Cap 18: La Celda de Luz
Cap 18: La Celda de Luz
(Tarrant P.O.V)
Abrí de golpe los ojos, me encontré tirado en un piso, me incorporé. ¿Dónde estaba? Ni idea, pero todo a mi alrededor estaba blanco, comletamente en blanco. Comecé a caminar -¿Hola? -llamaba a alguien pero ni había nada, todo blanco, blanco blanco, pero luego llegué a lo que parece ser un pueblo, y no, no era el pueblo de Marmoreal, era una alde muy similar a Witzend, de hecho era Witzend pero blanco.
Llegué a lo que es la estatua del Rey Olerón.
-¿Hola? ¿Hay alguien? -seguía llamando.
-¿Tarrant? -oí una voz.
Me espanté y me escondí en tras la estatua, ahí vi que se acercaba un hombre anciano con sombrero era pelirrojo como yo, pero sus canas ya le estaban quitando el rojizo de su cabellera, tenía una aspecto muy familiar, se parecía mucho a mi padre y un tanto a mi abuelo, con una cara de loco exquisita ¡Era Papa Reggi! Sí, era él, mi tatarabuelo, se veía vivo -¿Tarrant, eres tú? -decía observándome. Salí un poco sin apartarme de la estatua. Él sonrió -No tengas miedo, pequeño, no voy a comerte -me dijo.
Me acerqué a él -¡Oh, pero mira nada más, que belleza de criatura eres! ¡Te pareces mucho a mi querido nieto, Lewis y al Pequeño Nicky! -dijo con una sonrisa.
-Sí, de hecho, soy el hijo del Pequeño Nicky -dije en broma.
-Y qué bellos ojos verdes, se parecen a los de la Princesa Tyvidiana -dijo al ver mis ojos y luego vi mi aspecto enfermo por el Mercurio -¡Cielos! Veo que a ti te llegó a afectar el mercurio, caray, esa sí es la maldición de los sombrereros -decía con un poco de tristeza -Pero, bueno, ni modos -me vio con una sonrisa -Ven, vamos a dar un paseo.
-¿Dónde estamos? -pregunté mientras caminaba con él.
-¿Dónde crees que estamos? -me dijo.
-Pues...viéndolo como yo lo veo...parece una combinación entre Witzend y Marmoreal.
Papa Reggi rió -¡Qué visionario eres! -me dijo -En realidad estamos en una Celda de Luz.
-¿Una Celda de Luz?
-De Fantasmagoría, por supuesto. Los que fueron víctimas de la Señora Fantasmagoría o de la Secta quienes la idolatran, quedan prisioneros en el mismo Fantasmagoría, sin poder ir al Paraíso, pero los que se revelan pueden estar aquí, debido que es una Celda de Luz. La Señora, los entes y los demonios de Fantasmagoría odian la luz, aquí estamos a salvo de sus dominios.
-¿Me estás diciendo que este lugar es una prisión? -reaccioné.
-Así es, mi querido -llegamos a lo que es mi vieja casa, la abrió y adentro sí había color. La casa, el taller, todo se veía nuevo.
-Mi negocio me alivia del dolor y la soledad -dijo mientras fabricaba un sombrero -Dime, ¿tú ya..? -volteó a verme y vio que hice y acabé un sombrero -¡Qué hermoso! -dijo al ver detadallamente cómo lo hice -¡Eres gran sombrerero, digno del apellido Hightopp -me dijo con orgullo.
-Gracias -le agradecí algo apenado.
-El Pequeño Nicky manejó bien el negocio familiar, ¿no?
-Fue el mejor en Witzend, si no fuese por él no sería el sombrerero que soy ahora, aunque antes...no tuvimos una buena relación, era muy estricto conmigo cuando fui su aprendiz y nos peleabamos de todo, pero...él me ama y sólo quiere lo mejor para mí -dije con nostalgia.
De repente, escuché arriba el llanto de un bebé, subí, el llanto del bebé estaba dentro de la habitación donde yo y mis padres dormíamos.
-¡Es un niño! ¡Un hermoso pequeño, sano y completo! -entré y vi a mis padres.
