Capitulo 2: Bienvenido al Show de Monstruos
NUEVA YORK
Brooklyn 1997
-Vete... ¡Aléjate de mí!- Gritó Adrián, lanzando una ráfaga de oscuridad a Magneto, una brillante burbuja de energía magnética apareció alrededor del mutante de pelo blanco.
-No quiero hacerte daño- Magento le dijo, pero Adrián no podía creerlo, había perdido a su padre, su humanidad y ahora el peor mutante vivo estaba tratando de decirle que no tenía intención de hacerle ningún daño.
-Sí, es posible que hayas engrasado a esos traidores en la ONU, pero yo lo sé mejor- dijo Adrián mientras levantaba las manos y trataba de convocar la energía negra hacia Magneto, quien lo miró.
-Sólo quiero hablar contigo joven, deberías estar agradecido considerando que tus viejos se volvieron contra ti, como perros, mi nuevo mutante- dijo Magneto mientras el extraño éter salpicaba su escudo.
Adrián vio que no tuvo ningún efecto. -No soy un mutante, ¡NO LO SOY!- Gritó Adrián, sintió que su cuerpo se precipitaba hacia adelante, el poder de teletransportación lo llevaba hacia Magneto, quien lo esquivó dejando que Adrián salpique en el agua, estaba helada pero Magneto aún mantenía su mano extendida.
-Al contrario, tus poderes dicen lo contrario- dijo Magneto.
Adrián intentó lanzar otra ráfaga de oscuridad a Magneto pero el agua fría le hizo fallar.
-¡ALÉJATE DE MÍ!- Adrián sintió el poder surgir a través de él y el éter lo arrojó fuera del agua en una nube de aura carmesí y sombra negra. Magneto lo evadió cuando Adrián aterrizó de nuevo en la orilla debajo del puente de Brooklyn. Estaba empapado hasta los huesos, temblando, enojado, asustado.
Magneto se acercó a él aterrizando en la acera del puente subterráneo, Adrián lo azotó, pero el gigante de pelo blanco se movió.
-Hmm, aumentó la velocidad, corriste por toda la ciudad aquí- dijo Magneto mientras Adrián le daba un puñetazo a Magneto pero se estrelló contra una parte de los cimientos del puente. Adrian esperaba sentir su mano romperse cuando escuchó un crujido, pero cuando la retiró apenas se raspó pero los ladrillos estaban agrietados. -Y parece que fuerza- dijo Magneto mientras flotaba sobre él. -Estás asustado, solo, abandonado por los tuyos, lo siento Adrián- Magneto extendió su mano y Adrián sintió que todo su mundo comenzaba a girar.
-¿Qué... estás... haciendo?- Preguntó Adrián mientras se agarraba la cabeza. -No puedo... pensar...-.
Magneto extendió su mano enfocándose en Adrián con sus poderes magnéticos, -Joven vértigo, con una fuerza lo suficientemente alta en campos magnéticos tu propia mente no sabrá qué hacer, lo siento, pero esto es por tu propio bien, Adrián-.
Todo se volvió negro.
...
...
...
...
...
*Bip*
*Bip*
*Bip*
*Bip*
*Bip*
*Bip*
*Bip*
-Uuuuhhhhh...- Adrián despertó, de la peor pesadilla que había tenido, se sentó frotándose la cabeza palpitante. Estaba con su padre en una misión como siempre había querido, luchando por la humanidad contra los mutantes, sólo que todo salió tan mal que tuvo que convertirse en una pesadilla. Respiró con un suspiro de alivio y miró a su alrededor... ¿no a su habitación? Era una habitación pero no había nadie que hubiera visto, era una habitación bonita o al menos solía ser con un piso cubierto de alfombra, una cama tamaño king que había visto en casas antiguas como cuando visitaba a sus abuelos. Había una cómoda y un armario en un rincón junto a un gran ventanal con las cortinas color burdeos corridas, las paredes estaban cubiertas de carteles de bandas antiguas, de los años 70 y 80, incluso había un cartel de la primera edición de Star Wars fechado en 1979, gimiendo. se sentó y se quitó la manta, sus zapatos habían desaparecido pero su ropa seguía siendo todo menos su boina y su chaleco antibalas, los que tenían el águila de Amigos de la Humanidad. Adrián se sintió desnudo sin él, vio una jarra de agua en una mesa de noche con un vaso, ya condensándose.
