6-Lilliana

Tn estaba junto a Enid y Miércoles caminando por el patio, daba una vuelta con ellas aunque no hablaba, de hecho, era la loba quien no dejaba de hablar sobre chismes, rumores, romances...el chico se impresionó de que fuera capaz de recordar tantas cosas, pero por algo la apodaban la reina de los chismes.

—Ha pasado mucho tiempo hermanito—los tres se detuvieron y voltearon.

Allí estaba su hermana, tan hermosa como la describían, con una gran sonrisa. Sin esperar más tiempo, se lanzó a los brazos de él, lo había echado mucho de menos.

—¡Qué ganas tenía de verte!—exclamó emocionada—te veo bien—le examinó un poco—temí que te hubieran hecho daño—le acarició la mejilla.

—Eres demasiado pegajosa—dijo el chico retirándose un poco.

—¡Eh!—se quejó—¿esa es forma de hablar a tu hermana?.

Enid enseguida se acercó.

—Soy Enid, Enid Sinclair, y ella es mi roomie, Miércoles Addams—presentó la loba emocionada por conocerla.

La loba vio la cara de la chica y se retiró pidiendo disculpas.

—¡Dios mío me encanta tu pelo!—exclamó sorprendiendo a la rubia—¡y tienes unas uñas de colores preciosas!—dijo tomando ella sus manos—¡necesito unas iguales!.

Enid dio un pequeño grito de emoción por conocer a alguien así.

—Dime, ¿te gustan los chismes?—preguntó con un brillo en los ojos.

—¡Adoro los chismes, por favor cuéntame todo lo que sepas sobre este lugar!

—¡Por supuesto!.

Ambas parecían dos niñas pequeñas dando gritos y comentando cosas sobre el aspecto de la otra, lanzándose halagos, eran prácticamente iguales.

—Enhorabuena—le dijo la gótica—acabas de unir a las dos personas más insoportables en Nevermore. Ahora tendré que soportar tus gritos y emoción.

—Lo siento—dijo éste.

—Bueno, ¿alguna de las dos es la novia de mi hermanito?—preguntó ella emocionada.

Enid se sonrojo ante ese comentario recordando el beso.

—No, pero al parecer todas quieren acostarse con él dado que conocen su...amigo—dijo antes de explicar todo lo sucedido la pelinegra.

—Oh, en casa mi tío lo llamaba el chico serpiente. Tardé unos años en entender el porque—Lilliana se echó a reír.

—Y la loba se besó con él—Lilliana se giró y Enid trató de explicar todo cuando fue tomada por las manos de nuevo.

—¡No me importa que salgas con él, por favor lo dejo a tu cargo, haz un hombre de él!—Enid se puso roja como un tomate.

—Hermana...deja a Enid—trató de tomarla del brazo cuando ella le hizo una llave rápida ante la incrédula mirada de las dos chicas y lo dejó inmovilizado.

—Lento como siempre hermanito

—¡Basta!—exclamó de pronto el chico al sentir un pequeño dolor y haciendo que su hermana saliera volando por los aires.

Por suerte, ella liberó sus alas y empezó a volar alrededor de ellos.

—Veo que has usado tu poder—pero entonces lo vio en el suelo desmayado—vaya...

Apoyaron su cabeza en una de las mochilas y lo dejaron descansar en la sombra antes de sentarse cerca de él. Lilliana con una sonrisa le acariciaba el pelo. Sonreía ya que de nuevo estaban juntos. Miércoles le contó acerca de lo que había visto con su poder. 

—¿Sabes algo al respecto?—preguntó la pelinegra—esos ojos...

—Si, no son comunes. Mi madre dice que no conoce del todo el alcance de sus poderes. No conozco mucho los detalles, ella nunca quiere hablar de ello. Y mi padre no les presta demasiado atención—comentó ella—aún así...él me protegió de niña.

—¿Él?—preguntó Enid sorprendida.

—Si, la relación de ambos no era tan buena como ahora. Unos niños me estaban molestando cuando él apareció y al defenderme fue golpeado. Temiendo lo peor intenté pedir ayuda, y entonces lo vi...sus ojos brillantes de color purpura. Les dio una paliza y me miró antes de decirme que siempre me iba a proteger. Luego perdió el conocimiento, no recuerda nada de eso...ojalá lo recordase.

Entonces agachó la mirada.

—Fue entonces cuando comenzaron a llamarle monstruo, bestia...inhumano—unas lágrimas surgieron de sus ojos—me protegió de esos idiotas a cambio de la normalidad de su vida. Es por eso que decidí que siempre estaría para él.

—Es muy tierno de tu parte—comentó la loba.

—Yo hubiera matado a esos niños—dijo Miércoles cargándose el ambiente.

Lilliana se echó a reír.

—¿Aparte de vosotras dos tiene más amigos?

