día #30

•fantasmas acosadores•

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// A D V E R T E N C I A S //

❣ pareja ;; yoongi x taehyung
❣ yoontae ;; yoongi tops! taehyung bottom!
❣ otros shipps ;; no hay
❣ [ 07•12•18 ]
❣ obra 100% de mi autoría, si la copias te mato alv

❣ el niño de la gorra roja
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Min Yoongi, un hombre de 24 años que había usado los ahorros de toda su vida para comprar un casa propia, por fin teniendo independencia y saliendo del hogar que sus padres le brindaron durante tanto años. Era una buena casa, algo apartada de la ciudad, como siempre deseó, grande, casi como una mansión, vieja como una reliquia y con un jardín enorme, pues estaba cerca del bosque y no había ningún tipo de muro que dividiera su nueva casa con el bosque.

La casa fue demasiado barata para el gusto de los padres de Yoongi, pero para él fue una gran oportunidad que no debía desaprovechar, así que se armó de valor, y la compró.

Y Yoongi realmente debió pensarlo dos veces antes de comprar la casa, pues el vendedor claramente no le iba a decir sobre la peculiaridad de dicho lugar.

-Joder. - Yoongi maldijo al ver las pequeñas manchas en el piso de madera. Parecían manchas de ceniza, y odiaba limpiarlas, de por si ya era difícil mantener limpia una casa tan grande, se estresaba cuando esas cosas aparecían.

Se estresaba con él aparecía.

Las ignoró, al igual que el ruido de pasos corriendo por ahí a toda velocidad y de la risa maliciosa que hizo eco en toda la casa. Ahora lo ignoraba, estaba acostumbrado, después de vivir ahí por casi medio año, eso ya no le afectaba en lo más mínimo. Como lo tenía planeado antes, se dirigió al baño, donde tenía planeado tomar una ducha. Era ya tarde, estaba oscureciendo afuera y, después de darse un baño, tenía planeado perder el tiempo haciendo alguna cosa cualquiera y cuando fuese la hora exacta, se iría a dormir. Ese era su plan.

Aunque claramente, eso nunca sucedía como quería. Siempre había algo -alguien- que se lo impedía.

Llegó al baño, cerró la puerta con seguro -aunque eso no le ayudaba en mucho-, se desnudó mientras encendía la regadera, y cuando el agua salió tibia, se metió. Cerró sus ojos, sintiendo relajación instantánea cuando la tibia agua toco su cuerpo desnudo, donde talló un poco aún con los ojos cerrados. Ese era uno de sus momentos favoritos en el día, cuando se encontraba solo bajo la regadera, con el agua tibia dando directo a su piel tensa.

Nada podía sacarlo de su momento de paz.

-¿Ese tamaño se va a quedar para siempre o va a crecer más?

Cancelen. Había sólo una cosa en el mundo que podía joder todo su día sólo con su más mínima interacción.

Yoongi abrió los ojos y miró hacia abajo, justo frente a su entrepierna y a buena distancia, viendo la cabeza que salía de la pared de la ducha, de un niño de algunos 6 años, sus manos en puños en su barbilla, una sonrisa de fingida inocencia y unos claros ojos llenos de travesura, con su cabello castaño un tanto largo y su característica gorra roja.

-¿No vas a decir nada? - Preguntó el pequeño niño, metiendo la mitad de su cuerpo por la pared e invirtiendose a si mismo, quedando boca arriba. -. Porque, bueno, acabo de hablar sobre el tamaño de tu pe--

Yoongi estrelló su pie desnudo en la cara del niño.

Con ese golpe, expulsó al espíritu de su momento de paz, haciendo que su mitad de cuerpo regresarán al otro lado de la pared. Fingió que no sucedió nada y continuó con su baño, sólo que ahora un poco más alerta, por si volvía aparecer.

Cuando acabó, salió de la ducha, se secó con una toalla y fue a su habitación con una toalla en la cintura y otra en la cabeza, la cual usaba para secarse de camino a la habitación. Una vez dentro arrojó la toalla al suelo sin importarle mucho donde cayera, yendo al armario para sacar ropa cómoda para esa noche. Abrió la puerta de el mueble y, cuando movía la ropa para encontrar algo cómodo que ponerse, nuevamente una cabeza apareció en la pared, con su rostro serio y ojos pelados, mirando fijo.

-¿Min Yoongi, por qué eres tan cruel? - Susurró la dulce voz infantil.

