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Era un año nuevo en la universidad, pasillos y lugares que recorrer por todas partes, Nakajima Atsushi había llegado temprano, con su ajuar más cómodo: unos pantalones capri, un par de tenis negros, una playera y una sudadera amarilla. Completamente distraído por la música que escuchaba en sus audífonos llego hasta su primera clase, un salón enorme y color beige, dejo de importarle mucho, estaba decidido a ser el mejor diseñador de todos
¡Y bom!
Cayo de la parapente pues, entre sus materias, administración no podía faltar, Atsushi se encontraba hecho un zombie, no podía estar muerto por que respiraba pero estaba seguro que había pasado a mejor vida, matemáticas había vuelto a su vida... ¡lo peor! Le tocaba la clase con el profesor más estricto... Kunikida Doppo. Atsushi lo supo en ese instante, iba a morir
- Oi, oi – escucho a su lado y el albino volteo logrando ver a un castaño de vendas, camisa rosa y un suéter azul le llamaba
- ¿Qu-que te sucedió? – pregunto el albino de primera
- ¿Qué te sucede a ti? ¿Por qué estas como muerto? – pregunto el castaño – las clases de Kunikida-kun las peores ¿verdad?
- S-si, no entiendo nada
- Huyamos
- ¿Qué? no puedo, debo aprender esto
- Vamos, vamos, huyamos
La verdad, Atsushi no la pensó dos veces antes de huirse al castaño, así fue como conoció a Osamu Dazai, era mayor pero las clases de administración se impartían en todos los años, ambos chicos solían almorzar y convivir, casi siempre saltándose la clase de administración de Kunikida, usualmente Atsushi pedía notas y una de sus amigas le explicaba, Lucy era buena con las matemáticas así que no tenía problema.
Platicaba tranquilo como todos los días con Dazai y Chuuya, comían y bromeaban, aun no entendía como Dazai y Chuuya eran tan felices, Atsushi solos los miraba mientras tomaba una leche de chocolate – oi, hay viene ese chico Osamu – hablo Chuuya molesto, quizá más celoso que nada
- ¿Qué chico? – pregunto Atsushi
- ¿no lo conoces? – pregunto Dazai mirando a Atsushi – el primer día de clases armo todo un alboroto
- No me enteré
- Dazai lo conoce de hace unos años, incluso él estuvo en el alboroto
- ¿en serio? – pregunto Atsushi
- Está obsesionado con Dazai – hablo molesto Chuuya
- Es una lástima – menciono Atsushi mirando al chico casi llegar – Es muy atractivo
Aquel azabache había llegado con los otros tres restantes, aunque ignorando a los dos más bajos, se concentró en Dazai, golpeo la mesa y poniéndose enfrente – ¡Dazai-san!
- No – respondió rápido Dazai
- Pero Dazai-san – hablo el azabache y Dazai abrazo a Chuuya
- Tengo pareja
- Pero Dazai-san, Chuuya no le conviene
- Cállate maldito mocoso – hablo el pelinaranja – búscate una pareja
- Pero Dazai-san – continuaba el azabache al castaño
- Mira, salgo con Chuuya hace años y si terminará con Chuuya el único que dejaría que me cogiera sería Atsushi-kun – dijo señalando al albino
- ¡¿eh?! ¡Dazai-san! – grito avergonzado el albino pero regreso su vista al azabache, ganándose la mirada desaprobatorio del él – y-yo no, como crees – mencionaba Atsushi nervioso
Akutagawa solo gruño por el mismo y se alejó del lugar, Atsushi seguía sorprendido por aquel chico, volteo a ver al castaño y al pelinaranja pero ambos ya estaban uno encima del otro provocando al albino suspirar bajo – ustedes ni les importa
- Atsushi-kun, no te preocupes, Chuuya no me dejará - sonrio Dazai
- Como sea - hablo Chuuya celoso - Akutagawa no se detendrá hasta conocer a alguien mejor que Osamu
- No hay nadie mejor que yo - dijo el castaño sonriente y Atsushi... bueno, el estaba más que rendido ante sus amigos
Atsushi continuo su día de clases, su última clase... Administración, ¿Por qué tenía que ser la última? Podría salirse solo, Dazai se había saltado todo el día, probablemente teniendo sexo con Chuuya en algún motel cercano, pero sin darse cuenta sus pasos le llevaron hasta el salón, aun indeciso, llego lo peor, Akutagawa lo miraba fijo desde la puerta del salón ¿acaso eran compañeros? Solo sabía que esos jeans ajustados
- Por fin llegas – hablo molesto el azabache – Nakajima
- ¿conoces mi nombre?
