CAP 16: "usa El Cerebro"
Tails despertaba feliz, radiante, con una visión del mundo muy diferente, abrió su ventanal y en su balcón saludaba a su maceta, el amor de un rato, que Sonic le había dado, se alegraba de verla igual de radiante que ella, con flores abiertas mirando al sol, así se sentía Tails, un sol capaz de brillar por toda la eternidad, se sentía amado, se sentía amar por fin y la sensación era hermosa.
Regó su planta y las demás para luego estirarse, caminar hasta su tocador, mirarse al espejo y agarrar un cepillo para peinarse las colas y su demás cuerpo, fue corriendo a su armario, buscó qué ponerse, recordaba que Sonic le había dicho que el color rojo le quedaba bien, pero hoy no vería a Sonic, habían quedado en darse unos días y tantear terreno con sus familias y el prometido, así que, tomó un traje color azul cielo y se puso su capucha de todos los días, pero esta vez agregó un accesorio nuevo, un moño entrelazado en el inicio de sus colas, nadie lo vería si no se quitaba la capa pero el detalle estaba allí, se sentía más femenina, más feliz, más atrevida.
Bajó contento usando sus colas para descender, tarareaba una canción y los empleados notaban aquella nueva princesa que amanecía, ya comenzaban los rumores a ser certeros, la princesa se había enamorado por fin y no de su prometido.
Se encontró con su madre en el salón, donde solían pasar su rato "recreativo " la señora desayunaba mientras estaba sentada leyendo una novela, y ni señales del padre.
—¿Dónde está papá?
—Hola hija, gracias por preguntar cómo amanecí.
—Eh perdón... ¿Ya hablaste con él?
—No esque sólo haya pasado una noche desde que decidiste cambiar tu vida radicalmente.
—Cierto...
—Ahora, no hablaré con él hasta que tú no me lo digas, primero debes romper tu compromiso con Shadow.
Tails bajó las orejas, estaba nervioso sobre los posibles escenarios.
—No temas, por mucho que te haya traído a nosotros... No es tu dueño, tú le diste oportunidad de enamorarte, no pudo, entonces debe retirarse decentemente.
—Espero que así de fácil sea.
—Vamos, ven y desayuna conmigo, necesito compañía, tu papá amargado me puso la ley del hielo desde anoche ¡¿Puedes creer que no quiso dormir conmigo?! ¡Tonto!
—Yo causé esto...
Tails se sentó a lado de su madre, en el sofá, frente a una mesita de centro donde empleados le sirvieron su propio desayuno.
—Si pero yo sólo sé como quitarle lo amargado a tu papá, trucos infalibles— guiñó el ojo dando un largo sorbo a su bebida caliente.
Madre e hija pasaron su rato en una pequeña charla, al terminar el zorro se alistó para salir a la calle, tomó un bolso, combinando con sus botas color blanco, y dándose un último vistazo al espejo de la entrada de su casona salió al exterior para ir a por su auto.
Una vez dentro buscó su celular y mandó un texto a Sonic:
"Iré a ver a Amy Rose, es mi mejor amiga y terapeuta, sé que me regañará, pero necesito su consejo
Ah y hola mi erizito"
Tails borró la última parte, se sintió de repente, demasiado azucarado, no quería verse tan enamorado así que lo envío así, a secas.
Arrancó y fue hasta el consultorio de su amiga, estaba en la zona comercial de Green Hill y allí estacionó en el sitio para clientes, bajó y se presentó como siempre con la secretaria, la cual indicó que Amy Rose tenia un paciente pero en seguida le atendería.
Esperó paciente y se sentó en el sofá de espera, miró de nuevo su reflejo gracias a una vitrina con los títulos y diplomas de la eriza; su reflejo le veía diferente, físicamente, podía jurar que algo estaba emergiendo de su cuerpo, una silueta más curva.
—Hey, Ta-
Había salido Amy Rose personalmente a invitarle a entrar justo después de que su paciente saliese, se encontraba con un olor que nunca creyó oler en ese zorro.
—¡VEN AQUÍ!— le tomó del brazo y le arrojó hasta dentro de su colsultorio— ¡No me pases llamadas ni nada! ¡No quiero molestias! —Le dijo a su secretaria la cual asustada asintió.
La eriza color rosa cerraba la puerta con seguro, cerraba las persianas y preparaba agua con hielo de su dispensador, tomó aquella agua de jilo para luego mirar a Tails con detenimiento, el zorro no se había aún atrevido a moverse ni pestañear.
