8-Primeros sentimientos

Transcurrió una semana y media desde la llegada de Lilliana y que Tn y Miércoles eran pareja. La pelinegra quedaba con el chico tras levantarse el castigo para ir de vez en cuando a Jerichó para comprar unas cosas y usaba a Tn como mula de carga. Aunque le invitaba a café y pastel para compensarlo. No lo admitía, pero cuando estaba con él, era una sensación que le gustaba. Otra cosa que solía hacer desde que estaba con el chico era sentarse los dos en una tela como si estuvieran de picnic, pero Tn tumbado sobre su regazo mientras ella leía. 

—Está tan indefenso cuando duerme—pensaba mirando a éste debajo suya dormir totalmente tranquilo—sería tan sencillo matarte en un momento.

Volvió la vista al libro para seguir leyendo en silencio hasta que sintió que el chico se movía un poco y despertaba.

—He dormido muy bien—se levantó—¿qué hora es?.

—Pronto, puedes seguir durmiendo si quieres—respondió ella sin mirarle y pasando otra página.

—No, ya he dormido mucho—se estiraba—y si sigo durmiendo luego a la noche no podré dormir.

Se colocó a su lado a contemplar el paisaje, disfrutar del buen día que hacia y de paso estar con ella pues estaba enamorado de ella. Quitando algunas cosas de su personalidad...le gustaba mucho pues era atractiva, inteligente, fuerte e independiente. Miró a los alrededores, no había nadie en el lugar así que se le acercó tomando por primera vez en su vida la iniciativa plantándole un tierno beso en los labios.

—¿Se puede saber qué haces?—preguntó molesta y mirándolo—nos pueden ver...idiota.

—No hay nadie—pareció encogerse a una estatura de un niño pequeño.

—Eso nunca se sabe—seguía ella molesta.

—Lo siento—dijo avergonzado y agachando la cabeza.

En ese momento recibió un fugaz beso que le hizo sonreír un poco.

—Vamos, tenemos que regresar adentro o de lo contrario tu hermana y Enid empezaran a preocuparse por si te he matado.

En el camino de vuelta, Miércoles le daba vueltas a las cosas, su primer año estuvo marcado por muchas cosas mientras que en este curso...ahora tenía pareja. En parte daba gracias de haber llegado a Nevermore para aprender lo que era el valor de la amistad, de confiar en la gente, algo que pensaba que te hacia débil, pero todo lo contrario y también el amor. Ahora estaba con Tn quien a diferencia de Xavier o Tyler no se molestaban, aunque podría ser por su personalidad.

Realmente todos en la academia le estaban agradecidos por haber salvado el lugar y derrotado a Crackstone ganándose el apodo de; la salvadora de Nevermore. No le importaba lo más mínimo de lo que hablasen de ella salvo lo de su relación con Tn porque deseaba que fuera un secreto. Aunque era más bien por el tema del acosador que de momento no había hecho acto de presencia pero seguramente estaría viendo que pasaba tiempo con el chico.

—Hemos llegado—dijo Tn mientras abría la puerta de la habitación y saludaba a su hermana y Enid.

—¡Tn!—exclamó abrazando al chico.

—Enid suelta a mi hermano o lo partirás en dos—reía Lilliana.

El chico fue soltado y recobró el aliento, ya no se ponía tan rojo cuando estaba con ella pero los abrazos que podía llegar a dar eran increíbles en términos de fuerza.

—¿Lo han pasado bien en su cita?—preguntó la loba provocando un rubor en Tn.

—No—respondió fría cerrando la puerta y yendo a su lado—he estado leyendo y Tn durmiendo en mi regazo, habría podido matarlo sin que se enterase.

—En su idioma significa que sí y que te quiere—le susurró Enid al chico.

Les llegó a todos una notificación al teléfono, dentro de poco se iba a realizar con la Copa Poe por lo que debían empezar a preparar sus barcas para todos aquellos que quieran participar.

—¡Roomie vamos a por el doblete!—exclamó la loba—¡tenemos que ganar a Bianca y compañía!.

—Me apunto, quiero ver la cara amarga de la sirena—al decir eso, Enid dio saltos de alegría.

—Yo también me uno al equipo—dijo Lilliana antes de ser abrazada—¿hermanito?, ¿te apuntas?.

—No, no soy bueno en esa clase de actividades—respondió.

—No importa, contamos con Yoko—comentó Enid—habrá que empezar a preparar los disfraces y demás.

Tn se marchó a su habitación a hacer unas cosas hasta la hora de la cena.