Agarró la jarra hidratándose y al instante se sintió mejor, si no estaba en el escondite o en el departamento de Adrián y su papá en el Bronx, ¿dónde estaba?
Adrián tomó un sorbo de agua nuevamente y caminó hacia la ventana, corrió las cortinas cuando la alcanzó, vio que su pañuelo rojo estaba envuelto alrededor de su brazo derecho cubriendo su tatuaje de Amigos de la Humanidad.
-¿Eh?- Adrián lo miró, no estaba cortado, pero había visto a algunos tipos en Nueva York con pañuelos en los brazos. Pocas pandillas locales lo habían hecho y luego llegó el momento en que fue a un club y un motociclista grande seguía dándole puñetazos, ¿de qué se trataba?
Al abrir las cortinas, dejó entrar un rayo de sol que hizo que sus ojos se estremecieran. Mientras se ajustaba, vio el exterior de una gran propiedad, un enorme césped de quizás más de cien acres con árboles alrededor de un gran campo con una fuente y un pequeño estanque. Un largo camino de entrada conducía a una puerta y Adrián intentó recordar dónde estaba. Su padre y él nunca podrían permitirse un lugar como este ni en sus sueños más locos, lo que le había sucedido.
Adrián comenzó a preocuparse, primero la pesadilla ahora que había sido secuestrado fue a beber un poco más de agua de la jarra cuando vio su mano, estaba cubierta del negro ardiente de la pesadilla, pero peor era real.
-¡No!- Gritó, dejando caer el vaso -¡NOOO!- Corrió hacia la puerta olvidándose incluso de buscar su zapato, irrumpió en un pasillo ornamentado con finos muebles de madera tallados a mano contra el que Adrián se estrelló, derribó lo que parecía un jarrón caro y corrió.
Se sintió tropezar hacia adelante mientras miraba hacia atrás, no estaba seguro de cuál era el edificio pero el pasillo era largo con múltiples puertas, ¿una de ellas tenía que ser una salida?
¿Pasos?
Adrián podía oír pasos y no estaba seguro de a quién pertenecían, pero tenía que alejarse, tenía que salir. Adrián siguió corriendo, por su vida, cuando todo volvió a él, la pesadilla era real, eso significaba que Magneto era real, le había hecho algo y ahora lo había hecho prisionero.
Tuve que salir.
Tenía que volver a casa con papá.
Adrián se detuvo en el borde de una gran escalera, podía ver la puerta al exterior al fondo del piso pero no se movió, su papá eso significa que realmente había resultado herido en la explosión del camión, pero ¿cómo? ¿Pasó eso?
-¿Dónde está el fuego, dulzura?- Dijo la voz de una bella sureña, Adrián miró hacia atrás y vio a Rogue parada allí.
-¡Alejarse de mí!- Adrián gritó retrocediendo.
-Uh oh- dijo Rogue al ver a Adrián a punto de caer por las escaleras, cuando de repente se teletransportó en una nube de humo rojo y negro, -Oh, dulzura, un teletransportador- Rogue suspiró.
Adrián golpeó el piso de otra habitación, estaba en una cocina, una grande con isla, pisos de baldosas blancas y alguien más estaba allí, vio a alguien hurgando en el refrigerador cuando escuchó un sonido bestial.
*sniff sniff*
Un gruñido siguió. Adrián vio el refrigerador cerrarse y Wolverine con la capucha bajada sosteniendo una cerveza y algo de comida le gruñó: -Mira lo que encontré, una rata en la cocina- gruñó con las garras.
-Tonterías- Adrián se puso de pie de un salto y corrió hacia la puerta, su cuerpo estalló en humo nuevamente y se teletransportó corriendo por el pasillo; siguió saltando tres metros hacia adelante con el teletransporte. Wolverine lo siguió subiéndose la capucha y sonriendo.
-Me encanta cuando corren- su cinturón comenzó a parpadear con un mensaje, presionó el botón. -Aquí Wolverine, parece que tenemos un intruso-.
