XXVII.- Will

VOY A HACER UN GRAN PARÉNTESIS EN ESTE LUGAR.

A-D-V-E-R-T-EN-C-I-A:

1) Este capítulo está escrito en su totalidad por Fer, excepto por las últimas 10 líneas escritas por mi.

2) Este capítulo tiene alto contenido de boyxboy, gay, yaoi, como ustedes lo conozcan, así que si no te gusta este tema, les recomiendo saltarlo y seguir con los siguientes capítulos del fic. 

3) Este capítulo va dedicado a @Angie_DuarteT.

————————————————————

Capítulo XXVII

Will

¿He mencionado que soy muy poco romántico? Vale, pues lo soy.

Nico es muy especial, pero seamos sinceros, jamás he sido lo suficientemente romántico.

Pero, con ésta cena vaya que fue diferente... oh, sí, muy diferente.

Tuvimos una cena al aire libre cerca de la playa, lejos de todos, tal y cómo le gusta a Nico.

Comimos, todo bastante bueno, por cierto. Pero lo que sucedió cerca del postre, bueno pfff.

—Nico, ¿no tienes sueño?

—Ni un poco.

—¿Seguro?

—Totalmente.

Vale, se que tal vez actué un poco rápido, pero bueno... amor joven.

Me levanté de mi silla y me acerqué a él, me puse atrás de él y le susurré al oído:

—¿Te quieres cansar?

—Vale, ¿por qué no?

Comencé a besarle detrás de la oreja, bajando por su cuello.

—Will... —Nico jadeaba, y a decir verdad, eso era excitante.

—Dime.

Tomó mi cara entre sus manos y nos fundió en un salvaje beso.

Levante de la silla en donde se encontraba y lo acorralé contra un árbol.

Nuestras respiraciones se mezclaban y lentamente comencé a desabrochar su camisa, botón por botón y él hacía lo mismo. Cuando la parte superior de su cuerpo hubo quedado expuesta, lo pegué a mi volviendolo a besar. Nico soltó un gemido ronco y posó sus manos en la hebilla de mi pantalón y se dedicó a desabrocharla mientras nos besabamos.

—Nico —jadeé— ¿Te he dicho que tan importante eres para mi?

—Will, estamos a punto de tener sexo contra un árbol ¿y tú empiezas a mimarme?

—Sí.

—Me gusta.

Reí ante aquella acusación y cargué a Nico por las piernas mientras él las ponía alrededor de mi cadera.

—Solace, deja de jugar y actúa de una buena vez.

—Vaya, el príncipe de las tinieblas quiere hacer cosas serias.

Decidí que un árbol era demasiado duro para... hacerlo, así que nos puse en el suelo a ambos.

Besaba cada centimetro del cuerpo de Nico y él gemía.

Me deshice de sus pantalones tan rápido como mis manos me lo permitían.

Y a decir verdad, para esos momentos, Nico ya se había deshecho de toda mi ropa, ese chico me estaba dejando atrás y yo no podía dejar que él tomara la delantera. No, ésta vez la luz iba a tapar a la obscuridad.

—Solace, sólo quítame la ropa y ya.

—Di Angelo, cállate y deja que yo lo haga a mi manera.

Digamos que lo hice a mi manera, aunque siguiendo el “consejo” de Nico y le quite lo poco de ropa que le quedaba y...

—¡Ah, Will! —no es culpa mía que él haya gritado mi nombre... es culpa de mi mano.

Vale, vale, mi mano estaba tocando a Nico de maneras que SÓLO YO toco a Nico.

—¡Solace! —Nico gemía y arqueaba la espalda mientras rasguñaba la mía (afortunadamente sus uñas eran cortas, porque sino parecería poste para gatos).

—Shh, nos van a descubrir —reí y lo besé, pero ni así callaba sus gemidos.

¡Maldita sea!, éste niño iba a hacer que nos encontraran.

Traté de callar los gritos y gemidos de Nico, en verdad que lo intenté, pero el chico no se callaba ni un momento (y en parte también era un poco mi culpa porque no yo no paraba de darle macizo contra el piso)

—¡Nico, nos van a encontrar! Deja de gritar tan fuerte.

—¿Me pides que deje de gritar mientras tu me la metes hasta el fondo, Solace?

Me sonrojé.

—Ermm, ¿si?

—Pues deber...

Algo, un sonido, nos detuvo. Y no un sonido cualquiera, eran pisadas, tal vez tres personas.

Sabía que corríamos el riesgo de ser encontrados, pero no nos movimos, al contrario, Nico me pegó a él.

—Dioses, dioses, dioses, dioses —era lo que salía de mis labios cómo un susurro.

Nico me puso un dedo en los labios.

—Aguanta la respiración.

—Pero po...

—Cállate y hazme caso, Solace.

Lo hice. Nos sumimos a una obscuridad mayor y fue entonces que oí las voces.

—Vamos, Annie, sólo un ratito.

—He dicho que no.

—Oh, vamos. Sólo junten sus bocas y ya.

Annabeth, Percy y Grover.

Estuvo tan cerca.

—Pfff, estuv... —los labios de Nico me interrumpieron una vez más y sus manos se posaron en mis caderas. Besó mi cuello y gemí, ese era un punto sensible.

De repente Nico cambió su posición y quedó encima de mi y... ¡Dioses, era enorme!

Iba a doler.

—Eh, chicos, ¿están presentables? —gritó Jason, desde un mensaje Iris. 

Mierda.

Nos escondimos detrás de unos arbustos.

—Eh, sí, Jason, ¿cuál es el problema?

Lo vimos através del mensaje Iris, y dioses, jamás había visto tanta preocupación y tristeza en los ojos de un hombre. 

¿Dónde estaba Piper?

—Pipes... Tuvo, eh, una harpía, la atacó, está sangrando —su voz se cortó— te necesitamos, Will. 

Miré a Nico y luego volví a Jason. 

—Estaremos allí en 10 minutos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top