Dulce de moras [Quicksilver x Nightcrawler]
Notas: Ningún personaje me pertenece, todos son propiedad de Stan Lee y demás creadores de contenido en Marvel.
Advertencia: AU(Nadie ha muerto, viven en la mansión). Pareja homosexual. Ocurre dentro de los acontecimientos de la película X-men Apocalipsis.
-Dulce de mora-
Pietro tenía muchos gustos peculiares, pero uno que resaltaba a ciertas horas era aquel ligado a la hora de comer, especialmente si de dulces de trataban.
No era de extrañar que en la Mansión se acabaran todas las galletas y golosinas en tiempo récord a causa de ello; y lo peor, no es es que éste se esforzara realmente por quedarse con éstos antes que los demás, podía fácilmente ser el último en bajar a desayunar y aun así acabarse la última barra de cereal o compota de frutas.
Pero... Curiosamente esta mañana las cosas no fueron por ese rumbo.
Pietro había bajado a la velocidad de "mortales", pues se había percatado que era más temprano de lo que acostumbraba para desayunar.
¿Por qué había madrugado? Seguramente su reloj biológico volvió a estropearse tras esa maratón de The Walking Dead que se dio noches atrás con Bobby, John y Júbilo, pero no le daba tanta importancia. La cosa es que era un hecho de que esta vez obtendría todo el delicioso dulce que quisiera y nada ni nadie se lo impediría... ¡No podía existir algo mejor!
¡Y ni tendría que esforzarse!
Sin embargo, toda esa serie de positivos pensamientos se quebró cuando a mitad de camino hacia la cocina un sonido de vasos chocándose llegó a sus oídos.
– ¿Uh? No me digas...
Había alguien en la cocina, ya no tenía dudas; aunque eso lejos de desanimarlo, hicieron nacer una sonrisa maliciosa y divertida en su rostro.
¡Tenía a una víctima ideal a solo unos pasos suyos!
Genial, no solo le esperaba un desayunar tranquilo, sino con parte de entretenimiento incluido. Y con ello en mente fue que se acercó cauteloso para echar un vistazo desde el marco para al menos saber a quien le provocaría un infarto hoy, encontrándose con " cierta mancha azul" que conocía muy bien.
¿Kurt?
Ok, no tenía idea de que el joven alemán madrugada para desayunar, aunque si lo pensaba tenía cierto sentido. Nunca lo había visto sentarse junto a todos para compartir los cereales con leche, tostadas y café, una curiosa tradición en la que incluso él mismo participaba rara vez.
Nadie lo cuestionó ni pareció notarlo, a decir verdad. Parecía que más bien se habían acostumbrado a la falta de presencia del chico azul en ocasiones, lo que ahora se le hacía algo triste.
Vamos, que Kurt no es que fuese desagradable o algo así, todo lo contrario, era un maldito pan caído del cielo. Quizás su único verdadero problema era su empeño en no socializar alimentado por su baja autoestima y timidez por igual, aunque en su opinión parte de ello era lo que lo hacía dulce a su manera cuando al fin se dignaba a dar cara frente a otros, incluyéndolo.
Dios, toda una dulzura de chico.
Casi tan dulce como la mermelada que vio sacar de la alacena por éste, esa que nadie quería a excepción del propio aludido.
Moras azules ¿Eh? Tuvo que contener una risa cuando cayó en cuenta en que era una jalea que iba muy bien con el elfo azul.
Se veía tan lindo intentando abrirlo con tal concentración que hasta estaba mordiendo sus labios por el esfuerzo, con su cola toda rígida y la tostadora avisando que si no se apresuraba comería pan quemado.
Maldita sea, Nightcrawler era un desastre adorable con cada paso que daba. Pietro ni se sintió tan mal cuando se le adelantó a mega velocidad para salvar la mitad de su desayuno, desconcertándolo un poco cuando pareció darse cuenta que el aparatejo se "detuvo solo".
Juraba que hasta lo vio hacer una señal de la cruz por el susto, oteo motivo más por el cual el velocista tuvo que hacer brutal esfuerzo por no reír.
¿Se podría ser más adorable? No se atrevía a creer lo contrario cuando aquel elfo estuviese cerca, lo iba a matar de sobredosis de ternura si seguía observándolo, así que optó por irse.
Aunque... No sin antes hacer una pequeña travesura.
– Que extraño... ¿Debería decirle al señor Hank de esto? -Murmuraba para sí el joven azul mientras picaba con su cola a la pobre tostadora. Seguía sin explicarse cómo pudo apagarse sola antes, suponiendo quizás una avería.
Tal vez preguntaría luego, por lo que volvió a enfocarse en su antigua disputa con la mermelada, llevándose una extraña aunque grata sorpresa cuando al voltear se encontró con sus tostadas elegantemente servidas en un plato ancho que ni sabía tenían alli y con un mensaje corto escrito con dicho dulce.
Por hoy te la dejaré.
¿Dejarme qué?
No tenía la más remota idea, además de que una nueva duda golpeaba su mente.
¿Cómo se abrió sola el frasco de dulce de moras ahora?
Notas finales: No pregunten, los fanarts me enamoraron. (?)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top