Cap. 18 Paga por tus pecados
Pov. Tarrant
No sabía muy bien en donde me encontraba en ese momento. Todo había pasado tan rápido. Lo último que recuerdo fue que encontré a mi padre en esa colina y luego me dijo esas cosas que son cosas que nunca diría mi padre. El no lastimaría a inocentes solo por poder. Luego, siento una gran presión en mi cuello que me dificulta respirar y también era como si mi fuerza vital se esfumara de un momento a otro. Caigo desmayado y no sé nada más de lo que pasó.
Me voy despertando poco a poco y cuando abro los ojos me doy cuenta que me encontraba en una de las habitaciones del hospital de Marmoreal. Cuando me voy incorporando siento como me duele horriblemente la cabeza. Me llevo una de mis manos a la cabeza mientras me voy sentado y veo que esta estaba con una vía intravenosa. ¿Qué me había pasado? Es la pregunta que surcaba por mi cabeza sin parar. Me preguntaba qué era lo que pasó? Donde estaba Alicia? Que paso con mi padre?
Paso un segundo y luego veo que la puerta de la habitación se abre y de ella sale una enfermera junto con la reina Blanca.
-Tarrant – dijo ella al verme despierto – cuánto tiempo llevas despierto?
-solo un momento – dije tratando de recordar lo que pasó – qué fue lo que paso?
-bueno...de eso no estoy muy bien informada. Los que sí saben más acerca de lo que pasó con Alicia y tu padre.
-donde están ellos?
-Alicia está con Anario y tu padre no sé muy bien a dónde fue, ya que cuando le dijimos donde estabas y en qué estado salió muy confundido del cuarto donde estaba. – eso si me preocupaba
-puedo levantarme? – pregunte un poco impaciente
-cree que se ya se siente mejor para caminar joven Hightopp? – me pregunto la enfermera
-sí, ya estoy bien – dije mientras me sentaba en la cama – me puede quitar esto? – le dije refiriéndome a la vía intravenosa.
-creo que debería quedarse un tiempo más en cama – me dijo la enfermera
-que estoy bien coño! – dije ya perdiendo la paciencia – me va a quitar esto o no?!
-quítaselo por favor – dijo Mirana al ver que ya me estaba alterando y la enfermera fue de una vez a quitarme la vía intravenosa. Cuando me lo quito yo me levanto de esa cama y me dirijo a la reina Blanca.
-su majestad, me puede decir en donde están Alicia y Anario? – le dije ya un poco angustiado.
- están en el salón de reuniones – me dijo de manera amable
-muchas gracias.- dije para luego salir de una vez de esa habitación.
Voy caminado por los pasillos del castillo directo a esa sala y en el transcurso siento que me estaba pegando una extraña ansiedad. Me sentía inquieto, sentía que me temblaban las manos y me encontraba muy preocupado. Mientras iba caminando sentía que podía escuchar todos los ruidos que estaban a mi alrededor, como los caballeros blancos marchaban en el primer piso, hasta cuando una puerta se cerraba detrás de mí me sobresaltaba un poco. Esto ya me había pasado antes, cuando era niño y también adolescente. Era la hipersensibilidad que tenía.
Iba caminando por ahí casi sin saber a dónde iba por estar concentrado en todos los sonidos que escuchaba y también porque andaba medio distraído con todo lo que pasaba por mi mente. En un momento de mi completa ignorancia del mundo real siento como choco contra alguien que me hace regresar a la realidad. Cuando levanto la mirada veo que era mi padre.
-Padre – dije sobresaltado para luego darle un abrazo lo cual el tardo un tiempo en responder – ahí gracias al cielo que por fin te encuentro – dije un poco feliz – estaba buscando a Alicia para que me explicara qué es lo que está pasando pero ahora que te encuentro tu podrás decirme. Algo me dice que lo que vi en esa montaña cuando te encontré fue solo un mal sueño, ya que, tú no sería capaz de lastimar a las personas solo por aquí sí. – dije para luego separarme del y verlo a los ojos con una sonrisa – de eso estoy seguro.
-Tarrant... - me dijo con un tono triste para luego bajar su mirada
-Padre? – dije mientras buscaba una vez más si mirada para luego hacer que levantara la vista – que pasó? Es algo malo?
-si paso algo...y esta vez sí es mi culpa.
