🥀| PREFACIO

Un estruendo fuera de la habitación en la que me encuentro hace que abra los ojos de inmediato. Mi corazón comienza a palpitar con mucha fuerza por el susto al no saber que está pasando detrás de esa sensible puerta de madera.

Aunque en el fondo sé que va a pasar.

La puerta se abre de golpe, haciendo que está choque y rebote con la pared.

Me levanto de la cama rápidamente, sintiendo el suelo frío bajo mis pies y mis ojos pesados e hinchados por el cansancio y el llanto de horas atrás.

La habitación está sumergida en un silencio y oscuridad inquietante. Por la ventana de la que alguna vez fue mi habitación se cuela un poco de la luz de la luna y un poco más de la iluminación del pasillo que entra por la puerta; que es muy poca al estar bloqueada por él.

Su silueta se ve tenebrosa, tal cuál como esas películas de horror, donde un asesino serial quiere destrozar tú cuerpo y hacerlo trizas. Aunque realmente no hay una gran diferencia entre ellos dos.

Mientras el asesino quiere destrozar a su víctima físicamente, él quiere hacerlo de las dos maneras; él ya lo hizo de las dos maneras.

Su torso está totalmente desnudo, y lo único que cubre su cuerpo es un pantalón de chándal. Por su piel se le puede ver recorrer unas gotas de algún líquido que termina en el suelo, sus músculos están más trabajados que hace tres años, su cabello castaño claro está mojado y despeinado, y las manos que alguna vez me brindaron calor están cerradas en un puño.

Está enojado.

Su cuerpo está tenso por completo, su pecho sube y baja con dificultad. Yo por mi parte estoy temblando al ver su estado, porque sé perfectamente lo que me espera.

Tengo miedo de lo que una vez él ya hizo.

Ojos verdes. Esos mismos que me miraron alguna vez con sinceridad y bondad ya no existen; no desde aquel día, no desde aquel momento.

A pesar de no poder verlo del todo bien, sé que me está mirando, sé que me observa como una bestia a punto de cazar a su presa.

Y mi miedo sale a flote cuando en un pestañeo solo queda oscuridad.

—Por favor— lloro mientras siento sus pasos aproximarse a mi— déjame, ya me has hecho suficiente daño por favor.

Mis ruegos y sollozos es lo único que se escucha en esta habitación donde solo hay recuerdos de lo que alguna vez fui.

—Kaylee, Kaylee, Kaylee— lo oigo suspirar, y a pesar de no poder verlo, sé que tiene una sonrisa siniestra en sus labios— princesita.

—Por favor, por favor, déjame ir— mi llanto incrementa cada vez más al sentir sus pasos.

Arrastro mis pies, hasta chocar con una pared a mi espalda. Temblando de miedo deslizo mi cuerpo por esta misma, hasta estar sentada en el suelo. Me abrazo a mis piernas intentando crear una barrera para mantenerlo lejos.

Una que el derrumbaría.

Siento su perfume inundar mis fosas nasales cuando se agacha frente de mi. Mi respiración se comienza a agitar más, mi corazón duele con cada palpito, mis pies y manos no reaccionan para alejarlo.

Porque no soy fuerte.

Su mano en mi mejilla me hace tragar con fuerza.

—¿Por qué te dejaría ir, princesita?. ¿No ves qué lo que quiero es tenerte cerca, Kaylee?. ¡¿Acaso no ves que te amo?!— su grito me hace pegar un respingo y sin poder aguantar más grito de dolor.

—Por favor, te lo pido, te lo imploro. Déjame marchar, no se lo diré a nadie, pero por favor déjame ir— mi cuerpo completo arde por la rabia y el dolor, porque no quiero estar aquí, porque no quiero tenerlo cerca de mi.

—Mírame, Kaylee— se levanta y puedo sentir como me mira desde arriba. Pero yo no lo hago— ¡Que me mires, joder!— agarra un puñado de mi cabello y me obliga a mirarlo.

Y solo gracias a la luz de la luna que se cuela dentro de la habitación puedo verlo. Sus ojos están rabiosos, su mandíbula está apretada y su cuerpo está tenso; yo por mi parte estoy asustada.

—Cuando llegues a estar con alguien más, me vas a recordar. Porque eres solo mía, Kaylee. Solo mía.

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🔴∼EN ESTA HISTORIA SE ABORDARÁN TEMAS SENSIBLES ⊰DEPRESIÓN, ANSIEDAD Y ABUSOS...⊱