❁⋆Capítulo: VIII⋆❁
❁⋆Cambios de humor⋆❁

Kaylee Felling

Silencio, eso era lo que había, silencio. ¿qué voy a hacer ahora?, si la Dra. Jiménez cuenta lo que me sucedió... No quiero ni imaginarme como me mirarían.

—¿Se conocen?—pregunta Ryan confundido.

La Dra. se me queda viendo varios segundos, buscando algo en mi mirada que le dice que no diga nada.

—No...

—Si...

Hablamos las dos al mismo tiempo pero con respuestas diferentes. Ryan, Olivia e incluso Laura, se nos quedaron viendo extrañados.

—Digo...—hablo al cabo de un minuto—una vez a tú madre se le cayeron unos papeles en la calle y yo la ayudé, y por eso se sabe mi nombre, pero no nos conocemos así del todo.

Busco la confirmación de la Dra. y ella entiende lo que quiero ocultar. Así que asiente levemente.

—Eso fué lo que pasó —Ryan nos mira con una ceja levantada, la doctora al notar su mirada cambia de tema— Bueno les traje unos regalitos a mis niños hermosos.

—¡Si!—Eso sirvió como distracción para Olivia, pero no para Ryan que me miraba tratando de descubrir algo.

Ignorando su mirada subo a su habitación para buscar mi celular que estaba en la mesita de noche, al salir Ryan aparece frente a la puerta. Trato de ignorarlo pasando por su lado pero este me detiene.

—No me creo ese cuento.

—¿Qué cuento?— pregunto haciéndome la tonta.

—Ese que conociste a mi madre en la calle —me mira fijamente a los ojos y yo no aparto la mirada.

—Pues no es cuento, y siento mucho que no te lo creas— le digo con la voz arisca y este me mira serio y molesto.

—Estás molesta— ruedo los ojos y suspiro.

—Eso a tí no te importa, ahora si me permites tengo que irme—hago un ademán de pasar por su lado pero me agarra de la cintura y me devuelve al lugar donde estaba.

—Yo te llevo.

—No quiero, además tú novia está ahí —trato de no sonar borde, pero no funciona. Ryan esboza una linda sonrisa que me hace sonrojarme.

—¿Celosa?— ahora la que se sonríe soy yo, pero lo hago abiertamente dejando ver mis dientes.

—Es... ¿es en serio?—Lo miro esperando a que me dijese que estaba bromeando, pero al parecer no —¿Yo celosa?, Ryan a mi no me importa tú vida, ¿Ok?—volteo los ojos y salgo de esa casa lo más rápido que puedo.

¿Como demonios se atreve? Por favor, lo que me faltaba, ¿Celosa yo? ni que el fuera un Dios. Saco mi móvil del bolsillo de mi short y veo que tengo varios mensajes de Camille, de Lucas y uno de mamá.

Camille:
¿Kaylee dónde estás?
¡Responde!
Estoy preocupada
¡Kaylee Felling!
Llámame

Cierto, olvidé decirle ayer que me iba de la fiesta. Solo espero que no se lo halla dicho a mi madre.

Yo:
Tranquila, si mamá te llama preguntando por mi, le dices
que ya voy para la casa.
Te quiero.

Camille:
¡Dios santo Kaylee!
¡¿Donde demonios estabas?!
¡Por poco me muero de un infarto!
¿Por qué le digo eso a tú mamá?

Yo:
Luego te cuento solo dile eso

Salgo del chat de Camille y entro al de Lucas.

Lucas:
¿Donde estás?
Llámame

No podía responderle ahora, necesitaba buscar un taxi para poder regresar, aunque creo que por aquí no pasa ninguno. Decido pedir un Uber que tardaría unos diez minutos en llegar.

···

A las 10:05 a.m debo estar en la Plaza Nacional para el homenaje a nuestro pueblo. Entro a casa y me encuentro a mi abuela sentada en su sillón tejiendo mientras mira el televisor.

—Hola abu —le doy un beso en la frente y me siento en el sillón de al lado.

—Hola cariño, ¿Cómo estuvo la fiesta ayer?—pregunta mirando un programa en la T.V y haciendo movimientos difíciles con las agujas de tejer, o bueno, para mi son difícil.

