Pov. Zanik

-bueno, será mejor que salgamos de aquí – dije después de que haya pasado esa locura de que haya venido el mismo demonio y que se atreviera a hacernos daño – no me gusta estar en este lugar

-tienes razón padre – dijo Tarrant mientras nos levantábamos de donde estábamos pero luego me percate de algo. Kenwood seguía tendido en suelo. Parecía inconsciente.

Me le acerco para ver si seguía vivo. Tenía la sensación de que él no tenía la culpa de lo que paso.

-padre? – me llamo Tarrant al ver a done iba – que haces? – en eso, llego a donde estaba el y si, se encontraba en estado Inconsciente.

-que creen que haya pasado? – les pregunto mientras lo veo.

-no lo sé pero creo que él tenía algo de culpa por la locura que acaba de pasar – dijo Anario – yo creo que deberías dejarlo aquí después de lo que ha hecho. – dijo de manera fría.

-de alguna manera siento que...- dije mientras lo miraba – que quizás el no tuvo la culpa en esta ocacion.

-Zanik – dijo Anario mientras escuchaba como se me acercaba – recuerda todo lo que él le ha hecho a tu hijo. Lo que su familia le ha hecho a la tuya. Él fue malo en su pasado y no creo que haya cambiado así como así. – no le respondí nada.

Recordé esa vez en que su hermana Cardi secuestro a mi hijo cuando apenas tenía tres meses de edad. Él era solo un niño de 7 años y me di cuenta que él era diferente a su padre y su hermana. Se veía asustado, como deseando que lo sacaran de ese mundo. Quizás no vi todo lo que le paso pero, en un momento, vi como su padre lo golpeo solo porque él le dijo que no deberían hacernos este mal. El chico había sufrido mucho y no me quiero imaginar todo lo que le hicieron. Su maldad no era suya. Se la trasmitieron y lo corrompieron. Si hubiera tenido otra crianza, puede que quizás no haya hecho nada de lo que hizo. Si alguien lo hubiera ayudado tiempo.

En ese momento, supe lo que tenía que hacer.

-hay que llevarlo con nosotros – dije seguro de mí mismo.

-padre – escuche a Tarrant y luego lo veo.

-no fue su culpa – dije mientras me levantaba – yo vi como él era en verdad. El verdadero culpable de todo lo que nos pasó ya está muerto y Kenwood, solo es una víctima más de lo que ese maldito provoco. – cuando le dije eso, Tarrant también se dio cuenta de lo que decía.

-crees que en verdad cambiara? – dijo dudando un poco.

-toda alma se puede salvar – le dije con una sonrisa y luego él también me sonríe pero, justo en ese momento, escuche un quejido de parte de Kenwood.

Me le acercó y le tomó el pulso y lo tenía muy débil.

-no puede ser – dije al darme cuenta.

-que paso? – preguntó Alicia.

- se está muriendo. – Dije para luego rápidamente tomarlo y poner unos de sus brazos alrededor de mis hombros – hay que irnos ahora. – dije para luego comenzar a avanzar. Anario me decidió en ayudarme al final y salimos de ese Manicomio para ir directo a Marmoreal.

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Pov. Tarrant

Llegamos a Marmoreal unos minutos después de salir de ese Manicomio. Aun no estaba seguro el 100% de que Kenwood pueda cambiar del todo pero confiaba en mi padre. Y si llega a traicionarnos, no toleraremos otra burla y lo mandaremos directo al maldito Infierno.

Cuando llegamos, les dijimos a los enfermeros que él necesitaba ayuda urgentemente. No sabíamos que tenía pero lo averiguaremos tarde o temprano. Mientras esperábamos, Delaria y Viviangelyn se encontraba curando y corriendo la herida de su brazo izquierdo. Es increíble que ahora lo haya perdido.