Una de las cosas que más detestaba Miércoles en su habitación era que si ya era difícil soportar a una chismosa...dos era muy agotador. Las dos eran iguales en cuanto a temas de chismes y podían pasar horas y horas hablando de rumores. Tenían hasta pizarras como en las películas de misterio y policías donde colocaban fotos, anotaban cosas y demás. 

—Quizás en un futuro les sirva si se hacen detectives o policías...—pensaba mientras tecleaba en su máquina de escribir pues se negaba a usar un ordenador.

Y siguieron así toda la noche, incluso después de la cena.

En la mañana siguiente, ellas junto a Tn y Yoko estaban preparando las canoas. Siempre usaban las del año pasado, le cambiaban algunas partes que estaban rotas, una vez asegurados los arreglos se ponían a pintarla y hacerle toda clase de detalles que realmente no importaba demasiado porque no daban ninguna ventaja. Miércoles examinaba unos papeles, eran unas armas que planeaba poner en la embarcación para ganar.

Tn estaba pintando, asegurándose de que no se dejaba ningún trozo sin pintar y quedaban todas las partes por igual. Enid le miraba de reojo, le gustaba verlo trabajar.

—Enid, ¿has visto que bien maneja mi hermano su brocha?—preguntó Lilliana mirándola.

—Si, se le da bien—respondió ella.

—¿Y la otra?

—La otra brocha también debe...¡Lilliana!—exclamó avergonzada.

—Vamos a limpiarnos, ahora volvemos—dijo la chica llevándose a Enid del lugar.

Cuando estuvieron apartadas, Lilliana habló.

—Enid, ¿estás enamorada de mi hermano?

—¿Qué cosas dices?—preguntó avergonzada y sonrojada.

—Vamos, veo como le miras, le abrazas, sonríes...es todo—respondió ella.

Enid no se lo había contado a nadie, mucho menos a Miércoles o ella. Pero realmente empezaba a sentir una fuerte atracción por Tn. Le parecía adorable, su carácter tímido le atraía, siempre era amable con todos y le había ayudado mucho. En cierto momento le quiso invitar a salir pero entonces se enteró de que empezó a salir con Miércoles, aunque lo veía más como un chantaje y amenazas por parte de la pelinegra por su forma de ser. Pero luego los veía y entendía  que era amor de verdad, que no tenía nada que hacer, que debía olvidarse de él.

—Bueno...puede que...me guste...—dijo acomodándose el pelo—es guapo, no se mete en líos, ayuda a los demás...podría decirse que sí, que estoy enamorada de tu hermano—dijo mirándola a los ojos—es un chico maravilloso.

—¿Le dirás?—preguntó ella.

—No, claro que no, ni a Miércoles...no le puedo decir que me gusta Tn—contestó.

—¿Te gusta Tn?—preguntó una voz sorprendiendo a las dos—así que la loba quiere quitarme lo que es mío.

Era nada menos que Miércoles que al parecer lo había escuchado todo.

—Me parecía raro que las dos se marchasen a lavarse cuando aún no habíamos terminado y escuché todo—miró a Enid antes de acercarse—Tn es mi pareja, no puedes salir con él.

—Solo respondía a lo que me ha preguntado Lilliana—se excusaba ella.

—Pues ya sabes la respuesta...¿no estarás pasando por tu estado de celo cierto?—preguntó directamente.

Enid se puso roja como un tomate.

—¡No hables de eso, y no, aún no!—replicó algo molesta por hablar de algo así.

—Cierto, las lobas pasan por el celo—comentó Lilliana—¿y si compartís a mi hermano?, no me gusta veros pelear. Además, a veces es natural ver a lobas con dos machos y eso.

—No pienso compartir a Tn con nadie, ni siquiera con ella.

Miércoles se marchó del lugar. Estaba molesta, caminaba dando pequeñas zancadas, las que sus pequeñas piernas le dejaban. Al llegar, vio a Tn descansar mientras admiraba el bote el cual este año tenía el color rojo y azul.

—¿Qué te parece como ha quedado el bote?—preguntó antes de ser tomado del brazo para marcharse de allí—¿a dónde vamos?.

No hubo respuesta alguna por parte de ella quien le obligaba a caminar.

—¡Es-Espera...que pasa!—seguía sin haber respuesta hasta que llegaron a la habitación de Tn donde fue empujado a la cama—¿Miércoles?.

Ella se colocó encima y se puso a besarlo, sorprendiendo al chico que cerró los ojos. La gótica le besaba, le mordía los labios y el cuello o la mejilla. No sabía exactamente que estaba pasando, pero estaba siendo muy pasional.