Yoongi tomó una camiseta holgada, un short y estrelló su pie desnudo contra la cabeza, haciendo que volviese al otro lado de la pared.

Yoongi se vistió con la ropa que tomó, sin percatarse de como la toalla que anteriormente había arrojado al piso comenzaba a elevarse hasta que parecía que un niño de unos 6 años estaba debajo de la tela. El bulto caminó lentamente hacia él, de espaldas a Yoongi, uno de sus pasos crujiéndo bajo la madera, por lo que Yoongi le sintió y, cuando estuvo justo detrás de él, dio media vuelta dando una patada voladora con su pie desnudo, haciendo la toalla junto con el bulto a estrellara contra la pared y desapareciera, la toalla cayendo al suelo.

-Una molestia. - Murmuró en voz baja, saliendo de su habitación con el cabello aún húmedo y ya vestido. Quitaba un poco de agua con la toalla que no había dejado, pues de todas formas se secaría por si solo.

Yoongi fue a la sala de la gran casa. En el momento en el que entró, logró ver al mismo niño de todas las veces anteriores, sólo que ahora no sólo su cabeza, ésta vez estaba con su cuerpo completo, sentado en el sofá individual cruzado de brazos con un libro en las piernas. Miraba a Yoongi de mala manera, con un puchero en sus labios y el ceño fruncido.

-Eres el peor humano con el que me he topado. - Dijo el niño.

-Ajá, si, ya me lo has dicho. - Yoongi fue hasta el niño, agarró el libro en su regazo y se dirigió al sofá familiar de la sala, donde se recostó y comenzó a leer el libro como si nada.

-¡Si continúas con esa actitud me iré de aquí! - Chilló el niño, levantándose de su lugar y poniéndose en una postura seria.

Yoongi le dio una rápida mirada y después volvió a su libro.

-Quiero ver que lo intentes, zashiki-warashi*.

-¡Mi nombre es Taehyung!

-Lo que digas, Tae.

-Voy a jalarte los pies mientras duermas.

Eso es lo que el niño era, un zashiki-warashi. Un espíritu con forma de niño que vivía en los hogares o establecimientos de las personas. Si había uno en tu hogar, debías de cuidarle como si de tu hijo se tratara para mantenerlo en el hogar, pues tener uno es sinónimo de riquezas y buena suerte, por lo que debes de mantenerle contento.

Lo malo venía cuando dicho espíritu dejaba el lugar, pues una vez que se iba, toda tu suerte la perdias y, en el peor de los casos, quedabas en quiebra.

La casa que Yoongi compró era famosa por dicho espíritu. Se conocía que el niño de gorra roja vivía en la casa desde hace varios siglos, incluso cuando la casa estaba abandonada y en venta, dando la bienvenida al hogar cuando una familia nueva llegaba.

El pequeño espíritu tenía algo de fama por el lugar, según la información que Yoongi logró recolectar; al parecer, el niño de la gorra roja vivía con la familia alrededor de unos 3 meses, llenándoles de riquezas, buena suerte, y felicidad. Entonces se aburría de ellos, y dejaba la casa después de esos 3 meses, hundiendo a la familia en la mala suerte, oscuridad y miseria.

El espíritu del niño de gorra roja se hacía llamar Taehyung, así fue como se presentó ante Yoongi cuando se conocieron por primera vez. Yoongi se habia sorprendido tanto cuando le vio por primera vez, y Taehyung se divirtió tanto con asustarlo y acosarlo todo el tiempo, pues hacia casi una década que nadie se mudaba, estaba falto de diversión.

Todo fue risas para Taehyung hasta que, luego de un mes, Yoongi dejó de asustarse y se terminó por acostumbrar a su presencia. Incluso si Taehyung se aparecía de pronto, si le amenazaba con irse de la casa, Yoongi no reaccionaba.

Y lo interesante aquí es que, ya había pasado más de los tres meses que dicen los rumores, casi medio año, y Taehyung seguía ahí. Seguía jodiendo.

-Min Yoongi uno, Min Yoongi dos, Min Yoongi tres, Min Yoongi cuatro, Min Yoongi cinco, Min Yoongi seis, Min Yoongi siete, Min Yoongi ocho, Min Yoongi nueve, Min Yoongi... ¿qué sigue? Ah, lo olvide, comenzaré de nuevo. Min Yoongi uno, Min Yoongi dos, Min Yoongi tre--

Yoongi no pudo soportarlo más y salió de la sala rápidamente.