-Qué? – dije confundido – de qué hablas? – dije un poco nervioso mientras sonreía
- Tarrant – dijo para luego mirarme a los ojos – lo que viste en esa montaña si fue real. Lo que te dije también lo fue – me dijo mientras veía como los ojos se le llenaban de lágrimas – yo fui el que masacró ese pueblo, fui yo el que corrupto el resplandor blanco por un momento, use el resplandor carmesí solo para mostrarles a los demás que podía ser más fuerte que Alicia y eso generó que un sentimiento oscuro me envolviera. Cuando tú fuiste hasta donde yo estaba y luego vi a Alicia, me enoje tanto que...- ahí él se quedó callado un momento – que te ahorque. Te hice daño una vez más. – Eso lo dijo con mucho dolor – Alicia quiso detenerme pero yo me negué y tuvo que pelear contra mí lo cual casi la mato.
-Qué? – eso sí me sorprendió.
-no sabes lo mal que me siento por hacer todo eso y fue tan grave que...los otros protectores que están en el mundo astral tomaron la decisión de...de...
-de qué? – dije preocupado
-de quitarme el resplandor blanco. – Cuando dijo eso, me sorprendí más – ya no soy un protector. Lo siento tanto, le falle a Infratierra, a ellos, a Alicia....a ti. Esta vez sí metí la pata, todo por hacerle caso a esa maldita voz. Aquí no hay mucho que hacer y mucho cuento que contar. El único culpable aquí soy yo – dijo para luego irse de ahí.
No lo detuve ni nada ya que aún estaba procesando todo lo que me dijo. Mi padre....en verdad hizo todo eso? Todo....por querer ser más fuerte? Y esa voz....
-Kinnaz...- dije entre bufidos para luego ir de una vez a donde estaba Alicia y Anario.
Iba caminado con un poco de rabio pero era hacían Kinnaz. Antes sentía un gran terror cuando me lo mencionan pero ahora, lo único que quiero es matar a ese hijo de perra. Como se atrevió a hacerle eso a mi padre? Encontraré la manera de sacárselo, cueste lo que cueste.
Llegó al salón de reuniones y ahí estaban ellos dos hablando ante esa gran mesa.
-ninguno de ustedes se dio cuenta que ese maldito Kinnaz le estaba hablando a mi padre?! – dije enojado.
-Tarrant? – Dijo Alicia al ver que ya me había enterado – mira....todo pasaba muy rápido y nos dimos cuenta si no hasta que pasó
-No me digas – dije mientras me acercaba a ellos – y porque no me estaban diciendo lo que realmente estaba pasando? – dije para luego llegar ya a la mesa – hay algo de lo que no estoy enterado aún?
-Tarrant – dijo Anario mientras se me acercaba – cálmate. Sé que estás enojado y también preocupado pero, enojandote no resolverás nada
-a no? Te cuento que le pasó a mi padre por no haber está pendiente del? – le dije mientras lo miraba a los ojos
-de qué hablas? – me dijo Alicia preocupada
-la noticia que de que mi padre rompió no sé cuántas reglas llego a los oídos de los protectores que están en el mundo astral y saben que le hicieron? - les dije a los dos – le quitaron el resplandor blanco por dios! Por no estar ahí para guiarlo desde un principio le quitaron el derecho de ser un protector! – dije para luego dar un golpe en la mesa y quedarme mirando ahí.
Veo a Alicia y esta tenía una mirada de angustia
-esto no puede ser – dijo para luego sentarse en una de las silla que estaban ahí y ponerse una mano en su frente. – cómo es que paso?
-no lo sé – dije para luego mirarla – yo no soy ni guardián ni protector para ir a ese mundo astral y preguntarle a esa gente que coño fue lo que pasó. – dije para luego volver a mirar a la mesa.
-esto no se ve bien – dijo Anario – nada bien – dijo para luego alejarse de nosotros un momento mientras pensaba – si Zanik ya no es un protector, eso quiere decir que nos quedamos sin el 50% de nuestras posibilidades de ganar contra Darth Hatter. El resplandor blanco era lo más fuerte que teníamos, ese escudo que el hacía no lo rompe nadie ni nada y ahora?
-debe haber una manera de cómo lo pueda recuperar. – Dijo Alicia – no te dijo nada más? – dijo dirigiéndose a mi
-no, solo me dijo lo que le hicieron. Creo que hasta los mismos protectores ni le dijeron cuándo o cómo debe recuperar el resplandor blanco.
-esto no puede empeorar más – dijo Anario y ahí todos nos quedamos callados pensando en todo lo que puede pasar.
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Pov. Zanik
Después que le confesé a Tarrant que todo lo que había pasado si había sido mi culpa, me fui con los ojos llenos de lágrimas a la habitación en la que pasaba mis noches en el castillo. Cuando entro, cierro la puerta y luego me recuesto en contra de ella mientras me voy sentando en el suelo. Me sentía terrible, culpable, me sentía un traicionero en ese momento. Sentía que había cometido un pecado imperdonable y que ya no se podía hacer nada.
