Okay, necesito advertir sobre este capítulo. 

A-D-V-E-R-T-E-N-C-I-A: 

Este capítulo tiene contenido boyxboy, gay, o como quieras decírlo. 

Si eres sensible sobre este tema, te recomiendo saltarlo y seguir leyendo los siguentes ;) 

Ahora, si shippeas Solangelo y estás preparado/a para esto... ¡Los dioses te bendigan y que disfrutes la lectura!

Por cierto, queremos aprovechar este momento de advertencia, para agradecer a todos los que siguen, comentan, y votan por la novela, en serio, con un comentario nos alegran el día y hacen que queramos seguir con esto...

¡Gracias por el apoyo!

Atte:

-Nikky y Fer.

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Capítulo IX 

Will

Vi el reencuentro con Leo Valdez desde lejos, ya que yo no conocía muy bien al chico, pero en cuanto Nico se hubo alejado un poco, lo jalé hacia un rincón. 

 -Pero, ¿qué ra...?- tapé su boca antes de que gritara.  

-Shh, soy yo. 

 Noté como sus músculos se relajaban y quitaba mi mano de su boca. 

-Me diste un susto de muerte, Will. 

 Reí ante aquel comentario, ya que Nico lo había vivido todo. No era fácil asustar a aquel chico. Lo miré fijamente un buen rato, y luego lo puse contra la pared.  

-Di Angelo, me debes un viaje por las sombras.  

Las mejillas de Nico adquirieron un color rojo incandescente. Me acerque más a él, casi aplastándolo contra la pared. Él tomó el cuello de mi camisa y me acercó a su rostro... 

Sólo podía pensar en sus fríos labios en los míos, y sus suaves y fuertes manos sosteniéndome...  

Eliminé los pocos centímetros que quedaban entre nosotros, y lo besé... 

 Él acercó mi cuerpo contra el suyo, y supe que ya no resistiría un minuto más allí, quería besarle, quería que fuera sólo mío.

-Nico...-jadeé-. Viaje sombra... ahora.  

Él jadeaba igual, y parece que me entendió, porque salimos a la calle, sin despedirnos de nadie, y viajamos hasta la Cabaña de Hades, que estaba vacía.  

Apagamos las luces, dejamos algunas velas encendidas y me acerqué a Nico. 

-¿Sabes que te amo, no, Sole mio? 

 Se acercó y me besó.  

-Y yo te amo a ti, Solace. 

Y eso fue suficiente, todo lo que necesitaba escuchar.  

Fuimos a su cama, lo acerqué a mi, y no lo dejé ir más. Lo besé como nunca antes, esta noche tenía que ser especial.  

… 

 -¿Will?.-Nico suspiró-. Gracias.  

-¿Gracias por?.-besé su frente, y luego sus mejillas, y luego planté un último beso en su boca. 

 -Por hacerme así de feliz. 

 Iba a agradecerle de vuelta, porque él no sabía lo que causaba en mi... Pero ya se había dormido entre mis brazos. 

 -Gracias, Nico...-susurré por última vez, antes de dormirme a su lado.