No hay formula para el Amor

Atsushi y Akutagawa llegaban juntos a la universidad, aunque todo sus problemas habían terminado, aún seguían frecuentando a Mark, ahora misteriosamente Akutagawa y John se habían hecho buenos amigos haciendo a Mark y a Atsushi sentir celos, Dazai y Chuuya seguían siendo los mismos promiscuos de la universidad, mientras Akutagawa había aprendido a controlar sus malas palabras aunque ya el albino le comprendía bastante bien, sobre todo el día que el azabache le explico:

Habían estado en el departamento del albino cuando el azabache decidió explicar su ritual, había puesto sus brazos cruzados y su cadera de lado – cuando estoy así es porque estoy molesto pero – cambio su brazo derecha hacia enfrente y suavizo el movimiento de su cadera – y así es cuando quiero sexo

Después de eso Atsushi había comprendido que Akutagawa tenía alma de bromista muy escondida.

Los días en la universidad eran tranquilos, los chicos salían cada que podían a divertirse y sorprendentemente, tanto Akutagawa como Atsushi no habían tenido sexo, simplemente habían optado por ir a citas, al parque, museos, librerías, incluso solo a ver una película o descansar juntos y de esto, el azabache ya comenzaba a sospechar. Aquella tarde hablaba con Dazai y Chuuya, Atsushi estaba en un examen

- Es que en serio, han pasado tres semanas, llevamos saliendo tres semanas y ¡no me ha cogido! – grito y Chuuya escupió su café para reír como un demente

- Bueno, quizá quiere que las cosas se calmen, el escándalo de Mark sigue en pie ¿no?

- Es por que el estúpido de John no ha podido eliminar su compromiso, dijo que lo haría está noche – suspiro el azabache - ¿Cómo se terminó metiendo en eso?

- Bueno, alcohol y golpear con el chico que te gusta no es buena combinación ¿no crees?

- Patrañas – dijo el azabache cruzándose de brazos – quiero hacerlo – dijo en un capricho

- Entiendo, yo no podría estar sin que Chuuya me dé tan duro que me haga gritar como una chica – dijo Dazai completamente tranquilo mientras Chuuya lo miraba furioso

- Síguele y te haré gritar como un zombi – dijo Chuuya molesto

- Es-Esta bien – murmuro Dazai y sonrió de nuevo

- ¿Qué tal si lo seduces? – pregunto Chuuya

- ¿seducirlo? – cuestiono Akutagawa

- Si, dile que vayan a su departamento, crea el ambiente, compra algo de lencería, yo que se – sonrió y miro a Dazai – Osamu siempre compra lencería - menciono haciendo al castaño sonrojar

- N-no digas esas cosas Chuuya

- Una vez se compró una rosa y – Dazai callo al pelinaranja completamente nervioso mientras miraba a Akutagawa

- Co-como se-sea ve por Atsushi-kun

- Entiendo - Akutagawa se levantó y dio paso a su destino mientras Chuuya reía y Dazai lo miraba sonrojado

- Te pasas

- Te lo mereces – abrazo al castaño del cuello – vamos por la tanga de unicornio

- Tú la pediste

Akutagawa había avanzado por la ciudad, incluso le había mandado un mensaje al albino para "celebrar" que termino sus exámenes en su casa, que prepararía algo, 20 minutos después en el medio descanso del examen, Atsushi le respondió el mensaje diciéndole que podía entrar a su departamento, que ya sabía dónde escondía la llave. Claro que Akutagawa ya traía la llave desde un principio, al examen le quedaban 40 minutos y el azabache apenas había llegado al departamento del albino, dejo unas cajas a un lado al igual que unas bolsas y abrió la puerta. Agradecía a los mil dioses que el albino viviera solo, si fuese en su casa, su hermana seguro preguntaría por todo. – No puedo creer que hago esto – dijo mientras suspiraba – pero en serio quiero sexo – agrego mientras adornaba.

Atsushi salió de su examen, se despidió de alguno de sus compañeros mientras tomo su celular, "ya voy a casa" fue el mensaje que le envió al azabache y el azabache respondió casi de inmediato "estaré esperándote"

Atsushi iba feliz, no solo tenía pareja, si no uno que a pesar de su carácter serio podría llegar a ser muy cariñoso. Llego hasta su edificio y subió hasta su departamento, trago saliva enfrente de la puerta y por iniciativa toco la puerta - ¿puedo entrar? – pregunto y desde adentro escucho

- Pasa – se sonrojo al tener aquel sentimiento, alguien esperándolo en casa definitivamente se sentía único.

