Capítulo final: Misión Cumplida

Capítulo final: Misión Cumplida

(Tarrant P.O.V)

Los días pasaron, mis padres al fin se casaron, en los jardines de Marmoreal, una boda sencilla pero bella, todos estaban invitados, hasta el Circo. Por fin mi madre ya es, oficialmente la Señora Hightopp y yo ya soy hijo de un matrimonio.

Mientras que la Corona, pues todavía no estaba listo para ser el Rey Dorado, así que decidí que se guardada en un lugar seguro en el Castillo de Marmoreal, pero la usaré cuando sea necesario. Tomaré mi lugar como el Príncipe Dorado, a demás de ser el Sombrerero de la Reina Blanca, dígamos que será un trabajo extracurrícular ser el Príncipe; además de ser "rescatador" y mi primer labor fue esta: Que trajeran el tesoro de la Corona y con él reconstruír Witzend, para que la gente que vive ahí recuperen sus hogares. Mi familia y mis amigos me apoyaron para ese labor. En cuanto el Circo de Totter's Button, tuvo algo de mejorías, ahora que Padre Guillermo es el dueño y un dueño mejor, tanto que los animales ya no están todo tiempo en jaulas, tuvieron que partir para presentar la función en otras partes de Infratierra realmente los voy a extrañar.

Pero no todo era de color de rosa. Mi familia y yo nos estaba costando trabajo superar en haber sido víctimas de la Secta, iniciando con Papa Reggi. Superar los daños que nos ocasionaron, el terror que nos hicieron vivir y por los amigos que estaban involucrados en nuestro calvario, peor yo en tener que controlar episodios de estrés postraumático y pesadillas de los eventos. Por suerte recibimos ayuda profesional para que nos apoye, pero el apoyo que más conseguimos era el que nos tenemos como familia. Juntos en familia nos hacíamos fuertes y superar ese trago amargo de haber sido víctimas de sectas.

Y había un paso que será muy díficil. Esa misma noche se lo iba a contar a mis padres.

-Madre, Padre -los despertaba.

-¿Tarrant? -preguntó mi padre, despertando -¿Qué pasa, hijo?

-¿Ocurre algo, amor? -preguntó mi madre.

-No puedo dormir -dije como si fuese un niño asustado.

-¿Tuviste otra pesadilla? -preguntó mi madre en cuanto me daban espacio en su cama para sentarme.
-¿Otro episodio de estrés postraumático? - preguntó mi padre.

-No...es sólo que...estaba pensando que...-trataba de decir -Necesito que vayamos a ver a Lady Amalya.

-Pero, hijo...-trataba de hablar mi padre.

-Siento que no podemos superar lo que nos ha ocurrido si...si no nos enfretamos a ella...cara a cara.

Al día siguiente, mis padres y yo decídimos visitar a Lady Amalya que estaba en la prisión de Marmoreal, en una celda con bastante seguridad.

Jaque y PetitDoigt nos escoltaban -¿Están seguros que quieren hacerlo? –nos preguntó Jaque.

-En realidad, Tyva y yo no mucho, pero Tarrant está dispuesto –le contestó mi padre.

-Tarrant –me llamaba Jaque –No creo que sea conveniente que hagan esto. Lady Amalya está cada día peor.

-Lo sé, Jaque...pero es lo mejor que se puede hacer...por mi bien y por la de mi familia –le dije.

Jaque me sonrió –Tienes razón, Pequeño Sombrerero –me dijo –PetitDoigt, tú cuídalos –nos entregó a PetitDoigt.

Chuki! –PetitDoigt voló a mi hombro.

-Aquí vamos –soltó un suspiro Jaque. Pidió a los guardias que abrieran la celda.

-Tienen 10 minutos –nos dijo entrando a la celda.

La celda estaba oscura, fría, llena de ratas y apestaba a heces.

