Cap 27: Una cruda verdad

Cap 27: Una cruda verdad

ADVERTENCIAS: CONTENIDO RAPEFIC, DISCRESIÓN POR FAVOR.

(Tarrant P.O.V)

Andaba sentado en un rincón de aquella celda alcochonada, mareado por las anestesias, cansado de tratar de quitarme la camisa de fuerza, los enfermeros entraban para darme comida, sirviéndomela como bebé y medicamentos.

-¿Más medicamentos? -me quejé -Lo único que hacen es dejarme pedo e idiota.

Pero aún así obedecía en tomarmelos, dejándome caer dormido por una o dos horas.

De pronto se abrió la puerta de la celda y entró el doctor Runwood.

-Joven Hightopp, el doctor Bennet quiere hablar con usted en su oficina.

Entraron tres enfermeros, uno de ello traía una silla de ruedas.

-No creo que esa silla me haga falta -dije viendo esa silla, no entedía por qué iban a trasladarme en ella.

-Será mejor que sea así, señor Hightopp, no vaya meterse en problemas en caso de no subirse.

-Está bien -dije con un suspiro, dejando que los enfermeros me sentaran en la silla de ruedas, en el camino observaban a los pobres internados sufriendo y ser maltratados por los enfermeros -¿Por qué los tratan así? -pregunté sintiendo empatía.

-Así es como se debe tratar a los locos -me dijo un enfermero.

Llegamos a la oficina de Bennet.

-Ah, señor Hightopp, bienvenido -dijo de forma cínica -Por favor, retírenle la camisa.

Me quitaron la camisa de fuerza. Me maseajaba los hombros y cuello por el dolor que me causó y cerraron la puerta dejándome solo frente a Bennet.

-Por favor, siéntese -pero yo quería alejarme de él -Oh, no tengas miedo, princesita, no voy a lastimarte, soy un hombre de palabra.

¿Pincesita? ¿Me llamó "princesita"?

Pero aún así, me senté frente a su escritorio -Dígame, ¿cómo ha estado? -me preguntó con una sonrisa.

-¿Cómo quiere que esté? Pendejo por las anestesias que me dan -le contesté.

-Bien, señor...lo he traído aquí para hacerle unas cuantas preguntas sobre usted...empecemos...¿cómo era su infancia?

-Como la de cualquier niño natural -le contesté un poco nervioso -Iba a la escuela, jugaba, tenía amigos, con mi familia...

-¿Tiene hermanos?

-No, pero tengo tres primos y los considero mis hermanos.

-Pero, ¿en verdad no tiene hermanos?

-No...soy hijo único.

-Hijo único, muy bien...¿Y por qué no tuvo hermanos?

-Porque mi madre ya no podía tener más hijos -le contesté poniéndome más nerviosos, cada pregunta me daba mala espina.

-¿En qué se dedicaba su madre?

-Es ama de casa...

-¿Es? ¿Sigue viva? -vi que llevaba el Pétalo de mi madre, en su mano, observándolo como una joya valiosa. Me lo había quitado cuando me trajeron en el manicomio.

-Sí, sigue viva -le contesté más indignado, queriendo quitarle el Pétalo -Es ama de casa y me ayuda a mí y a mi padre en el negocio de la familia.

-¿Y en qué se dedicaba su padre?

-Es sombrerero como yo. Y era el mejor...¿Por qué tanta pregunta sobre mi familia?

-Porque resulta que usted me está contando una versión muy diferrente a la que me contó su tío sobre usted.

-Él no es mi tío -le dije con seriedad -¿Qué versión le contó Stayne, doc?

-Me dice que usted fue hijo de una prostituta, la cual falleció cuando nació y que estuvo bajo el cargo de su padre a quien dicen que fue un hombre alcohólico y violento, que abusaba física y sexualmente de usted desde pequeño y que lo influyó a la delicuencia...¿es cierto?

-Es mentira -le dije -Mi padre es un buen hombre, nunca abusó de mí. Era muy severo conmigo, eso debo aclararle, pero nunca me puso una mano encima, se castraría si se aprovechara de mí y él no es alcohólico, él aborrece el alcohol como yo. Él me enseñó a ganarme la vida de forma honrada y no cometiendo crímenes.

-No me diga -me dijo Bennet, como si no me creyera, mientras chequeaba unos papeles -Pues conforme le hicimos un análisis de salud cuando usted estaba anestesiado, encontramos en usted, marcas... cicatrices en particular, indicando que usted había sido...abusado sexualmente...¿sufrió violencia sexual en un tiempo?

-Sí -le dijo recordando mi calvario en Salazen Grum y sobre todo, los Morath -Sí fui violado hace mucho tiempo.

