vi. Augurios
capítulo seis: augurios.
✿✼:*゚:༅。.。༅:*・゚゚・⭑
A VECES, FIONA deseaba que Octavian simplemente se arrojara a las alcantarillas y se quedara allí. Sinceramente, le haría la vida mucho más fácil y él se llevaría bien con las ratas, teniendo en cuenta que se vía exactamente como una: flacucho, de ojos pequeños con la nariz crispada como si tuviera bigotes y una voz chillona y molesta cuando no conseguía lo que quería.
El Templo Júpiter Optimo Máximo era exactamente eso: el mejor y más grande. El piso de mármol estaba grabado con elegantes mosaicos e inscripciones proféticas en latín. Sesenta pisos por encima, el techo abovedado brillaba de color dorado. Todo el templo estaba abierto al viento. En el centro, se encontraba un altar de mármol. Octavian estaba allí haciendo sus rituales frente a una enorme estatua dorada del rey de los dioses, vestido con una toga de seda púrpura, sosteniendo un rayo.
—No se parecen.—murmuró Percy de repente.
Fiona y Hazel fruncieron el ceño.—¿Lo siento?
—El rayo.
—¿De qué estás hablando?
—Yo...—Percy frunció el ceño. Por un segundo, parecía que iba a responder, pero luego no lo hizo.—Nada, me imagino.
Octavian levantó las manos y más relámpagos rojos destellaron en el cielo, sacudiendo el templo. Luego bajó las manos y el estruendo cesó. Las nubes cambiaron de gris a blanco y se separaron.
—¿Qué está haciendo?—murmuró Percy.
Octavian se dio la vuelta y les dedicó una sonrisa torcida y demente. En una mano sostenía un cuchillo y en la otra había un oso de peluche rasgado. Tenía el ojo morado de cuando Fiona lo había golpeado ese mismo día. Ella estaba satisfecha de ver eso.
—Percy.—Hazel lo presentó.—Este es Octavian.
—¡El graecus!—Octavian exclamó.—Qué interesante.
—Uh, hola.—Percy lo miró con cautela.—¿Estás matando animales pequeños?
Octavian miró el osito de peluche y soltó una carcajada.—No, no. Hace mucho tiempo, si. Solíamos leer la voluntad de los dioses examinando las tripas de los animales: pollos, cabras, ese tipo de cosas. Hoy en día, usamos estos.—le arrojó el oso a Percy, quien lo atrapó.
Lo miró fijamente y luego la pila de animales de peluche mutilados al pie de la estatua.—¿En serio?
Octavian dio un paso hacia él. Percy dio un paso hacia atrás, cauteloso de él. Octavian entrecerró los ojos.—Pareces nervioso.
—Me recuerdas a alguien.—contestó Percy.—No puedo recordar quién.
—Posiblemente mi tocayo, Octavian Augustus Caesar. Todo el mundo dice que tengo un parecido notable.
Fiona ahogó su risa que se convirtió en una toz. Octavian le envió una mirada irritada.
Percy seguía mirándolo, como si tuviera miedo de que lo cortara a él en lugar del oso de peluche.—¿Por qué me llamaste griego?
—Lo vi en los augurios.—Octavian apuntó hacia la pila de relleno en el altar.—El mensaje decía: el griego ha llegado. O, posiblemente: el ganso ha llorado. Creo que la primera interpretación es correcta. ¿Quieres unirte a la legión?
(Ahí estaba de nuevo: griego, griego, griego, griego. Fiona no conocía bien a Percy Jackson, peor si sabía que había algo extraño en él, algo que le erizaba los pelos de la nuca).
Hazel contó la historia de todo lo que sucedió desde que se encontraron en el túnel, las gorgonas, la pelea en el río, la apareció de Juno, su conversación con Reyna...
Cuando mencionó a Juno, Octavian pareció sorprendido.—Juno.—reflexionó.—La llamamos Juno Moneta. Aparece en tiempos de crisis, para aconsejar a Roma sobre grandes amenazas.—miró a Percy con recelo.
—Escuché que la fiesta de la fortuna es esta semana.—habló Percy.—Las gorgonas advirtieron que habría una invasión ese día. ¿Viste eso en tu relleno?
—Lamentablemente, no.—suspiró Octavian.—La voluntad de los dioses es difícil de discernir. Y en estos días, mi visión es aún más oscura.
—¿No tienes... no sé, un oráculo o algo así?
—¡Un oráculo!—Octavian sonrió con diversión.—Qué linda idea. No, me temo que nos acabamos todos los oráculos. Ahora, si quisiéramos encontrar respuestas en los libros sibilinos, te recomendaré——
—¿El siba——? ¿Qué?
—Los libros de profecía.—dijo Fiona.—Con los que Octavian está obsesionado a un punto no muy sano. Los romanos solían consultarlos cuando ocurrían desastres. La gente cree que se quemaron cuando cayó Roma.