-crees poder seguir haciendo las cosas que hacía estando así? – le pregunto mi madre mientras se sentaba a su lado

-bueno, eso no lo sé ahora. – Le dijo mientras le sonreía – solo debo adaptarme y acostumbrarme a vivir solo con un brazos ahora. Al fin y al cabo, me acostumbro rápido a los cambios. – dijo para luego hacer una expresión de dolor por lo que hacían mis hermanas.

-bueno, con eso ya está – dijo Delaria cuando terminaron – espera a que cicatrice y estarás bien.

-gracias hijas – les dijo mientras les sonreía.

-padre – dije mientras me le acercaba – en verdad crees que Kenwood pueda cambiar?

-bueno, resulta que el no siempre fue como tú lo conociste – me dijo con una sonrisa – digamos que él era diferente antes. Y más cuando ustedes se conocieron por primera vez.

-de que hablas? – Dije confundido – yo lo conocí cuando fue al pueblo con Connor y su hermana cuando tenía 8 años y casi nos matan.

-no. - Dijo mi padre – fue cuando tú apenas tenías tres meses y los 7 años.

-qué? – dije confundido.

-digamos que su padre tenía en mente secuestrarte cuando tenías tres meses y que clase de atrocidades hacerte. Fue cuando un día nos fuimos a pasar unos días con la familia de tu madre. Por un descuido Cardi te secuestro. Yo junto con Charles y tu abuelo fuimos a buscarte. Pasaron algunas cosas en el trascurso pero digamos que su primer encuentro no fue con odio. Más bien, Kenwood evito que te mataran ese día. Era generoso, dulce, amable y lleno de esperanza. No sé qué fue lo que le hizo el monstruo de Connor que mató a ese niño que se veía que iba a ser un hombre de bien pero, creo que aún se puede recuperar.

-no tenía idea – dije impresionado. – creo que me enfoque en todo lo malo que había hecho Kenwood que no me detuve a pensar en las cosas por las que habría pasado.

-pero crees poder confiar en el hijo? – me pregunto mi madre.

-bueno, no es que voy a llegar de una sola y le daré toda mi confianza – dije en broma – vallamos un paso a la vez. Quizás, en verdad él quiera empezar de nuevo. – en eso, uno de los enfermeros aparece y nos ve.

-familiar ares de Kenwood Darthkiss Brooks? – cuando dijo su nombre, nosotros nos quedamos callados un momento y luego yo le acercó.

-él no tiene familia pero, nosotros lo conocemos – le dije con una sonrisa.

-bueno, el señor Kenwood se encuentra un poco débil pero estable. Creemos que de alguna manera su fuerza vital se está desvaneciendo por una razón que no podemos explicar. – Me dijo un poco angustiado – los tendremos al tanto de lo que sea.

-está bien – dije y luego él se fue. – porque siento que esto tiene algo raro? – les pregunto a los demás.

-Tarrant – me dijo Alicia mientras se me acercaba – recuerdas cuando ese demonio dijo que el padre de Kenwood le había vendido su alma para que el tuviera sus poderes mágicos?

-no crees que se esté llevando alma o sí? – dije ya un poco preocupado. – como tendrá una oportunidad de cambiar si muere? – le pregunto a mi padre.

-bueno, en eso ya es un poco difícil Tarrant – dijo mi padre – no sé cómo funcionan esa clase de tratos ya que ni muerto planeo hacer uno.

-pero debe haber una manera de anularlo – dije ya preocupándome – esto fue culpa de Connor. No podemos dejar que Kenwood pague por algo que hizo su padre.

-Alicia querida – dijo mi madre llamándola y ella va – los guardianes no tienen algún hechizo o fuerza para evitar que esto pase?

-no que yo sepa – dijo para luego mirarnos a todos – esto ya es un caso fuera de nuestro alcance.

-vamos a necesitar ayuda de una autoridad mayor – dijo mi padre y en eso tuve una idea loca. Veo a mi padre con una sonrisa y él se da cuenta – no. – Dijo atinandole – no lo vas a hacer.