Miércoles al pensar en la posibilidad de que Tn le dejase por Enid sintió un fuerte malestar en su cuerpo así que la sola idea de perderlo, le hacia querer que Tn fuera solamente para ella. Lo besaba, se dejaba llevar por esos impulsos los cuales nunca pensó que le ocurrirían pues consideraba el amor débil. Sintió las manos del chico rodear su cintura y ahora estaban muy pegados. Podía ver el rubor en el chico, esa cara inocente, timidez y demás solamente aumentaban los latidos de su negro corazón.

—Miércoles...—dijo él—¿qué ocurre?, ¿a qué se debe esto?.

—¡Cierra la maldita boca!—le dio otro beso con lengua y pasión—¡solamente puedes hablar cuando yo te diga!—dijo en tono de orden.

—Pe-Pero...—ella le fue quitando los botones de la camisa antes de dejar su pecho al descubierto.

—Eres únicamente mío—voltearon de tal forma que ahora él estaba encima.

—Esto...

—¡He dicho que te calles!—exclamó molesta.

Al cabo de un rato Tn estaba algo sudado, con calor y arreglándose la ropa. No habían dado ese paso, pero si que habían tenido ciertos momentos de pasión. Estaba completamente rojo mientras Miércoles se terminaba de colocar las botas muy tranquila y relajada, parecía que aquello no significaba nada para ella. O al menos así lo parecía por su cara y actitud.

—¿Puedo hablar?—preguntó algo asustado.

—Dime

—¿Por qué ha sucedido esto?, es decir...arrastrarme a mi habitación y eso

—Simplemente porque me apetecía, hasta yo tengo mis momentos de debilidad. Puede...puede...que no sea la única vez—dijo ella—eres de mi propiedad y harás todo lo que yo te diga, ¿queda claro?—preguntó mirándolo.

—Si...—asintió.

Se acercó a él hasta quedarse a escasos centímetros.

—Buen chico—le dio un beso en los labios—así me gusta.

Después de eso, se marchó de la habitación dejando a Tn pensativo sobre lo ocurrido. Después de eso se dio una ducha pues estaba demasiado sudado y necesitaba un agua.

Miércoles regresó a la habitación y ambas pudieron ver las marcas en el cuello y el sudor que llevaba.

—Roomie...

—Enid...

—Escucha, no quiero robarte a tu novio, es solamente que tengo sentimientos por él. Pero nunca intentaría nada para hacerte daño—comentó—lo siento...

Miércoles ahora más calmada y después de la sesión de mimos la miró.

—Yo me he excedido con mi comportamiento...te pido disculpas. Y es normal que tengas sentimientos por Tn...si alguien como yo los tiene...

—Gracias...quería hablarlo.

Tras ello la pelinegra se dio una ducha para quitarse todo el sudor. Lilliana hablaba con Enid en voz baja, habían visto esas marcas en el cuello y ese sudor, solo indicaban que había tenido un encuentro con Tn, pero no querían decir nada para provocar su ira.

Esa noche, luego de una buena cena y ya con el pijama puesto, Miércoles recibió nuevas fotos del acosador. Se les veía a todos juntos en la barca pintando y preparándola para la Copa Poe, lo que hacia indicar que era un alumno de Nevermore. 

—Que mal salgo en la foto—comentó Lilliana—me podía haber sacado un mejor ángulo.

—¿Eso es lo que te preocupa?—preguntó Enid asustada—necesitamos dar con ese acosador.

—Si, pero sino ha atacado todavía es que debe estar preparando un plan—Miércoles pensaba en la forma de dar con él.

—Puede que en la Copa Poe decida atacar—comentó Lilliana—debemos hablar con Tn, Eugene, Xavier y otros que no participen para que estén atentos por si ven algo raro.

—Es buena idea—Enid se sentía aún algo asustada.

—Me quiere a mi Enid, tú no eres su presa—le dijo en un intento de tranquilizarla antes de regresar a su lado de la habitación—a todo esto, ¿tú no te ibas a ir a una habitación?.

—Bueno, he decidido quedarme—respondió la hermana de Tn.

Mientras tanto, Tn estaba tumbado a oscuras, tratando de conciliar el sueño, estaba agotado de todo ese día. Y no podía dejar de pensar en ese encuentro que había tenido con Miércoles pues había sido increíble, sobretodo para alguien que no tenía experiencia en el amor como era su caso. Aún podía sentir los labios besándolo o sus suaves mordiscos.

—No puedo creer que tenga un lado tan romántico—se cubrió la cara al recordarlo.

Todo ello sin saber que el acosador de Miércoles estaba en esa misma academia.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :D


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