Digno

https://youtu.be/zi9HKDl_PU4

El skyranger regresa a XCOM, Ludmilla observa los cadáveres de sus dos compañeros cubiertos por una bolsa, tal como había advertido.

— No es tu culpa —dice April al ver el remordimiento en los ojos de la soldada— tu les advertiste.

— No fue suficiente —contesta mientras la puerta se abre.


Una vez aterrizados un grupo de cuatro personas está esperando en la puerta del hangar, sus caras animadas poco a poco se van perdiendo al notar que solo dos personas salen caminando de la nave.

La mujer del grupo se acerca a Ludmilla— ¿Donde esta Rachid? —cuatro médicos entran con dos camillas— no, no, no es verdad, esto no es verdad.

Ludmilla solo se queda de pie en silencio, no sabe qué hacer.

— ¡¿Dónde está Rachid?! ¡Dimelo! —la recluta sujeta a Ludmilla de ambos brazos— lo mataste.


April corre para apoyar a su líder, separando a la recluta— Cálmate Binta, Rachid murió peleando, Ludmilla hizo todo lo que pudo.


Los compañeros de la recluta Binta se llevan a la mujer que es un mar de sollozos. Ludmilla los observa retirarse "hice lo que pude" se dice a si misma, aprieta sus puños para contener la tristeza.


— Vamos —April sujeta su mano suavemente— nos esperan para rendir el informe.

Incapaz de decir una palabra por el miedo de romperse a llorar asiente con su cabeza y camina junto a la única sobreviviente de su grupo. XCOM siempre ha sido un lugar espacioso, pero por alguna razón ahora lo siente aún más, en el cuarto se guerra se encuentra el jefe central esperándolas.

— Agradezco sus esfuerzos allá afuera —el hombre puede ver la mirada abatida en Ludmilla— lamento la perdida de Rachid y Maxime, sé que hicieron sus mejores esfuerzos para evitar perder gente, pero en la guerra es inevitable, siempre habrá algo que no saldrá acorde al plan.


— Lo sé —dice Ludmilla tratando de ocultar su desanimo— pero son vidas —el rostro de la recluta Binta vuelve a su mente— tienen personas que las están esperando.


— Una vez alguien dijo "Nadie que pone su mano en el arado y después mira atrás, es apto para la obra" o algo así era la frase —el jefe central se acerca a las dos soldadas— como soldados de XCOM debemos estar preparados para perderlo todo, incluso a los que nos rodean.


— ¿Puedo hacer una pregunta? —dice April.


— Adelante, recluta Nelson.


— ¿Eso quiere decir que no podemos llorar a nuestros compañeros?

— Negativo, lo que quiero decir es que aprendan del pasado, pero asegúrense de no vivir en él, dejen que los muertos entierren a los muertos —el hombre vuelve a su lugar— soldada Ludmilla, quédese un momento, recluta April, puede retirarse.


— Con su permiso, señor —tras decir esas palabras April se retira de la base.


En cuanto observa que su compañera se va, Ludmilla se para firme, está lista para recibir su castigo— Estoy lista para recibir la sanción señor.


— Su castigo recluta —el hombre baja nuevamente de la plataforma, saca una de sus manos de la espalda y la extiende— es que acaba de ser ascendida a Cabo, felicidades Cabo Vinogrado, los altos mandos están alegres con sus resultados.


La cara de Ludmilla muestra confusión por un instante, pero se repone rápidamente para estrechar la mano del jefe central— Muchas gracias.


— Ahora puede retirarse, espero grandes cosas de usted Cabo.


Ludmilla abandona la sala para volver a las barracas, mientras camina pasa por el bar, el grupo de Rachid está tomando frente al muro de los homenajes, Binta coloca la foto, Ludmilla se percata que alguien ya ha colocado la de Maxime. Aunque no sabe quién pudo haberla colocado.


Ya en el barracón la Cabo Ludmilla cae de rodillas al suelo y cubre su rostro con las sabanas de su cama, la muerte de los dos soldados se repiten una y otra vez en su mente "Pude haber hecho algo más, pude haber hecho algo más" su mente no deja de recriminarla.


— Te encontré —la voz de Sheng saca a Ludmilla de su letargo, el hombre no parece estar del todo recuperado— supe que gracias a ti obtuvimos una nave del enemigo.


— No deberías estar aquí —dice despegando su rostro de las sabanas, pero incapaz de mirar al hombre— aún falta para que te recuperes.


— Así es —Sheng se mueve lentamente hasta sentarse en la cama de Ludmilla, pero le da la espalda— pero mi amiga acaba de ser ascendida a Cabo, tenía que venir a felicitarla.


— Pronto lo serás tú, fuiste ascendido a soldado.


— Lo rechace, apele al consejo, demostré que no estoy preparado para dirigir un equipo aun.


— ¿Qué? —Ludmilla se coloca de pie molesta— ¿No estás preparado? Te sacrifícate para que la misión fuese un éxito, solo perdimos a una persona e incluso estando herido, fuiste capaz de darnos las instrucciones para seguir adelante, eres mucho mejor líder que yo.


Sheng sonríe— mi mayor deseo es morir en combate —su voz se torna triste— cuando veía las películas, siempre admire al soldado que se sacrifica por el equipo, "es increíble" me decía, es un ejemplo de espíritu guerrero.


— Sheng...


— Pero cuando me desangraba en el suelo... —una sonrisa nerviosa aparece en su rostro— supe que no quería morir aun, me cuestione la razón de estar peleando ¿por qué morir ahora? Podría hacer otras cosas —su mirada se va a sus manos— ahora no estoy seguro de si XCOM es para mí, es por eso que no puedo dirigir a un grupo de gente, no he superado el miedo —su voz toma calidez al mirar a Ludmilla— pero tu si, sabes que es la perdida y a pesar de eso, volviste a ese infierno y regresaste victorioso, sé que eres la adecuada.


Un enfermero entra a los barracones— Recluta Liang, debe regresar a su habitación.


— Si, si, solo quería conversar un rato —con la ayuda del enfermero camina a la salida— espero que cuando me recupere, pueda vivir bajo tus órdenes.


Ludmilla sonríe— No creas que te daré el gusto de morir en el campo de batalla

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