Parte única.

Nota: Hoy es el primer día del reto omegacember y claramente, estos dos debían participar. Además de que hoy es viernes de preñar batos.

Día 1: Autocontrol.

...

Todo dicta que la noche de hoy sería una tranquila y sin grandes emociones, con el crepitar del fuego en la chimenea y el ambiente sereno que invitaba a relajarse para sumirse al sueño; lo cual era perfecto tras casi toda una tarde sentado detrás del escritorio, revisando los pendientes y asuntos que debían ser atendidos con la debida importancia.

Afortunadamente, había podido terminar con el trabajo para mañana tener el día libre. Y de cierta forma, estar más al pendiente del estado de su marido; habiendo sido atrapado por este apenas puso un pie fuera del estudio, siendo arrastrado hasta el cuarto y capturado entre sus brazos sin darle oportunidad a acomodarse en la cama compartida.

No había caso en quejarse, Isuke estaba mucho más susceptible estos meses y ante cualquier negativa de su parte, con su humor cambiando drásticamente; entristeciéndose al punto de emitir pequeños gimoteos como un cachorro o gruñir casi tan amenazante como el amigo dragón de su hermanita. Calmándose solamente si Enzo se quedaba con él y lo mimaba.

Enzo estaba casi seguro que Isuke estaba aprovechándose y disfrutando de esto, por su nueva condición de alfa a omega y sobre todo, de su embarazo. Pero bueno, mientras no causara demasiados problemas o hiciera una escena, estaba bien.

Lo único con lo que tenía que lidiar, era con este instinto de querer esconder a Isuke de todos y volver a marcarlo. Sintiendo extraño el deseo de posesión, y avergonzándose cuando notaba su olor por sobre el del caballero sacro cuando restregaba su mejilla o cabeza en la cabeza ajena de manera inconsciente.

Y ahora, tenía que aplacar este impulso por querer morder el cuello expuesto del paladín quien estaba enterrado su cara en su pecho. Manteniéndose al margen ante la curvatura del vientre abultado de su pareja, recordándose que no era sólo Isuke quien estaba con él en estos momentos.

Como pudo, deslizó una de sus manos bajo la camisa de dormir de Isuke, posándola con cuidado sobre el vientre. Sonriendo al percibir una pequeña patada sobre su palma, haciendo suspirar al albino en sueños.

Acarició con su pulgar la piel estirada, recibiendo ocasionalmente en respuesta pequeñas patadas o percibiendo a los cachorros acomodarse lo más cerca de su toque, haciendo bufar a Isuke quien sólo se acurrucaba más contra él. Enzo apartó su mano, no sin antes desearles buenas noches con una última caricia y posar esta sobre la espalda baja del omega, dibujando círculos y espirales para compensarle las molestias e incomodidad de hace unos minutos.

El alfa sureño suspiró, sintiéndose aún más exhausto que antes.

– Tal vez no pueda dormir esta noche, eh... – murmuró para sí mismo, con resignación pero con una pequeña sonrisa cansada mientras cerraba los ojos lentamente, arrullado con los pequeños ronroneos de su pareja.

Tal vez esta nueva realidad no era tan mala, después de todo. Y tal vez... él también estaba disfrutando un poco de esto.

(Y en la mañana, Enzo sentiría un peso aplastante sobre sí, aunque sólo se trataba de Isuke durmiendo plácidamente en su pecho).

-Traumada Taisho

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