13-Casa de los Sinclair

Tn despertó por la mañana y se estiró, aún era algo temprano. Miércoles dormía tranquila a su lado como un muerto, antes se había dormido abrazada a él pero ahora estaba en su posición habitual. Le dio un beso en la frente, estaba fría, se preguntaba como iba a diferenciarla cuando realmente estuviera muerta.

Quiso darse una buena ducha así que recogió unas cosas y fue hasta el cuarto de baño más cercano donde al abrir, se topó con Enid duchada y con una toalla alrededor de su cuerpo. Ella se sorprendió mucho porque entró sin llamar.

—¡Qué susto me has dado!—exclamó ella asustada.

Pero el chico no dijo nada, simplemente esbozó una sonrisa y se le quedó viendo ante el sonrojo de la loba quien le pedía que le dejase mirar como a una presa.

—¿Acaso olvidas cómo me miraste en la enfermería?—ella recordó el momento y le pidió perdón—ven aquí—la tomó de los hombros, no podía dejar de mirarla.

—Tn...—esos ojos captaban su atención por completo.

Alargó la mano y comenzó a jugar con el pelo de ella, le gustaba mucho ese color tan bonito que tenía. Ella se acercó, los ojos parecían cambiar poco a poco a los de una loba...cuando Tn la besó lentamente. Ambos se morían por ese momento, no se sabría decir quien de los dos más. Enid suspiró tras separarse, por un lado sentía ese amor...pero por otro sentía que fallaba a su amiga.

—Enid—al levantar la mirada fue besada y la toalla cayó al suelo, permitiendo a Tn agarrar bien su cintura sintiendo la piel desnuda de ella.

La puerta se abrió de golpe, era Miércoles quien al ver la situación miró a uno y a otro. Tn solamente le dijo buenos días mientras la rubia recogía rápidamente su toalla, queriendo marcharse de allí cuando fue detenida por su roomie.

—Sabía que esto pasaría tarde o temprano—comentó ella—Tn.

—Dama Oscura

—Lo he pensado y...debido a mis visiones y demás...aceptaré está relación. He visto cosas peores en las relaciones abiertas de los adolescentes. Pero solamente pondré dos reglas.

—Tu dirás—contestó él ante la mirada de Enid.

—Uno, solamente podrás salir con nosotras dos...con ninguna otra más y segundo y más importante...nos tratarás a las dos de la misma manera, nada de tener una favorita—explicó—¿me he expresado bien?.

—Si, y acepto. Aunque lo más difícil es lo segundo...la loba se deja querer y tú te haces la dura

—Somos completamente diferentes—replicó la pelinegra.

—Lo sé, ahora si me disculpan...debo ducharme.

Ambas salieron del cuarto de baño para dejar que el chico se duchase cuando Enid trató de hablar con Miércoles.

—Roomie...

—No hace falta decir nada, además, quizás está experiencia me sirva para saber más sobre el amor y tratar de comprender algo tan engorroso y complicado.

Cada una fue a su habitación, Enid no podía terminar de creer todo lo sucedido. Pero no le quiso dar más vueltas porque ahora podría estar con el chico. Dio unas vueltas por la cama antes de vestirse y bajar a desayunar, todo eso sin dejar de pensar en ese beso.

En la cocina estaban todos ya sentados con el desayuno preparado. Tn había ayudado a hacerlo mientras que Miércoles hablaba con los hermanos de Enid para saber más sobre los hombres lobos ya que una cosa era la teoría y los libros y otra las experiencias de ellos mismos en persona. El chico saludó a la loba antes de ponerle un plato con unas tortitas con sirope, él usó el caramelo para dibujarle un corazón.

—Tienes que comer bien—le guiñó el ojo haciendo que se sonrojase. 

Un simple detalle que la hizo sonrojarse y sonreír.

—Interesante—escuchó decir a Miércoles mientras anotaba unas cosas en su libreta sobre los hombres lobo.

El desayuno fue relajado, aún quedaban unos días para lo que serían las primeras clases online y volver a la rutina de estudio.

En su habitación, la pelinegra estaba escribiendo a la par que su chico estaba tumbado, con los ojos cerrados y escuchando algo de música. Fue en ese momento cuando escucharon unos golpes en la puerta. Fue Enid quien entró lentamente, mirando a su roomie y luego al chico.

—¿Qué deseas?—preguntó ella sin voltearse.

—Vengo a ver a Tn—le miró—¿podemos dar una vuelta y hablar?.

—Claro—se quitó los cascos, los guardó y se colocó las zapatillas.