—Algunas personas creen eso.—corrigió Octavian con una mueca en su dirección.—Desafortunadamente, nuestro liderazgo actual no autorizará una búsqueda——
—Porque Reyna no es estúpida...
—... Así que solo quedan algunos fragmentos de los libros.—Octavian continuó, ignorándola.—Algunas predicciones misteriosas, como estas.—señaló las inscripciones en el suelo de mármol.
Percy los miró, curioso. Entonces, de la nada, casi tropezó. Si Fiona no hubiera estado ahí para estabilizarlo, podría haber caído de cabeza al cementerio de animales de peluches.
—Ese.—señaló, traduciendo mientras leía en voz alta:—Ocho mestizos responderán a la llamada, bajo la tormenta o el fuego, el mundo debe caer...
—Si, si.—Octavian dijo sin siquiera mirar.—Un juramento que mantener con un último aliento. Y los enemigos en armas ante las Puertas de la Muerte.
—Yo... yo ya sé eso.—todo el cuerpo de Percy estaba temblando.—Eso es importante.
Octavian arqueó una de sus delgadas cejas rubias.—Por supuesto que es importante. La llamamos la Profecía de los Ocho, pero tiene varios miles de años. No sabemos qué significa. Cada vez que alguien intenta interpretarlo... bueno, Hazel y Fiona pueden decírtelo. Suceden cosas malas.
Hazel lo miró fijamente.—Solo lee el augurio de Percy. ¿Puede unirse a la legión o no?
Octavian puso los ojos en blanco, pero los posó sobre Percy, algo calculador. Extendió la mano hacia Percy.—Ese es un espécimen hermoso. ¿Puedo?
Percy lo miró con el ceño fruncido como si estuviera loco, pero Octavian le arrebató la un oso panda que sobresalía de la parte superior de la mochila. Octavian se volvió hacia el altar y levantó su cuchillo——
—¡Hey!—Percy protestó.
Octavian cortó el oso y derramó su relleno sobre el altar. Arrojó a un lado la cubierta del oso, murmurando unas palabras y después de unos momentos, se volvió con una gran sonrisa en el rostro.—¡Buenas noticias! Percy puede unirse a la legión. Le asignaremos una cohorte en la reunión de la tarde. Dile a Reyna que lo apruebo.
Los hombros de Hazel se relajaron.—Uh... genial. Vamos, Percy.
—Oh, y Hazel.—llamó Octavian con una voz cantarina, Hazel apretó la mandíbula.—Estoy feliz de dar la bienvenida a Percy a la legión. Pero cuando llegue la elección de Pretor, espero que lo recuerdes——
—Jason no está muerto.—espetó Hazel.—Tú eres el augur. ¡Se supone que debes estar buscándolo!
—¡Oh! ¡Lo estoy haciendo!—Octavian hizo un gesto hacia la pila de animales de peluches destripados.—¡Consulto a los dioses todos los días! Desgraciadamente, después de ocho meses, no he encontrado nado. Por supuesto, sigo buscando. Pero si Jason no regresa antes de la fiesta de la fortuna, debemos actuar. No podemos tener un puesto de poder vacío por más tiempo. Espero que me apoyes como pretor. Tú también, Fiona. Significaría mucho para mi.
Fiona apretó los puños.—En tus sueños, Octavian.
Hazel hervía.—¿Yo, apoyarte a ti?
Octavian se quitó la toga y la colocó junto con su cuchillo en el altar.—Después de todo.—dijo hacia Hazel.—Tal vez pueda ayudarte. Sería una lástima que esos horribles rumores sobre ti sigan circulando... O, Dios no lo quiera, resulten ser ciertos.
Fiona apretó los dientes. Ella iba a golpearlo de nuevo, ¿Cómo se atrevía a chantajear a Hazel por su pasado? Pero, Hazel la detuvo dándole un tirón a su brazo.
Ella respiró hondo. Sus nudillos estaban blancos.—Lo pensaré.
—Excelente.—sonrió Octavian.—Por cierto, su hermano está aquí.
Las chicas se pusieron rígidas.—¿Nuestro hermano?—preguntó Hazel.—¿Por qué?
Octavian se encogió de hombros.—¿Por qué tu hermano hace algo? Las está esperando en el santuario de su padre. Solo... ah, no lo inviten a quedarse mucho tiempo. Tiene un efecto perturbador en los demás. Ahora, si me disculpan, tengo que seguir buscando a nuestro pobre amigo perdido, Jason. Encantado de conocerte, Percy.
Hazel salió furiosa del templo con Fiona justo detrás de ella. Percy las siguió. Mientras marchaban colina abajo, las chicas maldecían en latín. Una mezcla sobre que era un hijo de gorgona y que debía clavarse su propio cuchillo...