—Bien abuela, voy a cambiarme para ir a una actividad de la escuela— ella asiente y yo corro hasta mi habitación. Me quito la ropa que tenía puesta y me pongo un vestido rojo de vuelos con dibujitos de flores blancas, y unos tenis blancos, me hago algunos rizos en el cabello y lo dejo suelto, sencillo pero lindo.

Termino de aplicar un poco de base sobre el pequeño golpe de ayer para disimular un poco la rojez. Por suerte solo ha sido un pequeño golpe, y gracias a los cuidados exagerados de Ryan y Olivia no iba a tener un feo moretón.

Salgo de mi casa y camino a la casa de Camille, no vivíamos tan lejos pero si lo suficiente como para cuando llegue a su casa estuviera cansada.

· — · — ❁ — · — ·

—¿Te falta mucho?— pregunto por décima vez en un tono aburrida.

—Casi, casi termino, solo...— termina de colocarse un broche en el cabello y sonríe —Listo.

—Al fin.

Al salir de su casa Lucas, Fredd y Zoe nos estaban esperando en la camioneta de Lucas. Hablamos, reímos, cantamos en todo el camino hasta llegar a la Plaza.

···

—Ayer te desapareciste, ¿Dónde estabas?— pregunta Lucas caminando a mi lado.

—Me fuí temprano —miento. Aunque ciertamente era verdad.

—¿Pero con quién?— se detiene para comprar helado.

—Lucas, ¿a que vienen tantas preguntas? —trato de parecer lo menos molesta posible pero no sirvió, desde que salí de la casa de Ryan tengo el peor humor del mundo.

—Hola— saluda una chica a nuestra espalda. Me volteo y veo a Harry mirarme directamente a mi y yo cambio la mirada un poco nerviosa pero luego lo vuelvo a mirar sin apartar la vista.

—Hola Harry, hola Lilliam— los saluda Lucas muy educado y yo solo me dedico a observar a Harry que aún no aparta la mirada de mi.

—¿Qué tal están?— pregunta la tal Lilliam.

—Bien, ¿Y ustedes, como va su relación?— le pregunta Lucas a Lilliam. Al parecer si están juntos.

—Muy bien— Lilliam se abraza al brazo de Harry.

—¿Puedo hablar contigo Kaylee?— habla por fin Harry y Lilliam lo mira confundida.

—Eh... Si— digo no muy segura de lo que me va a decir.

Camino con Harry hasta donde está la fuente dejando a Lucas y a Lilliam frente al puesto de helados viéndonos alejarnos.

—¿Es verdad lo que dijiste ayer?— lo miro confundida.

—¿Qué dije ayer?— la verdad no recuerdo ni la mitad de lo que pasó ayer.

—Lo de la violación —mi corazón comienza a latir muy fuerte, ¿Yo le dije a Harry lo que me pasó? Los ojos se me empiezan a humedecer.

Ahora que va a pensar de mi, ¿Y si se lo cuenta a alguien?. Ya comenzaba a sentir como me faltaba la respiración, me iba a dar un ataque de pánico aquí, frente a todos. Levanto la mirada y puedo ver a Ryan mirándome un poco molesto, la chica morena está a su lado, al notar la preocupación en mis ojos se asusta y camina hasta mi.

—¿Es cierto que intentaron abusar en tí en la fiesta de ayer?—no sé por qué pero sentí mi pecho relajarse, pensaba que estaba hablando de...

—No lo recuerdo, ayer bebí demasiado —vuelvo a levantar la mirada y Ryan se acerca demasiado rápido, así que lo fulmino con la mirada para que se detenga. Y funciona.

—¿Y lo otro...?— pregunta ¿nervioso?... ahora que habré dicho.

—¿Que más dije?— pregunto poniendo los ojos en blanco.

—Nada, nada olvidalo—dice restándole importancia.

—Pero...

Lucas y la pelirroja se nos acercan anunciando que ya va a empezar la celebración, los cuatro caminamos hasta el centro de la Plaza donde ya hacían varios jóvenes y un pequeño escenario. Paso la mirada por encima de varios chicos intentando ver a Camille y a Fredd, o a Zoe, pero no veo a nadie.

—Lucas voy a ver si veo a los chicos.

—Te acompaño.

—No, búscalos tú también

—Está bien.