-por favor! Si ya nos ayudó hace unos minutos! porque no ahora?

-porque lo que pasó hace unos minutos era de otro nivel y nosotros no teníamos ni idea de que hacer –dijo mientras se levantaba – pero eso no quiere decir que ahora te volviste súper amigo suyo y que puedes pedirle que haga eso otra vez.

-y dejarás que el demonio se lleve su alma sin hacer nada? – Dije mientras lo miraba con los brazos cruzados – no pido que literalmente me posea otra vez, solo que nos dé una manito para anular ese contrato.

-esto tiene que ser una broma – dijo mientras se llevaba una mano a su cabeza – y como planeas hacer eso? Porque en ningún lugar de la biblia te explica eso.

-que tan un exorcismo? – Dijo Alicia y todos volteamos a verla – solo digo.

-suena bastante viable – dije con una sonrisa.

-no! Que nadie piensa en lo que puede pasar!? – dijo mi padre – Tarrant con esto no se juega por dios!

-ya lo sé pero, solo quiero ayudarlo. Se dice que debes hacer bien si mirar a quien.

-si pero....- dijo para luego poner sus manos en su sien mientras serraba sus ojos – porque será que no puedes pensar en algo menos loco?

-vamos padre! – Dije quejándome un poco – creo que ya debes de saber qué tipo de ideas tengo yo.

-si pero esto, esto es ir lejos – dijo refiriéndose a lo que planeaba

-que no queremos ayudar a Kenwood? Quizás esta sea una oportunidad para que arregle las cosas.

-pero la cosa es que no sabemos quién puede hacer algo como eso, además – dijo mi padre mientras acercaba a mí – si llegáramos a encontrar a alguien que sepa de esas cosas, como le explicaremos la locura que acaba de pasar? No creo que todo el mundo se crea eso que vino el mismo diablo y que casi nos mata y luego de manera milagrosa llegó Jesucristo y nos brindó una manito.

-ya sé que sonara loco pero es la verdad – dije y luego Alicia se me acercaba

-Tarrant, tu padre tiene razón con esto. No todos van a creer lo que pasó en ese Manicomio.

-si no lo intentamos, no lograremos nada – le dije y luego escuchamos unos ruidos de alboroto por los pasillos. – y eso? – pregunte al escuchar eso y luego veo cómo sale corriendo una enfermera asustada a donde estábamos y yo la detengo. Estaba asustada – señorita! Oiga! – intentó calmarla y ella me ve – que paso? Que paso?

-en...en la habitación de...del señor Kenwood, están pasando cosas extrañas! Entre y...estaba como poseído! – dijo aterrada para luego salir corriendo de ahí.

-poseído? – Nos preguntamos yo y mi padre. – como que poseído? – preguntó Alicia.

-eso lo vamos a averiguar – dije para luego ir directo a donde venía todo el alboroto. Mi padre, Alicia y mi madre con mis hermanas me siguieron.

Íbamos caminando hacia adelante y también veíamos como los enfermeros y enfermeras salían corriendo de ahí asustados. Nos estábamos acercando a la habitación de Kenwood y luego de esta sale como un poco de sangre del suelo y también salpicando todo afuera.

-pero que mierda? – preguntó mi padre al ver eso y luego yo les señalo que se queden hay mientras me voy acercando.

(Autora: poner la canción de fondo)

Me asomo para ver lo que estaba pasando y lo que vi me dejó espantado. Vi cómo Kenwood se encontraba sujetando el cuerpo de uno de los enfermeros y en una de sus manos se encontraba la cabeza de este decapitada y luego suelta el cuerpo y se va como tomando un poco de la sangre que quedaba en la cabeza.

-oh mierda – dije en susurro al ver eso.

-qué? Que paso? – dijo mi padre y luego ve eso y también se queda espantado – por un demonio! – dijo en voz alta y hay Kenwood volteo y nos vio.

