12 | Luz Y Oscuridad
—¿Puedo salir a caminar? —cuestionó mirando por la ventana los pequeños rayos de sol filtrandose hacia su dormitorio.
—No
—¿Comprar cigarrillos al frente? —se moría por juguetear con el humo en su boca, cada vez que inhalaba del cigarrillo era como una condena más.
—No
—¿Salir a comer? — y después huir a fumar un cigarrillo.
—No
—¿Asomarme por la puerta?
Estoy más que seguro de su respuesta, dirá que no.
—No
—No, esto no está funcionando —se volvió a tirar sobre la cama soltando un suspiro ruidoso —Dormiré durante los próximos dos días.
—Debiste de pensar antes de arrojarte hacia ese auto —su madre miraba el vaso con la pastilla que en su mano guardaba —¿Querías suicidarte? Hay mejores métodos para hacerlo, tirarte de un puente, por ejemplo.
—Psicópata, no me vengas con que de dónde saqué lo suicida sabes muy bien de dónde —bufó.
San recordó la vez en que su madre había dejado la llave del baño abierta mientras tres cajas de pastillas esperaban sobre el lavabo.
—Las había comprado recientemente, tú entraste y solo porque estaba llorando pensaste que me suicidaría —hizo una mueca de disgusto —Ingenuo, JongHo necesitaba a su madre...
—¿Y yo no? —ambos callaron —que sea el mayor no significa que soy el más fuerte. De pronto ya no eran dos estrellas las que brillaban en tu cielo, solo había una y otra que su luz fastidiada tus ojos.
—San...
—De pronto pasaste de tener dos hijos encantadores a uno prodigio y otro marginado —cerró los ojos y apretó los puños a su costado —Tratabas tan bien a JongHo, le empacabas comida extra en su mochila y le dabas dinero por si se le antoje algo estando en clases. Te preguntaba sonriente dónde estaba el mío y solo me dabas una mísera manzana.
—No alcanzaba para ambos —contestó a secas.
—Cuando ambos volvimos golpeados de la escuela tú solo corriste a curar las heridas de JongHo y me regañaste por no cuidar de él, mi pierna dolió durante todo el fin de semana y tuve que curar solo aquellas heridas— ladeo una sonrisa llena de nostalgia.
Los recuerdos se sentían tan vividos, el sentimiento era el mismo: Soledad.
Los recuerdos simplemente hablaban por sí solos. En ese punto de su vida, San los habría callado con una buena dosis, pero no podía mover un solo pie fuera de su casa.
—Yo...
—Supe desde entonces que tendría que curar solo mis propias heridas, que no habría alguien esperando con un tazón de yogurt y cereal para mí, solo a JongHo. Al parecer, cuando papá se fue, tu hijo también.
—Soy tu madre, háblame...
—Te queda grande el título de madre para él, pero para mí eres una simple mujer conviviendo bajo el mismo techo. Cuando termine de recuperarme me iré de aquí, enviaré dinero para la colegiatura de JongHo y para los gastos en la casa, siempre han sido ustedes dos, no cambiará nada.
Ni siquiera me recordarán cuando me vaya.
—¡Mamá! —gritó JongHo seguido de un portazo proveniente de la entrada de la casa.
La mujer salió de la habitación con la píldora y vaso en mano. No esperaba menos de San, se había revelado, y ahora estaba a punto de perderlo al igual a quien en su tiempo fue su esposo.
Eran dos gotas de agua, mientras JongHo habría heredado la calma y sinceridad de su madre, San era un completo caos, todo lo que tocaba lo destruía, era igual a su padre.
—WooYoung dormirá aquí, tenemos que hacer un trabajo de ciencias para mañana, también vendrán algunos amigos más —el menor de los Choi sonreía mientras bebía las últimas gotas de agua en la botella.