Camino entre los cuerpos de los estudiantes que estaban ahí, incluso sentí que me tocaron el culo varias veces, descarados. Observo hacia todos lados hasta que choco con un cuerpo bastante grande y fuerte.

—¡Ay!—chillo mientras me acaricio la frente.

—Deberías de ver por donde caminas —habla una voz bastante conocida con un tono burlón. Levanto la mirada y me encuentro con unos ojos verdes casi de un tono amarillento.

—Hola Stefan—le sonrío.

—Hola Kaylee, ¿Cómo estás?—me sonríe de vuelta. Se acordó de mi nombre.

—Bien...

—Hola— saluda Ryan parándose al lado de Stefan.

—El que faltaba —murmuro muy bajo

—¿Dijiste algo pecesita?—mi corazón comienza a latir al escuchar el apodo que me puso y trato de ocultar una sonrisita que quería salir.

—¡Bro!—Stefan abraza fuertemente a Ryan.

¿Y esto? ¿Ellos se conocen? Es que todos me van a volver loca. Ryan me mira y me sonríe.

—Kaylee.—lo ignoro y sigo buscando a los chicos.

Camino un poco más y veo a Harry en un grupo de chicos con Lilliam, le estaba haciendo cosquillas. Esbozo una sonrisa al verlo tan feliz.

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—¡Basta Harry!— le digo entre risas mientras continúa haciéndome cosquillas.

—Pídeme perdón —sonríe. Disfruta haciéndome cosquillas.

—¡Perdón, perdón!—continúa con las cosquillas —¡Detente!

—Muy bien—me aparta el cabello que tenía en la cara y me mira fijamente —sabes que te quiero.

—Yo más.

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Limpio las lágrimas que abandonaron mis ojos y me giro para seguir caminando.

—¡Joder! ¡Ryan! ¡Pareces fantasma!— suspiro mientras pongo una mano sobre mi pecho para intentar calmar a mi corazón. Ryan se ríe abiertamente.—No te rías bobo.

—¿Por qué me ignoras?— pregunta serio.

—Sabes...—levanta una ceja —creo que eres bipolar —pongo un dedo en mi labio inferior mientras lo muerdo como si estuviera pensando —o hoy te bajó la menstruación.

—Ja Ja Ja—finge una risa—que gracia, pero ¿No te habrá caído la menstruación a tí?.

—Pues no, hasta el mes que viene.

—¿Por qué me ignoras?—ruedo los ojos y miro hacía otro lado, Ryan agarra mi mentón y me obliga a mirarlo, ahora está más cerca de mi y puedo sentir su respiración en mi rostro —te voy a preguntar por última vez pecesita, ¿Por qué me ignoras?

Joder está demaciado cerca y quiero besarlo. Creo que mis hormonas están muy alborotadas, ya me pasó con Harry, ahora también con Ryan.

—No te ignoro—miro sus malditos ojos grises, ¿Si fuera monja esto sería un pecado?.

—¿Te puedo confesar algo?—pregunta mirando mis labios que se entreabren ante su mirada, a él notar el poder que tiene sobre estos sonríe y mira mis ojos. Asiento con la cabeza —Desde ayer he...

—¡Kaylee!— grita Zoe mientras corre hasta mi, Ryan me suelta pero no se marcha.

—¿S-si?—trato de sonar lo más normal posible, Ryan ríe por lo bajo a mi lado al notar mi tartamudeo.

—Oh, Hola —pude notar como Zoe se sonrojaba al ver a Ryan —¿Cómo estás?

—Bien.

—¿Y qu...

—Zoe ¿que me ibas a decir?—hablo tratando de evitar que le coqueteara a Ryan.

—¡Cierto! ¡Lucas y Harry se están peleando!

—¡¿Lucas y Harry?!—grito sin creerlo, pero si son amigos.

—¡Si! ¡Vamos!— corro detrás de Zoe y Ryan va a mi lado.

Llegamos hasta el estacionamiento y ahí estaba Harry. Estaba encima de Lucas pegándole, se le podía ver la sangre salir de su nariz pero de un momento a otro Lucas pasó de estar abajo a estar arriba pegándole a Harry aún más fuerte. La gente alrededor gritaban y grababan esto como si fuera la mejor actuación del mundo.

