2" Cheshire smile.
AUDREY
Me toma unos cuantos segundos determinar y asimilar mi situación actual. Sin embargo el procesarla pasa a ser tarea costosa en el segundo en que me percato de que un anónimo situado enfrente mío, me observa con sumo detenimiento.
Wow, este anónimo recién presentado me ha dejado sin habla al revelar tal maravillosa sonrisa.
Estoy en un lugar desconocido, sin batería en el teléfono móvil, envuelta en un ambiente dispar a diferencia de con los que me acostumbro a visitar... y la noche se ha adueñado de la ciudad.
Ahora que lo pienso con mejor claridad los gritos de mi madre en cuanto llegue a casa, si es que consigo llegar, no serán el mayor de mis problemas. Si a mi padrastro se le ocurriese alertar a todo su cuerpo policial de un posible "secuestro" por no acudir a la hora acordada, me convertiría automáticamente en el hazme-reír de la universidad nuevamente, por ser considerada una consentida y sobre protegida niña.
El barman nombrado como Rick o Richard se desinteresa notoriamente tanto del chico de cabellos rizados como de mí, por lo tanto se aleja para ponerse en disposición con clientes algo más... exclusivos que una necia joven de diecinueve años que irrumpe en su taberna aclamando un cargador de móvil.
—Bienvenida a The Westwing Cave, chica muda, hogar de borrachos, viejos verdes y lo peor de la zona oeste de Birmingham —habla el que anteriormente se había presentado como Harry Styles, generando como respuesta, que mi vista sea alzada hasta toparme con los ojos del dueño que la origina.
Frunzo levemente el ceño al escuchar aquel alias sin sentido, pero oh ingrata de mí, acabo de caer en que no he intercambiado tan siquiera un sencillo "hola" con el supuesto Styles.
—Lamentablemente, no he tenido el enorme placer de acercarme a los suburbios del lugar, pero no me imaginaba que alguien como tú me diese tan... grata bienvenida—murmuro apretando mi bolso, necesito ser algo más amable si quiero conseguir sonsacar algo de los sujetos de este antro de mala muerte.—Audrey Evelien Riddenaer, es un placer conocerte...
El error cometido número uno; buscar el contacto físico con él
Estiro mi mano izquierda con el propósito de estrecharla junto con la del chico de ojos esmeraldas.
Error número dos; el saludo pasa a significar algo más un apretón de manos, él añade dos besos.
Y maldita la hora en la que tras otorgarle dos besos en ambas de sus mejillas, observo cómo sus labios se estiran, y su boca se ensancha conformando otra sonrisa perfecta, pero algo burlona.
Error número tres; quedar anonadada por su curiosa y admirable expresión asemejada a la sonrisa del mismísimo Cheshire.
—Curioso apellido... para tener un nombre inglés —menciona jugando con los dedos de sus manos a la vez que acomoda meticulosamente los gruesos anillos.
Trato de analizarle, pelo largo y suelto, algo despeinado, pero decorado con unos peculiares rizos, hoy en día es tarea difícil encontrar a un chico joven que utilice el pelo con tal longitud. Viste de negro, camisa a cuadros roja y jeans ajustados con el tono exacto para combinar todo su conjunto, está arreglado, bastante, cosa llamativa puesto que nos encontramos en un bar donde el sexo masculino abunda por todas partes. Me hace pensar que tenía o tiene una cita pendiente.
Aparenta ser el típico casanova dispuesto a acostarse con cualquiera en la misma noche, aunque su expresión y rostro no sugieren la misma idea hablando en presente. Puedo notar el mismísimo cansancio grabado en él, mas Harry sonríe exhibiendo sus blanquecinos dientes como si no le importara el peso de la fatiga que muestra.
—No lo es en el país al que mi padre pertenece—contesto
—Así que Riddenaer, es proveniente del país de tu padre, el cual es...
—No creo que importe mucho. No he acabado en éste bar para comentar sobre mi vida y la de mi familia, lo siento—digo secamente.
Styles respira hondo y bebe un trago del extraño líquido color... rojo o granate, despierta algo de aflicción en mi, era una simple pregunta. Pese a que haga el intento de mostrar el mínimo grado de amabilidad conmigo, yo debo por obligación, tomar compostura y mostrarme firme ante cualquier situación, si creo confianzas en terreno peligroso la historia no puede acabar del todo bien.
—Holanda, mi padre es de Holanda —escupo culpándome a mí misma por continuar la conversación y no morderme la lengua.
—Ajá, interesante.
¿Ya está? ¿No piensa añadir absolutamente nada más? Diantres.
"¿Y qué esperabas?"