Su mirada estaba perdida y se veía como estaba con otra expresión. Me ve un poco tenso y luego parece que su mandíbula comienza a temblar y transmitía un sonido agudo y extraño. 

-corran – dijo mi padre a ver que algo iba a pasar y sí que iba a pasar algo. Kenwood suelta la cabeza y se pone en cuatro patas y comienza a acercarse rápido a nosotros – Corran! – todos salimos de ahí corriendo y el corren tan rápido que choca contra la pared pero luego se reincorpora y nos va siguiendo muy rápido mientras gritaba de una manera espeluznante.

-que carajos le paso?! – pregunto Delaria mientras corríamos lejos del.

-no lo sé! Pero será mejor que hagamos algo pronto! – dije ya un poco angustiado por lo que estaba pasando.

-pues creo que ahora si vamos a necesitar el exorcismo! – dijo Alicia para luego dejar de correr y tomar su espada y lanzarle un rayo de poder a kenwood para hacer que retrocediera. – Eso nos dará tiempo – dijo para luego seguir corriendo.

Seguimos corriendo y luego nos encontramos con un almario y nos escondimos todos adentro.

-que es lo que pasa ahora!? – dijo mi madre alterada – por dios! No podemos salir de un maldito problema sin entrar en otro?! Coño porque?!

-madre! Madre! – dije calmándola y haciendo que hiciera silencio.

Todos nos quedamos en silencio y escuchamos los gritos de Kenwood. Se podía escuchar en todo el hospital. Era como si fuera como un alma en pena. Luego, escucho como se va acercando y luego la sombra de sus pies se ve por la parte baja de la puerta y hay todos nos mantuvimos en silencio. Pasaron unos segundos y luego este siguió su camino corriendo de la misma manera.

Abro la puerta y veo que no había señales de él y ahí fuimos saliendo de ese almario.

-ok...esto, ya es demasiado – dijo Viviangelyn – que haremos ahora?

-estoy pensando estoy pensando – dijo mi padre

-aquí no hay mucho en que pensar padre – le dije serio – hay que de alguna manera quitarle ese demonio que tiene dentro y será con exorcismo a menos que quieras un apocalipsis zombi.

-Tarrant tiene Razón señor Hightopp – dijo Alicia – creo que ya de que debemos hacerlo ahora.

-ok ahora explíquenme ustedes, quien coño se va a atrever a hacer eso?! Y no digan que lo vamos a hacer Tarrant y yo porque algo es ser creyente y otra cosa es tratar un caso de una posesión con un exorcismo.

-necesitamos a un sacerdote – dije.

-y quien crees que pueda estar dispuesto a esto? – pregunto mi madre

-primero, debemos atrapar a Kenwood. No podemos dejar que siga haciendo destrozos y asegurarnos que no salga del castillo.

-yo me encargare de eso junto con Anario – dijo Alicia – tú y tu padre vaya por alguien que pueda ayudarnos.

-está bien Alicia – le dije para luego dirigirse a la salida junto con mi padre.

-sabes con quién podemos ir? – me pregunto.

-tengo a alguien en mente – dije mientras una sonrisa se posaba en mi rostro.

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Pov. Zanik

-aaahh me lo pueden explicar una vez más? – dijo el Sacerdote David Harrison después que le contamos lo que había pasado.

-sé que puede sonar un poco loco de entender – dijo Tarrant – pero en verdad necesitamos que le haga un Exorcismo a un amigo nuestro.

-lo siento joven Hightopp pero la idea es muy disparatada – dijo mientras tomaba su biblia que estaba sobre la mesa de esa iglesia – además, nadie en todos mis años como Sacerdote me ha pedido algo como esto y después de la desgracia que paso con Darth Hatter lo que menos quiero es estar cerca de algún indicio del demonio.

-yo lo entiendo padre – le dije mientras me acercaba – pero en verdad necesitamos su ayuda. Nuestro amigo estaba a punto de cambiar y lo que le pasó no fue su culpa. Bueno, si tuvo algunas casos que si fue culpable pero intenta cambiar.

