LA GUERRA

Durante los años siguientes los Infinites trataron de cazar individualmente a sus hermanos los "Oscuros" pero no tendrían éxito en el proceso, y se les haría sumamente difícil defender planeta tras planeta ellos solos, así crearían un ejército unificado de las razas que quisieran protegerse, porque, los Oscuros no solo afectaban a sus hermanos, si no que ahora ya afectaban a las demás especies y de forma más directa, así, daría inicio una guerra total por parte de ambos bandos, con los Infinites entrenando y comandando a las razas creadas por sus padres, y con los Oscuros creando sus propias razas fallidas, llamados comúnmente como "Aberraciones" debido a su grotesco aspecto físico, se iniciaba una guerra que estaría tallada en piedra para los eones de la historia, la que dictaría el destino de la realidad...

_Varios años después del inicio de la Gran guerra de los Dioses, ubicación: sistema desconocido, planeta desconocido_

En algún planeta se libraba una encarnizada batalla en la tierra y espacio, las fuerzas de la Unión repelían muy apenas los embates de las Aberraciones, quedando por momentos a punto de romperse pero recomponiéndose casi al instante, a lo lejos de la batalla principal, se podrían notar a varios Dioses pelear entre sí, creando destrucción con cada uno de sus golpes.

Riba- Ríndete hermano!! Podemos hablar de esto más calmados!!- acto seguido crearía un escudo de energía para cubrirse de el ataque de llamas oscuras de su oponente

Aquel oscuro no diría nada, pero se entendería que no iba a escuchar razones, no paraba de atacar y poco a poco Riba estaba perdiendo la paciencia, su necio intento de negociar era evidentemente un fracaso, sin más remedio empezó a tomárselo enserio, atacando a su hermano con la misma furia que él, acertando golpes y siendo muy superior en combate, la diferencia de nivel era obvia, pero aquel ser corrupto no retrocedía, a Riba esto le parecía algo tonto, rallando incluso la estupidez, pero de todos modos procedió a seguir en su lucha. Su embate en el cielo era increíble, Riba esperaba las cargas de su oponente para defenderse y contraatacar de forma efectiva, causando mucho daño a aquel ser, después de un tiempo, el cansancio y dolor se comenzarían a notar en el corrupto, dando ataques más débiles o lentos, al notar esto Riba haría su último movimiento, de un bolso que tenía amarrado a la cintura sacaría dos pares de grilletes, era hora de detenerlo, pero no quería alertarlo, así que esperaría a que su oponente cargara contra el de nuevo, y en ese justo momento, haciendo gala de sus habilidades el podría esposar a aquel ser, dicho y hecho, el corrupto se abalanzaría de nuevo en su mismo patrón, y con suma habilidad podría encadenarlo de sus brazos, sellando su magia, aprovechando la confusión que esto le generaba a su hermano lo ataría de los tobillos por igual, sellando la gran mayoría de su fuerza, dándole así la oportunidad para acertar un potente golpe que lo mandaría hacia el suelo, rompiendo la tierra e interrumpiendo por unos segundos a los guerreros que estaban alrededor del impacto, el oscuro ya no se levantaba con la animosidad anterior, ahora le costaba ponerse siquiera de rodillas, Riba no esperaría mas e iría con él para dar el golpe final, proporcionándole un duro gancho en la mandíbula, haciendo que pierda el conocimiento, dando por terminada su batalla, y sintiéndose algo vacío por su victoria. No pasó mucho hasta que con ayuda de Riba los soldados le ganaron terreno en cielo mar y tierra a las ya desorganizadas Abominaciones, dando por terminada la encarnizada batalla, con la victoria para la unión.

Por años batallas similares con desenlaces similares se expandían por toda la realidad, en donde los Infinites lograrían capturar a una parte de los Oscuros, diezmando sus planes y creando un tiempo de paz, mas bien, un tiempo de tensión disfrazado de paz, pero no lo desaprovecharían, así que crearían un plan, intentarían, con éxito, crear más y nuevas realidades, principalmente para hacer que estas tomaran el papel de prisión para sus hermanos, quedando ellos como carceleros, para ello con un gran esfuerzo lograron crear otras 99 realidades, dando el número exacto de las celdas para sus hermanos, como ya tenían a algunos encadenados irían d inmediato instalarse en las nuevas realidades, tomando control absoluto de estas. Pero el tiempo de tregua fue aún mayor a lo esperado, con alguna que otra escaramuza en ciertos lugares puntuales, por ello, previniendo alguna masiva intervención Oscura, crearían vida en estas realidades, creando a muchas razas nuevas, o, a imitaciones de las primeras, así mismo Los Infinites, con la llegada de la demás vida, y celosos de las familias mortales, ellos decidieron crear su propia familia numerosa, pero no tanto estableciendo un límite de 10 hijos e hijas, aunque este límite lo alcanzarían todos tarde o temprano. Algunos se tomaban la molestia de bajar con los mortales y contraer nupcias con alguien de ahí, enamorándose y logrando concebir a una familia, pero otros decidiría ser más directos y con su propio poder crearían a nuevos seres, o incluso recurriendo a actos tan viles como la violación, siendo que esto no significaba nada para ellos, con tal de obtener sus tan esperados resultados, a aquellos nacidos de los Infinites se les llamó "Dioses Mayores", quienes nacieron con un gran poder digno de ser los hijos de los Infinites.