En un catre, estaba Lady Amalya, escandenada. Se veía delgada, más vieja, más débil y fea. Nos observó a los tres -¿Qué? ¿Vinieron a burlarse de mí? No, ya sé...vinieron a darme el pésame...les doy lástima –se burló mostrando una sonrisa maquiávelica, con unos dientes podridos –No –le dijo mi madre –Nada más decirte que...ya no puedes hacer nada al respecto, madrastra. Ya perdiste todo, hasta tu Secta. Estás vencida.

-¿Vencida? –la vio -¿Yo? ¿Vencida? ¡No, niña estúpida! ¡Eres tú quien estás vencida! ¡Siempre lo estuviste! ¡Siempre! ¡Desde que naciste estabas condenada, como tu padre! ¡Ahora mírate! ¡En la miseria!

-¡No! –dijo mi madre con firmeza –Ya no seguirás con tus absurdos sermones. Ya sé quién eres, Tarrant y Zanik me lo contaron todo. Te perdono por los maltratos que me hiciste, pero no te perdonaré lo que le hiciste a papá, a mi hijo y a mi esposo.

-¿Tu esposo?

-Sí, Lady Amalya, Zanik y yo estamos casados, unidos en matrimonio y por Dios. Pero, más que nada, con amor.

Lady Amalya se río -¡Has caído en lo más bajo, Tyvidiana! ¡Casarte con un pecador! –vio a mi padre -¿Y tú? ¿Qué harás? ¿Cortarme la cabeza? ¡Hazlo! ¡Sigue derramando más sangre de la que ya has derramado! –lo retó.

-No –dijo mi padre con sincerirad –Como me dijo un buen amigo; no debo hacer justicia por mi propia mano. Sí, derrame cierta sangre, pero no tanta de la que usted derramó.

Lady Amalya nos observó ahora con repugnancia, y cuando puso sus ojos en mí, se levantó para atacarme. PetitDoigt se puso entre nosotros y con una chispita con su diamante, regresó a Lady Amalya al catre.

-Se acabó el tiempo –dijo Jaque –Ya se deben ir.

Mientras nos retiramos, Lady Amalya gritaba -¡YA VERÁN! ¡Me llevaré a su muchacho! ¡Una noche, mientras ustedes se andan revolcando entre sus deseos lujuriosos, me llevaré al niño y me lo comeré entero! ¡Ya verán! ¡YA VERÁN! –gritaba hasta quedarse casi sin voz.

Al alejarnos de la celda, escuché que soltó un gritó más chillón que podría romper más de mil vidrios -¡Me lo llevaré! ¡Me lo llevaré! ¡Me lo llevaré antes de que ustedes se den cuenta, malditos cerdos del demonio! ...Ya verán.

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Días después, tras superar casi esos horrores, fuimos a tomar unas vacaciones en la playa Crimson, toda la familia, para celebrar el matrimonio de mis padres.

Era un bello día, andaba caminando en la orilla del mar con mis gatitos y PetitDoigt, mientras recolectaba caracole y conchas.

Mis padres estaban preparando un picnic.

(Zanik P.O.V)

-Se ve preocupado –dijo Tyva mientras ella y yo tendíamos el mantel para el picnic. Vimos a Tarrant con una cara triste, mientras andaba recoletando conchitas y caracoles en la orilla -¿por qué no hablas con él?

-Calma, lo haré, mientras traes los sandwiches, ¿sí, nena? –dije cuando le dimos un beso.

Cuando Tyva iba por la comida, Tarrant llegó –Ven, hijo. Siéntate –le dí espacio para que se sentara.

-Mira, padre –me mostró las conchitas y caracoles que encontró –Son hermosos, ¿no?

-Lo son –le dije viendo que sí eran hermosos.

-¿Me ayudas al rato a escoger unos para decorar un sombrero?

-Claro –le dije -¿Estás bien, hijo? Estás inquietando a tu madre, te ves muy preocuado.

-Lo estoy, padre –dijo Tarrant soltando un suspiro –Me da miedo de que...el Viejo Stayne ande suelto y nos vaya hacer algo como venganza. Logramos desbaratar su plan que hizo con la Señora de Fantasmagoría, pero, ¿si llega a tener uno peor? Tú sabes lo que él es capaz.