—Disculpa pero... Tengo una enorme necesidad por hablar con mi madre a través del teléfono móvil, al menos hacerle saber que sigo con vida—el joven sonríe de lado, tal vez mi comentario la haya hecho gracia. —Entiendo que puedas estar esperando la compañía de alguien con el que has programado un encuentro, pero... tan sólo imploro un minuto, para tomar prestado tu celular, me daré prisa.
—Siento comunicarte que soy de esos que no prestan su ayuda tan fácilmente, ¿Cómo puedo asegurarme de que no saldrás corriendo en cuanto tomes mi móvil?—cuestiona con voz ronca.
Resoplo divagando entre la muchedumbre del local con mi mirada, como si fuese a encontrar alguien mejor a quien recurrir...
Que equivocada.
—Soy una persona muy racional, y no pienso ir a ningún sitio, no conozco esta zona, me encontrarías... y te daré algo a cambio, pero...
—Créeme que me atrae la idea de que me des algo a cambio...
—Suena bastante bien, aunque... Tengo que decirte que no dispongo de recursos monetarios para compensarte con dinero... si así hubiera sido, aseguro que mi madre estaría en camino lista para recogerme, y todo gracias a unas moneditas y a una cabina telefónica...
—Entonces todo cambia, y se pone más interesante si no tienes con qué pagarme...
Él me mira más detenidamente y cambia su expresión divertida a la vez que relame sus labios.
"Tendrá hambre... Debe de ser eso sí, pero no puedo comprarle comida"
— ¿Quieres tomar algo, pequeña?—pregunta dando un último trago a su largo vaso
—Tengo prisa... —apuro al chico, el cual pone sus ojos en blanco e introduce su mano derecha en el bolsillo trasero de sus jeans oscuros y de este retira su teléfono, pero en mi intento por alcanzarlo él esquiva el objeto negando levemente con la cabeza.
—Vamos primero fuera, no pienses que vas a salir sin que yo te supervise de cerca.
¡Maldita sea! Lo estaba haciendo a propósito, no creo que alguien con su edad pueda pensar que yo sea capaz de saquear su celular.
Me permito sonreír admirando lo atractivo que resulta ser Harry, él definitivamente puede destacar en cualquier lugar al que tenga el ligero interés de asistir.
Él deja caer unas pocas monedas en el mostrador y toma mi mano tras alcanzar su abrigo color azabache, me sonrojo ante el descaro que muestra, pero a la vez irradia tranquilidad en mí, a diferencia de mi mano, la de él es cálida, y ya no sólo siento serenidad, también seguridad.
(...)
—Cielo, menos mal que has podido contactar con nosotros, estábamos horriblemente preocupados. Pero aún no me explico cómo sales de casa sin cargar el teléfono antes—me regaña mi madre detrás de la línea, Harry se encuentra escuchando todo y ríe entre dientes para luego dar una calada a su cigarrillo, algo desagradable a mi parecer.
—Sí, mamá me he despistado y te pido mil perdones... Ahora necesito volver lo antes posible por el amor de dios.
—Vale cariño, me alegro de que estés sana y salva y... ahora mismo voy a buscarte... ¿Sabes cómo enviarme tu ubicación a través de mensaje?
Styles tira el cigarro al suelo y lo aplasta con la punta de su bota de cuero mirándome fijamente, de una forma poco explicable, pero que causa un estremecimiento en mi persona.
Alcanzo a escuchar un; "pienso llevarte yo, dile que estás con un amiguito tuyo"
Muevo frenéticamente mi cabeza, de un lado hacia otro, indicando al chico de ojos esmeraldas que estoy en total desacuerdo con su propuesta.
—Díselo... —masculla mostrando algo de rabia en su tono vocal, comienzo a temblar y no sólo por el frío, acaba de resultar espeluznante, ¿Para qué quiere llevarme a casa teniendo yo a mi madre dispuesta a recogerme?
—¡Liam!—suelto de inmediato, y se me quiebra la voz al mencionar a mi mejor amigo. Por lo visto interrumpo
— ¿Liam? —cuestiona Jannet, presentándose algo dubitativa.
—Sí mamá, estoy con él ahora mismo... ehm... Por eso he podido llamarte... No me has dejado explicarte muy bien, mira justo he llegado a parar a un bar en el que él visita cada tanto, y por suerte he sido capaz de pedir prestado su móvil, y está dispuesto a llevarme...
Claro, y una madre va a creerse semejante disparate, te va a crecer la nariz Audrey.
Styles sonríe al verme en estado de nerviosismo, parece divertirle aunque a mí, obviamente no me produce ni pizca de gracia.
—Audrey, no comprendo... si tú misma dijiste que no pudo quedar con Madeleine y contigo para terminar el trabajo para la universidad...¿Cómo va a poder salir a un bar tan tarde?
Bien jugado Jannet, fenomenal.