Incluso después de varios eones los Oscuros no aparecían, es más, sus escaramuzas se irían aminorando hasta desaparecer por completo, ahora ya confiados inconscientemente quitarían casi por completo los ojos de sus enemigos, y decidiendo centrarse en apoyar y supervisar el desarrollo de sus creaciones e hijos, milenios después de su supervisión ellos decidirían crearles a sus hijos sus propios reinos, creando así a los universos, cuya existencia se encontraba dentro de cada realidad, en concreto eran 10 universos por cada realidad, para complacer a cada uno de sus hijos, pero hubo una excepción, Infinite mismo había tenido a 11 niños, por lo que, para no crear un nuevo universo el mismo abdicaría del trono absoluto, y le otorgaría su corona a su hijo mayor, Kronos, quien gobernaba desde el trono de su padre, y este ultimo debido a un sobre esfuerzo al crear las realidades sufrió de grandes dolores, así que decidió dormir para reposar y sanar su cuerpo, poco sabía en lo que se estaba embarcando al empezar a soñar.

Poco tiempo después de la sucesión de la corona, los Oscuros harían acto de presencia, como si hubieran adivinado o sentido la ausencia de Infinite, suceso que los Infinites y Dioses mayores tratarían e ocultar, sin embargo la oscuridad es omnipresente, y aquellos seres e corrupción darían cuenta de tal importante información, ahora sin miedo, debido a la ausencia del más fuerte entre sus enemigos y a una nueva arma, ellos asediarían de nuevo a sus hermanos, al principio todo parecía tener cierto balance, nadie ganaba o perdía nada importante ya que las peleas eran algo separadas y de poca importancia estratégica, aunque los Infinites olerían alguna trampa por parte de ellos, no le tomarían gran importancia a su comportamiento, ya que, podría ser algo esperado, debido a que tenían a algunos de los Oscuros capturados y por ende su fuerza militar/logística disminuiría, pero de la nada, sus hermanos empezarían a ganar terreno, aniquilando a incontables soldados y planetas, todo esto vendría de la nada, lo que conmocionaría a los Infinites y los Dioses Mayores ya que eran inexpertos en el combate contra tales enemigos, pero había uno en particular que estaría más preocupado que nadie, aquel era Kronos.

Con sus fallidos intentos de despertar a su padre, todo el peso de las realidades caería sobre un joven Dios mayor, estresado y temeroso no hacía más que crear estrategias que en su mayoría serían erradas, conduciendo a mas y peores derrotas para los Infinites, aunado a que acababa de suceder algo impensable, la muerte de un dios mayor en manos de una nueva unidad de los Oscuros, Los Titanes, estando en el ojo de la tormenta, y debido a la gran presión, decidiría recluirse unos momentos en su estancia privada, cuya locación sol sería sabida por uno de sus hermanos menores.

Kronos- No sé quien seas pero lárgate, no pienso decirles nada- lo diría gritando, casi hasta perdiendo el control

Justo después se daría un breve silencio, que sería interrumpido por una voz familiar

¿?- Abre ya, quiero sentarme!- lo diría al mismo tiempo que golpeaba la puerta de nuevo

Esa voz le era conocida, su hermano Haidoral el único que sabía de la ubicación de su hogar, además, era quien tenía la mejor relación con él, pero últimamente lo había maltratado, no entendía el porqué de su aparente visita, aun así, le abriría sin más peros.

Haidoral- Oh por los dioses, afuera hacía mucho frío y estaba algo cansado, si que te tomas tu tiempo para pararte eh-mientras hablaba entraría a la casa y pondría algunas bolsas sobre la mesa y su abrigo lo aventaría a alguna silla- hombre no recuerdo que esto estuviera tan frío, ¿O fuste tu bastardo para que nadie entrara?

Su típica forma de sr emanaba energía y alegría, cosas que en este momento le parecían irritantes a Kronos, pero no se atrevía a echarlo, somos si se sintiera culpable de los malos tratos que le ah dado.

