⁰⁹
𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑭𝒓𝒂𝒏𝒌
Apenas he logrado cerrar mis ojos durante un rato esta noche, pero no puedo dormir, me siento inquieto, preocupado, quisiera llamar a Gerard y saber como están, si, están, en plural, él y el bebé.
Esta tarde nos dimos cuenta que él está esperando un bebé, no se imaginan cuánto quisiera que fuese mi hijo, cuánto quisiera volver al pasado y haber sido más valiente, haberle dicho a Gerard lo que siento por él hace mucho, quizás hubiese podido evitar que aceptara salir con el imbécil de Robert, hubiese podido evitar que lo usara y lo lastimara de esa manera.
Tristemente no puedo hacer eso, más no significa que me voy a apartar de su lado o que voy a dejar de amarlo, al contrario siento que lo amo más, siento unas inmensas ganas de tomarlo entre mis brazos y protegerlo, cuidarlo, sostenerlo y decirle que todo va a estar bien.
Yo sé que lo que se nos viene no va a ser nada fácil, no me voy a engañar a mi mismo, ambos somos adolescentes aún, no sabemos hacer nada para ganarnos la vida, si bien la responsabilidad no es mía, yo quiero estar ahí para ellos, en todo momento, apoyándolos y dándoles todo mi amor.
También estoy consciente que Gee se negará a aceptar mi ayuda en un principio, pero voy a luchar con todas mis fuerzas para demostrarle que me importa, que su bebé me importa desde ya.
Después que logré que calmara un poco sus nervios con la noticia, pude percibir un pequeño brillo en sus ojos cuando me dijo que quería tenerlo, esa simple decisión, me hizo admirarlo más, él no se tomó el gran tiempo del mundo para decidirlo, simplemente estuvo seguro de ello, no cualquiera lo hubiese hecho, sus condiciones no son las mejores, lo sé perfectamente, también la decisión que tomó de no decírselo a Bert fue muy fuerte, pero lo apoyo, no quisiera tener que volver a golpear a ese desgraciado por faltarle el respeto a Gee o volverlo a hacer sentir mal con sus palabras.
Sin importar nada de lo que venga, estaré a su lado, siendo su soporte, quiero convertirme en la fuerza de Gerard, en el pilar en el que él sienta confianza para poder derrumbarse y a su vez reconstruirse como la persona fuerte que se que es.
Él es la persona más pura y linda que he conocido, no aspiro a encontrar a nadie más en mi vida, lo quiero a él y ahora en adelante, a la pequeña personita que se está formando en su interior.
No sé en qué momento me quedé dormido, pero estoy seguro que fue tal vez una hora porque mis ojos arden y quiero dormir un poco más, pero mi nueva rutina comienza hoy, con esta alarma que está taladrando mis oídos.
Levantarme una hora antes para preparar la merienda que tendremos en la escuela a la hora del break, Gee debe alimentarse bien de ahora en adelante y lo que normalmente comprábamos en el cafetín de la escuela es de todo menos saludable, así que me asegurare de que nuestras meriendas sean buenas para el bebé.
El bebé, que raro es esto, ayer en la mañana cuando desperté lo que menos imaginé es que hoy estaría pensando en cuidar al bebé de Gee.
—Buenos días, ¿y ese milagro? —la voz de mi madre me asustó, provocando que soltara el cuchillo que tenía en mi mano.
—Buenos días mamá —la saludé.
—Haz algo para mi también, no sólo te esmeres en Gee.
—¿Celosa?
—Para nada cariño, pero ya que estás en la cocina hay que aprovecharte —le sonreí mientras la veía volver a dirigirse a su habitación.
Ella es una mujer muy dedicada, me ha educado y criado lo mejor que ha podido, siento que ha hecho un buen trabajo, porque me siento bien conmigo mismo, con lo que soy, con lo que hago y con lo que pienso ser en un futuro.
Las tres meriendas estuvieron listas, para hoy hice sándwich de mantequilla de maní, la amo y espero que a bebé también le guste y no haga que Gee lo vomite, ah y hablando de eso anoche investigué sobre un té para ayudar con las náuseas, así que también lo preparé y se lo llevo a Gerard, al menos para que se sienta un poco mejor mientras decide ir al doctor, me dijo que sería pronto, pero que necesitaba un par de días, lo único que le aconsejé fue que debe ser lo más pronto posible por la salud de ambos.
Subí a mi habitación y terminé de arreglarme, faltaban treinta minutos aún para estar en la escuela, el tiempo justo para ir a buscar a Gerard a su casa y que nos vayamos juntos, no quiero que se sienta solo, no quiero que esté triste, no quiero que se sienta mal por su situación, quiero ver su hermosa y perfecta sonrisa en su bonito rostro.
Antes de salir de casa me despedí de mi madre, deseándole buen día; el camino que recorrí se me hizo corto porque cuando me percaté ya estaba fuera de su casa, esperándolo.
Él no esperaba verme aquí, pero sus lindos ojos se alegraron de verme y mi corazón latió más rápido.
—Buenos días Frankie —me saludó.
—Buenos días mi Gee, vine por ti para irnos juntos.
—Eres un sol ¿sabes? —dijo antes de acercarse a mí y darme un abrazo, al que correspondí enseguida.
—Nah, solo prefiero ser el caballero que te cuida.
—Que modesto eres —dejó ver esa sonrisa que tanto me gusta, sus labios rosados y delgados me hicieron una clara invitación para que los besara justo en ese momento, pero antes de cualquier acción me retracte.
Aún no es el momento, no quiero que Gee piense que me voy a aprovechar de él o que quiero que me "pague" de alguna manera, simplemente todo va a pasar en su momento, no voy a forzar nada, porque bien he aprendido que mamá dice que las cosas siempre pasan cuando tienen que pasar.
Antes de que empezáramos a caminar tomé su mano, a lo que él entrelazo sus dedos con los míos, se nos ha hecho una costumbre andar así por las calles, y la calidad que siento cuando estamos así no se compara con nada, sólo espero poder tenerlo a mi lado, sonriendome de la manera en la que solo él sabe hacer durante toda mi vida.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top