—¡Paren!— grito eufórica —¡Detenganse!

Golpes. Gritos. Sangre. Golpes. Gritos. Sangre...

—¡Basta!— comienzo a llorar.

—¡Eres un mal amigo!— grita Harry.

—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué me gusta?!— grita Lucas entre golpes.

De un momento a otro veo como Ryan se metía en la pelea y los separaba. Empujó a Harry a un lado, este cegado por la ira se abalanza para ir en contra de Ryan, pero el ojos grises le proporciona un golpe en la nariz que lo hace retorcerce en el suelo.

—¡Mierda! ¡Mi nariz!—lloriquea Harry mientras toca su nariz ensangrentada. Al otro lado estaba Lucas escupiendo sangre mientras se tocaba el lugar donde están sus costillas.

No sé que hacer, o a donde ir, Lucas es un gran amigo y siempre a estado para mi, y Harry es mi ex, y es cierto que me ha tratado mal, pero yo lo quiero. Cierro los ojos fuertemente y me tapo los oídos tratando de dejar de escuchar a las personas que murmuran a mi alrededor. Me agacho en el suelo tratando de calmarme cuando siento que unos brazos fuertes y conocidos me abrazan. Inahlo su perfume Bad Boy haciendo que me calme lentamente.

—Gracias— le digo con la voz entrecortada.

—Por nada pescesita, vamos salgamos de aquí —me ayuda a levantarme y me lleva hasta su auto. Miro hacía atrás antes de subir y veo a Harry y a Lucas mirarme con tristeza.

Subo al auto y dejo que Ryan me lleve hasta donde el quiera. Veo árboles pasar, campos, montañas a lo lejos hasta que decido quedarme dormida.

· — · — ❁ — · — ·

No sé cuanto tiempo estuve dormida pero estoy en un estacionamiento. Miro hacia todos lados y veo a Ryan acercarse con unas bolsas.

—¿Ya despertaste?—pregunta al subir al auto.

—Esa es la pregunta más estúpida que me han hecho—me arrecuesto al asiento y dejo escapar un sonoro suspiro.

—Lo siento, I'm sorry —levanta las manos en forma de disculpa.

—¿Dónde estamos?—pregunto mientras observo a mi alrededor.

En Ansborg.—dice sacando unos chocolates de las bolsas.

—¡¿Pero estás loco?! ¡¿En Ansborg?!— abro los ojos lo más que puedo.

—Si.— menciona muy calmado.

—¡¿Y lo dices tan calmado?!

—¡Kaylee! ¡Por favor! ¡Ansborg está a 50 kilometros solamente de Forgam!.

Lo miro sorprendida, ¿me acaba de gritar?, ¡me gritó!. Sin controlar mi impulso me abalanzo sobre él y le comienzo a dar golpes mientras los dos reímos. Ryan en un momento determinado me agarra las muñecas evitando que le siga pegando y las risas cesan.

Me detengo con la respiración acelerada. Lo miro a los ojos y él mira a los míos sin apartar la mirada. Observo nuestros cuerpos y resulta que estoy encima de él, sobre su regazo. Miro sus malditos labios y tengo la tentación de besarlos pero no puedo, algo muy dentro de mi no me deja. Intento levantarme pero Ryan empuja mis caderas hacía abajo haciéndome sentir la dura erección que comenzaba a crecer entre sus piernas.

—Ryan...y-yo...—digo un poco nerviosa.—Yo necesito levantarme.

Observo sus ojos grises y los tiene ligeramente oscuros y dilatados, él reacciona y me deja apartarme. Mueve los dedos encima de sus piernas nervioso. ¿Cómo se supone que vamos a seguir hablando? Bueno no pasó nada, pero... no pasó nada, así que ha actuar normal.

—¿En donde estamos?— pregunto tratando de aliviar la tensión que hay en el auto.

—En un centro comercial —al escuchar esas palabras los ojos se me iluminan, no recuerdo la ultima vez que vine a uno.

—¿Quieres ver las cosas que hay?— asiento con la cabeza repetidas veces.

Salimos del auto y luego del estacionamiento, subimos por las escaleras hasta llegar a la entrada del centro comercial, si antes los ojos se me iluminaban ahora irradian la luz del sol. Personas caminando por todo el lugar, jóvenes comiendo en varios puestos de comida, otros comprando ropas, electrodomésticos, etc...

