Jimin se encontraba en las oficinas de la agencia, tenía que tratar algo importante con el dueño de la empresa.

- ¡Ya puedes pasar Jimin! -anuncio la secretaria mirando al pelirrubio.

De inmediato se levanto para poder entrar a la oficina, a veces Jimin se sentía algo intimidado por el dueño de la empresa, aunque claro sabía que no debía estarlo, pues era una persona muy amable en todos los sentidos, y claro era estricto, pero aún así no paraba de ponerse nervioso, pues quería que todo fuera perfecto.

- ¡Jimin! ¡El idol del momento, la super estrella de esté lugar! ¿Qué te trae a mis oficinas?

Allí estaba Choi Youngso recibiéndolo tan animado como siempre lo hacía, no cabía duda que de la empresa ese chico era el idol que más había recaudado, además de un gran éxito en ventas por todo el mundo.

- Bueno señor Choi...

- Dilo sin miedo muchacho, que de echo tengo algo también muy importante que decirte.

- Quiero dejar esto... -el señor Choi se quedo sorprendido con aquello-... sería temporal, creo que necesito un descanso.

Era cierto, giras por todos lados, cesiones de fotografías, entrevistas en televisión, para la prensa y revistas, además de un montón de trabajo en albums, era demasiado para Jimin, había llegado el momento en que se había cansado, y a pesar de que siempre mostraba su mejor sonrisa para sus fanáticos, no podía esconder que de verdad ya estaba comenzando a sentirse cansado.

- ¿Cuántos días de vacaciones planeas exactamente?

- Pues me gustaría tener por lo menos dos semanas, aunque creo es demasiado.

- Te daré tres, no mejor cuatro... -Jimin se vio sorprendido, no esperaba que accediera tan rápido-. Te las tienes bien merecidas, eres un chico con mucho éxito, podemos dar como excusa que se está planeando un nuevo álbum, además tus fanáticos pueden estar al tanto de ti en otros aspectos.

- ¡Gracias!

El señor Choi sonrió al ver el entusiasmo del pelirrubio.

- Ahora sí Park Jimin, a lo que iba a decirte -el señor Choi se acomodo mejor en la silla-, ¿has escrito unas canciones?

- Por supuesto.

- Entonces eso está mucho mejor, quería decirte que es oficial que saldrá el próximo álbum y es obvio que son tus vacaciones, pero... ¿crees poder completar una lista de cinco?

- Tengo cuatro escritas, y no es mucho trabajo, últimamente he estado demasiado inspirado.

- Eso me parece bien, ¿te gustaría una gira mundial? -los ojos del idol se iluminaron.

No era que no hubiera estado en giras mundiales, pero es que casi siempre hacía sus conciertos en lo que era el continente Asiático, y no tanto en Europa.

- ¿D-de qué p-países h-hablamos? -su emoción era mucha, no pudo evitar tartamudear.

- Bueno, parte de Norte América, América Central y del Sur, además de Europa, Asía, y Oceanía ¿qué dices?

- ¡Me encantaría! Siempre he querido estar en todos esos lugares.

- Lo sé -el señor Choi recargo sus codos en su escritorio-, pero... necesito que pienses algo también en este pequeño receso que harás, después de esas cuatro semanas, tendrás que decirme si en realidad quieres renovar tu contrato con la empresa o deseas abandonar hasta aquí tú carrera, y claro esa gira de la que te hablo sería como una despedida hacía tus fanáticos.

Ahora era un gran dilema para el idol del momento.

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- ¿Sucede algo Jiminie?

Yoongi había notado que su novio se encontraba muy pensativo, casi no le prestaba atención a la comida que se encontraba en su plato.

- Bueno... -miro al pelinegro-... tengo muchas dudas -Yoongi le prestaba atención-, he hablado con el dueño de la empresa en dónde trabajo y... he conseguido las vacaciones que quería, pero... me ha dicho que ha llegado la hora de renovar mí contrato, y no estoy seguro sí hacerlo.

- ¿Por qué lo dudas? Jiminie, sabes que puedes continuar haciendo lo que más te gusta y sé que amas ser un idol.

- Lo sé Yoonie... es solo que -solto un suspiro-, me gustaría alejarme de ese mundo...

Jimin quería que Yoongi comprendiera más que nada en el mundo que lo único que él quería era pasar su vida solamente tranquilo alejado de las cámaras, no tenía duda que lo había hecho desde un principio porque le parecía divertido y ¡claro que lo era! No podía negarlo pero sentía que ya no era lo mismo, casi todo era monótono, bueno desde la llegada de Min Yoongi a su vida, ya no lo fue tanto, había hecho de su rutina un buen cambio.

Pero aún así sentía que ya era tiempo de dejar todo aquello.

- ¿En verdad quieres dejar todo por lo que tanto has luchado? -Jimin miro al pelinegro-. Jiminie -agarro la mano de su novio-. Sé que no debería meterme en tus decisiones, pero quiero ayudarte, mira... sé que seguramente quieres alejarte de todas esas cámaras que te persiguen solo por el hecho de que eres un idol, comprendo que lo quieras hacer, cuando te conocí de eso era también que quería alejarme, y ahora que lo veo es una buena razón, pero... cuando veo como te apoyan tus fanáticos, cuando veo como das lo mejor de ti solo para ellos... me haces pensar que no quieres alejarte de todo eso.

Jimin sentía como Yoongi le daba leves caricias a su mano, le agradaba aquel tacto.

- Sé que no quieres dejar todo esto...

- ¿Entonces por qué dejaste HOT World's?

- Es pasado, no puedo regresar allí porque no me siento seguro de sí debería regresar, he querido escribir en un buen tiempo y ahora que puedo hacerlo es mejor.

El pelirrubio le regalo una sonrisa, Yoongi tenía razón, no iba a dejar ir algo por lo que había luchado, había logrado ser algo que soñaba desde pequeño y no lo dejaría ir tan fácilmente, renovaría el contrato, claro que lo haría, pero está vez pediría más días libres, los necesitaba después de todo el mundo de lo artístico es mucho trabajo, pero un trabajo muy emocionante y divertido y claro Jimin tenía que admitir que sino hubiera estado allí, no hubiera conocido a ese hermoso chico de piel de porcelana y ojos gatunos.

- Tomaré tú consejo, Yoonie -le sonrió-, seguiré con mí sueño.

- ¡Así se habla Jimini!

- Pero con una condición...

- ¿Cuál?

- Que me regales un beso.

Yoongi rodó los ojos, pero claro no se negaría a tal petición, se levanto para caminar hacía Jimin y darle un beso muy cerca de los labios, el pelirrubio frunció levemente su ceño.

- ¡Yo quería un beso en los labios!

- No especificaste en dónde.