Antes de marcharse, se acercó a su pareja que escribía y le dio un pequeño beso en los labios.

—Nos vemos luego Dama Oscura—dijo con una sonrisa.

—Procura quitarte el sabor a fresas y frutas del bosque antes de besarme está noche, detesto ese maldito sabor—comentó.

—Entendido—volteó a ver a Enid—¿nos vamos?—le acercó el brazo para que ella se aferrase a él.

Los dos salieron de la casa para dar una vuelta por los alrededores, Enid todavía no terminaba de creerse aquello, pero no le daba importancia. Se sentía muy feliz al lado del chico, se preguntaba como era él de novio. Había cerca un pequeño bosque repleto de animales y sin peligros además de tener cerca un pequeño lago.

El chico decidió sentarse un poco a la sombra mientras Enid se apoyaba en su hombro. Enid le contaba que no tenía muchos amigos de la ciudad ya fuese por ser una excluida, por estar lejos del lugar u otras cosas. Tn le dio un pequeño beso en la frente mientras le sujetaba la mano.

—Ahora me tienes a mí—dijo con una sonrisa antes de acercarse poco a poco y cerrando los ojos para besarla.

Todo el rato que estuvieron allí fue maravilloso para Enid quien sacó fotos del lugar, poniendo caras con Tn o a sí misma esbozando una sonrisa.

—Oye, ¿sabes algo de tu hermana?—le preguntó curiosa—es raro que no haya escrito ni nada.

—Mi hermana siempre ha sido de esa forma, muy independiente y solamente tiene redes sociales por los chismes. Conociéndola, seguramente te hablará dentro de poco para contarte los rumores.

El tiempo para la pareja pasó volando, ella suspiraba, realmente estaba enamorada del chico quien le había logrado robar el corazón. Ahora, tomado de su mano, regresaba a la casa donde les aguardaba una cena caliente pues el frío empezó a hacerse presente.

—¿Qué tal ha ido?—le preguntó Miércoles leyendo en la cama y sin despegar la vista del papel.

—Muy bien—se colocó a su lado y la besó lentamente.

—Te he dicho que...—pero él la calló de nuevo con un beso—idiota.

—Vamos, sabes que te gusta tanto como a mi—replicó con una sonrisa.

Tal y como le dijo Tn, al día siguiente Lilliana y ella hicieron una videollamada por una de las aplicaciones del ordenador. Estuvieron nada menos que tres horas hablando largo y tendido de chismes. Según Enid, a aquella sección de su página la llamaba; CFDN, Chismes Fuera de Nevermore y también por categorías; si eran famosos o no, amor o desamor y dentro de eso si eran infidelidades o no. Realmente cuando quería podía organizarse muy bien.

—Estoy agotada—dijo entrando a la habitación de ellos dos—he terminado de escribir en la página, creo que hablaré con Lilliana para ambas subir el contenido.

—Genial...—dijo sarcástica Miércoles desde la cama con un libro.

—¿Dónde está Tn?—no lo veía en la habitación.

—¡Aquí!—estaba en el techo porque escuchó a la loba y entonces se dejó caer.

Enid dio un salto mientras gritaba.

—¡Ja,ja,ja,ja, tenías que haberte visto la cara!—ella infló las mejillas enojada y trató de golpearlo pero él esquivaba todos y cada uno de los golpes hasta que se colocó detrás de ella para morderle suavemente el cuello.

Sabía que era su punto débil y perdería la fuerza. Y así ocurrió.

—Tonto—se volteó—no me des esos sustos.

—Lo siento, no volveré a hacerlo.

Decidieron ver una película debido al mal tiempo que estaba por llegar. Afuera se veían las nubes grises y la pelinegra decía sentir curiosidad por esas películas de miedo de las que tanto había escuchado hablar a su chico. Quería comprobar si eran tan sangrientas y daban miedo, aunque a Enid no le gustaba la idea, terminó accediendo.

Se tumbaron en una de las camas, encendieron la televisión y conectaron el ordenador. La película en sí era bastante sangrienta y mientras Miércoles observaba todo con puro placer de ver a las víctimas siendo asesinadas de muchas formas macabras, Enid se aferraba a su chico hundiendo su cara en el pecho de éste porque tenía mucho miedo.

—Yo creo que lo haría mejor que ese asesino—comentó en mitad de la película la pelinegra.

—De eso no me cabe ninguna duda—contestó el chico.

El joven acariciaba la espalda de ambas, disfrutaba de la película pues no le hacia ascos a la sangre. 

