Capítulo 02
“¿Amor, porqué no vienes a la cama?"
Su omega estaba recargado en el umbral de la puerta de su oficina, llevando únicamente una camiseta suya dejando ver sus piernas gruesas y piel acaramelada.
“En un momento cariño, tengo que terminar con unas declaraciones.”
Contestó perdido en su computadora mientras escuchaba a su omega bufar y estaba casi seguro que puso sus ojos en blanco.
“Jimin, en un momento voy cariño”
“Yoongi, llevo días durmiendo solo. Me voy a la cama solo, me despierto solo. Te necesito”
Dejó de mirar su computadora al escuchar a su omega. Sentía la tristeza en Jimin, también podía verlo en esos lindos ojos que le gustaban pero no podía irse, tenía que terminar las declaraciones.
Vio como el pelinaranja se acercaba lentamente hasta su escritorio y mientras más cerca estaba más podía sentir ese aroma que lo dejaba loco.
Cuando ya estuvo a su lado vio esas lindas y delicadas piernas, amaba como le quedaba toda ropa en Jimin.
El pelinaranja intento sentarse en sus piernas pero antes de que su suave piel tocara sus pantalones lo detuvo. No podía dejar que hiciera eso, si lo hacía dejaría todo su trabajo truncó y se iría con él a la cama.
“Para Minnie” habló despacio. “Te dije que necesito terminar”.
Al escuchar eso último el pelinaranja se alejó dando unos tres pasos hacia atrás.
“Dijiste que jamás me cambiarías por algo” susurró triste. “Puedes sentir como te necesito y aún así no significa nada para ti.”
Lo vio alejarse con sus ojos cristalizados, empezó a llamarlo sin obtener respuesta, la decepción se sentía en el ambiente con cada paso que daba su omega.
“Jimin, espera...”
Lo llamaba pero en ningún momento hizo algo para alcanzarlo.
Despertó agitado.
Soñó un recuerdo. Era el primer día y ya se sentía hostigado. Estaba seguro que seguiría soñando de este modo ya que tiene muchos recuerdos de este tipo.
La carta que le había entregado Hoseok la noche anterior descansaba junto con sus cosas de la oficina.
No se había atrevido a leerla.
Llegó tan agotado anoche, había tenido un día de mierda que tenía planeado leerla cuando ya estuviera acostado pero no, apenas su cuerpo tocó las suaves sábanas cerró sus ojos. Quedándose completamente dormido.
No tuvo tiempo de leer la carta, no tuvo tiempo de darse cuenta de que Jimin no estaba ahí aunque cada vez que respiraba sentía levemente su aroma.
Miro su reloj sobre la mesita de noche y se dio cuenta que había dormido más de lo normal.
Observo la habitación y todo seguía tal cual como la noche anterior.
No estaba Jimin abriendo las cortinas para ayudarlo a despertar, no estaba Jimin caminando con su camiseta por toda la habitación mientras lo ayudaba a elegir que traje llevaría el día de hoy al trabajo, no estaba Jimin dandole los buenos días con un pequeño beso en los labios incluido.
Le encantaba sentir su cuerpo en las mañanas, nunca le dijo que le gustaba demasiado pero estaba seguro que el pelinaranja lo sabía y no era necesario decírselo.
“¿Dónde estás, Jimin?” murmuró mirando su lado de la cama.
💌
“Buenos días Daniel” habló al entrar a su oficina. “¿Alguna novedad?”
“Buenos días jefe” saludó el chico caminando detrás del pelimenta.
“Ninguna pero le he dejado en su escritorio todo el papeleo de hoy”
Daniel era su nuevo asistente por así decirlo, llevaba apenas unas tres semanas con él ya que Irene había quedado en cinta y su alfa no quería que siguiera trabajando. Así que Daniel era la mejor opción, un beta demasiado trabajador y leal.
Bufó. “Bien, gracias” dijo mientras tomaba asiento en su silla giratoria.
“¿Necesita algo más señor?" pregunta el chico antes de cerrar la puerta.
“No Daniel. Quiero estar solo así que no hagas pasar a nadie ni tampoco llamadas” vio al chico asentir. “Gracias.”