Estaban jóvenes, mi madre parecía haber dado a luz, y tenía un pequeño bebé en sus brazos.
Era yo el bebé. Papá parecía estar llorando de felicidad -Tiene tus ojos -le dijo a mi madre.
-Se parece mucho a ti -le dijo mi madre.
Papa Reggi los observaba con una sonrisa -Lindos recuerdos tiene tu madre -dijo al verlo.
-¿Cómo es que...? -trataba de entender lo que estaba viendo.
-Tu madre igual está atrapada en esta prisión.
-¿Mi madre? -dije impactado -¡Madre! ¡Madre, soy yo! ¡Soy Tarrant! -corrí a ella para abrazarla, pero vi que no me escuchaba, ni me veía, como si no estuviera inclusó la atravesé como si fuese un fantasma.
-Pero...¿qué? -me sorprendí.
-No es que ella Misma esté atrapada en esta prisión, su alma está atrapado. Ella está entre los vivos y los muertos -dijo Papa Reggi.
-Pero, ¿cómo?
-Cuando tu madre fue agredida por la Secta, creyeron haberla matado, así que dejaron que los entes de Fantasmagoría secuestraran su alma, pero al enterarse que estaba aún viva, la mantuvimos aquí, bien cuidada para que nadie la lastime hasta que logre ser rescatada. Ahora está aquí protegida por sus recuerdos felices.
-Mi madre está en coma, por eso no murió cuando la atacaron -dije aclarando mis dudas. Viendo que está ahora cantándome la canción de cuna de Jasmine, y amamatándome. A lado de mi padre quien nos observaba con ternura.
-Tu abuelo suele verla -dijo.
-¿Mi abuelo? ¿El Prícipe Dorado? ¿Está aquí?
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Salimos de la casa directo al castillo. Aproveché en hacerle algunas preguntas -Leí tu diario, el que escribiste durante tu viaje con el Príncipe y tengo varias dudas sobre esa Corona. Pero primero, ¿por qué la Secta te...te...?
-¿...mato? Bueno...la Secta ha estado buscando la Corona hace tiempo. Han planeado por mucho tiempo acabar uno a uno cada quien fue parte del anbadono de la Corona.
-¿Pero para qué la quieren?
-La Señora de Fantasmagoría se alimenta de los corazones de la realeza, les da más poder, y cuando se trata de los que porta la Corona, será más fuerte. Y además Lady Amalya y los Stayne han querido la Corona, por eso aprovechan en asesinar a cualquier heredero a ella.
-Por eso, Lady Amalya quizo casar a mi madre con Stayne, hasta que...mi padre...la salvó de ese terrible destino...teniéndome -dije con una sonrisa.
-Qué coincidencia, ¿no? -dijo Papa Reggi entre risas -Un guardián de la Corona salva a un heredero a Ella y de ahí, surge otro heredero que a la vez es otro guardián de la Corona.
Llegamos al salón del trono, ahí vimos a un rey, un poco más joven que Papa Reggi, más joven que mi padre. Era el Príncipe Dorado, mi abuelo materno, se parecía un poco a Rey Olerón y tenía los ojos verdes como los míos y los de mi madre. Tenía en su rostro una cicatriz de batallas y parecía una persona respetada y amable
-Su Majestad -se inclinó Papa Reggi ante él, me hacía señas de yo mi incline también -Quiero presentarle a mi tataranieto, Tarrant Hightopp y también su...
-Mi nieto, sé quién es -dijo el Príncipe con una sonrisa, se acercó a mí -Qué gusto conocerte, Tarrant -me abraza -Tienes los ojos de mi querida Tyvidiana.
-Gracias, majestad, perdón, abuelo...no...majestad -trataba de decirle.
-Tarrant, somos familia, puedes llamarme abuelo, si quieres.
-OK, abuelo.
Caminamos a un pasillo del castillo -Supe que tienes varias dudas sobre la Corona de tu bisabuelo -dijo él.