Terminada la película, Enid por fin se sintió mejor, no pensó que fuera a ser tan asquerosa y sangrienta. Miércoles dijo que tenía ideas que debían ser escritas así que enseguida se puso a escribirlas en su máquina.

—Me hubiera gustado dar un paseo nocturno pero el tiempo...—al voltear a la ventana, se podía ver la fuerte lluvia.

Como no quisieron molestar a la pelinegra, fueron a la habitación de Enid. Realmente había una clara diferencia respecto al color. Ella se tumbó sobre el regazo de su chico y chateaba con sus amigas mientras él miraba un programa de humor de la televisión. De vez en cuando acariciaba la cabeza de su chica provocando que dejase salir leves sonidos tiernos.

—Enid

—Dime.

El chico la acomodó, la miró y le dio un tierno beso, lento y lleno de amor. Luego la tomó de las manos.

—¿Te gustaría ser mi pareja?—todavía no lo había preguntado de manera oficial.

—¡Si!—contestó mientras se lanzaba a abrazarlo y besarlo de manera fogosa.

Tn esbozó una sonrisa mientras le daba algún que otro beso. Por fin era oficial.

Cuando iniciaron los días de clase, los tres estaban juntos observando a la profesora a través de una cámara realizar todas las explicaciones. Enid anotaba todo mientras Miércoles solamente leía o mejor dicho, ojeaba su libro por encima pues eran temas muy sencillos para ella. Tn miraba a la profesora pero en realidad su mente estaba en otro sitio, no prestaba ninguna clase de atención y de vez en cuando asentía como haciendo que estaba pendiente.

El primer día de clases online fue algo cansado, pero no había estado mal.

—Tengo sueño, voy a dormir un rato—comentó Tn.

—Debes acompañarme al bosque, quiero ver la clase de plantas que encuentro—dijo de pronto Miércoles.

—¿Es realmente necesario?

—Si

—Está bien...pero dame una hora de descanso

—Media hora—no le dejó replicar y se marchó para salir fuera de la casa ya que estaba nublado.

El chico aprovechó para tumbarse, puso la alarma y cerró los ojos, necesitaba descansar un poco cuando sintió a Enid colocarse a su lado y abrazarlo.

—¿Te importa que duerma un poco contigo?—preguntó con ojos de cachorro.

—Claro que no—le besó y durmieron ese rato hasta que la alarma los despertó.

Enid se quedaría durmiendo más tiempo mientras que Tn estaba ya con ella. En cierto punto del camino, y ya alejados de la casa, la gótica le tomó de la mano, pero sin mirarlo.

—Si querías una cita en el bosque haberlo dicho claramente—comentó éste.

—No soy buena en pedir esa clase de cosas—volteó a mirar a otro lado.

Caminaron tomados de la mano hasta el bosque, Miércoles examinaba las plantas, iba diciendo cuales eran venenosas y cuales no. Realmente nunca le dejaba de asombrar lo sumamente inteligente que era la chica. Tn la abrazó por la espalda.

—Será mejor que me sueltes...

—No, no puedo hacer eso

—¿Por qué?—ella volteó y le miró con esos ojos tan fríos.

—Porque te quiero—la besó.

Se sentía afortunado, estaba saliendo con las dos chicas más guapas que había visto. Allí, en mitad del bosque, ambos se besaron pero Miércoles quiso llevarlo más allá.

—¿No te importa qué puedan vernos?

—¿Quién vendría aquí?—ya estaba sobre él.

—Animales...la familia de Enid...

—¡Será mejor que te calles de una vez!.

Odiaba eso, realmente odiaba y detestaba el amor de una gran manera, pero desde que estaba con el chico sentía que igual no era una pérdida de tiempo. Ahora sentía la necesidad de experimentar, y aquella era la mejor manera según ella.

Cuando regresaron a la casa, Enid pudo captar el olor de uno en el otro. Eso la puso algo sonrojada pues imaginaba que en algún punto, él le pediría hacerlo. 

—Tn—dijo ella una vez se ducharon los dos—con respecto a cierto tema...—le comentó muy roja la situación.

—Cuando te sientas lista—dijo para su sorpresa—no niego que me apetezca probarte, pero iremos a nuestro ritmo—le dio un beso en la frente—no te sientas presionada.

La loba pensó que con esa actitud que siempre mostraba querría hacerlo, pero vio que realmente se preocupaba mucho por esas cosas.

Todos fueron a cenar y luego a jugar a juegos de mesa salvo Miércoles, quien odiaba socializar y además, era demasiado buena en ello. Enid por su parte estaba muy contenta y feliz de estar con alguien como Tn.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :)


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