Cuando vio la puerta cerrarse suspiro, pasó sus manos por su cara cansado. Llevaba varios días así, no dormía bien y bueno, con lo de Jimin, menos.
Tomó su maletín y con sus manos algo temblorosas sacó la carta. Respiró profundamente cuando vio su nombre escrito con la linda letra que su chico poseía.
“¿Qué te hice Jimin? ¿Qué te hice para que hicieras todo esto?" le susurró al al sobre.
La abrió lentamente para después empezar a leer.
Mi alfa:
Si estás leyendo esto es porque aceptaste hacer todo el recorrido para llegar a mi.
Perdóname por hacerlo de esta forma pero como te dije en la carta anterior todo lo hago por nosotros.
Ya no me escuchabas Yoongi, habían muchas cosas más importantes que yo y la verdad era algo que poco a poco me fue destruyendo.
Sentía mi cuerpo quemarse, mi marca picar cuando estábamos en la misma cama pero sin ningún tipo de contacto o palabra.
¿Por qué las cosas cambiaron de ese forma? ¿Por qué pase a ser lo segundo para ti? Tengo demasiadas preguntas por escribirte y tan poco tiempo.
Pero... ¿Recuerdas como nos conocimos? Esta pregunta es importante.
Las miradas y sonrisas que nos dimos Yoongi. Recuerdo que esa noche no pude dormir de solo pensarte a pesar que de iba con otro alfa.
Esa fiesta fue la mejor de mi vida, solo con conocerte y empezar con un simple "Hola"
Recuerda todo lo que pasó esa noche, recuérdala tanto como yo lo hago, recuerda quienes estaban ahí, que hicimos y que dijimos.
Este será un viaje lleno de recuerdos Yoongi, recuerdos que te harán volver a mí.
Tengo por seguro que si lo haces, la segunda carta llegara a ti lo más rápido que te imaginas.
Te amo Min Yoongi.
Tu omega.
Jimin.
💌
La fiesta a la que fue invitado estaba infestado.
Aún no entendía porque le hizo caso a su jodido amigo Namjoon.
Bueno sí sabía, le había dicho que habrían muchos omegas lindos ahí. Así que ahí estaba caminando entre demasiada gente sudorosa y borracha.
“Voy por unas cervezas ¿Vienes?” le pregunto su amigo en voz en voz alta a causa de que la música se escuchaba hasta la siguiente calle.
Asintió convencido. No iba a quedarse solo, no cuando ya habían tres chicas omega que no le quitaban el ojo; no es que no fueran lindas solo no le iba a las mujeres.
Camino detrás de Namjoon. Un alfa compañero de habitación en la universidad, tan alocado y liberal que lo único que hacía era estar de fiesta todos los fines de semana, él no se consideraba muy fiestero pero habían creado una hermandad muy buena.
Llegaron a la cocina de la enorme casa y sacaron dos cervezas del refrigerador.
“¿Min?” escuchó a lo lejos. Se giró junto con Namjoon en busca del llamado.
“¿Seokjin? Diablos, ¿Qué estás haciendo aquí?” Dijo el pelimenta acercándose a su amigo de la infancia.
“Tanto tiempo Yoongi” se dieron un abrazo para después separarse ambos con una sonrisa en el rostro.
“El es Namjoon, mi compañero de cuarto” ambos alfas se saludaron amistosamente. “Mierda... ¿Cuándo llegaste?” Seokjin y Yoongi eran amigos desde el jardín de infantes, siempre yendo a los mismos colegios. Todo cambio cuando Seokjin decidió estudiar Biomedica, la cual lo mando a otra universidad para después ganar una beca y mandarlo a America para continuar con sus estudios.
“Estoy de vacaciones amigo” sonrió para después darle un trago a su cerveza. “Llegue hace un par de semanas”
“Eso es increíble.” siguieron hablando de cosas sin tanta importancia, platicando sobre sus estudios y los nuevos hábitos. “¿Viniste solo?” preguntó después de varios minutos.
“No, vine con un amigo que es hijo de un amigo de mi padre, me invitó porque es amigo del dueño de la casa” contestó riéndose por el trabalenguas que salió de su boca.