—Pues...—Enid comenzó a hablar de Divina, Yoko...

—Eso es bueno, me alegro mucho por él—le miraba con una sonrisa—gracias por cuidar de mi hermano.


Despertó al cabo de un buen rato algo adolorido, siempre le pasaba eso cuando su poder salía a la luz. Luego de ello, regresaron al interior de la academia donde Lilliana conoció al resto del grupo y se ganó enseguida su confianza. Era realmente muy inteligente, así lo demostró en los temas que hablaba con Bianca o talentosa ya que enseguida se volvió rival de Miércoles y Bianca en la esgrima. Las tres lucharon entre sí muchas veces y notaron enseguida una mejora constante al tener oponentes tan buenos.

Tn acompañaba en la clase, miraba como luchaban y de vez en cuando se enfrentaba a Enid quien le daba las primeras lecciones. En algunas ocasiones, uno terminaba encima del otro porque en lo que respectaba en los pies, eran bastante torpes. También se tomaban las clases como algo más tranquilos que ellas tres. Las risas no faltaban entre los dos, ahora sin máscaras, disfrutaban charlando y bebiendo un poco de agua.

—¿Crees que ellos tengan algo?—preguntó la chica a Miércoles.

—No, todavía no. He de decir que me atrae tu hermano...tiene un aura de misterio...esos ojos...—dijo sin darse cuenta—no me deja sacarlos para estudiarlos.

—No sabía que te iban los callados—dijo Lilliana sonriendo e ignorando esas palabras pues ya empezaba a conocer su personalidad.

—Me enamoré...de un asesino, Tyler...

—Ah, lo leí en la página de Enid, hay que ver cuanta información hay metida en esa página—comentó mientras recobraba algo de aire—entonces, ¿te gusta mi hermano?, no pondré impedimentos si tú o Enid intenta salir con él.

—No, prometí no volver a enamorarme

—Eso decimos todas—se limpió con la toalla el sudor—venga, volvamos a luchar un poco más antes de que pille algo de frío.

La cosa no terminaba ahí, pues la confianza para hablar había aumentando, sino que además, Lilliana pasaría una semana con ellas dos en su habitación durmiendo en una litera porque la habitación donde iba a estar necesitaba algo de tiempo para reparar y amueblar. Miércoles al ver ambas chillar emocionadas, hablar de chismes y eso deseó morirse, tanto que empezaba a ver con otros ojos el cuchillo que tenía sobre la mesa.

—Ese Ajax es un idiota—dijo Lilliana—mira que tratarte de esa manera...

—Si...estuve ciega...y mira que mi roomie me advirtió

—Por fin me das la razón—se cruzó de brazos.

Alguien llamó a la puerta, al abrir era Tn.

—Hola—saludó él—vengo a ver a Enid.

—¿Qué ocurre?—preguntó la loba acercándose.

—Es para darte los apuntes que me pediste—respondió él sacando un cuaderno.

—¡Es verdad, los deberes!—exclamó recordando—tanto hablar de chismes y he olvidado hacer las tareas.

—Tranquila, te ayudo—dijo Lilliana—veo que mi hermanito cuida bien de ti.

Antes de decir nada, Miércoles irrumpió diciendo a Tn que la acompañase al bosque.

—Pero...

—Nada de peros, me has escupido bebidas a la cara tres veces—dijo ella mirándolo fríamente—vas a compensarme por ello.

Ambos salieron ante la mirada de las dos chicas que se reían un poco ante la situación.

—Oye Enid, se sincera...¿te gusta mi hermano?—preguntó sin rodeos.

—Eh, solamente somos amigos

—Te pregunté por si te gusta, no si son amigos, no me voy a enfadar ni decirle nada.

La loba jugaba un poco con su pelo, avergonzada, era cierto que el chico era muy simpático, agradable y amable, además...estaba lo del beso que si bien fue un accidente provocado por su roomie...no negaba que le había gustado.

—Puede que un poquito—dijo roja como un tomate.

—¿Y qué te gusta de él?

—Pues supongo que...su forma de ser, es amable, siempre me ayuda con los deberes, me deja apuntes...—fue enumerando algunas cosas.

—Su gran amigo...—dijo como si nada su hermana.

—Si, su gran...¡Lilliana!—se cubrió la cara—dejad de hablar de eso.

—Lo siento—dijo riendo—si, Tn es un buen chico.

Mientras tanto, Miércoles caminaba con Tn en busca de unas hierbas y setas, ella quería ganar dinero y con esas plantas que crecían en esa parte del bosque podía hacer venenos. Los Addams tenían un negocio que era fabricar venenos para que los científicos estudiasen sus propiedades. Y así investigaban para conocer mejor ese campo de estudios, dinero a cambio de poder obtener conocimientos.