Extrañé tanto esto, salir, disfrutar de ver a otras personas ser felices, pero lástima que yo nunca perteneceré a ese grupo de personas.

—¿A que tienda quieres ir primero?— pregunta Ryan al verme disfrutar del mall.

—No lo sé.

—Bueno, entonces hay que verlas todas —dicho esto me agarra de la mano y me comienza a encaminar a la tienda de electrónica.

Me detuve en seco cuando ví una hermosa cámara negra con detalles en dorado y blanco.

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—¿Que haces princesa?—pregunta Aiden acercándose a mi cama.

—¡Nada que te importe!— grito molesta.

—Respuesta incorrecta —toma la cámara que tenía en mis manos y la lanza por la ventana.—Tienes que aprender a respetar a tus...

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Elimino todo pensamiento relacionado con él y vuelvo a mirar a la cámara.

—¿Qué tanto miras?— pregunta Ryan mientras mira a través del cristal.

—Nada, nada, ya podemos seguir caminando.— paso por su lado y camino a la tienda de ropa interior.

Entro y observo varios trajes de baños, lencería y algunas prendas de encaje. Esto definitivamente se lo pondría mi yo del pasado.

—Esos te quedarían bien— menciona Ryan señalando la prenda de lencería a mi lado.

—Yo no usaría eso.

—Bueno yo solo digo —se encoje de hombros y sale de la tienda, yo miro por última vez la prenda y salgo de ahí.

Miro la mano de Ryan y tiene una bolsa con el logo de una marca que ví en alguna tienda.

—¿Qué compraste?— pues si, soy muy curiosa.

—Algo.— como iba de espaldas a mi no pude ver su reacción.

—Pero qué "Algo" —insisto.

—No seas chismosa.

—Ryan ¡Ay!-—definitivamente voy a perder hoy la frente.

—Vamos a comer algo.—sin dejarme responder me agarra del brazo y me lleva hasta un punto del centro donde venden dulces.— hola, me pones tres trozos del mejor pastel que tenga y me lo lleva a aquella mesa.—dicho esto me lleva casi arrastrada a la mesa que le señaló al chico.

—Ni siquiera le preguntaste si podía —lo regaño.

—Claro que puede, para eso trabaja, a él no le pagan por querer.—se encoje de hombros y pone la bolsa encima de la mesa.

—Tonto-—miro el logo de la bolsa y es un triángulo en dorado con una computadora en el centro de este.—¿Qué compraste?—Pregunto nuevamente a pesar de que sé que no me va a decir nada. Ryan me observa y niega con la cabeza.

—¿Para que quieres saber sino es para ti?-—dice con fastidio.

—Ya está bien, no me lo enseñes y ya_me hago la molesta y espero a que llegue el bendito trozo de pastel.

···

No solo comimos de un solo pastel, también probamos el de limón, fresa, manzana, chocolate, vainilla, naranja, menta, de todo tipo y de todos los tamaños. Ahora caminamos por uno de los hermosos parques de Ansborg bajo la luz de la luna.

—Parezco que estoy embarazada mira esto—comienzo a reír mientras camino con la panza hinchada de tantos pasteles.

—Pareces un gusano —Ryan ríe abiertamente haciéndome disfrutar de su risa.

Caminamos hasta un banco en lo que nos reíamos de mi barriga que estaba hinchada. De repente sentimos el maullido de un gato pequeño. Comenzamos a buscarlo por todos lados hasta que lo vimos debajo del banco.

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Nota corta:

Hola presiosuras, Listos para la ronda de preguntas 🥁:
¿Con quién quieren que Kaylee tenga más momentos a solas?
¿Saben por qué pelearon nuestros chicos?
¿Cómo creen que termina esta historia?

No olviden cuídarse muchísimo, comer sano, hidratarse, hacer ejercicio, sacar a esas personitas que no aportan nada sano a sus vidas y dormir 8 horitas. Solo para que ninguna hadita fallezca 🌸.

—᭢ꪗ🌸

Si te gustó el capítulo no olvides darle a la estrellita ☆ eso me ánima a seguir con la historia ❤️.