2.

-Edificio 2102, piso 16. Okey, aquí estoy... -digo en voz baja suspirando frente a un edificio de color verde opaco. Avanzo y abro la puerta de vidrio y veo a el portero. Le sonrió y el me saluda con la mano.

-Buenos tardes, señorita -dice cuando me acerco a el. Es un poco rubio y tiene los ojos de un azul infinito. -Usted es nueva, jamás la había visto por aquí.

-Así es, he llegado hoy... -contesto apoyando mis brazos en el mostrador. Estoy cansadísima, ni aguanto llegar a mi nuevo departamento pero no quiero ser grosera con él.

-Llámeme Arthur, y usted, ¿cómo se llama?

-Gigi, Gigi Hadig -musito mirándolo. El asiente y sonríe.

-Lindo nombre, creo que le irá bastante bien. ¡Eso espero! Parece ser una buena persona -comenta Arthur escribíendo algo en un computador. Tiene puesto una especie de traje, lo hacia parecer formal pero lo hago y necesario para no excederse.

-Gracias, Arthur y eso espero, la verdad. -me enderezo y volteo hasta los ascensores. -Nos vemos luego!

-Nos vemos, señorita Hadig.

Apretó el botón de subida y el ascensor se abre de inmediato. En mi casa, también vivía en un edificio pero el ascensor parecía demorarse una eternidad. Era mejor usar las escaleras.

Llego al piso 16 y me doy cuenta de que solo hay dos puertas. Una en la izquierda y otra en la derecha. Diviso el numero 1602 y pongo la llave. Tomó aire y doy vuelta. Delante de mi se alza el departamento perfecto. Una sala pintaba de color rojo con un sofá en el medio. Frente a ella, había un estante perfecto para poner mis libros. Seguí avanzando y llegué a la cocina. Un pequeño pasillo con encimeras, un horno, un microondas y la cocinilla. Salgo de ella y voy a la pieza del fondo. Era al menos, dos veces mi ex habitación. Tenía una cama de dos plazas y un mueble con una pequeña televisión en frente. Cierro los ojos t me lanzo en ella. A los pocos minutos, me quedo dormida.

Y era tan perfecto como para poder ser duradero hasta el infinito. El sonido de mi celular me despertó y rápidamente vi que tenía un correo. El hijo del presidente de la editorial me dijo que debía tener un correo especial para el trabajo. Me lo dio y ahora estaba sonando porque se empezó a llenar el box. Deslizó mi dedo por la pantalla y se abre el primer correo.

"Señorita Hadid:

Primero que todo, le presento mis disculpas por no poder estar en su entrevista, pero tuve un problema que tuve que solucionar urgente. Ahora mismo, me encuentro en Chicago, pero le aseguro que trataré de llegar lo antes posible para poder conocerla. Mi hijo me ha informado que la ha contestado, usted tiene suerte porque el es muy dedicado a su trabajo y la verdad es que se lo toma muy enserio cuando toma mi lugar; así que cuando contrata a alguien, es porque de verdad vale la pena.

Ansioso de ver su trabajo y conocerla,

Atte,

Kyle Styles, presidente editorial."

Sonrió y abro la ventana para responderle pero una notificación me bloquea la acción. Se abre de inmediato un nuevo e-mail, pero esta vez es mucho más corto.

"Tienes que estar acá a las 14:30. Trae tu portafolios.

Harry Styles."

Tomó aire y lo boto de inmediato. Veo el reloj de mi celular y veo que aun tengo una hora. Me meto al baño y me doy una ducha rápida. Cuando salgo un envuelta en la toalla, me dispongo a abrir mi maleta para elegir mi atuendo para hoy. Al final me decido por un bleizer negro, una falda con unas flores y unos zapatos de taco alto, pero no tanto.

Llego a la editorial con 5 minutos de anticipación. Ahora , en el vestíbulo hay una chica morena vestida con un vestido un poco elegante. Comienzo a retractarme de cómo estoy vestida pero justo ella me ve. Sonríe ampliamente y me hace señas para entrar.

-Hola, soy Gi... -comienzo a decir pero ella levanta una mano. Tiene las uñas acrílicas mas llamativas que he visto jamás. Estoy a punto de preguntarle por qué lo hizo pero me arrepiento.

-Sé quién eres. Gigi Hadid. La nueva chica -dice ella sonriente. Tiene un labial rojo fuertísimo que resalta sus ojos verdes. -El señor Styles nos ha informado de ti apenas te contrató.

¿El señor Styles sería Harry o su padre? El se presentó ante mi como Harry, pero ella lo llamó el señor Styles... ¿Cómo debo llamarlo? Siento un ruido a mis espaldas así que me volteo. Harry está frente a la puerta de la oficina en la que entré en la mañana apoyado en el umbral. Sigue vestido exactamente igual y me pregunto por qué no estará vestido más formal. Está cruzado de brazos y con el ceño fruncido.

-Veo que ya haz conocido a Lia -dice el con su voz ronca. Deja caer sus brazos a ambos lados de su cuerpo y camina hacia mi. Le echa un vistazo a mi portafolio negro cubierto de fotografías que imprimí hace unos días para que no se viera tan apagado. Harry alza una ceja pero antes de que proteste, el camina hasta la puerta que hay en el fondo. -Ven.