—No deberías permitirle que haga eso.—Fiona dijo, agarrando su daga con fuerza.—¡Oh, lo odio tanto! Si fuera por mi, lo——
—El realmente no será elegido pretor, ¿verdad?—preguntó Percy.
—Ojalá pudiéramos decirte que no. Octavian tiene muchos amigos, la mayoría de ellos comprados. El resto de los campistas le tienen miedo.
—¿Miedo de ese pequeño flacucho?
—Reyna no es tan mala estando por sí misma.—continuó Hazel.—Pero si Octavian comparte su poder...—ambas chicas se estremecieron.—Vamos a ver a nuestro hermano. Querrá conocerte.
Percy no discutió, así que Fiona y Hazel lo llevaron a una cripta negra construida en la ladera de la colina. De pue frente a él estaba Nico Di Angelo, un adolescente con pantalones negros y una chaqueta de aviador.
—Hola.—Hazel saludó.—Tenemos un nuevo amigo.
—¿Fiona tiene un amigo?—Nico bromeó mientras se daba la vuelta.—Lo creeré cuando lo vea...—se detuvo. Fiona frunció el ceño, alarmada por el reconocimiento que brilló en los ojos oscuros de Nico. Parecía sorprendió, incluso asustado.
—Él es Percy Jackson.—dijo Fiona con cuidado, sin dejar de observar a su hermano.—Um, Percy, este es nuestro hermano, hijo de Plutón.
Nico recuperó la compostura y le tendió la mano.—Encantado de conocerte.—dijo.—Soy Nico Di Angelo.
✿✼:*゚:༅。.。༅:*・゚゚・⭑
Era como si acabara de introducir dos bombas nucleares en un mismo espacio y ahora estuviera esperando saber cuál explotaría primero. Para ser honesta, Fiona, hasta esa mañana, siempre pensó que su hermano Nico era el semidiós más poderoso que conocía (incluso si era más joven que ella. Hey, a ella le costaba mucho admitirlo). Los demás en el campamento Júpiter lo veían como un extraño viajero solitario, tan inofensivo como los faunos, pero Fiona lo conocía mejor. No había crecido con Nico, ni lo conocía desde hacía mucho tiempo. No reveló ser su hermano hasta que Jason desapareció y entonces él llegó a su lado diciendo: "Oh, eres hija de Plutón, así como legado de Victoria, lo que significa que tienes una debilidad. Aquí está tu collar que podría matarte, adiós". Pero ella sabía y Hazel también sabía, que Nico era mucho más peligroso que Reyna, Octavian o incluso Jason.
Y luego, conoció a Percy.
Había controlado el río y destruido a las gorgonas. Había convertido un lápiz en una espada de bronce. Había alborotado a todo el campamento hablando griego. Había algo peligroso en él, muy peligroso.
Percy y Nico se dieron la mano. Se estudiaron mutuamente y los dedos de Fiona se posaron en su collar. Tenía miedo de que pelearan, la tensión estaba en el aire.
Percy frunció el ceño, luciendo muy preocupado.—Yo... yo te conozco.
Nico alzó las cejas.—¿De verdad?—miró a Fiona y Hazel en busca de una explicación.
Algo en la reacción de su hermano no estaba bien. Se esforzaba por actuar de manera informal, pero Fiona lo había visto entrar en pánico cuando vio a Percy por primera vez. Entonces, ¿por qué estaba fingiendo lo contrario? ¿Qué estaba escondiendo?
Hazel habló en su lugar, también luciendo muy insegura.—Um... Percy perdió la memoria.—ella le dijo a su hermano, para después contarle lo que sucedió desde que se encontraron con Percy.
—Entonces, Nico.—Fiona dijo con cuidado, cruzándose de brazos y arqueando una ceja hacia su hermano menor (puede que sea más joven, pero daba mucho más miedo).—Viajas por todas partes, ¿has conocido a algún semidiós como Percy antes o...?—la expresión de Nico se volvió tan oscura como el Tártaro. Déjalo ir, decía y ella entrecerró la mirada directamente hacia él.
—La historia sobre el ejército de Gea.—Nico cambió rápidamente de tema, volviendo su mirada a Percy.—¿Le advertiste a Reyna?
Él asintió.—¿Quién es Gea, de todos modos?
—Ella es la diosa de la tierra.—Nico miró al suelo como si ella pudiera estar escuchando.—La diosa más antigua de todas. Está en un sueño profundo la mayor parte del tiempo, pero odia a los dioses y a sus hijos.
Percy no parecía creer esto.—¿La madre tierra... es mala?
—Mucho.—contestó Nico.—Ella convenció a su hijo, el titán Kronos, um, quiero decir, Saturno, para que matara a su padre Urano para conquistar el mundo. Los titanes gobernaron durante mucho tiempo. Los hijos de los titanes, los dioses olímpicos, los derrocaron...