"-Sí, sobre eso, es el escurridizo, es un...-".
-Teletransportador, lo sé- Wolverine lo persiguió con las garras. -Simplemente lo hace más interesante-.
Adrián miró por encima del hombro para ver a Wolverine persiguiéndolo más rápido de lo que se esperaría que se moviera alguien tan bajo.
¡ZA!
Adrián se estrelló contra una pared del primer piso-
-¡RAAAAH!- Wolverine dejó escapar un aullido como si las garras de un lobo apuntaran directamente a la cabeza de Adrián, gritó cuando las garras perforaron la pared a ambos lados de su cabeza -Boo- Wolverine gruñó.
*Poof*
Adrián desapareció y Wolverine refunfuñó mientras Adrián se esforzaba por reaparecer en un piso de metal mojado y húmedo, con vapor cálido a su alrededor mientras se ponía de pie. Oyó el silbido de la alcachofa de la ducha al abrirse. ¿Estaba en un vestuario como un baño sólo que más agradable, como algo sacado de un canal de ciencia ficción y podía oler a perro mojado?
La ducha se apagó y él se giró para enfrentar el olor.
-Saludos, joven, pero aún no he terminado de arreglarme- dijo Bestia, su pelaje azul estaba húmedo y oscurecido incluso con un gorro en la cabeza-
-¡GYAAAH!- Adrián resbaló mientras corría hacia la puerta y sus calcetines mojados le hicieron luchar para salir mientras Bestia lo seguía.
-Para ser justos, me escucharon primero-.
Adrián salió corriendo de lo que era un vestidor, hacia un pasillo de metal para teletransportarse nuevamente -¡Basta!- Se espetó a sí mismo. -Voy a-urk...-.
Adrián se acurrucó vomitando sobre un par de botas de metal, Adrián levantó la vista para ver un par de pantalones ajustados de piel negra en un torso rosa con una gabardina marrón y una capucha abierta. con cabello castaño suelto y un par de ojos con pupilas rojas oscurecidas.
-Baise-moi, estas son las botas favoritas de Gambito-. El hombre que se hacía llamar Gambito sacó una carta comodín que se encendió con una llama rosada. -Gambito te enseñará algunos modales-.
Adrián se dio la vuelta y corrió para ver al resto de los mutantes dirigiéndose hacia él, Rogue, Wolverine y una Bestia aún mojada en una toalla. Adrián miró hacia la puerta más cercana y corrió hacia ella, y se cerró de golpe detrás de él.
Los mutantes miraron hacia la puerta. -Oh, debes estar bromeando- dijo Wolverine.
-No me digas, corrió hacia la sala de peligro- un hombre con un traje de spandex rojo y azul como Wolverine con una chaqueta de cuero que tenía el logo de X-men en cada lado, no tenía nariz, su piel era de color blanco lechoso al igual que sus ojos como un maniquí.
-Eso es un sí, Morph- Wolverine dijo
El resto de los X-Men suspiraron porque era obvio.
-En este punto, ¿por qué no tenemos controlado esto? Entonces, ¿cuál era el programa?- Pregunto Morph.
Nadie habló, luego Rogue tosió. -Tierra Salvaje-.
Del otro lado, Adrián cayó al suelo fangoso de la jungla, estaba fuera de la mansión y parado en un extraño mundo olvidado, había árboles y enredaderas por todas partes. Levantándose, se abrió paso entre la maleza, encontró un tronco caído y se sentó. -Está bien... Está bien, fuera de la base enemiga, oriéntate... toma un respiro- Adrián aspiró aire en sus pulmones y exhaló, pero el mundo no lo esperaba.
El suelo empezó a temblar.
Algo grande se dirigía hacia él y lo vio atravesar los árboles, un enorme Tiranosaurio Rex. -Qué...- era verde y escamoso. -...Es...- con enormes mandíbulas -¡JODER!-. Dirigiéndose directamente hacia él.
Adrián se bajó del tronco antes de que el tiranosaurio pudiera comérselo a él y a él de un bocado. Al darse vuelta, se puso de pie y el T-Rex le rugió, miró sus manos para intentar convocar el poder, pero no pasó nada.