-Lo sé –dije –Es un cobarde, no se quiso enfrentar al problemón que ocasionó, dejándonos a nuestra suerte. Pero, si vuelve a hacernos algo ...tú ya sabes...nos preparamos y le patearemos el culo al muy cabrón –bormeé haciéndolo reír.

-Es cierto...somos los Hightopp Rescatadores, de todos modos –dijo dibujando en su cara su típica mirada alegre e infantil.

-Así es –le dije con una sonrisa.

(Tarrant P.O.V)

-Pero, además...-volví a poner una cara triste y entre mi ropa saqué una campana. La campana del Capitán Bellman –Todavía no logró superar en haber perdido al Capitán y a sus muchachos. Desearía que estuvieran aquí para disfrutat más nuestro momento de gloria...y con los Ratacaibos, también –dije derramando una lágrima.

Papá tiernamente me la secó –Estoy seguro que ellos se sentirán orgullosos de ti por tu triunfo –me dijo con una sonrisa.

Yo igual le sonreí.

-¿Cómo sigue tu pie?

-Bien –dije mostrando mi pie izquierdo sin tres dedos. Ya estaba curado y desinfectado, pero todavía estaba, como unos dicen "mocho" de tres dedos –Me duele un poco, pero no es grave. Por lo menos, puedo bailar el "Futterwacken" sin ellos.

Observaba el mar con nostalgia, deseando que el Capitán Bellman y su tripulación estuvieran aquí, mientras sostenía la campana.

-¿Sentiste eso? –dijo mi padre, extrañado.

Se sentía una vibración desde el mar. De hecho se nos hacía raro que las gaviotas se alejaban, asustadas, como si algo en el mar estuviera surgiendo. Y estaba ocurriendo. Vimos entre las olas que algo enorme se acercaba y salió llegando en la orillas.

¡Fue un espanto!

Era una criatura enorme, no tanto como una ballena azul. Mi padre y yo supimos qué era.

-¡Es un...boojum! –reaccionó mi padre.

El boojum abrió la boca y de ahí surgieron...

-¡Muy bien, muchachos! ¡Hemos llegado a nuestra querida Infratierra! –dijo un viejo capitán.

-¡Tierra! –salió feliz un Panadero besando la arena.

También estaba un Tasador, un Carnicero, un Abogado, Un Jugador de Billar, Un limpia botas y un Castor.

-Es mas bella como la recuerdo –dijo feliz el Abogado -¡Chicos, ya pueden salir!

Detrás de ellos salieron una tribu de Ratacaibos -¡Qué hermoso! –dijo maravillado el Ratacaibo anciano.

-¡Capitán! –llamé al Capitán. Todos ellos voltearon al vernos.

-¡Hightopp! –dijo feliz el Panadero al vernos. Yo corrí para abrazarlos.

-¡Están vivos! ¡Están vivos! –decía llorando de felicidad, mentras abrazaba a l Capitán.

-Así es, joven Hightopp, vivitos y coleando –dijo el Capitán victorioso –Y con un Boojum.

-¡No puedo creerlo! ¡Es un milagro! –dijo feliz mi padre, abrazando uno a uno –Pero, ¿cómo lo lograron?

-Es una larga historia –dijo el Jugador de Billar.

-Todo gracias a los Ratacaibos –dijo el Tasador.

-No sabían que en la isla habían tuneles en nuestra aldea –bromeó el Ratacaibo anciano haciendo reír a todos.

-Vengan. Tienen que conocer a nuestra familia –los invité al picnic y todos fimos allá cuando llegó mi madre.

-¡Madre! ¡Madre, mira! ¡Son los que te hable! –le decía a mi madre.

(Zanik P.O.V)

-Caballeros, ella es mi esposa: Tyva –les presenté a Tyva.

Luego a mi hermano a su esposa y a mis sobrinos.

No podía ceer que ellos seguían vivos. Era un día victorioso. Y así acabamos esta historia con sólo decir estas palabras:

Misión Cumplida.

(Tarrant P.O.V)

Misión Cumplida.

ES AQUÍ DONDE POR FIN SE ACABA LA HISTORIA...

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