Entró. Y se sorprendió, todo estaba oscuro, solo era iluminado por velas, un cartel de "Felicidades" y una mesa con la cena, pero ¿y su pareja? Atsushi miro a los lados buscando a Akutagawa - ¿do-dónde estás? – Preguntaba mientras miraba a todos lados – Ryu esto es grandioso – menciono buscándolo, - vamos sal ya – pidió

- Estoy aquí – escucho el albino desde su habitación, se sonrojo por el llamado y se adentró a su habitación, las luces bajas al igual que las cortinas, se sonrojo más al ver al azabache salir del baño vistiendo de camisa y pantalón, y cabello aun un poco mojado

- Es-es toda una celebración ¿eh? – pregunto Atsushi sonrojado

- No tanto – sonrió hablándole al oído – quería estar limpio para más tarde

- ¿e-eh? – pregunto el albino sonrojándose más

- Cenemos

Fue relajante y sencillo, una cena para dos, pizza y sake, eso jamás fallaba, platicaron de su semana, una que otra emoción de más, los estresantes exámenes y sobre todo las insinuaciones de Akutagawa, aunque de estás el azabache estaba cansándose, el albino no daba su brazo a torcer fácilmente. – vamos, sé que quieres mirar más

- Ry-Ryunosuke estas siendo demasiado atrevido – menciono el albino

- Obvio – dijo ya cansado - ¿Por qué no me has cogido? – pregunto molesto mientras cerraba su puño en la mesa

- ¿eh? – pregunto el albino confundido - ¿quieres sexo Ryu?

- Claro que quiero sexo, siempre estoy pensando en sexo

- Eres un pervertido – suspiro Atsushi – lo lamento, estuve enfocado en mis exámenes... n-no lo noté

- ¿no querías tu hacerlo? – pregunto confundido

- Si he querido, pero con todo lo de Mark no sabía si estabas cómodo

- Al contrario, quiero rasguñar toda tu espalda y que ese maldito sepa que estoy presente

- N-no me acuesto con él y lo sabes

- Ya sé pero aun así – dijo el azabache sin mirarlo

Atsushi se levantó de su silla para sentarse en la mesa, justo frente Akutagawa, tomo su barbilla y sonrió – no solo eres buena pareja, eres detallista y sabes decirme lo que quieres, ¿Cómo podría desear a alguien más?

- No sé, dímelo tu – se quejó el azabache y Atsushi lo beso

El beso llego a sus profundidades, el albino había tomado la muñeca de Akutagawa para ir dando paso a su habitación, la diferencia de altura no era mucha pero igual le dificultaba al albino jalar y besar, esto hizo al azabache reír – realmente soy solo dos centímetros más alto y aun así te cuesta ¿no?

- ¿te burlas de mí? – cuestiono en burla en albino para tomar al azabache en sus brazos como una princesa – serás más alto pero eres más delgado y yo más fuerte – sonrió el albino amplio sonrojando a Akutagawa

- Ba-bájame – pidió mientras el albino iba a su habitación – animal rastrero, alimaña ponzoñosa

- Ay ya bájale paquita – dijo Atsushi entre risas, llego a la habitación donde dejo al azabache caer en su cama mientras el chico se ponía encima – solo déjame escuchar tu voz erótica...

- Esperaba eso – sonrió Akutagawa – así que tengo una sorpresa

- ¿otra? – pregunto Atsushi sentándose encima del azabache

- Lo sabrás si quitas mi ropa

Atsushi sintió como una corriente eléctrica lo lleno, su piel se erizo y el albino tuvo gran curiosidad, comenzó alzando ligeramente la camisa pero el azabache golpeo su mano y repitió "quitármela", por el gesto Atsushi solo sonrió y comenzó a besar al azabache, había olvidado ya su tarea y había emprendido la misión hacia el placer. El beso siguió entre un baile de lenguas, saliva y choques de dientes, Atsushi bajo por el cuello del azabache mientras esté desabotonaba su camisa (si, allí quedo el gran emperador que daba órdenes), Atsushi continuo besando el cuello y cuando vio el pecho libre, comenzó a bajar, ligero y placentero, jugo con los pezones del azabache escuchándole gemir y acaricia su miembro por encima de su pantalón de vestir, definitivamente estaba vuelto loco.