-Justo cuando los necesito no tengo mis poderes, perfecto- Adrián gritó huyendo del T-Rex, atravesando la jungla mientras este lo perseguía. Se miró las manos. -Vamos, vamos, vamos- dijo una y otra vez. Se concentró en sus manos, se concentró como si estuviera en el campo de tiro con su padre practicando su puntería. -Vamos-.
La materia de Sombra cubrió los brazos.
-¡Sí!-. Adrián se dio la vuelta. -Muy bien, gran lagarto crecido, ven y haz que te corten el cuello- Adrián dijo mientras el T-Rex cargaba contra él, Adrián corrió hacia sus piernas y extendió los brazos, aparecieron una serie de cuchillas translúcidas de color rojo y escuchó el grito del T-Rex y el desgarro del metal, cuando miró hacia atrás vio al T-Rex caer sin sus... ¿piernas cibernéticas?
Al T-Rex le cortaron ambas patas, pero en lugar de huesos y sangre brotando, era una estructura de metal con cables rotos que chispeaban en los extremos: -Es un manicomio- murmuro Adrián.
Cuando no pudo volverse más extraño, la jungla comenzó a desvanecerse en una cuadrícula verde brillante a su alrededor, como si fuera la capa base de un videojuego antes de que todo se derritiera en una gran sala de metal con forma de tambor. Incluso el T-Rex desapareció ante él convirtiéndose en un robot esquelético, Adrián escuchó algo más en ese momento. No el rugido sanguinario de un mutante o incluso de otro robot asesino, sino un aplauso.
¿Aplausos?
Adrián levantó la vista para ver a Magneto descendiendo de lo que parecía una sala de observación.
-Pensé que te encontrarías aquí, mi predecesor me dijo que el último invitado inesperado encontró su camino a este simulador de entrenamiento, lo llamamos Sala de Peligro-.
Adrián dio un paso atrás, pero luego recordó que había derribado al T-Rex, sus brazos todavía hervían a fuego lento con la energía oscura.
-¿Por qué me trajiste aquí?- Adrián preguntó.
La sonrisa de Magneto se desvaneció cuando se paró sobre él, un asombroso 6'10. -Hay pocos lugares a los que podrías ir joven, te guste o no, eres un mutante-.
-No, no, no lo soy, soy humano- Adrián discutió, pero cuando miró sus brazos, el oscuro brillante dijo lo contrario. -Joder... toda mi vida, me dijeron que los mutantes eran un error de los dioses, ahora no sé qué pensar- dijo, dejando caer los brazos a los costados.
Magneto se quedó allí. -Dios, como dices, tiene un terrible sentido de la ironía, me temo- dijo Magneto señalando el pañuelo en el brazo de Adrián. -Nacido en la vida de aquellos que odian y temen lo que no entienden, estabas destinado a convertirte en un mutante, lo entiendo-.
-¿Cómo diablos sabrías lo que es? Eres un terrorista, ¿por qué no me atacas con tus monstruos de los X-Men y terminas con esto de una vez?-. Adrián ladró.
Magneto no pareció inmutarse ante lo que claramente pretendía ser un insulto. -Soy un hombre que sabe más sobre persecución y lucha de lo que cree que la mayoría, los X-Men no fueron mi creación, e incluso fueron mis enemigo a veces... pero no somos lo que nacemos, podemos elegir nuestro propio destino Adrián-.
Adrián se burló: -¿Qué diablos se supone que significa eso? Si descubren que estoy con los Amigos, si estuviera con los Amigos de la Humanidad, ese tipo con garra me cortará en pedazos-.
-Todos los X-Men aquí provienen de algo antes, cosas de las que huyeron o están tratando de redimirse, como yo-. Dijo Magneto presionando su mano sobre la M en su pecho.
-...¿No les has dicho?- Pregunto Adrián.
Magneto sacudió la cabeza, sus mechones blancos moviéndose. -No me corresponde decírselo, ni tampoco mantenerte aquí en contra de tu voluntad- Magento le dijo.
Un largo silencio llenó el aire. -¿A qué estás jugando?-.
Magneto levantó las manos señalando la sala de peligro y la finca mayor. -Este lugar, por encima de todos los demás, es una escuela, construida por mi difunto amigo el gran Charles Xavier, un lugar para que mutantes como nosotros aprendamos a controlar nuestros poderes e integrarnos a la sociedad, o quedarse y convertirse en sus X-Men-.