-Sí y bastantes -le dije -Mi madre me contó que la Corona tiene mente propia, tanto que si no se usar bien, puede ser peligroso, mismo le ocurrió a su padre, ¿no? Pero...¿cómo la uso? Está predicho que deberé usarla para detener a la Señora de Fantasmagoría y la Secta, quienes andan tomando el contro de toda Infratierra..la verdad, no quiero usarla, me da miedo cometer los mismos errores que mi bisabuelo cometió.
-Lo sé, te entiendo bastante hijo -dijo con seriedad mi abuelo -Ese fue el mismo miedo que tuve, por eso deshalojé esa Corona...la cual fue mi error. Si no la hubiese abandonado, tu tatarabuelo no le hubise ocurrido esa muerte dolorosa.
Vimos a Papa Reggi con tristeza -¿Qué te hicieron? -le pregunté. Y como si me lo estuvieran contestando, en el cuerpo de Papa Reggi se aparecían, golpes, heridas, raspones, quemaduras horribles, mostrando que había sido torturado de una manera firme y de último, su garganta mostraba un corte, desangrándole. Era terrible, ver esa cascada de sangre, saliendo de su garganta, no lo toleré y me aferré a mi abuelo para no verlo. Papa Reggi, volvió a estar recuperado y se acercó a mi, acariciándome la espalda -Lo siento, pero esa fue la única manera de mostrártelo -me dijo con voz suave.
-No, era necesario verlo -dije calmándome del susto.
-¿Y a ti qué te pasó? -le pregunté a mi abuelo -Mi madre me dijo que cuando tenía 12 años, desapareciste, ella cree que...
-...La Secta me mató, sí eso ocurrió -dijo mi abuelo -No sé por qué se me metió en la cabeza casarme con esa Amalya, si hubiera sabido las intenciones de ella y su Secta... -paró un momento.
-Hace poco tuve pesadillas...en ellas la Secta hacían una hoguera, primero me quemaban a mí y luego a ti y a ambos nos arrancó el corazón con su garra ese Demonio -recordé esas pesadillas -¿Asi te mataron?
-Sí, fue en el Mortesoso Día, fui a una misión real, pero ahí me tendieron una trampa, me secuestraron y me entregaron a la Señora De Fantasmagoría, pero no le di fuerza suficiente...porque...
-...Porque no portabas la Corona -le atiné.
-Exacto y debido a eso necesitaban la Corona y tu madre era la sigueinte en sacrificar, pero no podían hacerlo, ya que el siguiente ritual del Mortifesoso Día sucederá después de 50 años..o más.
-Por suerte un guardián de la Corona salvó a mi madre -dijo con una sonrisa -Otra pregunta ¿Por qué mi madre era la heredera a la Corona después de ti y no el Rey Olerón, quien era su hijo mayor? Se supone que el siguiente en tomar el puesto, es el primogénito.
-La Corona suele elegir quiénes son sus verdaderos portadores, a mi padre jamás lo eligieron, por eso usó mal su poder. El verdadero heredero debe usar la Corona. Igual los elige cuando ellos nacen, hay quienes dice que por una fuerza incríble que obtuvo mi esposa cuando tu madre nació, aunque eso le ocasionó su muerte. Pero, hizo un sacrificio, todo por amor, para que mi princesita naciera bien, creo que de esa fuerza fue porque tu madre ha sido elegida.
-Yo estuve apunto de morir abortado cuando iba a nacer, dicen que fui un bebé milagroso por haber sobrevivido y por calmar con mi llanto una tormenta que ocurrió mientras mi madre daba a luz.
-Creo que por eso...eres el heredero -dijo Papa Reggi -La Corona te eligió, como eligió a tu madre.
-Entonces, tendré que usar la Corona...como dé lugar, tendré que usarla -ya se me estaba aclarando todo.
-Tienes que hacerlo, Tarrant -dijo mi abuelo -Dependerá de ti, por el bien de todos y cumplir esa misión que tu tatarabuelo le había ortogado a tu familia: Los Guardianes de la Corona.
-La Misión Hightopp -dije -Yo, además de ser el Heredero, soy un Guardián de la Corona, igual mi padre -dije.