-además, no dejaremos que algo le pase. – dijo Tarrant

-sé que solo quieren ayudar a su amigo – nos dijo – pero, la verdad para hacer algo así se necesita una gran voluntad y no puedo hacerlo solo.

-nosotros le ayudaremos – dijo Tarrant.

-si nosotros...que? – dije mientras lo veía – como que nosotros?

-por favor padre – me dijo – nosotros podremos con esto – me dijo con una sonrisa pero yo estaba no muy convencido con esto.

-tú me quieres matar de un susto verdad? – le dije mientras aún estaba procesando eso.

-padre, te enfrentaste a un demonio mientras estábamos con el tema de Darth Hatter. Que tan diferente es uno más? – me dijo aun con esa sonrisa.

-y se ve que tú no tienes ni una pisca de miedo.

-bueno si estoy preocupado pero, es para ayudar a Kenwood. Por favor.

-por favor que alguien me despierte de esta pesadilla – dije mientras miraba asía arriba – bien, le ayudaremos en esto padre.

-bueno, antes de empezar, necesito enseñarles algunas cosas. Vengan conmigo – lo seguimos a la parte donde estaba todo con lo que se preparaba para las misas. Solo espero que Alicia este teniendo mejor suerte que nosotros atrapando a Kenwood.

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Pov. Alicia

-estás listo? – le pregunté a Anario mientras estaba del otro lado del pasillo.

-estas segura que lograremos atraparlo? – me pregunto mientras mirábamos como Kenwood se encontraba andando en cuatro patas por el pasillo que estaba entre donde estábamos nosotros.

-si no lo intentamos, quizás termine matando a más gente. – dije mientras tomaba mi espada – tienes la cuerda?

-aquí está – dijo mientras me la mostraba.

-bien – dije ya preparándome para esto.

Los dos entramos al pasillo donde se encontraba Kenwood mientras caminábamos en silencio. El se encontraba como hablando solo con ese ruido y también como si se estuviera descortorsionando. En un momento, se quedó de rodillas y no se movió más. Nos acercamos mas pero luego el comenzó a mover su cabeza y la giro para luego tenerla mirándonos por detrás mientras sonreía.

-son unos tontos en intentar hacer esto – nos dijo con una voz gruesa y profunda mientras sonreía y se puso una vez más en cuatro y se fue acercando a nosotros mientras gritaba.

-cuidado! – dije mientras me elevaba con mi magia y Anario lo esquivaba. Él se me quedo mirando y luego veo como un líquido verde salía de su boca.

-qué es eso?! – dijo Anario al verlo y me di cuenta que parecía que lo iba a escupir.

-cuidado Anario! – le advertid y luego el escupió un chorro de eso y él se quitó y este callo en una pared y la comenzó como a deshacer.

-no dejes que te salpique!

-no lo dudes – dijo sorprendido por lo que vimos y luego el volvió a ir tras nosotros y salimos corriendo de ahí – y ahora qué?! Puede escupir un asido que derrite las cosas! Si puso con el Mármol de las paredes, una cuerda será como romper papel!

-estoy pensando! – Dije y luego llegamos a un salón del castillo – hay que dividirnos – dije para luego yo ir por el aire y él fue a la parte de abajo.

Pasaron unos segundo y luego Kenwood llegó y vio que nos encontrábamos muy separados. Bajo de un salto las escaleras y cayó en cuatro mientras miraba a Anario.

-no dejes que te agarre! – le dije desde arriba.

-por lo menos tú tienes magia para defenderte! – me dijo mientras tomaba su espada.

-Que tenemos aquí – dijo una vez con esa voz gruesa – un guardia perdido? Ven y juego conmigo. – dijo para luego salir corriendo a donde él se encontraba pero le hace una herida con sus espada en la pierna y este pega un grito agudo de dolor.