—No tomaste pastilla esta mañana, vienes y me presumes la buena nueva, apestas a otro olor, no al de Shadow, tu prometido, además de un claro cambio de semblante y hasta de look, todo en ti se ve diferente.
—Acertaste, no tomé la pastilla porque quiero que me digas exactamente a qué huelo— Tails sonreía feliz, una sonrisa que la eriza nunca le había visto.
—Ya te dije, a otro, mmm parece el olor de un macho bi género ¿el olor es... Joven? ¿Virgen? Dime que lo que estoy oliendo no es de un macho bi género mucho menor que tú y además virgen.
Amy frunció el seño, apretó el vaso de agua vacío tratando de controlarse.
—Sí... Tiene 17 años, ya casi los 18...y es virgen, despertó conmigo su sexualidad.
El vaso comenzó a tener una grieta, pero justo ahí paró la eriza, respirando hondo, cerrando los ojos, controlando sus emociones.
—ok, ok, ok, Tails, no sólo le has puesto el cuerno a tu prometido, has hecho conexión con un macho bi género virgen y menor de edad, nada que no se oiga TOTALMENTE INMORAL Y CRIMINAL.
—Ups...
Tails se encogió de hombros soltando una sonrisita nerviosa, Amy soltó el vaso cayendo directo al suelo, rompiéndose en pedazos.
—Buenas tardes señorita, vengo a sacar cita para la terapeuta Am...
—¡ERES UNA MALDITA ZORRA INGRATA! ¿CÓMO TE ATREVISTE A ENAMORAR A UN MENOR DE EDAD? ¿QUIERES QUE SUS PADRES TE METAN A LA CARCEL IDIOTA? ¿QUIERES DESTRUIR TU VIDA? ¡VEN ACÁ ZORRA ESCURRIDIZA TE VOY A DAR LA VERDADERA TERAPIA QUE NECESITAS!
Afuera del consultorio gritos y ruido de objetos estrellándose y cayendo intimidaron al posible paciente , la secretaria no pudo articular ni una palabra, estaba igual de asustada.
—Eh... Olvídelo señorita, gracias.
El paciente huyó.
—Esa terapia es la que necesita esa zorra asalta cunas.
—¿eh?
Llegaba otra posible paciente, en cuanto la vio la secretaria se le hizo un nudo en la garganta, la había reconocido.
El consultorio quedó destrozado, Amy por fin se había calmado, y Tails estaba protegiendose con sus colas en un rinconcito.
—No pieso pagarte esta terapia, pero tienes razón, soy una maldita zorra.
Amy suspiró, si había alguien con quién nunca podía era Tails, él le hacía perder los estribos.
—Yo ya no puedo ayudarte Tails, mi amistad contigo afecta mi profesionalismo, y debes ser atendido por alguien que pueda respetar a su paciente, yo ya no puedo hacer eso contigo, siempre vienes a darme las peores noticias, te estimo y no puedo dejar de pensar en tus terribles errores.
Tails dejaba su posición de defensa, Amy nunca le pegaría, pero realmente cuando se ponía así, era temible, entendía la reacción de Amy y por eso la consideraba su amiga, porque a pesar de serlo, era sincera, honesta en lo que pensaba y se lo decía tal cual, sin filtros.
—Me enamoré Amy... Lo quiero.
—La conexión te hace decir eso, pero sabes bien que te he dicho que yo, que atiendo mayormente parejas en problemas, la conexión es su última buena decisión que tomaron, es hermosa, insuperable, pero no es más que un conjunto de reacciones químicas que suceden con las hormonas de ambos, no es más que estimulos animales que tenemos por instinto para reproducirnos, así es la naturaleza, salvaje e intensa, pero no es razonable, no con el corazón, que es quien paga las decisiones irracionales del cuerpo.
—Entonces... Dices que lo que siento no es real.
—Es real, pero es irracional y peligroso, el chico seguramente está alucinado contigo, jurandote amor eterno, pensando que no hay nadie mejor para él y sabes... Está cegado, tú eres aquí el mayorcito, quien sabe perfectamente que lo que le puedes ofrecer es poco y lo que él te ofrece es efímero, no tienes tiempo para perderlo más, tenias una relación estable, con un macho maduro de mente y cuerpo, seguro de lo que quiere y cambiarlo por un niño que apenas está viviendo su vida es absurdo, perderás Tails, perderás todo y no habrá vuelta atrás, y lo peor es que te llevarás de corbata a Shadow y a ese niño le arruinaras su futuro.