Taehyung rió de forma traviesa, cubriendo su boca y riendo en voz baja. Se sentó en el suelo, con su rostro rojo por las patadas antes recibidas de Yoongi, y se sintió solo sin Yoongi por ahí, dejando de reír de inmediato.

Habían tres buenas razones por las que Taehyung no abandonada el hogar, rompiendo con su propio récord de estadía.

1) Yoongi vivía solo.

Era la primera vez que un humano solitario vivía en esa gran casa; Taehyung estaba acostumbrado a vivir con grandes cantidades de humanos, pero con Yoongi era distinto, porque sólo era él y eso le parecía muy interesante.

2) Le gustaba acosarlo.

Le gustaban las reacciones de Yoongi sobre cualquier otras reacciones recibidas antes de cuando lo acosaba. Era divertido esquivar las cosas que le lanzaba a sus golpes.

3) Yoongi era amable con él porque quería, no porque lo necesitaba en su hogar.

En ese momento, Yoongi volvió a la habitación, dejando en el suelo frente a Taehyung un plato con galletas de chispas de chocolate y un vaso grande de leche con chocolate. El niño de gorra roja sonrió feliz, tomando de inmediato una galleta, remojando en la leche y después mordiendo, saboreando la comida.

En ese instante, antes de que Yoongi se fuera, sintió la gran mano del mayor dar una suave caricia en su cabeza por sobre la gorra. Su mano tibia. Taehyung oculto sus mejillas teñidas de rojo y se fijó en Yoongi disimuladamente, como volvía a acostarse en el sofá a leer el libro que Taehyung había elegido para él ésta noche, como si sus acciones no significaran nada.

Y eso Taehyung lo apreciaba. Todos los que se mudaban a esa casa trataban con falsa amabilidad a Taehyung por su poder. Lo querían para traer suerte a sus vidas, pero a la vez para prevenir la desgracia que caería en sus vidas si el espíritu decidía irse. Yoongi le cuidaba sin pedir nada a cambio, Yoongi nunca le pedía que se quedará para siempre, o que se fuera de una vez.

Yoongi sólo vivía su vida diaria con Taehyung ahí, acosándole.

-Un día de estos realmente me iré. - Amenazó el castaño, comiendo otra galleta y haciendo un rostro de chico malo.

Yoongi volvió a darle una rápida mirada, para después volver a su lectura, sólo que ahora con una sonrisa burlona en el rostro.

-Quiero ver que lo intentes, fantasmita.

-¡Ya te dije que me llamo Taehyung! ¡juro que ésta noche será la peor de tus noches! ¡voy a hacer un desastre por toda la casa, ya lo verás!

-Lo que digas, Taetae.

-Okay, ese último estuvo lindo, así que te voy a perdonar, humano estúpido, pero que no se vuelva a repetir.
























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| C U R I O S I D A D E S |

🌱 zashiki-warashi: (niño de la habitación de huéspedes) es un tipo de ser espiritual perteneciente al folclore japonés. protege las casas y a sus habitantes de cualquier peligro, proporcionando felicidad y prosperidad.

🌱 nuevamente mi lado otaku sale a lucirse.

🌱 en un inicio juro que no tenía idea de qué narices poner aquí, es decir, "fantasmas acosadores", ¿qué putas es eso? entonces al meterme en las explicaciones del challenge, se explicó éste os, pero no entendí (como siempre), así que me fui a leer los comentario y un user comentó "puede ser un ejemplo: un espíritu acosa a un humano mientras se ducha o algo así"... y de ahí nació todo.

🌱 creo que escribí esto cuando estuve viendo un anime, no recuerdo el nombre y me da pereza buscarlo, pero recuerdo bien los personajes de dos niñas que vivían en casa de satán (pero el satán de japón), eran hermanas y me daban ternura. y también eran zashiki-warashi las dos.

🌱 puede que taehyung no se adapte a un 100% a un zashiki-warashi original, pero por mi está bien así.

🌱 éste es el último os, en un par de horas subiré más curiosidades sobre toda ésta mierda y hablaré sobre futuros fanfic que podrían salir de algunos os's de aquí.

🌱 os de más de 1,000 palabras.

🌱 en multimedia un fanart de taetae ayudando a minmin a bañarse.

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