—Bueno, creo que ya hemos obtenido suficientes—dijo la pelinegra examinando la bolsa—ahora regresemos, se está haciendo tarde y debo ducharme antes de ir a cenar.

—Vale.

En ese momento escucharon un rugido, al voltear vieron un enorme oso que se aproximó corriendo contra ellos. Era sobretodo contra Miércoles.

—¡Miércoles!—el chico aterrorizado apretó los puños y sus ojos brillaron.

En cuestión de segundos se interpuso en medio y frenó al enorme animal con una mano, colocada justo en el cuerpo de este. Luego lo levantó como si nada antes de lanzarlo contra un montón de hojas cercanas.

—Será mejor que largues o te mataré—cuando caminaba, un pequeño temblor se producía.

La criatura, lejos de asustarse, intentó atacar de nuevo lanzando su enorme zarpa que podría partirlo por la mitad. Tn detuvo el ataque.

—Más vale que te calmes maldito—de un golpe suyo lo mandó contra unos árboles.

Al levantarse, Tn lo miró a los ojos. El animal tras unos segundos, dio media vuelta y empezó a irse muy rápido hasta perderse en la frondosidad de la naturaleza.

—Tn—dijo Miércoles finalmente tras ver todo—será mejor acercarme antes de que se mate con una piedra cuando se desmaye.

Al acercarse al chico, éste volteó y esbozó una pequeña sonrisa.

—¿Te encuentras bien dama oscura?—preguntó sorprendiendo a la joven.

—¿Cómo me has llamado?.

La tomó de la cintura y la acercó hasta él, luego tomó su mano, besando esta.

—Dama oscura—dijo de nuevo—¿no te gustan los piropos?.

Miércoles miraba sus ojos, estaban brillando levemente, su poder aún seguía activo y su personalidad había cambiado por completo.

—Será mejor que me sueltes o...—no pudo decir nada porque sus labios fueron sellados con un beso.

El chico la tomó del mentón y acarició sus mejillas mientras la besaba ahora con cierta pasión, su lengua ahora parecía que estaba en guerra. 

Pocos segundos después, el chico se separó antes de caer desmayado por el uso de su poder. Ella lo sujetó y lo dejó en el suelo unos momentos, pensando en el beso.

—Llamó a las dos chicas para que fueran a ayudarla pues ella sola no podía llevar el cuerpo del chico.

Llegaron casi a la carrera y mientras regresaban, ella les contó todo salvo lo del beso.

—Ha cambiado su forma de ser también—comentó—y él...él...

—¿Si?—preguntó Lilliana preocupada.

—Me besó.

Las dos amigas se miraron antes de voltear a verla.

—¡Quiero detalles!—exclamó emocionada la hermana—¿qué has sentido?, ¿cómo ha sido el beso?, ¿pasional?, ¿suave?, ¿los dos?.

La ronda de preguntas continuó hasta la habitación de Tn donde pudieron ver que tenía un corcho con fotos impresas. En ellas se veían de Lilliana del día anterior, una con Enid tras ver la película, otra con Miércoles...y así bastantes. La chica se emocionó al ver a su hermano sonreír aunque fuese levemente en cada una de ellas. Sin duda, su vida había ido a mejor desde que estaba allí.

Lo tumbaron en su cama, aún seguía dormido.

—Yo me quedo, tengo que hablar con él—dijo Miércoles preocupando a las dos—no lo voy a matar, pero necesito respuestas sobre sus poderes, quizás él recuerde algo.

—De momento sabemos que se activan para defender a las personas que le importan—comentó Lilliana—bueno, nos vamos a hablar de chismes, cuida de él.

Cuando se quedó a solas, le miró dormido, le costaba asimilar lo sucedido. Además, lo consideraba un chico torpe, débil ya no...pero demasiado bueno con los demás. Alargó su mano y comenzó a acariciar su frente, sus mejillas y finalmente, tocó sus labios. Aún sentía el tacto en los suyos. No podía dejar de mirarlo, tenía algo que parecía atraparla, quizás parte de sus poderes ocultos era engatusar a las personas, si eso era verdad, con ella lo había logrado.

Se acercó lentamente hasta él, acortando las distancias y finalmente lo besó. Esa sensación de nuevo, era algo que no le podía disgustar, era imposible. Le mordió el labio inferior, no sabía porque lo hizo, solamente no podía dejar de besarlo.

—Estoy perdiendo la cabeza—pensaba ella antes de retirarse lentamente.

Fue en ese instante cuando vio al chico con los ojos abiertos, sorprendido por su acto y sin poder articular palabra alguna. Ambos se miraron, pero Miércoles tomó la iniciativa y de nuevo...lo besó haciendo que el chico que apenas podía moverse por haber despertado hace nada...cerrase los ojos y disfrutase del beso.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :D


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