-Kenwood! Ya basta! – le dijo mientras le apuntaba – solo queremos ayudarte! sé que estás ahí adentro! No dejes que te controle ese demonio! – le dijo con firmeza pero este solo lo vio con ira para luego intentar saltar sobre él.

Uso mi magia para apartarlo y llega una vez más arriba de las escaleras. Bajo al suelo y veo a Anario.

-te encuentras bien?

-si – me dijo mientras se incorporaba – donde esta? – preguntó mientras mirábamos a todas partes.

-está ahí – dije mientras vi cómo se encontraba caminado por el techo.

Cada vez venía más rápido y parecía un animal. En un momento baja del techo y cae atrás de una mesa de madera. La toma en sus manos y me la lanza pero yo con mi magia logro sujetarla y luego se la lanzo una vez más.

-cuando te diga! Lánzale una flecha a una pierna! – le dije a Anario.

-si! – dijo para luego apartarse de hay.

Cuando se intentó apartar, Kenwood lo vio y le lanzó la pesa y Anario callo en el suelo. Yo no perdí tiempo y usando mi poder voy directo a donde está él y lo golpeo en contra de un muro. Él se forcejea e intenta quitarme de encima. Logra agarrar más fuerza y me tira contra otro muro mientras me sujetaba pero luego yo lo sujeto y lo vuelvo a lanzar a otro.

Lo tomo con mi magia y lo lanzó a un pilar. Voy de una sola con el pero luego comienza a escalar el pilar y aterriza detrás de mí. Me sujeta fuertemente por detrás. No podía moverme. Intentaba usar mi magia pero el dolor no me dejaba concentrarme.

-cometiste un error en meterte conmigo preciosa! – me dijo con esa voz una vez más. Sentía que me iba a romper los brazos y costillas.

(Autora: pasa como en este video)

https://youtu.be/gv1fhZNDaTQ

-Cállate! – dije para luego elevarme en el aire y hacer que se golpeara la cabeza con el techo. Al ver que no me soltaba, decide poner en marcha la siguiente parte del plan que tenía para agarrarlo. – Anario! Ahora! – le dije y luego él le lanza una flecha a una pierna que causo que este cayera al suelo.

Aprovecho ese momento para usar mi magia y crear unas cuerdas de poder que no creo que lograría deshacer con ese líquido. El cae amarrado eh intenta quitarse las cuerdas pero no puede.

-listo – dije mientras bajaba. – hay que llevarlo a un cuarto del castillo para cuando lleguen Tarrant y Zanik.

-sí, concuerdo contigo – dijo mientras mirábamos a Kenwood que aún se encontraba retorciéndose en el suelo.

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Pov. Tarrant

-estás listo para esto padre? – le pregunto mientras ya nos encontrábamos de camino a Marmoreal.

-ciento que no debería estar haciendo esto – me dijo y yo solo rio en voz baja.

Ya era de noche ya que el padre nos estuvo enseñado un par de cosas sobre exorcismos. Que debíamos hacer, cuales son las cosas que se utiliza, lo que debíamos recitar, que debíamos hacer si esto se salía de control y un par de cosas más. Los dos teníamos unas túnicas negras mientras que el sacerdote tenía una igual negra pero con las estolas moradas.

Llegamos a Marmoreal y todo parecía estar en silencio. Vamos caminando y luego veo a Alicia.

-Tarrant – dijo mientras se me acercaba y ve que ya estábamos listos para iniciar.

-donde está el hombre? – pregunto el padre a Alicia.

-esta por aquí – dijo para luego guiarnos a donde tenían a Kenwood.

Llegamos al pasillo donde estaban las habitaciones y luego hay estaba la Habitación de Kenwood. Mi padre y yo escuchamos como aún seguía como gimiendo y haciendo esos sonidos adentro. Siento un escalofrió cuando Alicia abra la puerta.