-¿Fue su padre?

-No.

-Si no fue èl, ¿quién abusó de usted?

-Un maldito quien ya pagó el daño que me causó.

-¿Un "maldito"? ¿Y su padre influyó a ese madito para que abuse de usted? ¿Era su amigo?

-¡No, tarado! ¡Mi padre nunca estuvo cuando el maldito de Morath abusó de mí! ¡Y para aclararle las cosas, le conté a mi padre lo que Morath me hizo, y gracias a mi padre, lo obligaron a pagar el daño que me ocasionó! -le dije alzando la voz, ya me estaba indigando -¿Por qué ataca a mi padre? ¿Cuál es su puto problema?

Bennet se levantó azotando sus manos en el escritorio y se acercó a mí, viendome cara a cara -Porque usted y su delicuente progenitor han cometido un crimen ¡Privándole la libertad a la hija menor de Charles Kingsleigh!

-¡Ya le dije que la estamos protegiendo, no secuestrando! ¡Es Stayne a quien deben encerrar no a mí! -le decía, hasta que agarra fuertemente el mentón -Escucha, Hightopp, ya me tiene usted harto con sus berrinches y mentiras.

-¡Me está lastimando! -le dije moviéndome para que me soltara el mentón.

-¿Lo estoy lastimando? -dijo sonriéndome. El terror me llegó cuando vi su otra mano manoseándome las piernas y con la misma mano que sostenía mi mentón, me acariciaba la cara. Me daba asco, como si Morath reencanara en él.

Viré los ojos y vi en el escritorio, cerquita de mi mano esta un pisapapeles.

-Creo que tendré que "probarlo" para saber cómo lo vivió sus clientes...o su padre..."princesita" -me sonrió más.

Sin pensarlo dos veces, tomé el pisa papeles y le golpeé la cabeza -¡CERDO! -lo maldije. Ya libre de él, salí de la oficina.

-¡Hightopp está escapando! ¡Atrápenlo! -ordenaba Bennet desde su oficina.

Corría en todos los pasillos mientras los enfermeros me perseguían. El viejo Stayne se dio cuenta. Comencé a subir en todos los pisos del manicomio, hasta llegar al techo. Pero ver que no había forma de cómo bajar, maldije un -¡Mierda!

Yo buscaba, por lo menos una soga o escalera, hasta que oí al Viejo Stayne a mis espaldas -¡Salta, Hightopp! ¡Vamos, lánzate del tejado! ¡Nadie lamentará el suicidio de un demente!

-¿Y si no lo hago? -le pregunté poniéndome en defensa.

me señala con su mano-cuchillo -Te atragantarás con este cuchillo.

-¡Claro! ¿Y cuando la policía descubre mi cadáver y te encuetran con ese cuchillo manchado de sangre? -le dije.

-¡Ja! ¡Tan estúpido como tu padre, joven Hightopp! ¡La policía no sabe que existe este cuchillo, ni las muertes que ocasionó! ¡Ni siquieran saben que este fue el cuchillo que ocasionó la muerte del padre de tu Alicia!

Al escuchar eso, me impacté. ¿Fue él quien mató a Charles Kingsleigh? ¿Él lo mató?

-¡¿Tú?! ¿Lo mataste? ¿Mataste a Charles Kingsleigh? -recordé aquella vez que fui a la casa del Profesor Dodgson, la foto de Charles con varios hombres y ese tipo misterioso: ¡Era el Viejo Stayne! ¡Ese ladrón quien degolló a Chucky era él -¡¿Cómo pudiste?! -le grité furioso.

-¿Creíste que regresarla a su casa y borrarle los recuerdos de su primera vez la mantuvieras a salvo? ¡Un buen escarmiento le di a esa puta mocosa en no entrometerse con mis planes, tras lo ocurrido en las catacumbas! -se acercaba más a mí -¡Qué ironía! ¡Con este cuchillo dejé a Alicia sin su mami y sin su papi y con este mismo cuchillo lo dejaré sin su príncipe!

La ira entró en mí, los ojos se me tornaban un rojo sangre, la bilis la sentía en mi garganta.

-¡ERES UN MALDITO! -salté a él comencé a atacarlo en el suelo -¿Cómo pudiste haber matado a su padre? ¡Era la persona que más amaba a Alicia! ¡Era su universo! ¿No sabes cuánto daño le has causado a ella y a su familia? ¡Cerdo! ¡Maldito! ¡Desgraciado!

-¡Ahí está! -los enfermeros me tomaron y llegó Bennet con la madriza que le dí en la cabeza.