-Tú y el Pequeño Nicky tendrán que ir a la Isla de Cristal y encontrar la Corona para que la uses, y así salvarán a Infratierra de la Secta y de La Señora de Fantasmagoría, nosotros seremos libres para descansar en Paz y tu madre regresará con ustedes -dijo Papa Reggi.
-Pues, no nos queda de otra que mi padre y yo cumplir esa Misión -dije.
Vi a mi abuelo -¿Creer que usaré bien esa corona? -le pregunté.
-Todo depende, pero tendrás que usarla con esto -colocó una mano en mi corazón.
-Bueno, Majestad, Tarrant tendrá que volver a Infratierra, su padre debe estar preocupado -dijo Papa Reggi.
-Lo sé -mi abuelo me vio -Confiamos en ti en tu padre, Tarrant.
Yo le sonreí y le di un abrazo. -Haré lo posible...hasta lo imposible -le aseguré.
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Papa Reggi me escoltaba a la salida -Oye, otra pregunta -le dije -En la última página de tu diario había un mapa y la ilustración de una llave que ya encontré ¿Es el mapa para llegar a la Corona?
-Así es y la llave que encontreste es de la boveda donde se guardó la Corona con el tesoro.
-Y en el mapa había acertijo que no logré resolver. Decía: "Conforme el tesoro andará guardado, todo será un disparate, porque todo sería lo que no es y entonces al revés. Lo que...
-...es no sería y lo que no podría ser, sí sería" -terminó Papa Reggi -Quiere decir que mientras la Corona sigue guardada, todo lo que ocurre en esa isla no debería ocurrir...para hacertelo más claro: La Isla de Cristal es una isla tropical y está nevando, cosa que no ocurre en un lugar con el clima tropical, o los isleños que viven ahí, están bajo tierra cuando...
-...¡deberían estar bajo el sol! -le atiné -Osea todo ahí funciona al revés, hasta que el heredero, osea yo, tenga la Corona.
-Así es -me dijo, vimos que ya estabamos en la salida -Bien...creo que aquí es el adiós. Anda, ve a casa.
Me alejaba directo a la luz blanca. ¡No vayas a la luz!: alguien me estaría diciendo. Pero me detuve y vi a Papa Reggi quien seguía ahí parado, corrí tras él y le dí una abrazo.
-¡Oh, calma, pequeño! -se sorprendió.
Lo abrazaba más fuerte -Me dio gusto conocerte.
Él sonrió y me abrazó -Igual yo -nos soltamos y me sostiene la cara con sus manos -Dile al Pequeño Nicky que le mando saludos.
-Lo haré -le prometí, viéndolo con los ojos llorosos y nos volvimos abrazar.
-Lo harán muy bien, mis niños -aseguró.
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(Zanik P.O.V)
No sabía cuánto tiempo esperábamos para que Tarrant regresara de ese viaje astral, pero si fue bastante, tanto que ya estaba amaneciendo.
Yo ya me estaba durmiendo, pero de pronto.
-¡Luz loca! ¡Luz loca! -gritaba Thackery asustado, la luz fantasma volvió a brillar fuerte, iluminando la habitación.
Volvió apagarse y desapareció.
-¡Tarrant! -asustado, vi a Tarrant convulsionando en la cama -¡Calma, hijo! ¡Aquí estoy! -le decía, acercándome a él y vi que le salía espuma por la boca, y continuaba convulsionando -Calma, calma, aquí estoy -le decía mientras se calmaba de las convulsiones. Todos igual obserbavan preocupados.
Ya cuando se calmó, me vio -¿Padre? -dijo débil.
-¿Estás bien? -le pregunté.
-No esperaba ese aterrizaje -bromeó.
Yo reí y me aliviaba a la vez -Está bien -le dije a los demás que también se aliviaron de tal susto.
-Lo vi, padre -me decía -Vi a Papa Reggi -sonrió -Estuve con él.
-¿En serio? -pregunté, sonriéndo de la emoción.
-Dice que..te manda saludos -me dijo con ua sonrisa, y lo abracé fuertemente.
¡Estuvo con su tatarabuelo, y me lo devolvió a salvo!
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