Pasaron las horas, el día llegó a su fin y la noche surgió. Aun me encontraba tendido en el suelo ya que me había quedado dormido ahí mientras no dejaba de llorar y lamentarme. Cuando me despierto, siento los ojos hinchados por el llanto y también me sentía medio decaído. Tomo mi reloj de bolsillo y veo que son las 9 de la noche. Me levanto del suelo y me dirijo a la ventana del cuarto. Quitó las cortinas y veo el cielo estrellado con la luna en lo alto. Aún me sentía muy mal por lo que había hecho. Mis pensamientos estaban por el suelo y no tenía ánimos de anda. Avía pasado por depresión antes pero nada como esto.
En un momento, veo un chaleco negro que estaba tendido en una de las sillas. El chaleco tenía una capucha y al lado estaban mis látigos y espada. En eso, no pienso mucho y tomo solo el chaleco y me lo pongo.
Salgo de la habitación y me pongo la capucha para que nadie me reconozca. No traía ninguna arma conmigo. Veo la salida del castillo y me dirigió a ella. Cuando salgo, comienzo a caminar por el sendero. Camino y camino hasta que llegó a un camino de un bosque. Sé que era peligroso salir a estas horas de la noche pero ya no soportaba más esto. Me sentía muy mal y lo único que quería era alejarme de todo por un momento. Bajo la mirada y yo solo sigo caminado por ese bosque mientras sentía como unas lágrimas salían de mis ojos.
Pov. Darth Hatter
-Jajajajajajajajaj! Jajajajajaja! – no podía parar de reír desde que volví de Marmoreal. Me sentía tan vivo, tan poderoso, tan libre.
-se ve que está muy feliz señor – me dijo Candy mientras estaba sentada en una roca y a su lado estaba Jason.
-más que feliz muñeca – dije mientras la miraba – ahora, podrá poner en marcha mi gran plan para poder apoderarme de todo – dije mientras cargaba mi magia en mis manos – muy pronto, podre hacer lo que se me plazca y toda Infratierra será mía.
-nos alegra que muy pronto será el amo de todo – dijo Jason mientras afilaba uno de sus cuchillos
-ustedes dos han sido de gran ayuda – les dije mientras hacía que la magia los agarra de sus mandíbulas y los acercara a mi rostro – pero su trabajo no han terminado. Tengo algunas cosas preparadas para los dos
-haremos lo que usted ordene – dijo Candy
-al final, somos sus esclavos – dijo Jason
-eso es – les dije con una sonrisa – por ahora, descansen – dije para luego volver a transformarlos en mis dos anillos que tenía en mi mano derecha. – mmm que puedo hacer ahora? – dije mientras miraba a mi alrededor – tengo ganas de ver hasta dónde puedo llegar con mi poder pero, como? – dije mientras comenzaba a caminar de un lado a otro – podría torturar? Claro! Pero, mis muertos vivientes resisten mucho y no es lo mismo que torturar a alguien vivo. – dije para luego sentir una extraña sensación en el cuerpo – vaya, y eso? – dije mientras tomaba mi Oz he iba a la salida de la cueva.
Me paro al frente de ella y veo a mi alrededor. No veo nada al principio pero luego veo que algo se movía por los caminos del bosque. Afino más mi vista y me doy cuenta que era un hombre que caminaba encapuchado.
-vaya, parece que es mi noche de suerte – dije con una sonrisa para luego convertirme en humo negro e ir a donde estaba ese hombre.
Me le voy acercando en silencio y luego me di cuenta que no era un simple hombre. En un momento veo su rostro de lejos y me doy cuenta que era él ese Hightopp.
-Vaya – dije en susurro para luego acercármele cautelosamente y luego tomar mi forma una vez más y hablarle – no crees que sea muy tarde para dar un paseo señor Hightopp? – dije con un tono frío lo que hizo que él se volteara espantado.
-ah! – Dijo al verme – ah, eres tú. – me dijo eso último sin mucho interés lo cual, me pareció muy extraño
-solo tienes eso que decir Hightopp o ahí algo...
-qué es lo que quieres? – Me dijo sin ánimos – sabes, ni me importa que hagas – dijo para luego seguir caminando.
-qué? – dije confundido para luego acercarme le y ponerme al frente del – escuché bien lo que dijiste? – le dije mientras lo miraba perplejo.
