Cómo nos cuesta a los seres humanos resignarnos! Cuando algo sabemos que no va a cambiar por mucho esfuerzo que le pongamos, por más voluntad.

Que tengamos en que esa situación, relaciones o amor cambié no lo hace, nos empezamos a hacernos un daño irrevocable a nosotros mismos.

La resignación llega en la última estocada de dolor de nuestra alma, en el último golpe duro del corazón, en el último y dificultoso suspiró que anuncia el final.

De nuestra resistencia, de nuestra fuerza, de la poca fé que nos quedaba, ahí es cuando llega la última campana que avisa que se terminó todo.

Querés saber, que es la resignación? Bueno te doy un ejemplo, es la aceptación que tomamos con paciencia ante toda situacion que nos lastima y que sabemos.

Que ya no podemos hacer más nada por tratar de solucionarla, por que es más que evidente que no va a tener alguna solución entonces queda aceptarlo todo.

Entregárselo al universo a Dios o alguna fuerza mayor arriba y decir toma todo esto por qué yo no lo quiero más en mi vida, solo ahora voy a dedicarme a sanar.

Resignemonos que a veces el amor no es todo color de rosas, aceptemos que hay personas que no van a cambiar por mucho amor que le tengas y demuestres.

Para obtener esa tan doliente resignación, primero tenemos que llamar a la costosa aceptación, una vez que tengamos ese primer paso la resignación llega sola.

A nuestras vidas y si, esto no es fácil para nadie y el que te diga que lo es, miente totalmente por que esto no es algo que sea fácil de obtener, pero tan poco es imposible.

Así que toma tu tiempo en esto, no hay prisas, no corras, simplemente camina por ese sendero que te lleva a la aceptación primero y por último a la tan aclamada resignación.

LA RESIGNACIÓN LLEGA EN LA ÚLTIMA ESTOCADA MORTAL DE NUESTRO DOLOR...