-No vallan a abrir la puerta mientras estamos adentro – dijo el padre mientras entraba y detrás del entramos mi padre y yo. Fui a cerrar la puerta y Alicia me ve.

-ten cuidado. – me dijo.

-estaré bien – le dije con una sonrisa para luego serrar la puerta.

Cuando me volteo, veo que Kenwood se encontraba atado de manos y pies en esa cama. Nos miraba fijamente y tenía una respiración profunda y parecía trasmitir un sonido extraño. El padre David fue el primero en acercarse a él y se puso a un lado de su cama y mi padre y yo solo nos paramos al frente de esta.

-te dije que esto era una mala idea – me dijo mi padre en susurro mientras miraba a Kenwood.

-guardad silencio – nos dijo el padre para luego abrir su biblia, junto con un rosario y un frasco con agua bendita. Comenzó a hacer la señal de la cruz a Kenwood y luego a nosotros pero ahí Kenwood comenzó a hablar con esa voz.

-anda y regálala por detrás! Maldito imbécil anciano! Desgraciado...

-SILENCIO! – dijo el padre para luego lanzarle unas cuantas gotas de agua bendita y Kenwood se retorció un poco.

El luego se hecho unas cuantas gotas encima y luego a nosotros. Mientras Kenwood se retorcía de dolor el tomo su biblia y se arrodillo junto a él y hay mi padre y yo tomamos las que teníamos y las abrimos justo en el mismo lugar que David las tenía.

-padre nuestro que estas en cielo – comenzó a recitar pero luego Kenwood le escupió algo verde pastoso en un ojo. Él toma un pañuelo y se lo limpia sin mucha molestia - santificado sea tu nombre, ven danos tu reino, hágase tu voluntad como en la tierra como en el cielo, danos hoy en paz de cada día, y perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación...- paro un momento mientras miraba como se encontraba Kenwood.

-y líbranos de todo mal. – terminamos mi padre y yo la oración.

-oh Dios sálvame por tu nombre, por tu e poderío hazme justicia – decía mientras Kenwood seguía quejándose y soltando un poco de humo de su boca – pues hoy en pongo la arrogancia, sobre seres arrogantes que buscan mi alma. Más al señor me auxilie, el señor sostiene mi alma en toda necesidad me ha ayudado. Gloria al padre, eh hijo y espíritu santo.

-como era en un principio – dije

-y ahora por el resto de los siglos. Amen – termino mi padre.

-salva a tu siervo! – dijo el padre y Kenwood no dejaba de gritar.

-que pone su fe en ti mi señor – dije al ver eso ya un poco asustado.

-se para él una fortaleza mi señor! – dijo el padre

-para hacer frente al enemigo – dijo mi padre y hay Kenwood comenzó a gritar más fuerte mientras se levantaba de donde estaba acostado. Veo como mi padre levanta un poco su mano eh intenta hacer una barrera con su resplandor alrededor de David para que no le pasara nada.

-No! – Dijo David – sigan con lo que les dije! – dijo para luego seguir predicando. – que el enemigo no tenga poder sobre nosotros!

-y que el hijo de la desgracia no tenga poder sobre el – dije y luego Kenwood vio a mi padre

-tu padre arde en el infierno! Eres una deshonra para el! – le dijo con fuerza y mi padre se preocupa un poco.

-que dios esté con ustedes – nos dijo David a nosotros

-y con su espíritu – dijo mi padre ya un poco aturdido por esto.

-oh señor padre todopoderoso! Tu eterno dios y padre de nuestro señor Jesucristo! Que una vez lanzó al ángel caído a las llamas del infierno! Que enviaste a la tierra a tu único hijo para destruir a la bestia! – decía diciendo pero Kewnood solo se ponía más violento y mi padre y yo nos alejamos un poco de ahí – escucha nuestra plegarias – y hay, la cama donde estaba Kenwood Comenzó a temblar.