-tal como escuchaste. – Me dijo sin expresión alguna en su rostro – no me importa un pepino lo que hagas. Ya no vale. – me dijo eso sin ánimos
-si sabes que soy capaz de todo verdad? – le dije tratando de entender porqué estaba así
-pues ya que. Si quieres has lo que quieras conmigo. Ya no me importa – cuando escuche eso, el sigo caminando y yo me quedé sorprendido ahí paralizado. Había dicho que no le importa lo que yo le haga? Será que estoy soñando? El hombre que me quiere matar ahora me dice que le vale madre lo que le haga?
No sabía qué era lo que le paso pero, era perfecto para mí. De seguro tiene sus ánimos por el suelo al igual que su autoestima. Es lo que necesito. La víctima perfecta. Posee una sonrisa en mi rostro al ya saber lo que podía hacer con él.
- así que, no te importa lo que yo haga, eh? – le dije aun de espaldas
-exacto – dijo mientras seguía caminando a paso lento.
-entonces, no te importa si hago esto? – dije para luego con mi Oz lanzarle un rayo que hizo que el chocara con un árbol y quedara aturdido. Luego yo me pongo detrás del rápidamente y lo sujeto del rostro - por tu actitud, se ve que hiciste algo muy malo o me equivoco?
-no....no te equivocas. – dijo ya un poco con terror
-te mencione que yo soy como el Karma?
-si...
-creo que ya es hora de que pagues por tus pecados Hightopp. – le dije con una sonrisa para luego llevármelo de una sola a mi cueva mientras reía a carcajadas.
Pov. Zanik
Darth Hatter llego de sorpresa y después que me lanzo ese rayo sentía que ya no tenía escapatoria. Cuando me llevo de una sola a esa cueva donde habíamos rescatado a Tarrant, sentía que entraba en el propio infierno. El paso de una sola a un lugar apartado de donde estaban todo esos muertos/vivientes. Cuando llegamos a ese lugar, el me suelta de una sola en el suelo y con su magia me pone unas cadenas en los pies y muñecas.
(Autora: poner aquí la música de fondo)
-Esto es increíble – me dijo mientras me sonreía. – eh torturado a tu hijo, a Alicia y ahora te tortúrate a ti? – Me dijo mientras me sonreía – esto debe ser un sueño y ni es mi cumpleaños para recibir algo así.
-búrlate todo lo que quieras – le dije con el ceño fruncido - quizás yo no pueda hacer nada en este momento pero estoy seguro que Tarrant y Alicia aran algo para detenerte. Después de todo, solo eres una sombra.
-mmmm – me dijo mientras me miraba – al parecer, este un poco aturdido ya que para que me digas esa estupidez ya debes tener algo grabe. Creo que ese alter ego que tienes ya te está volviendo un poco loquito o mejor, quizás es el mercurio que corre por tus venas. Bueno, creo que será mejor que guardes silencio – dijo para luego con su magia amordazarme.
Yo me retorcía e intentaba hablar pero se me resultaba imposible y no me queda de otra que mirarlo con rabia.
-eso está mucho mejor – me dijo sonriendo – calladito te ves más bonito. Sabes, siempre me pregunte cuanto llegarías a aguantar sin que te defendieras. Ahora podre averiguarlo.
Dijo para luego cargar parte de su poder en sus manos y veía como su cabello flotaba en el aire y de una sola me lanzo unos rayos de sus dedos lo cual me generaba mucho dolor. Me retorcía y gritaba amordazado sin poder hacer nada.
-eso. Sufre mi querido Hightopp – me decía mientras caminaba a mi arredo mientras seguía haciéndome daño y en un momento se detuvo y me sujeto de las manos atadas para luego verlo a los ojos – creo que ya no eres ese hombre valiente que he visto antes – dijo para luego con su magia hacer que yo chocara contra una pared y él se posó detrás de mí mientras me sujetaba de las manos y me comenzó a hablar directo al oído - no sabes cuánto me voy a divertir contigo – me dijo para luego sentir como pasaba su lengua por mi cuello y luego sentir que eso paso a morderme el cuello.
Siento como sus colmillos sobrepasan mi cuello. Yo gemía de dolor y también me retorcía. Era una sensación horrible. Cuando él se despegó de mí, hizo que lo volviera a ver una vez más y tenía sangre, mi sangre corriendo por su boca como si me la hubiera chupado pero no lo hizo. Veo como se lame los labios para luego sonreírme.
-tu sabor es único y exquisito. – Me dijo mientras me miraba – ahora quiero probar más de ti pero, eso ya será para otro momento. por ahora, debes descansar para el día de mañana – dijo para luego con una de sus uñas ponerla en uno de los agujeros que me había hecho con los dientes y ahí sentir un dolor insoportable.
Duro haciendo eso por un tiempo para luego yo caer desmayado en el suelo.
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