“Oh vaya...” se rió del mismo modo que su amigo.
“¡Jin! ¿Qué sucede contigo? Me has dejado solo” se quedó callado cuando escucho el nombre de su amigo para después dirigir su mirada a la chillona pero linda vocecita que se escuchaba detrás de ellos.
“Lo siento Minnie” contestó Seokjin al pequeño chico que estaba enfrente suyo. Rápidamente supo que era un omega, su aroma era demasiado dulce. “Mira, te presento a mi viejo amigo Yoongi”
Y todo pasó muy rápido.
Sus ojos marrones se perdieron en segundos con esos ojos azules. Era mucho más bajito de estatura que él, sus labios eran delgados y rosados, su nariz pequeña y perfilada y ni hablar de su físico.
Era un chico realmente hermoso.
“Ho-Hola” lo escuchó decir en su dirección con un toque de nerviosismo en el. “Mi nombre es Jimin”
Por un momento ambos se olvidaron que estaban en una fiesta repleta de gente y también olvidando que estaban acompañados.
“Hola Jimin” lo saludó mordiéndose su labio inconsciente. “Soy Yoongi”
Seokjin y Namjoon estaban sin palabras. Era la primera vez que ambos veían al pelimenta perderse en una persona.
Un carraspeo se escuchó segundos después logrando que ambos salieran de su conexión.
“Nosotros iremos por otras cervezas” soltó Namjoon haciéndole señas a Seokjin para que lo siguiera.
El pelinaranja al notar que se quedaron solos le fue imposible no tratar de sonrojarse.
“¿Quiéres platicar afuera?” le preguntó el pelimenta al notar al pelinaranja sonrojado y con la mirada hacia abajo.
Asintió con una sonrisa.
Salieron al jardín observando a varios grupitos tomando y fumando sin mucha importancia. Caminaron hasta el estacionamiento repleto de autos para después ambos recargarse en el primero que vieron.
“No sabía que Seokjin tenía omega” habló el pelimenta sacando un cigarrillo de su bolsillo para después encenderlo y llevárselo a la boca.
“No-No soy su omega” tartamudeó Jimin con el rostro completamente rojo y abrazándose a su mismo a causa del frío. “Nos conocemos por el trabajo de nuestros padres” contestó tímido.
“¿Entonces sus padres trabajan juntos?” el pelinaranja asintió.
“Si, tengo algunos años conociéndolo pero cuando se fue a estudiar fuera nos distanciamos un poco” respondió con una mueca. “Y bueno ahora que tiene vacaciones nos vemos casi todos los días, es un gran amigo”
“Lo es” dijo mientras se llevaba el cigarrillo a la boca y darle una calada. “Y cuéntame más de ti Jimin”
“Pues tengo diecinueve años y estudio canto...” se quedó callado después de eso, en realidad no tenía nada más que contar. “No hay mucho que contar en realidad...”
“Estoy seguro que si lo hay” lo animó con una sonrisa.
“Mmm supongo que soy aburrido” soltó viéndolo con una sonrisa la cual fue respondida en segundos, dejando ver las encías del pelimenta.
Jimin quedó hipnotizado al ver esa sonrisa junto a sus pequeños dientes, eran lindos. No podía parar de verlo a parte de que su aroma era fuerte y atrayente.
Las miradas y sonrisas no paraban. Ambos podían leerse como un libro abierto frente al otro.
“¿Aburrido? No te creo” susurró acercándose a Jimin poco a poco hasta llegar a susurrarle por la cercanía. “Tengo mucho tiempo y quiero escucharte”
Recordaba todo. Absolutamente todo.
Era como si hubiera vivido la escena de hace casi siete años apenas hace unas horas.
Recordó esa sensación que experimentó por primera vez al sentir el aroma de Jimin en sus pulmones.
Releyó la carta y se detuvo en párrafo en específico.
“Recuerda todo lo que pasó esa noche, recuérdala tanto como yo lo hago, recuerda quienes estaban ahí, que hicimos y que dijimos”
Abrió sus ojos asombrado cuando entendió.
“Seokjin”
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