-Intentó suicidarse -mintió el Viejo Stayne -Yo lo que hice fue detenerlo, pero me atacó.

-¡Mentira! ¡Es un asesino! ¡Él mató a Charles Kingsleigh! -le decía mientras me forzaba para que me soltaran -¡El mató al padre de Alicia! ¡Lo mató! ¡Suéltenme!

-¡Ahora sí, Hightopp, me llegaste a donde me tenías que llegar! -me dijo Bennet furioso -¡Discúlpate con tu tío!

-¡ÉL NO ES MI TÍO! -rugí.

-Lo siento, señor Stayne, pero su sobrino requiere atención muy estricta

-Haga lo que sea doctor, por favor, mi sobrino necesita mucha ayuda por lo de su problema -seguía mintiendo Stayne.

-Sé qué haré con él -dijo Bennet observándome -¡Hay que hacerle la Terapia Electroconvulsiva!

No sabía que era la Terapia Electroconvulsiva, pero sonaba terrorífico -¡NO! -grité tratado aún de soltarme de los enfermeros, pero me sostenían tan fuerte que sus manos eran como grilletes.

-Lamento que estés pasando esto, hijo -dijo el viejo Stayne haciéndose el inocente, cuando en realidad sonreía con malicia.

Adentro, me llevaron a una habitación llena de objetos que me causaban pánico, parecían objetos de tortura, una camilla con correas y una caja con aparatos eléctricos.

-¡No! ¡Por favor, no lo hagan! ¡Suéltenme, no tienen derecho! -les decía a los enfermeros pero ellos me acostaron en esa camilla y ataban mi pecho, brazos, manos, piernas y pies con las correas.

-Calma, Hightopp -me sonreía Bennet -Sólo sentirás unos choques eléctricos.

Otra correa me colocaban en la cabeza, con dos electródos pegados en mis sienes y conectados en esa caja.

-¿Lo anestesiamos, doctor? -preguntó una enfermera.

-No, sólo le haremos esto como escarmiento -dijo Bennet, mientras me forzaban a colocarme un pedazo de madera envuelto con hule en la boca, forzándome a morderlo con fuerza.

En Infretierra...

(Zanik P.O.V)

Me sentía extraño, sentí algo terrible, un nudo en el pecho que me indicaba que algo le estaba pasando a Tarrant.

-¿Señor Hightopp? -me llamaba Alicia -¿Se encuentra bien?

-¿Zanik, qué ocurre? -me llamaba Tyva.

-Tarrant -dije presintiendo lo que estaba pasando. Mi Instinto Paternal me lo estaba informando. O tal vez, el veneno que Stayne todavía tiene en su poder.

(Tarrant P.O.V)

Ya teniéndome prepararado, yo resoplaba del terror, mientras algunos enfermeros me sujetaban más fuertemente que las correas.

-Ahora -indicó Bennet y una enferrmera, elevó una palanquita de esa caja y de repente...

La eléctricidad entró en mi cabeza, era muy doloroso, tan doloroso, los choques eléctricos dolían peor que un golpe, o un corte, o fuego. La eléctricidad llegó a mí, a todos lados de mi cuerpo, que me hacían cerrar los puños y los siete dedos de mis pies, los enfermeros me sostenían más, hasta sentía que mi mente ardía y todos mis huesos se rompieran, mordía tan fuertemente ese pedazo de madera que me colocaron la boca.

(Zanik P.O.V)

Me tiré boca arriba al suelo y comencé a retorcerme de dolor y convulsionando. Espantadas, Tyva y Alicia se agacharon para auxiliarme.

-¡Zanik! ¿Zanik, qué te pasa? ¡Señor Hightopp! ¿Qué tiene? ¿Señor Hightopp? -decían ellas tratando de levantarme, pero se seguía retorciendo y gimiendo, sintiendo una eléctricidad terrible. Una eléctricidad que de seguro está lastimando a mi hijo.

(Tarrant P.O.V)

Bennet subía un díal para elevar la eléctricidad, causándome más dolor. Ya no lo podía soportar más, hasta que ya detuvieron los choques. Empezaba a convulsionar horriblemente, convulsionaba peor cuando tenía hambre. Y llegué a quedarme dormido. Enre sombras vi al Viejo Stayne con el veneno.

-Llévenlo a su celda -ordenó Bennet.

(Zanik P.O.V)

-¿Señor Hightopp? -me llamaba Alicia cuando paré de convulsionar. Me levanté y comencé a derramar lágrimas.

-¿Qué ocurre, Zanik? - preguntó Tyva

-Algo le pasó a Tarrant -dije llorando. Sintiéndo un nudo en el estómago -Pude sentirlo...necesito un fonógrafo.