-¿Y qué? ¿Quieres reclutarme?- Adrián preguntó.
-Estaría mintiendo si no viera potencial en ti, joven- Magneto respondió: -Estuve allí el día que tus Amigos de la Humanidad estaban a punto de atacar a Rogue y Bestia, solo te importaba alejar a tus heridos y trataste de enfrentar a los demás cuando comenzaron a disturbios-.
Adrián se burló. -No me hagas reír, Magneto, el 'Líder de la Hermandad de los Mutantes Malignos'- Adrián dijo que recordaba que había leído sobre ello en el Daily Bugle.
Magento hizo algo que a Adrián le puso la piel de gallina. Él sonrió. -Nuestros enemigos nos hacen nombres tan inteligentes que a veces encuentro a Mutie casi divertido- dijo mirando el pañuelo que ocultaba el símbolo de Amigos de la Humanidad en su brazo. -¿Viste mi juicio en la ONU o estabas con la turba que atacó?-.
Adrián asintió. -Mi grupo... el FOH con el que estaba no tenía idea de lo que estaba sucediendo-. Adrián dijo.
-¿Crees que la ONU se equivocó al juzgarme y perdonarme?- Preguntó Magneto.
-Sí...no, todo el mundo merece un juicio conforme a la ley, ser tratado con justicia- dijo Adrián, tropezando con sus palabras.
Magento señaló el tatuaje de FOH. -¿Y aún así lo llevas en tu piel como una insignia de orgullo, cuando una turba de FOH nos habría matado a mí y a los líderes de la ONU?-.
-Solo quería proteger a la humanidad, proteger a mi gente de... ¡de gente como tú!- Adrián lo señaló -¿Cómo no podríamos después de que atacaste tantos lugares, lastimaste a tanta gente? Demonios, tenías un asteroide gigante flotando sobre el planeta que...-.
Adrián se interrumpió. Magento no había dicho nada para defenderse de ninguno de los las acusaciones.
-Todo lo que dices es verdad- dijo Magneto.
Adrián bajó el brazo.
-Estoy tratando de ser mejor, Adrián, sólo quiero ayudar a crear el sueño por el que Charles Xavier murió para proteger- sintiéndose como un verdadero trabajo, Adrián continuó escuchando: -Quédate, vete, es tu elección, Adrián, pero al menos déjame ayudarte a aprender a controlar tus poderes como Charles hubiera querido y una vez que tengas confianza en ellos, podrás ir a donde sea que tú desees-.
-¿Qué pasa con los demás? Si descubren que estaba con los Amigos, ellos...-.
-No hagas tal cosa, ya se me ocurrió una manera de mantenerte a salvo si deseas quedarte- le interrumpió Magneto.
Mientras tanto, en la sala de estar de la mansión, los X-Men estaban esperando.
-¿Entonces estás diciendo que Magneto trajo a un adolescente al azar anoche y se despertó, corrió por la casa como un loco y se atrapó en la sala de peligro?- Un hombre alto y apuesto con cabello castaño, una mandíbula fuerte que vestía una polo beige metida en unos jeans oscuros con cinturón y gafas de sol teñidas de rojo preguntó a los mutantes.
-Caray, boy scout, ¿es como si Rogue no hubiera dicho eso?- Refunfuño Wolverine mientras se apoyaba en la pared con los brazos cruzados, el boy scout Scott Summers, alias Ciclope, a su lado estaba una hermosa mujer pelirroja con una camisa verde y jeans claros.
-Logan, detente, con tanta gente yendo y viniendo últimamente, ¿puedes culparlo por estar nervioso?- Ella preguntó.
Wolverine refunfuñó. -Lo siento, Jean-.
Entrando a la sala de estar con el cabello seco y un estopa alrededor del cuello estaba Bestia, vestido con su característico velocímetro. -Cada huésped de la casa te trae felicidad, algunos cuando llegan y otros cuando se van, confucio-.
-¿Y a menudo entran cuando estás en la ducha?- Morph se rio disimuladamente tumbado en un sillón con una sonrisa en su rostro.
