguía confundido, sintiéndose más perdido que nunca, sin identidad, se supone que ya tenía formado al menos su objetivo de género, ahora se estaba sopesando que, ser hembra era muy ambisioso y egoista. Su madre le apoya, le recalca que lo que sienta que esté bien, lo estará para ella, nunca había encontrado a su madre tan comprensiva, tan cómplice, y al menos eso, lo reconfortaba.

Estaba perdiendo el tiempo en el jardín de su guardería, junto con sus niños, sonriendo falsamente, tratando de mostrarse feliz, pero quería llorar, quería gritar, quería quejarse de su vida y tirar todo al carajo. Pero no podía, no se lo permitían.

—Mi señorira dire-

—Director, dime director, las cosas como son ¿no crees? Si no soy hembra no tengo porqué denominarme como una.

Giselle era la más sorprendida, Tails era a veces mal humorado, pero no tanto, además de ese brusco cambio en vestir y forma de hablar y de pedir ser llamado... Algo no estaba bien.

—Está bien director... Pero si me permite-

—No, no te permito, no quiero saber tu opinión, así estoy bien, suficiente se han metido con mi vida, ya basta.

La pobre felina no tenía la culpa, pero se limitó a seguir ayudando a los niños a plantar un nuevo helecho.

Se escuchó el timbre del plantel, Giselle se ofreció ir a abrir, el zorro siguió plantando helechos, y después de unos minutos, sintió el olor de Sonic, se levantó de un tirón,  volteó impresionado y efectivamente, Sonic llegaba en escena junto con su guardián Silver.

—¿Por qué diablos los dejaste entrar Giselle?

—Es su...

—¡No es nada mío! ¡Lo que te haya dicho es mentira!

Tails gritó frente a sus niños, cream estaba allí, y corrió a esconderse tras Sonic, quien llevaba un ramo de flores en mano.

—Oye, debemos hablar.

—No tengo nada de que hablar Sonic, ya comuniqué lo que tenía por mensaje, hace días.

Tails usó sus colas para volar, aterrizó hasta otra sección del jardín, donde había altas paredes y sólo había productos de jardinería, estaba cerrado con llave tal lugar.

—Pues yo si tengo de qué hablar.

Tails soltó un grito de terror, ya tenía al erizo dentro del lugar.

—¿Co-co-cómo hiciste eso?

—Tú vuelas, yo corro, muy rápido por cierto— sonrió confiado, recargado en costales de tierra.

—Pues haber quién se cansa.

El zorro intentó abrír la puerta, pero estaba atascada.

—¡Lo siento señorita! Pero estoy de lado del jefecito.

Silver estaba afuera atrancando la puerta, siendo un muro impenetrable.

Tails gruñó furioso y movió sus colas para volar, pero esta vez, Sonic le acorraló contra la puerta y su cuerpo, los brazos los extendió de lado a lado de la cabeza del zorro para evitar su vuelo.

—Lo siento mi amor... Pero no te dejaré escapar.

—¿A-amor? —A Tails esa palabra le devolvió un poco de sus latidos, pero de nuevo, recordó su objetivo— ¡Quítate de encima! —Ordenó irritado, desafiando al erizo con la mirada.

—No.

—Te voy a quitar.

—Inténtalo.

Tails sabía cual punto era efectivo, rápido y doloroso, así que con un rodillazo intentó golpear la entre pierna del erizo pero éste lo esquivó con rapidez y uns sonrisa burlona.

—no, no querida, ¿qué no quieres descendencia?

—Payaso, ¡No estoy para tus bromas!

Tails intentó salir una y otra vez, pero realmente su fuerza era eclipsada por la rapidez del chico, aquello le frustró tanto que gruñó a lo alto en un grito.

—¡Ya! Grrr

Sonic le robó un beso, corto y rápido, que dejó congelado al zorro, su mente se puso en blanco por un segundo.

—Por cierto, te traje estas flores.

El ramo de flores le fue ofrecido, Sonic sonreía nervioso, agachando la cabeza.

—Tails, sé que me quieres, pero también sé que hay tantas cosas que nos separan, pero no pienso renunciar a ti.

Tails hizo a un lado el ramo, sin tomarlo, pero por fin Sonic le dejó salir de su encierro y pudo caminar lejos del erizo, para no darle la cara.

—Lo nuestro es imposible Sonic, ya lo comprendí en frío, no quiero nada contigo, ni con Shadow, ninguno de los dos me hará feliz.

—Con él ya lo intentaste, pero no es justo conmigo, a mí no me has dejado intentarlo.

—Sabes que aún dependes de tu familia, y lo harás siempre, no tienes nada que ofrecerme y yo no pienso ser egoista quitándote tu juventud, tu oportunidad de conocer y experimentar , ni mucho menos seré egoista de pedirte ser padre tan joven y yo... Traer un bebé sólo para satisfacer mi deseo.

—Tails... ¿Acaso estás renunciando a ser hembra? Tus ropas... Son de estilo macho, dejaste la capa, la ropa más femenina.

—Así es... No quiero pretender ser algo que no soy, ya no.

Sonic se acercó, lentamente, para en un rápido movimiento tomar la mano de Tails y llevarlo a sus brazos de un tirón.

—¡Ah!

El abrazo fue fuerte, casi irrespirable, Tails no podía ni hablar.

—Si el problema es mi edad... Esperame, pronto seré mayor de edad, me graduaré y buscaré independizarme, trabajaré como loco para hacerlo, te demostraré que quiero estar contigo sin importar tu género, pero realmente me encantaría poder tener un bebé contigo.

—A esto me refiero... Hablas bonito y se oye muy bonito, pero son sólo palabras.

Tails sintió el afloje, se apartó rápidamente, tomando su distancia prudente.

—Bien, me retiro por ahora, pero seguiré terqueando.

Sonic dejó el ramo de flores a los pies de Tails, dio otro rápido beso en la frente al zorro desprevenido.

—Te quiero Tails, estaré cerca, esperando tu decisión.

Sonic dio un salto brincandose la barda, dejó nuevamente a un confuso zorro, cubriéndose con sus colas para hacerse bolita y soltarse a llorar.

—¿Por qué lo haces tan difícil?

Continuará....

Bueno, aquí otro cap, espero lo disfruten.

Les quiero.