CAP 17: "Temor"


Amy había logrado sembrar duda y temor en el zorro, había logrado que ese brillo en sus ojos desapareciera y de nuevo volviese la mirada triste y perdida de un ser que nunca a podido ser feliz; le conoció hace 10 años, cuando el zorro había logrado una mejoría en su vida, y podía permitirse dejar el psicólogo, recibió a un zorro aún perdido, sin ambiciones, con la mente confusa sin saber quién era o qué hacia con su vida, todos le hablaban de una tragedia que no recordaba, otros le decían que era mejor, pero ella sabía que no recordar es peor, porque nunca podrás avanzar, nunca podrás dejar el pasado, y te cuestionarás toda la vida entre confusión y miedo quién eres y por qué. Sabía que Tails había pedido cambiar de psicólogo, se conocieron en un restaurante, la casualidad les hizo "chocar", fila de reporteros seguían al zorro adolescente que trataba de huir, lloró una vez en el suelo por el choque entre hombros fortuito, Amy de inmediato reconoció al personaje, los medios de comunicación se seguían cuestionando como había sobrevivido tantos años con su secuestrador.

Amy tomó al zorro, lo llevó del brazo hasta su auto y huyeron de la escena repleta de cámaras y micrófonos, todo esto pasó, hace 10 años.

—¿Te llevo a algún lado? Ya los perdimos.

—...... Bajame aquí, mis guardaespaldas me están buscando.

El zorrito trató de salir, pero Amy se lo impidió, tal cosa frustró más al zorro quién empezó a gritar mientras manoteaba y pataleaba.

—¡Hey! ¡Hey! No quiero hacerte daño pero necesito que te calmes y estar segura que estarás bien.

Tails paró, pero seguía llorando histérico.

—Soy Amy Rose, terapeuta, esta es mi tarjeta.

La eriza extendió su tarjeta, el zorro la leyó y sacó su teléfono celular para investigar el código QR.

—Es verdad...

—Eres un menor de edad, me meteré en problemas si no te entrego, pero... Te vi totalmente superado por esos reporteros que... Cometí una estupidez, hay Amy Rose, queriendo salvar a una cría indefensa, yo y mi sentido maternal.

—Gracias... Creo, ¿no vas a hacerme daño tu también verdad?

A Amy tal pregunta, le rompió el corazón.

—Chico, sé quién eres, hijo de un político, que por años buscó a su hijo perdido y por fin lo halló, desde entonces no paras de salir en las noticias, se supone que debería la ley proteger tu integridad y dignidad pero... Es imposible con tanta mala persona en el mundo.

—Una mala persona me robó, me hizo cosas feas y una buena persona me salvó, él siempre va a verme, lo quiero mucho.

—¿Te salvó?

—El detective The Dark, un erizo negro, él me salvó, eso dicen... No recuerdo nada, ni mi rescate.

—Sabes, creo necesitamos hablar esto, pero no es el momento, soy terapeuta, tal vez pueda ayudarte, debo entregarte a tu familia, ¿estás de acuerdo?

—¿Podrías primero... Comprarme un helado sabor menta?

—¿Menta? Eso si que es un gusto raro para un niño de tu edad.

—A mi...

El zorro se quedó perdido, no sabía que decir.

—¿A mi?

—Nada... No sé... Sólo me gustan...

La terapeuta que en ese tiempo tenía 20 años tomó bajo su ala al zorro, se involucró tanto profesionalmente como sentimentalmente con Tails, le había agarrado tanto cariño, le consideraba un hermano o a veces un hijo, porque aunque le aconsejaba lo mejor, siempre hacia lo peor, ya se había acostumbrado, Tails había avanzado mucho en su persona, pero seguía tomando decisiones cuestionables, siempre perdido, como cuando le encontró;  nada a cambiado, Tails seguía confuso, hundiéndose más y más.

Ahora en el presente, la decisión de haber sido tan dura con él había sido un acto de amor que dolió en el alma, no quería que siguiera echando a perder su vida, no quería ver a Tails perder su última oportunidad de ser lo que siempre ha deseado, hembra, y Sonic era el prospecto menos indicado para lograrlo.

—Perdón si te hablé tan duro, pero la verdad, quiero que pongas los pies en la tierra, Tails, te quiero y...