Camino detrás de el y me doy cuenta de que la puerta es también de vidrio y deja ver un gran pasillo con ambos costados con al menos seis mesas una tras otra. Hay unas personas trabajando pero no se dan vuelta cuando paso a su lado. Harry se detiene en el ultimo cubículo de la derecha. Me fijo que está completamente ordenado. Tiene un montón de papeles acumulados en una fila. Sobre ellos, hay una engrapadora que me imagino que puso para que no se volaran. Hay una laptop que está apagada. Harry se sienta y prende la computadora.

-Éste es mi lugar de trabajo, lo usaré como ejemplo para enseñarte lo que harás hoy.

Asiento con la cabeza mientras no puedo sacarme el pensamiento de mi cabeza. Si es el hijo del presidente de la editorial, ¿Por qué no tiene una oficina en vez de este cubículo?

-Gigi... -repite Harry mirándome. Se está mordiendo el labio por dentro y lo sé porque yo siempre lo hago.

-Lo siento, ahora si. -me disculpo cambiando mi peso a la otra pierna. Harry me ve y se levanta rápidamente y me ofrece asiento. Lo hago y el apoya su mano en el respaldo de la silla mientras con la otra apunta la pantalla de la computadora.

-Bueno, em... aquí te llegarán los correos que te pueden enviar cualquiera de ellos, pero principalmente lo hará mi padre. No lo puedes usar para enviar e-mails personales, ¿está bien? -se endereza y apoya su espalda en una pared del cubículo. Prácticamente, apoya su cadera porque hasta ahí llega. Debe medir al menos un metro ochenta. -Te enviaré el primer manuscrito ahora mismo, se supone que lo tenía que hacer yo, pero puede servir como prueba.

-Muy bien, y... ¿dónde trabajo yo? -pregunto aun mirando la pantalla. Su mirada es un tanto intimidante y tenerlo sobre mi, es aun peor. El se despega de la pared y avanza hasta el cubículo del frente.

-Aquí es.

-Perfecto -musito levantándome.

A las 2 horas después, ya voy por la mitad del manuscrito que me está cansando muchísimo, teniendo en cuenta de que no he descansado lo suficiente para poder pensar con claridad. Me duelen los ojos por estar tanto rato frente a la computadora que no estoy acostumbrada, pero una figura aparece frente a mi.

-No es necesario que lo termines hoy, pero si vas tan apresurada.... -dice apoyando sus brazos sobre el cubículo. Me echo hacia atrás cerrando los ojos. Me había sacado el bleizer hace una hora porque había comenzado a hacer calor, de modo en que quedé solo en una remera básica.

-No, creo que ya no puedo más -digo riendo. El no hace nada solo que me mira fijamente mientras río. Golpea suavemente la pared con la mano y suspira.

-Son las siete y media, puedes irte a las ocho. ¿Es la primera vez que estás en Nueva York -asiento con la cabeza. -Entonces supongo que aun no te manejas muy bien... Yo salgo un poco mas tarde, pero si no tienes problemas, puedes irte conmigo.

-Está bien, si no es molestia... muchas gracias.

Harry frunce los labios y se aleja por el pasillo. A las ocho me siento en el sillón del vestíbulo y me doy cuenta de que Lia ya no está. La puerta en dónde está Harry está cerrada así que decido llamar a mi amiga.

-Hey -grita ella desde la línea. -¿cómo estás, cariño?

-Estoy bien, muy bien. Hasta ahora todo va bien pero no aguanto llegar a casa.

-Me imagino, siempre fuiste la floja -la escucho reír. -pero ya es tarde, ¿sabes tomar taxis y esas cosas?

-Katy, no soy tonta -escucho que ella resopla y tengo unas ganas de golpearla. -pero mi... bueno, jefe temporáneo, se ha ofrecido a llevarme.

-Wooooooow, espera. ¿Cómo es? ¿Es guapo? Cuidado, tigresa -ruge ella.

-Oye, es el hijo de mi jefe y solo está siendo amable, aparte, es un poco serio. -digo mirando mis pies. Los golpeo en el suelo para entretenerme mientras espero y veo que la puerta frente a mi se abre. Harry aparece frente a mi, pero se voltea para cerrar la puerta. -Debo irme, hablamos luego. -me despido de mi amiga y cuelgo deseándo con todo mi ser que el no haya escuchado lo que dije aunque no fuera nada fuera de lo normal.

-¿Llevas mucho tiempo aquí? -pregunta Harry avanzando hacia mi. Camino hasta fuera de la puerta de vidrio y el apaga las luces para cerrar con llave.

-No.

-Me alegro, mi auto está en el estacionamiento, así que tendremos que bajar. -murmura y entra en el ascensor. Hago lo mismo y las puertas se cierran. No puedo evitar mirar la marca de tinta que está sobre su mano, hoy no la noté, pero ahora no puedo dejar de mirar. El se da cuenta y se guarda la mano en el bolsillo y justo cuando creo que el momento no puede ser más incomodo, el ascensor parece ser interminable.

y aquí está el segundo capitulo de Writers. Espero que les esté gustando a los que la han leído hasta ahora y subiré el tercer capítulo en unos días. Ayúdenme con votos y propagación de la fic!. Vamos que se puede!!!!

Gracias, un besote. Monse.

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