— Déjalo.

Alzó la mirada de su café y conectó la mirada con Rosé.

—Rosie tiene razón.—Fue el turno de Jisoo.—Después de todo Yoongi hizo esto. No le importó lo que pasó con Lisa, ni los seis meses en rehabilitación.

—Y la promesa que te hizo.—Agregó la rubia. Jisoo asintió.

Jennie se mantenía en silencio. Su cabeza hecha un desastre mientras escuchaba a sus amigas.

Ella en verdad amaba a Yoongi. Lo hacía con su vida.

Pero se amaba más a ella. Y desde hace mucho. Tanto. Que no se siente bien con él. Esa sensación de que él iba a mentirle se nuevo, la desesperaba cada día que despertaba a su lado.

Desde lo sucedido no había sabido de Yoongi. Él se había marchado del apartamento que compartía con ella. Había dejado su celular allí y nadie tenía ni la menor idea de donde está.

—Estoy tan cansada.—Susurró y las lágrimas que había acumulado cayeron como cascadas por sus mejillas.—Esa mierda me ha quitado tanto.—Masculló.

Le había quitado a su casi hermana, estabilidad emocional y relación con Yoongi. Habia robado el brillo en los ojos de su novio.

Y pronto, haría eso con ella misma si no tomaba cartas en el asunto.

No podía hacerse más esto. Porque aunque deseaba que Yoongi estuviera bien, sabía a la perfección que estaba hundiendo. Tenia claro que cada día que pasaba era una nueva agonía que debía soportar.

Tenia que ponerle fin a ese amor que había pasado de ser un tierno e indescriptible amor, a una feroz y dolorosa pesadilla.

Y aunque fuese difícil para su corazón. Debía aceptar que su tiempo con Yoongi, había terminado.