—La historia me parece familiar.—Percy sonó sorprendido, como si un viejo recuerdo hubiera flotado parcialmente.—Pero creo que nunca escuché la parte de Gea.
Nico se encogió de hombros.—Se enojó cuando los dioses tomaron el control. Tomó un nuevo esposo, Tártaro, el espíritu del abismo, y dio a luz a una raza de gigantes. Intentaron destruir el Monte Olimpo, pero los dioses finalmente los vencieron. Al menos... la primera vez...
—¿La primera vez?—repitió Percy.
Nico miró a Hazel, incluso Fiona no pudo evitarlo. Su hermana bajó la mirada, la vergüenza llenaba sus ojos dorados.—El verano pasado.—continuó Nico.—Saturno intentó regresar. Hubo una segunda Guerra de Titán. Los romanos en el Campamento Júpiter asaltaron su sede en el Monte Otris, al otro lado de la bahía y destruyeron su trono. Saturno desapareció...—dudó, mirando la cara de Percy. Fiona se preguntó si Nico estaba nervioso por la posibilidad de que el chico recuperara más recuerdos.—Um, de todos modos.—continuó.—Saturno probablemente se desvaneció en el abismo. Todos pensamos que la guerra había terminado. Ahora parece que la derrota de los titanes despertó a Gea. Ella está comenzando a despertar. He escuchado informes de gigantes renaciendo. Si tienen intención de desafiar a los dioses nuevamente, probablemente comenzarán destruyendo a los semidioses...
—¿Le has dicho esto a Reyna?
—Por supuesto.—la mandíbula de Nico se tensó ante la pregunta de Percy.—Los romanos no confían en mi. Por eso esperaba que te escucharan. Hijos de Plutón... bueno, sin ofender, pero creen que somos incluso peores que los hijos de Neptuno. Damos mala suerte...
(Por eso Fiona nunca sería Pretor, sin importar cuánto lo intentara).
—Dejaron que Hazel y Fiona se quedaran aquí.—señaló Percy.
—Eso es diferente.
—¿Por qué?
—Percy.—interrumpió Hazel rápidamente.—Mira, los gigantes no son el peor problema. Incluso... incluso Gea no es el peor problema. Lo que notaste sobre las gorgonas, cómo no morían, eso es nuestra mayor preocupación.—miró a Fiona y Nico, dudando en continuar.—Nico, Fiona y yo.—dijo con cuidado.—Creemos que lo que está pasando es... la muerte no es...
Antes de que pudiera terminar, un grito se escuchó desde abajo de la colina. Frank corrió hacia ellos, vestido con sus pantalones, su polera de campestre morada y su chaqueta de mezclilla. Tenía las manos cubiertas de grasa de limpiar armas.
Llegó al santuario.—Hola Nico...
—Frank.—Nico sonrió. Parecía encontrar a Frank divertido, tal vez porque Frank era el único en el campamento que no se sentía incómodo con los hijos de Plutón.
—Reyna me envió a buscar a Percy.—dijo Frank.—¿Octavian te aceptó?
—Si.—respondió Percy.—Mató a mi panda.
—Él... Oh. ¿El augurio? Sí, los osos de peluche deben tener pesadillas sobre este tipo. ¡Pero estás dentro! Tenemos que limpiarte antes de la reunión de la noche.
Fiona se dio cuenta de que el sol estaba bajando sobre las colinas. El día había pasado muy rápido.—Tienes razón.—murmuró ella.—Será mejor——
—Frank.—la interrumpió Nico.—¿Por qué no bajas a Percy? Fiona, Hazel y yo iremos pronto.
Está bien, definitivamente algo estaba pasando. Fiona compartió una mirada con Hazel.—Eso es una buena idea.—logró decir.—Adelante, chicos, los encontraremos después.
Percy miró a Nico una vez más, como si estuviera tratando de ubicarlo en un recuerdo. Frunció el ceño y sus ojos brillaron con algo que Fiona no podía reconocer exactamente.—Me gustaría hablar contigo un poco más. No puedo evitar sentir que——
—Claro.—estuvo de acuerdo Nico.—Más tarde, me quedaré a pasar la noche.
Fiona lo miró fijamente, sorprendida.—¿Qué?
(A todos los iba a encantar esto. ¿El hijo de Neptuno y el hijo de Plutón llegando el mismo día? Dioses, casi era cómico).
—Ve, Percy.—dijo Nico.—Acomódate.—se volvió hacia sus hermanas.—Mis hermanas y yo tenemos que hablar.
Fiona tenía la sensación de que lo que fueran que tenían hablar, no iba a ser bueno.
+5 COMENTARIOS PARA PRÓXIMO CAPÍTULO :)
━━━━━━━━━━━
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top