Kronos- ¿Y bien? ¿Para qué has venido?- su voz se notaba sería y apagada, definitivamente no tenia tolerancia en estos momentos

Haidoral- Se que nosotros los divinos no tenemos necesidad de hacerlo, pero mira, te traje una buena carne, y una buena cerveza, ¡te animará!-evadía su pregunta, simplemente hacia lo que quería, como siempre suele hacerlo

Kronos-....Bien, y ¿Qué harás con ello? Espero que algo mínimamente sabroso-se resigna ante los deseos de su hermano, le iba a seguir el juego, sirve que lo distrae

Haidoral- ¡Perfecto! Ven conmigo entonces, voy a necesitar ayuda

Con estas palaras Kronos se pondría a disposición de su hermano, quien era un excelente cocinero, por horas ambos se embarcaron en una difícil travesía, intentar que Kronos no quemara las cosas, era hilarante ver como el primogénito del más grande Infinite, era tan torpe en la cocina, así que Haidoral no perdería momento en presumir ante su hermano sus grandes dotes, pero este en venganza arruinaba su platillo, así pasaron su tiempo, una guerra entre hermanos, una que entre risas haría olvidar a Kronos de su pesar.

Kronos-....Gracias, me hacías falta y perdón por...-Al instante sería interrumpido por la mano de su hermano

Haidoral- No hables y concéntrate, que si lo arruinas no nos quedan muchos intentos

Con ello dicho seguirían su labor y al poco rato terminarían de hacer sus comidas, exhausto por la labor, Haidoral se sentía realizado, como si el enseñarle a no quemar algo a su hermano fuera una gran hazaña, sin más, se dispondrían a probar su creación, preparando su mesa primero.

Haidoral- ¡¿Oh?!-diría casi gritando al meterse el primer bocado a la boca- para haberlo hecho tu, no está tan mal, tienes talento eh-esto último vendría acompañado de una pequeña patada

Bien sabía Kronos, que eso no era cierto, sus aberraciones fueron salvadas por la obra divina de su hermano, no por él, pero simplemente se ríe a su ritmo, para seguirle el juego y estar tranquilo, el tiempo pasaba, y ellos terminarían de comer, justo después recoger la mesa y de sentarse para platicar entre ellos, Haidoral se levantaría de golpe, encaminándose a su abrigo, y sacando de ahí unos papeles y unos rollos grandes que extendería por la mesa, a primera vista Kronos no entendería de lo que se trataba eso, pero dándole un mínimo de atención a los rollos extendidos podría notar que se trataban de planos, de alguna clase de estructura.

Haidoral- No vine solamente para comer contigo hermano, necesito que veas esto- diría dándole unas hojas con información, que sería la versión resumida de sus planos- Léelo...

Confundido, Kronos obedecería, y empezaría a leer aquella información, a los pocos minutos de haber empezado bajaría su lectura y alzaría su mirada hacia su hermano.

Kronos- Esto... ¿a qué quieres llegar con esto?

Haidoral- Ya se lo eh mostrado al gran consejo, y lo han permitido, solo faltabas tu por leerlo, es la salvación a nuestros problemas hermano, la venganza de uno de nuestra especie...

Kronos seguía sin entenderlo, aquellos planos eran tan... irreales, parecían tener la respuesta a la situación, por ello su mente se negaba a idealizar a aquellas maquinas, se negaba creer en su funcionamiento

Kronos- ¿No crees que sea un poco exagerado? Además, tu primera prueba que aquí se describe, es un suicidio, el consejo solo lo aprobó porque está desesperado, ¡NO ES UNA BUENA IDEA!-perdería los estribos y le gritaría, levantándose bruscamente para estar a la par de su mirada, estaba molesto, pero sobre todo, tenía miedo- ¡Déjalo! Pensaremos en algo mejor, solo ignora todo esto...

Haidoral- Ya me eh decidido hermano, se hará con o sin ti, además, el gran consejo no hará caso a tus quejas, no estás en posición frente a ellos de ser exigente...

Kronos sabía que él tenía la razón, no le pudo decir nada, y ante el silencio Haidoral empezaría a tomar todo lo suyo y a prepararse para irse, Kronos lo veía impotente, quería decirle algo, pero él sabía cuan firme es su hermano, al estar a punto de cruzar la puerta Haidoral se detendría y voltearía hacia él.

Haidoral- Todo va a estar mejor desde este momento hermano, te lo aseguro...

Esas palabras calentarían a Kronos que por fin se movería de su lugar.

Kronos- !Haidoral! ¡Detente maldito bastardo!- aquel hombre haría caso omiso de sus palabras, y al ver esto lo seguiría con la intención de agarrarlo- ¡HEY, CONTESTA!

Haidoral esquiva con facilidad su agarre y se iría alzando usando el vuelo de aquel ligar, Kronos lo quería seguir pero, muy en el fondo, esperaba que todo esto fuese una mentira y que solo sea una estrategia para sacarlo de aquí, que su hermano no haría tal tontería, así que se recluyo en su hogar, de nuevo...

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