- Por supuesto, siempre te vas de la clase con Dazai-san
- Así que si eres un compañero mío... - suspiro Atsushi – no quiero ningún problema además
- Hoy no entraras a clase – hablo serio el azabache
- Oye, solo falto a dos o tres clases – decía el albino pero el azabache llego a tomarle su muñeca
- Hoy huirás conmigo
- ¿Qué? ¿Por qué? Oye no quiero meterme en problemas y – Atsushi fue callado por la mano del azabache en su boca
- Se trata de Dazai-san, acompáñame
- ¿eh? – lo miro fijo – bueno... n-no sé nada de él desde el descanso
- Y yo siempre se todo de él, sígueme – hablo serio una vez más
- Ok – suspiro el albino para seguir al azabache
¿Hacia dónde lo llevaba? No lo sabe, habían salido del campus, seguro Dazai se había metido en algún tipo de treta con Chuuya, sus constantes pelean llegaban a hartarlo.
- Oye, este lugar es la zona rosa – decía Atsushi mirando los moteles alrededor
- Si, Dazai-san dijo que estaba por aquí – hablo el azabache
- Si lo hacen en el campus no veo por qué no también aquí – suspiro el albino
Siguió a Akutagawa hasta uno de los moteles, el azabache solo dio unos nombres y se les permitió pasar, el hombre en la recepción sonreía tan... extraño. Pero Atsushi ignoro por completo ello, es decir, eran moteles, claro que los hombres te mirarían raro si entrar a uno con un chico, Atsushi solo continuo, aunque apenas llevaba unos meses de conocer a Dazai sabía bien lo problemático que podía ser y mucho peor si se trata de Chuuya
Akutagawa abrió una de las habitación sacando de sus pensamientos al albino y vio al azabache frente a la puerta – ellos entran adentro – dijo el azabache – si me ven no dirán nada
- Sabes, eres un buen chico a pesar de lo que diga Dazai – hablo el albino – deberías intentarlo con alguien más – sonrió el albino
Atsushi entró a la habitación y saco sus manos de sus bolsillos, ¿por qué no había nadie? ¿Qué era esa extraña habitación llena de corazones y espejos? – Yo no pienso renunciar a Dazai-san – hablo Akutagawa cerrando la puerta – pero si admito que me molestas mucho
- ¿estas jodiendome? – hablo molesto el albino – déjame salir ¿Por qué estamos en un motel?
- Por qué este motel es a prueba de sonidos – hablo el azabache – y no quiero testigos
- Mira, se bien que eres un niño con dinero pero no me intimidas, si me trajiste aquí fue a hablar, no pienso pelear contigo – se cruzó de brazos
- ¿hablar? ¿Eso haces con Dazai-san? – pregunto molesto
- ¿eh?
- ¿Cuántas veces te coges a Dazai-san? – hablo molesto y Atsushi aguanto la risa - ¿lo compartes con Chuuya?
- Oye, no entrare en esos detalles – suspiro el albino – yo no soy parte de nada de lo que crees, Dazai-san solo dijo eso para apartarte – menciono el albino nervioso. Akutagawa se quedó callado y de un momento a otro se le fue encima para tomarlo del cuello de su chaqueta
- ¡No me jodas! ¡Maldito oportunista! – grito Akutagawa - ¿sabes cuantos años he estado detrás de él? Queriendo ser visto por él, simplemente que me voltee a ver y tu llegas... - comenzaba a llorar el azabache – llegas como si nada a quitarme lo poco que tenía ¡¿Qué te crees?
- O-oye no llores yo no...
- ¡NO ME JODAS! – grito Akutagawa golpeando al albino
Habían comenzado un forcejeo en el cuarto, Atsushi no era débil pero no era habilidoso, Akutagawa a su contrario, era habilidoso más no voy fuerte. Por lo que aquella pelea parecía más de un par de niños, tiraban y rompían frascos por toda la habitación, habían tirado uno de los muebles y todo era un desastre
Cansado de todo, Akutagawa se apartó del albino unos centímetros para respirar, mientras Atsushi se había sentado en la alfombra para recuperar el aliento, ambos chicos llenaron sus pulmones de los polvos regados en la habitación pero hicieron caso omiso, no olía más, solo a vainilla, tallo sus mejillas, le dolían, mientras que el azabache logro quitarse una marcha de sangre de sus labios. – Espero que te sientas mejor después de golpearme – hablo molesto el albino
- Ha decir verdad... si – suspiro el azabache - ¿realmente no tienes nada que ver con Dazai-san?
- Para nada, no me meto en sus problemas con Chuuya – dijo el albino y casi de inmediato se quejó, miro hacia sus pantalones pensando que Akutagawa le había golpeado cerca pero su sorpresa fue ver a su amigo más que animado, se avergonzó y tosió ligeramente – debo irme ya
- ¿Por qué? – pregunto el azabache mirando como el albino se tapaba – si sales así la gente en la calle pensará que hubo un atentado
- Pues prácticamente – se quejó y Akutagawa pudo verlo
- ¿te excito nuestra pelea? - preguntó el azabache
- En absoluto idiota – suspiro – bueno, ahora me quedaré
Akutagawa se levantó una vez más, fue hasta el albino quien seguía sentado en la alfombra del piso, tomo las rodillas del albino y lo acaricio por encima de sus pantalones provocando al albino ligeros gemidos – hey ¿Qué haces?