-¿O hacer un desastre con las botas nuevas de Gambito?- Preguntó Gambito, caminando descalzo por la sala de estar.
-Cajun, ¿usas el mismo maldito atuendo todos los días?- Wolverine le preguntó a Gambito.
Gambito se burló. -Si Gambito no está roto, ¿para que Gambito lo arreglará?- preguntó con ese marcado acento francés.
-Entonces, ¿por qué están todos aquí y no en la sala de peligro?- Preguntó Scott.
Rogue respondió. -Magneto quería que esperáramos aquí mientras hablaba con él-.
-No me gusta, algo huele mal en ese niño, ¿y no es del río en el que estaba?- Dijo Wolverine, gruñendo su aguda nariz, algo en lo que confiaba más que la mayoría de la gente.
-Permítanme expresar esa sospecha para tranquilizar a todos-. Magneto salió a la sala con Adrián detrás de él, el resto de los mutantes se giraron para escuchar. -Este es Adrián Luca, nuestro nuevo estudiante en la Escuela Xavier para Jóvenes Dotados. Lo perdonarán por sus acciones anteriores por las que ha pasado durante bastante tiempo en la prueba-.
Wolverine lo olfateó de nuevo -Ordalía ¿eh? Huele a problemas, los problemas de los Amigos de la Humanidad". Wolverine sacó las garras de Adamantium de su mano izquierda.
-Sí, hay una explicación para eso-. Magneto intervino.
-Somos todo oídos, Magneto- dijo Ciclope con escepticismo.
Magneto se volvió hacia él. -Adrián ha sido mi agente dentro de uno de los capítulos de FOH en Nueva York, manteniéndome informado de sus actividades, fue él quien me contó sobre el ataque a los Morlocks en las alcantarillas- dijo Magneto, Adrián tragó saliva al ver que todos lo miraban.
Morph se rascó la cabeza calva. -Pero, ¿cómo no supieron que era un mutante? ¿No es un requisito previo para unirse 'no ser como nosotros'?- Les preguntó Morph.
-Los dones de Adrián se han vuelto demasiado poderosos para ocultarlos, fue descubierto por los llamados 'Amigos de la Humanidad', sin duda tu nariz ha captado años de su arduo trabajo- Magneto le dijo a Wolverine.
El peludo canadiense gruñó: -Hmm- miró a Adrián, lo que hizo que una gota de sudor le corriera por la nuca.
-Un agente encubierto y tan joven, ¿no suena como una novela de Jane Austin?- Dijo Bestia mientras se acercaba.
Le ofreció a Adrián su mano o pata, Adrián no estaba muy seguro.
-Dr. Hank McCoy, a su servicio joven, le pido disculpas por la sorprendente presentación que usted y yo tuvimos antes, le aseguro que estaba tan sorprendido como usted-.
Adrián extendió la mano y sintió su mano, su palma era tan firme como la almohadilla de un perro, pero la sacudió con mucha suavidad.
-Encantado de conocerle, doctor- dijo Adrián.
Rogue se rio. -Es la primera vez que escuché a alguien llamar al viejo Bestia, Doc- dijo Rogue apoyándose en la gran bola de pelo azul.
-Entonces, Adrián, ¿cuál es tu regalo?- Scott preguntó con los brazos cruzados contra su pecho.
-Yo no lo llamaría exactamente un regalo...-.
-Hrnn-.
Magneto gruñó y Adrián se calló, levantó la mano y trató de pensar en ese sentimiento nuevamente, el puro pánico y en la palma de su mano apareció una sombra humeante con un tono carmesí.
-Fascinante?- Dijo Bestia mirándolo con curiosidad. -Es como si fuera una Materia de Sombra- Bestia dijo, empujándolo con una garra, lo golpeó con un tono rojo. -Ow-.
Adrián cerró el puño. -Lo siento, no fue mi intención-.
-Está bien, dulzura, es una vieja bola de pelo dura- Rogue dijo: -Eso no es todo lo que puede hacer, también es un teletransportador, como nuestro intrépido amigo alemán, Kurt-. Dijo Rogue.