El azabache algo desesperado de ello acostó al albino en la cama, se paró frente a él y comenzó a quitar su pantalón, Atsushi se sonrojo al verlo, llevaba puesto un bóxer rojo demasiado apretado, resaltaba el cuerpo del azabache y más cuando esté se acercó hasta el albino de manera coqueta, subiendo por sus laterales hasta posicionarse encima del albino – entonces, ¿me harás tuyo? – pregunto el azabache serio y Atsushi sonrió

- ¿de qué hablas? Tu siempre has sido mío – menciono tomando las caderas del azabache y volviéndolo a sentar pero más cerca al suelo, Atsushi se sentó a la orilla de la cama y le sonrió – hace mucho que no me haces una buena lamida ¿puedes hacerlo?

- No soy tu animal – se quejó el azabache pero como se quejaba también iba sacando el miembro del albino de su pantalón y bóxer

Akutagawa dejo entrar aquel miembro en su boca, jugaba con él mientras su lengua lo envolvía, Atsushi comenzó a gemir por ello, el azabache era el mejor cuando se trataba de estar de rodillas, y sí que era bueno, el rol entre su mano, boca y lengua era perfecto para el albino, ambos lograban sentirse de maravilla pues el azabache jugaba con su propio agujero mientras tanto, más que perfecto, no tardo mucho para lograr que se corriera y si, al azabache le encantaba tragar lo que el albino le daba, entre suspiros lo miro y sonrió – vamos a hacerlo ya

Akutagawa lo tomo como una gran iniciativa, se colocó en la orilla de la cama dejando sus rodillas en el suelo y su cuerpo encima de ella, volteo a ver al albino - ¿Qué esperas entones? – pregunto ligeramente molesto pero más que nada, excitado.

- En serio que eres.... – suspiro, no iba a pelear, simplemente tomo las caderas del azabache mientras entraba dentro de él.

Un quejido los unió y el vaivén comenzó, Atsushi acariciaba la espalda del azabache mientras tanto, era su zona más erógena, la espalda. Las embestidas habían llegado rápidamente, fue cuando Akutagawa se dio cuenta que también había sido deseado en aquellas semanas, la verdad no paso mucho para que terminarán, tenían mucho sin sexo.

Atsushi acomodo mejor al azabache en la cama y volvió a entrar - ¿o-otra? – pregunto el azabache confundidio

- Y tendremos otra y otra y otra – dijo mordiendo la oreja del albino – jamás te dejaré

- E- Eres un idiota, vas a matarme – se quejo

- Entonces, hay que morir juntos hoy – dijo Atsushi embistiendo al azabache

- Atsushi... Na-Nakajima Atsushi, ¡me gustas! – grito mientras el albino aceleraba

- ¿si? – sonrió el albino y se acercó hasta el azabache dejando frente con frente pegadas, mientras ambos gemían de placer – yo te amo Akutagawa Ryunosuke...

Akutagawa se quedó en blanco varios segundos, su mente le repetía una y otra vez aquella frase "Te amo", sus lágrimas comenzaron a salir y el albino bajo el movimiento de las embestidas - ¿t-te lastime? – pregunto preocupado

- N-no... to-todo lo contrario – sonrió el azabache abrazando al albino del cuello – Te amo Atsushi – dijo sonriente en aquel abrazo

Atsushi abrazo al azabache y termino su labor, claro que habían reanudado después de la segunda ronda.

El albino le dijo al azabache que se quedará después de todo, pero su oferta era para siempre. Peleas, discusiones, nunca faltaban, pero estaban juntos, viviendo juntos, incluso el albino acepto a "Rashoumon" el gato de Akutagawa.

Akutagawa jamás olvidaría el trato del albino y el albino jamás olvidaría el trato que tiene con el azabache. Un trato de amor inquebrantable casi tan infinito y extraordinario como el valor de PI. O casi como la fórmula que necesitaban para servir el café cada mañana, todo lo que sabían es que se tenían el uno al otro en buenas y malas, y si no, Dazai y Chuuya siempre andaban rondando por allí... ¡Y si no! Incluso Mark y John andaban cerca de ellos, no era de esperar que tuvieran una vida muy loca ¿Qué más se podría esperar? De un estudiante de pedagogía y uno de diseño gráfico.

Había algo, amor, y eso ninguna fórmula lotiene.    



¡Hola a todos! 

Muchas gracias por seguir está historia hasta su final, fue todo un reto para mi, un Akutagawa uke que busca sexo... Dios, en serio que me costo, yo amo a mi Atsushi uke, aunque acepto cualquiera de las dos, acepto también que me cuesta escribirlo. 

Espero hayan disfrutado de la historia, yo como siempre me divertí al escribirla. 

¡Gracias por leer!

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