- Siempre... si-siempre me he guardado para Dazai-san – decía mientras bajaba el zipper del pantalón del albino
- De verdad tienes un problema – se quejó Atsushi más no le detuvo
- Pero – miro al miembro levantado del albino mientras hablo – tu no estas mal dotado – dijo metiendo aquel miembro en su boca
Atsushi suspiro de primera por la sensación y se dejó hacer – entonces... haré que te olvides de Dazai-san – suspiro el albino acariciando el cabello de Akutagawa
El azabache continuo con un trabajo de felación muy inexperto, aun así el albino lo apreciaba, iba desde la base hasta la punta recorrió el miembro del albino y entre ligeras lamidas se llevó todo el líquido del éxtasis a su boca haciéndole toser. El albino se acercó al mafioso para limpiar las comisuras del azabache y acomodo los dos mechones de su cabello detrás de su cabeza – tienes una cara muy linda – sonrió el albino
- Y tu una linda sonrisa – dijo el azabache evadiendo su mirada
Sintió como el albino se había acercado a besar su cuello, se sonrojo al sentir las manos del albino entrar a su pantalón y boxers para llegar directo a la brecha entre sus nalgas y llegar a su entrada. El azabache se puso nervioso al instante y poso sus manos en los hombros del albino para apartarse – es-espera yo no
- Quédate tranquilo – menciono Atsushi a su oído – no te lastimaré
El azabache se dejó hacer y a contra pronóstico de todo, Atsushi termino de desvestirlo, llevo al azabache hasta la cama y dejándolo boca abajo donde entre quejidos preparo al azabache con unas cremas que propiciaba el mismo motel
- Y-ya deja de jugar conmigo – se quejó el azabache
- Dijiste que eras virgen – dijo el albino – no quiero lastimarte, solo espera un poco más
- Estúpido, te dije que no lo digas – se quejó el azabache gimiendo
- Sigue de grosero y no haré nada – dijo Atsushi tomando el miembro del azabache – o mejor aún, no te dejaré acabar
- E-eres un... - trago su propia saliva, Atsushi ya tenía su dedo en la punta de su miembro y Akutagawa solo gemía más fuerte
- Bien, - suspiro el albino – voy a entrar
- No tienes que avisarlo – se volvió a quejar
Atsushi suspiro una vez más, tomo las caderas del azabache y esté solo apretó las sabanas, no pensaba voltear a verlo pero bueno, si sintió cuando Atsushi comenzaba a entrar, sus dedos no eran comparación a su gran miembro, el azabache sintió como sus paredes iban siendo abiertas segundo a segundo y con cada milímetro que entraba más el azabache solo gemía más y más fuerte.
Atsushi logró entrar y dejo su cuerpo encima del azabache, aprovecho para besar su cabeza y esto hizo al azabache sonrojarse una vez más, una vez mas no pudo quejarse o insultarle pues Atsushi había comenzado a moverse sin olvidar el miembro de Akutagawa, el vaivén iba al compás de ambos y Akutagawa se había unido a la sincronización de aquel momento. Las posiciones continuaron sin dejar al azabache descansar, una y otra vez recibió al albino cada vez más gustoso
Era media noche cuando Atsushi apenas despertaba y miro al azabache completamente desnudo y dormido a su lado – y pensar que así de delgado que eres me diste unos buenos golpes – hablo burlón el albino y suspiro. Se levantó de la cama haciendo al azabache despertar, le dolían las caderas y el quejido hizo a Atsushi voltear a verlo - ¿te duele? – pregunto
- Si, algo – suspiro el azabache – ¿Cómo terminamos así?
- No lo sé – dijo el albino tomando su camisa – quizá la pelea
- Como sea – volvio a recostarse – esto no puede saberlo Dazai-san
- Como quieras – hablo molesto el albino
- Hey
- ¿Qué quieres ahora? – se quejó Atsushi molesto
- Seamos compañeros sexuales – pidió el azabache
- ¿estas loco? ¿Qué tan sin vergüenza me crees?
- Lo suficiente para acostarte con alguien que acabas de conocer
- Seguro fue por lo que tiramos aquí – se quejó el albino – yo solo lo hago con mi pareja – se quejó el albino
- Y yo solo quería hacerlo con Dazai-san – dijo el azabache – me lo debes
- Estas demente – dijo Atsushi para terminar de vestirse – no le diré nada a Dazai-san, así que déjame en paz – dijo saliendo de la habitación
- Ese imbécil... - se quejó el azabache – se notaba que también era virgen – suspiro el azabache recostándose de nuevo
¡Hola a todos! Si, de nuevo tenemos un Atsushi activo y Akutagawa pasivo, ¡sorry! ¡solo cumplo con los pedidos! Espero que les guste el desarrollo de este Fanfic, por que aun que ya tuvieron sexo esto continuará, gracia a la idea de Loreto Victoria C. Navarrete en el grupo de Shin Soukoku en español (Bungou Stray dogs) ¡Gracias por la idea!
¡Gracias por leer!
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