Los otros mutantes asimilaron eso:
-Sí, sí, Adrián tiene muchos talentos y con el tiempo aprenderá a controlarlos con nuestra guía- dijo Magneto, poniendo su mano sobre su hombro. El resto de los mutantes le sonrieron a Adrián y él se sintió tan extraño que se suponía que estos mutantes eran su enemigo jurado. Los demonios, los dioses se equivocan y todos ellos simplemente parecían, ¿personas? -Bestia, tal vez podrías mostrarle su habitación a nuestro nuevo estudiante, me he tomado la libertad de asignarle la antigua habitación en el segundo piso, la que tiene todos esos... carteles-.
-La antigua habitación de Bobby, sí, le gustaban mucho las artes- Hank, o Bestia dijeron. -Por favor, por aquí, joven-.
Y Adrián lo siguió.
Salió de la sala de estar y el resto de los mutantes, excepto Bestia, lo observaron.
-¿Cuál es tu juego, Magneto?- Pregunto Scott, poco convencido de que no estuviera pasando algo sospechoso.
-Por una vez, Summers y yo estamos de acuerdo, algo no huele bien- dijo Logan.
Morph apoyó los pies con las manos detrás de la cabeza. -Tranquilícense muchachos, nos vendría bien un poco de sangre nueva por aquí-.
-No lo pienses tan elegantemente, este es un cíclope de escuela, y ese es un joven en busca de orientación, ¿le negarías la seguridad que te dio Xavier?- Preguntó Magneto.
Cíclope se tensó. -No te atrevas a compararte con el Profesor- Scott dio un paso adelante empujando a Magneto en el pecho.
-Nunca lo haría nunca, sólo deseo honrar su legado-.
-Scott, no quiero estar de acuerdo con él, pero Magneto tiene razón. No hemos aceptado ningún estudiante nuevo desde Jubilee y Roberto aún no está comprometido, no deberíamos juzgar tan rápido- dijo Jean, dándole palmaditas en la espalda a su amado Scott, su toque calmó el fuego en los ojos del cíclope listo para salir de sus gafas rojas.
-Bien-.
Adrián subió las escaleras y siguió a Bestia por el pasillo.
-Ah, parece que fue ayer cuando el profesor me llevaba por estos mismos pasillos cuando tenía tu edad- Dijo Bestia mirando por encima del hombro y señalando una foto de cinco adolescentes, todos vestidos con trajes ajustados de color amarillo y negro, tenían capuchas negras con amarillo en el pecho con cinturones con hebillas en forma de X, cada uno de ellos llevaba pares de guantes y botas amarillos a juego. Uno de ellos parecía ser un muñeco de nieve viviente, otro un niño con alas de ángel, dos en el medio estaban detrás de un hombre con la cabeza canosa en silla de ruedas. Podía ver cabello rojo en el cabello de la única chica con el chico más alto con una visera roja en forma de tienda, claramente Jean y Scott. Pero arrodillado al lado de la silla de ruedas había un niño tan grande que no usaba guantes ni botas, sus manos eran tan grandes. -Aunque, por supuesto, soy mucho más guapo que ese pargo-. Bestia se rio entre dientes.
Adrián sintió que su labio se curvaba. -¿Sabes que, para un hombre llamado Bestia, hablas como un bibliotecario?-.
-Lo tomaré como un cumplido, querido muchacho, una mente fuerte es más grande que cualquier músculo. Por otra parte, el cerebro es un músculo en sí mismo- Bestia explicó mientras caminaba por el pasillo, Adrián pasó junto a algunas fotos más, algunas con la lista moderna de X-Men.
*POP*
-¿Quién es éste?- Adrián espero a ver caminando por el pasillo a dos adolescentes de la edad de Adrián, una era una chica con cabello negro corto que lucía unos aretes rojos con X, llevaba gafas de sol rosas y una chaqueta larga amarilla, una camisa rosa a juego y pantalones cortos de mezclilla. Con zapatos azules, levantó la mano con guantes amarillos dejando al descubierto sus ojos marrones, una mujer asiática. A su lado, un niño, tenía cabello negro ondulado y piel suave y bronceada. Llevaba una chaqueta de chándal blanca y naranja, una camisa negra y pantalones holgados de color beige metidos en zapatillas de deporte blancas brillantes.