—Sisisi, nadie pudo ayudarme en el pasado mejor que tú, hoy en día siento que no es necesario saber mi pasado, ya está resuelto ¿no? Mi secuestrador en la cárcel, mi vida estable, funcional y con un futuro prometedor a lado del detective que pudo resolver mi secuestro, así pensé que sería feliz Amy, conformándome con el cariño de todos y lo que yo siento por ustedes, y realmente nunca quise más, simplemente vivir mi vida así, seca, sin emociones inesperadas, perfectamente alineada y planeada, pero ahora, que por fin siento lo que es vivir, no se me deja, no se me deja de verdad sentir que puedo tocar el cielo no sólo con sexo, sino, con los sentimientos, las sensaciones genuinas que me hace sentir Sonic, mi corazón acelerado de tan sólo pensarle, no se me permite vivir como los demás, nunca, se me pide olvidar y seguir mi vida en blanco, y eso es lo que debo hacer, borrón y cuenta nueva con Sonic, aquí no pasó... Nada...si olvidé mi secuestro... Seguro que puedo olvidar a Sonic... Adios Amy.

El zorro tomó su bolso, miró a aquel y se odio así mismo, miró su traje azul, recordó su listón en moño entrelazado en sus colas y se lo quitó de un jalón, Amy miraba enmudecida e impotente la escena, Tails se quitaba la capa y rompía su traje, había provocado que Tails reaccionara de la manera menos sana, pero debía hacerlo, debía alejar a Sonic de él.

—También debo renunciar a ser hembra ¿no? Ya no quiero nada con Shadow, ya no quiero nada con nadie, lo que quiero está mal, inmoral y mal.

—Tails no es eso lo que yo -

—Basta Amy, sabía que no estarías de acuerdo con esto, pero en verdad... Creí que como mi mamá...  Me hubieras apoyado igual que ella.

—¿Tu madre te apoya? —Aquello si que era inesperado, la señora Ray siempre apoyó a Shadow, ese cambio era repentino.

—Sí, pero tienes razón, debo pensar con el cerebro.

Tails salió del consultorio, dejando a su paso cada prenda rota que se había quitado, Amy recogió el listón del suelo, había destrozado el sueño de su amigo, lo había hecho trizas.

En busca de su auto, el zorro hurgo dentro de su bolso blanco, buscó las llaves y una vez abierto el auto vacío las cosas sobre el asiento de atrás y tiró el bolso al asfalto, cerca de su bolso vio aparecer unas zapatillas color morado, subió la mirada para encontrarse con Aleena The Hedgegog, la hembra no medio palabra alguna, simplemente soltó un bofetón que Tails detuvo con fuerza.

—Así que te defiendes, zorro inmundo.

—Mida sus palabras señora, no le he ofendido, ni pienso hacerlo, sé quién es y sé porqué está aquí, entiendo su preocupación, yo también me alarmaria de que mi hijo menor de edad ande con un tipo mayor que seguramente lo embaucará y lastimará.

Aleena intentó soltarse, pero el zorro era más fuerte, además de que se le veía muy mal, estaba furioso.

—Descuide señora, la terapeuta me ha "iluminado" y está de acuerdo con usted, no soy digno de intentar ser feliz a lado de Sonic, arruinaríamos nuestras vidas.

Tails por fin soltaba a su enemiga, la eriza tomó distancia, de alguna manera temió por ella al estar cerca del zorro.

—Dejeme adivinar señora, le quitó el celular a su hijo, lo tiene castigado en casa y vino a enfrentarme con la esperanza de eliminar el problema de raíz.

—Sabes bien, zorro astuto.

—No se preocupe, no buscaré más a su hijo, no quiero arruinarle la vida, ya me dejaron en claro que nunca será mío.

Tails dejó caer una lágrima, la cual Aleena vio perfectamente, el zorro entró a su auto, encendió el motor y dio reversa, la madre erizo se hizo a un lado, miró en silencio como el zorro se marchaba sin más; se sintió culpable, había escuchado como la terapeuta le había hablado, de verdad se sintió un monstruo atacando a alguien que ya venía herido y  sangrando.

—Parece que de verdad lo amas, te has destruido a ti mismo...

Aleena recogió el bolso, recordó como vio rasgado de sus ropas al bi género, también recordó, como las noticias amarillistas publicaron las ropas rasgadas y ensangrentadas del zorrito, como se atrevieron a hablar de su violación, de las veces que calculaban que había sido abusado, de las ropas encontradas sucias, de los objetos usados para romperle, una y otra vez, de cómo consideraban un milagro, que el zorrito estuviera con vida y años después le viesen hermoso, el morbo por todos lados, recordó todo eso, y cómo esto parecía el mismo momento, se lamentó haber sido tan dura.






Continuará....





Bueno, Aleena  y Amy dan un vistazo más de información de lo que fue el evento que vivió Tails, y cómo nunca ha podido ser feliz y aún no puede superar su pasado, porque todo mundo le recuerda su tragedia.



Gracias por leer.

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