—Oh, solo había preparado comida para tres —la mujer agachó la mirada pero la alzó de inmediato como si algo hubiera iluminado su ya envejecido rostro —Lo tengo resuelto.
—Mamá, ¿San está bien? —su voz teñida de preocupación.
El menor lo había visto al salir de la casa, sus heridas no mejoraban y sus quejas eran más ruidosas.
—No tomó el medicamento —mostró la píldora y la agitó frente a su rostro —Necesito que le lleves su comida y te asegures de que tome la maldita píldora, estuve insistiendole por dos horas sin obtener resultado alguno.
—¿Puedo ayudar? —se ofreció el pelinegro, ajeno a la conversación.
°°°
—¿Dices que ese bastardo es el hermano de quien matamos? —SeungYoun miraba la fotografía que YunHo había conseguido —No entiendo.
—Sé que eres idiota pero estás superando mis espectativas —suspiró.
YunHo colocó otra imagen sobre la anterior, una completamente distinta. En la anterior se mostraba a un hombre con gafas de sol y ropa holgada. En la actual se muestra a una familia: dos niños y una hermosa mujer tomada de la mano de aquel hombre, además de un joven de ojos claros abrazando a los dos pequeños, al parecer, gemelos.
—¿Por qué atacarían a San si sabían las consecuencias que traerían?
—Simple táctica, atraes la carnada para atrapar al depredador.
—Sabían que iríamos tras ellos —SeungYoun parecía unir hilos invisibles dentro de su cabeza.
—Lo usarán para atraparnos —culminó suspirando el más alto.
—¿Sabes más de él? —señaló con el dedo índice al hombre.
—Es miembro de la mafia Wonderland, también...
—¿Wonderland? ¿No es la misma a la que el padre de MinHo pertenecía? —el castañó soltó un largo suspiro.
—Lo mataron, trató de delatarlos y antes de llegar a la conferencia de prensa recibió un disparo en la cabeza —YunHo trataba de entrelazar hechos y encontrar teorías creíbles —Ambos Lee se conectan, si miramos la línea de tiempo en la que los hechos ocurren...
YunHo tomó un lápiz y una hoja en blanco, garabateó letras y los unió entre ellos dejando uno que otro al aire.
—Bien, es más grande lo que imaginaba —frotó su cien izquierda.
—Hubo un tiempo en el que estuve investigando a un hombre, era orden del jefe, en ese entonces era lo que mejor sabía hacer —su mente traía el recuerdo de aquel tiempo —No encontré absolutamente nada de él, fue como si la tierra se lo haya tragado. Tenía dos hijos, uno de ellos había encontrado refugio donde no debía, el otro trataba de seguir el orden.
—San y JongHo, lo recuerdo, al principio solo me buscaste por información, después, se volvió más... personal.
El alto había golpeado a SeungYoung años atrás. En su primer encuentro había llegado con un arma, le había obligado a dirigirlo hacia el pelinegro y él se había negado, minutos después ambos se dirigían a casa de San, SeungYoun con una curita mal puesta en la ceja.
—El hombre solo tenía una pequeña tienda cruzando la calle, entonces, ¿de dónde sacaba tanto dinero para mantener dos hijos y darse el lujo de vacaciones en los hoteles más caros de Corea?. Al principio creí que eran préstamos, revisé sus cuentas bancarias, recibía grandes cantidades del extranjero.
—San nunca tuvo familiares en el extranjero.
—Las cantidades cada vez eran más altas, llegó un punto de saturación el mismo día que desapareció —suspiró y quitó mechones de cabello sobre su rostro.
—El mismo día que mataron al padre de MinHo —el castaño miraba ambos nombres en el papel arrugado que YunHo había arrancado de una libreta.
—También el mismo día en que nombraron a Lee como parte del congreso —señaló el último nombre en la lista.
—Mierda.
°°°
Las teorías de ATEEZ me tienen mal, en fin, recolecten votos y hagan stream a los videos UwU
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