Hank sonrió. -Ah, Jubilee, Roberto, por favor permíteme presentarte a nuestro nuevo estudiante de la escuela, Adrián Luca". Hank dijo mientras le hacía un gesto a Adrián: "Estos son Jubilation Lee y Roberto Da Costa-.
-¿Da Costa?- Adrián preguntó claramente el disgusto por el nombre.
El rostro curioso de Roberto se convirtió en una mueca. -¿Tienes algún problema con eso?-.
Adrián miró a Roberto con su bonita ropa y su cabello ondulado, en comparación, la camisa blanca sin mangas de Adrián estaba rota y sus jeans tenían costuras, sus zapatillas sucias eran manchas en comparación con los impecables tenis blancos que Roberto usaba.
-Sí, con los de Da Costa-.
Roberto dio un paso adelante -¿Qué es lo que nunca pasas con mucha gente de color, wop?-
-No, no salgo con imbéciles ricos que envían trabajos al extranjero y se quedan con el dinero-. Adrián dio un paso adelante con los puños en alto, -¿Y a quién llamas wop, chico rico?-.
*SLAP*
Jubilee chasqueó los dedos y sus enérgicos poderes de luz del arco iris enviaron una llamarada entre ellos. -Abajo muchachos, ¿es esta realmente alguna forma de hacer nuevos amigos?- Preguntó Jubilee, poniéndose las gafas de sol en la frente para mantener su cabello recogido.
Roberto miró hacia atrás ofendido. -Él empezó-.
Y yo también puedo terminarlo- Adrián respondió que no dejara pasar el comentario de Wop, Hank se interpuso entre ellos antes de que los dos chicos pudieran comenzar una pelea y los empujó hacia atrás.
-Adrián ha tenido un largo día adaptándose a la mansión, era un agente encubierto en los Amigos de Humanidad, sin duda la confianza era un lujo que no podía permitirse hasta ahora- Bestia explicó.
Roberto bajó los puños. -Oh, no lo sabía... debe haber sido difícil- Adrián sabía que era una mentira descarada, pero era eso o se enteraban de que en realidad era un soldado de la sucursal FOH del Bronx. -Esos tipos son realmente desagradables, ¿no?- Dijo Roberto.
Adrián pensó en su padre y luego en Hyde. Sí, realmente desagradable- Adrián mintió.
-Sugeriría que Jubilee te muestre un recorrido por la mansión, pero creo que probablemente ya hayas visto suficiente por un día, ¿no?- Hank le preguntó a Adrián.
Adrián asintió. -Sí, ya tuve suficiente de la fiesta de bienvenida-.
Pasó junto a Jubilee y Roberto hacia la habitación de la que había huido, con el desorden en el suelo del jarrón roto aún allí, abrió la puerta de su habitación y la cerró de golpe dejando a los tres mutantes solos.
-Bueno, él es un verdadero encantador, Bestia- dijo Jubileo.
Hank se rascó la barbilla. -Cuídate. Sé tu propio acusador, luego tu juez; pídete gracia a veces y, si es necesario, imponte algo de dolor. Séneca el Joven-. Bestia les dijo a los dos antes de que Bestia se alejara.
Roberto lo observó decir: -Entonces, ¿cita a la gente todo el tiempo?-.
-Sí, es algo suyo- Jubilee respondió.
-Eso y caminar en bañador, pero usa pijama completo cuando duerme". Dijo Roberto, caminando con Jubilee por el pasillo.
De regreso a la habitación de Adrián, se sentó en la cama mirándose las manos, el éter negro o como la bestia lo llamaba 'Materia de las Sombras' reapareció en su mano y lo levantó, ya no le tenía tanto miedo, cerró los ojos. -Nunca quise esto-.
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N/T: Hasta aquí el capitulo 2. Falta un capitulo para estar al día.
Me equivoque antes, y es que aquí deja claro que la historia pasa después del capítulo 4, así que ya sucedió todo el drama de Madelyne y el hijo de Scott. Ahora vendría lo de Genosha. Será un fuerte impacto para Adrián ver a los mutantes ser masacrados por los humanos.
¿Cómo me esta quedando la traducción hasta ahora? Cualquier critica constructiva es bienvenida.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
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