Tails no dijo nada, pero lágrimas silenciosas salieron de él, sus ojos cristalizados entendiendo el punto de su amiga, más no lo aceptan.
—Seguramente, saliendo de aquí harás lo que te de la gana, siempre lo haces, nunca me elijes como tu razón, yo no sé a qué vienes.
—No tengo amistades, más que tú, nadie es capaz de comprenderme, todos me juzgan e igual lo haces, pero por mi bien.
—Y aún así no lo valoras Tails, ¡usa el cerebro! Ese niño que no se quién sea no es para ti.
—Es el heredero único de los The Hedgehog, Sonic The hedgehog, estudiante de fotografía, a punto de graduarse, erizo, color azul, ojos verdes y guapo, voz sensual e inocente.
—Desde la parte de su nombre lo demás estuvo de sobra, ya sé quién es. Eres incorregible, ¿sabes como es esa familia? Les gusta cuidar su imagen pública, un escándalo no está en su historia, tú eres un escándalo que desearán evitar.
—No lo hicimos a propósito, él y yo no queríamos que terminara en esto.
—Ajá, ajá, pretextos de enamorados, debes dejarlo ir, pensar las cosas con la cabeza fría y poner en claro lo que de verdad te conviene y ese chico no es algo que te convenga, mucho menos tú a él.
—No es lo que me convenga, tú misma me dijiste que no debía elegir a Shadow sólo porque me convenía y ahora lo defiendes.
—Te lo dije, que no debías ir a hacerte su novio sólo porque considerabas que era lo mejor para ti, sin amarlo, sin realmente sentir afecto por él, y no me hiciste caso, y si ahora lo defiendo es porque ya lo involucraste contigo, tenias una relación sólida con él, seria y los años que han estado juntos no es como para que vayas y los tires nada más, él te ama y no es un simple accesorio que por capricho puedas botar.
—¡No es un capricho mi relación con Sonic!
—Lo es, y aunque no lo sea, pongamos las cosas sobre la mesa.
Amy invita a Tails con un gesto a sentarse en el sillón, frente a ella, la cual ahora si que anotaría las cosas.
—Supongamos que tu relación con el chico es real y sincera, tú lo amas, él te ama, gracias a la conexión que han establecido, su plan es casarse lo más pronto posible porque tú quieres ser hembra, no puedes serlo hasta que quedes embarazada y de eso, ya no hay tiempo, te embaraza, se casan, y logras hacer que Shadow se quite de en medio, sus familias acepten y entonces tú y él tengan su vida feliz para toda la eternidad.
—Ahí viene tu pero.
—Lo vendrá, siempre viene, casos como el tuyo vienen en madejas de colores, todo el tiempo, el chico, que es super joven, ya vivió la emoción del primer amor, la conexión, la adrenalina y satisfacción de haberse salido con la suya, sigue su vida, la cual tú ya pasaste, pero el debe recorrer tu camino y se topará con lo mismo que tú, la juventud, más personas, más emociones y se dará cuenta que todo eso se lo ha estado perdiendo por ir corriendo a amar a alguien mayor a él, y termina enamorándose de alguien más, se da cuenta que la vida es más que un amor de un rato.
A Tails el corazón se le rompió y no pudo dejar de pensar en su maceta, se levantó de golpe de su asiento, temeroso a la extraña relación de palabras y eventos.
—Es como lo que te pasó a ti, algún día serás Shadow, traicionado y dejado por un amor más joven, Sonic madurará y caerá en cuenta que no debió elegirte, todos lo hacen, reprochan la conexión, que han cometido errores estúpidos por ello, y también tenemos a hijos deseados convirtiéndose en no deseados pagando las consecuencias de la estupidez de sus padres, ¿quieres eso para el bebé, el único bebé que puedas tener? Con una familia rota, ¿sólo porque su madre se enamoró de un niño?
Tails no pudo defenderse, el temor entraba en su mente, tal vez la experiencia tenía razón, estaba por cometer un terrible error, Sonic era un terrible error.
Continuará....
Pues ahora si me explayé, Amy Rose tiene un buen punto, ¿Qué le asegura a Tails wue Sonic no cambiará?
disfruten del capítulo gracias por leer.
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