-y eso? – pregunte asustado

-tranquilo – dijo mi padre también preocupado

-arrebátame de las llamas de la perdición y de las garras del demonio del medio día! – le decía a Kenwood – a este ser humano! Hecho a tu imagen y semejanza! Infunde terror en la bestia que ahora causa terror en tu hijo! – dijo para luego levantarse y seguir predicando en voz alta – permite que tu mano poderosa lo arrojé lejos de tu siervo! Kenwood Darthkiss Brooks! Para que no tenga más poder sobre el! – hay Kenwood comenzó a gritar con su propia voz y se veía como una sombra extraña salía de vez en cuando de él – a quien creaste a tu imagen y semejanza! – dijo para luego lanzarle otras gotas de agua bendita – y para redimir a través de tu hijo! Quien vive y reina contigo! En la unidad del espíritu santa! Dios por los siglos de los siglos. Amen – cuando termino de predicar, vimos como la cama comenzaba a flotar en el mismo lugar.

-esto tiene que ser una broma – dijo mi padre al ver eso.

-No se asusten – nos dijo el padre David – Dios está con nosotros.

-lo sé pero... - dije mientras mirábamos eso – aun no lo creo que este pasando esto – dije mientras mirábamos y luego esa sombra se estiró y salió un poco de Kenwood y nos vio. Era como un demonio oscuro que nos miraba fijamente.

-Malditos Hightopp! – Nos gritó a mi padre y a mí – Son como unas sanguijuela miserables! Adhiriéndose a todo lo que intento! Váyanse de una maldita vez y dejen de meterse en donde no les incumbe! Miserables que se quemaran en el infierno! – en eso el padre le lanzo un poco más de agua bendita y este se quemó un poco y se retorció.

-Oh señor Jesucristo nuestro señor! Libera esta pobre alma del sufrimiento! Dale la oportunidad de seguirte y que el demonio que habita su cuerpo sea extraído y pulverizado por tu grandeza! – dijo mientras le gritaba sosteniendo el rosario – libera a tu siervo del sufrimiento! Pon tu mano en su corazón y purificarlo mi señor! – en eso vimos como esa sombra volvía a aparecer y luego rompió las cuerdas que sostenía a Kewnood eh intento atacar al padre David pero hay mi padre puso una barrera con su poder alrededor de la cama de Kenwood para que no escapara – Libéralo mi señor! Libera a tu siervo y dale la oportunidad de vivir según tu gloria! – Decía el padre mientras veíamos cómo Kenwood gritaba de dolor ahí dentro y también como esa sombra lo iba dejado poco a poco – solo tu señor! Solo tú eres santo! Y gloria! Solo tú tienes el poder para traer la paz y salvación a este mundo de pecadores! Libera a este ser humano víctima del demonio! Pon tu mano sanadora y purificarlo! Purificarlo mi señor!

-¡¡¡AAAAAAAAAAAHHHHH!!! – se escuchó un grito intenso que casi me rompe el tímpano que venía de Kenwoood y luego vemos como una sombra sale del y luego Kenwood cae en la cama pero esa sombra seguía retorciéndose dentro de lo que había hecho mi padre.

-suéltalo – le dijo el padre a mi padre y hay Zanik dejó de usar el resplandor blanco y esa sombra Salió de donde estaba. – Por el poder de Dios mi señor! Te ordeno que vuelvas a la oscuridad de donde saliste! – dijo mientras le apuntaba con la Cruz y hay esa sombra parecía estarse quemando y gritando de agonía. – vuelve al maldito infierno de donde saliste engendro de satanás! Regresa y jamás vuelvas! Maldito demonio! Vuelve al maldito infierno! – la sombra fue gritando y luego poco a poco se fue desvaneciendo hasta no quedar nada y todo se fue calmando.

-que loco – dije mientras veía que se había ido.

-es la última vez que hago esto – dijo mi padre.

En eso, todos vimos a Kenwood lo cual este seguía estando en un estado inconsciente. Por lo menos, ya nos habíamos desasido del último de nuestros problemas.