—Él ehm... ahm... pues...—una bombillita se enciende en mi cabeza y yo sólo quiero lanzar mil gritos al cielo en agradecimiento— Tenía que cuidar de su abuela, no podía dejarla sola, es decir, no le dejaban salir hasta que alguien llegase a casa... pero igualmente nos ha ayudado a través de internet a terminar la presentación...
La hice saber de que debía ya comenzar el camino hacia casa cuanto antes, para no estar lidiando "junto a Liam" con los peligros de la noche. Y por fin se dignó a despedirse.
—Te quiero mi hermosa reina, haz que Liam conduzca con cuidado... ¡Llama si pasa algo!¡Cualquier cosa! Me mantendré despierta hasta que llegues a casa... Y bueno, cuando estés cerca envía un mensaje, así te caliento la cena, he hecho el plato que más te gusta...
— ¡Que si mamá! Adiós, te adoro.
Y cuelgo, con un cúmulo de sensaciones increíblemente sorprendente. Vergüenza, temor, rabia, impotencia, tristeza... La peor parte era soportar al responsable de mi humor actual. Un enorme problema llamado con el nombre de:
Harry Styles.
Madeleine aparece de repente en mi cabeza durante un segundo irrumpiendo cada pensamiento posible. Había prometido notificarla en cuanto cruzara el umbral de la puerta de mi domicilio.
Pero esa chica es muchísimo más atolondrada incluso que yo, seguramente se habrá olvidado.
Estiro mi brazo alcanzando al rizado su teléfono móvil, mi cara al divisar su divertida y burlona sonrisa aguantando el soltar una carcajada, pasa de ser pálida a un mismísimo tomate.
— ¡Styles que ni se te ocurra regodearte de mí!—chillo tapando mi rostro con ambas manos.
Puede con mi paciencia... algo que pocas personas logran conseguir. Gruño haciéndome oír, proporcionando al rizado una amenazante observación.
—Venga en marcha... No quiero que tu madre se quede despierta hasta las tantas, y tampoco creo que sea de tu agrado aparecer en la universidad con unas feas ojeras... necesitas estar bien y descansada para conquistar a tu amiguito empollón, ese... ¿Cómo se llamaba? ¿Leeroy?
—Liam— corrijo otorgando al chico de ojos esmeraldas una amenazadora observación
Él comienza su camino hacia una de las salidas del callejón y yo le seguí con un par de dudas en mi despistada mente.
— ¿No preferías que te lo agradeciera invitándote a comer o cenar?—pregunto en cuanto Harry abre la puerta de su Lexus Sedan negro, reconozco el modelo del vehículo porque mi padre biológico regaló uno exactamente igual al del rizado por el vigésimo sexto cumpleaños de mi hermanastro Chace.
— ¿Me estás proponiendo una cita Evelien?—me mira algo pícaro y yo contengo una risita tonta ante tal declaración.
— ¡Claro que no! Pero... pensé que cuando me pediste... no lo sé, pienso demasiado y hago pocas cosas.
Ambos entramos en el interior del coche, una verdadera belleza, me acomodo en el asiento del copiloto, Styles deja soltar un largo bostezo antes de arrancar el motor y pisar el acelerador, en cuanto comienza la ruta gira su cabeza sonriendo de una forma que agradezco enormemente, puesto que me tranquiliza.
En un coche, indicando a alguien totalmente extraño y forastero para mí, la dirección de mi propio domicilio, ¿Debería temer?
Mi instinto dice que no.
Este chico es un verdadero misterio, ha sido él mismo quien se ha acercado para entablar conversación junto a mí, no parecía ni aparenta tener malas intenciones. Es amable, bastante, aunque algo entrometido, pero me proporciona seguridad a pesar de ese pequeño cambio de humor que presentó a las afueras del Westwing Cave...
Me encantaría saber de él, descubrir y aprender de una persona aparentemente solitaria. Jamás imaginé que conocería a un joven tan de ensueño como lo es el rizado, con esa sonrisa sincera...
Aquella sonrisa de gato Cheshire, que podría acabar conmigo si así lo deseara.
(...)
»Heeey heey heey heey y miles de saludos por que Cat, ha vuelto a wattpad tras numerosas movidas en su vida. Siento con el corazón no haber podido actualizar con anterioridad, pero el verano me ha sido una época bastante dura y complicada, juro, prometo a mis hermosas marshmallows que no volveré a desconectarme de esta manera.«
Bueeeno... ¿Qué pensáis del capítulo? he tratado de hacerlo algo larguillo, los primeros no suelen ser muy entretenidos pero prometo que habrán muuuuchaaas cosas de por medio en Wonderland
añadido: me he visto obligada a reescribir partes y fragmentos del capítulo puesto que ésta maravillosa página que es wattpad pues... me juega malos y sucios trucos.
Os adoro x
Multimedia: Hazz *-*
Nos leemos :)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top