(Tarrant P.O.V)

Me llevaron a mi celda, dejándome tirado en el catre.

2 horas después...

-¿Tarrant? -escuché a mi padre.

-¿Padre?

(Zanik P.O.V)

Estaba sentado en el sillón, tratando de comunicarme con Tarrant con la mente, mientras Alicia, Tyva y los demás observaban, hasta con mis poderes los conecté a un fonografo para que escucharan a Tarrant.

-¿Tarrant? ¿Me escuchas? - lo llamaba.

-¿Padre? ¿Eres tú? -se escuchó la voz de Tarrant en el fonógrafo.

-¡Es el! - se emocionó Alicia.

-Sí, hijo, soy yo. Aquí estoy, Alicia, tu mami, todos estamos aquí, todos te estamos escuchando, mi pequeño. ¿Qué pasó, Tarrant? ¿Los lograste destruír los papeles?

-Sí -lo escuchamos decir.

Todos se emocionaron, por fin salvamos a nuestro hogar.

-Pero, ¿dónde estás? ¿En dónde te encuentras?

-En...en...en un...-trataba de decirme -En un manicomio.

-¿En un manicomio? -me espanté.

-¿Qué? -se espantó Tyva.

-¡Oh, no! -dijo, tembloroso, Mctwisp.

¡Mi más grande temor se me hizo realidad! ¡Mi hijo encerrado en un manicomio!

-Don Ass-co me mandó a un manicomio. Nos están acusando a mí y a ti por matar a la señora Kingsleigh y que tenemos a Alica secuestrada. Te están buscando para encerrrarte también y el Viejo Stayne me está vigilando, haciéndose pasar como mi tío -me contó Tarrant -Me...me hicieron....

-¿Qué te hicieron?

-Me hicieron la...terapia electroconvulsiva.

-¿La terapia electroconvulsiva? -me espanté.

-¿La qué? -dudó Tyva, asustada.

-Ese tratamiento horrible -contó Alicia -Con eso creen manejar el comportamiento de sus pacientes, pero lo único que hacen es...

-¡Quemarle el cerebro! -me espanté -Tarrant, ¿sabes en qué manicomio estás? ¿en dónde se ubica?

-No...no sé -me contestó asustado -Pero, es un lugar horrible, me da mucho miedo.

-Pregúntele qué médico lo está atendiendo -dijo una ídea Alicia.

-Sí, buena ídea -dije.

(Tarrant P.O.V)

-Tarrant, el médico que te atiende, ¿cómo se llama? ¿sabes quién es? -me reguntó mi padre.

-Se llama...-iba adecir hasta que entraron los enfermeros. Me sacaban de la celda -¡Bennet! ¡Se llama Bennet!

(Zanik P.O.V)

-¿Tarrant? ¿Tarrant, qué tienes? ¿Tarrant? -lo llamaba, pero no lograba contestarme. Su voz ya no se oía en el fonógrafo.

-¿Adison Bennet? -reaccionó Alicia.

-¿Lo conoces? -le preguntó Jaque.

-Sí -contestó ella -Don Ass-co me mandó una vez a su manicomio, es un enfermo pervertido, goza de abusar asus pacientes, unos dicen que algunos de ellos son personas secuestradas que no tienen derecho de ser internados. Menos mal que me escape de él.

-¡Pero, tiene a mi hijo! -dije espantado -Tenemos que...

Presentí otra vez a Tarrant. Stayne me está manipulado...con ese maldito veneno.

(Tarrant P.O.V)

Me llevaron a los baños del manicomio, era un lugar más terrible, cada cosa que encuentro es más terrrible que la anterior.

Me desvistieron y metieron en una de las regaderas. El agua está friísima, casi me convertía en hielo y más cuando atrás de mí me lanzaban agua, más heladísima en una manguera. La situación me ponía la carne de gallina al escuchar llorando y gritando por el sufrimiento de los demás pacientes, era como si los estuviesen torturando.

Ya no lo soporté -¡Ya basta! -grité corriendo de la regadera.

Bennet me sujetó -¿Hacia dónde crees que vas? -me dijo arrojándome en el piso.

-¡No tienen derecho de mantenerme aquí! -les dije.

-¿Ah, no? -dijo acercándose a mí. Ya supe cuáles eran sus intenciones -Tranquilito, sólo te quiero dar...un...cariñito...muy chiquitito.

-No, no, ¡no, no! ¡Quítese! -le gritaba , pero ya estaba encima de mí.

(Zanik P.O.V)

-¡NO! -grité espantado.

-¿Zanik, qué pasa? -preguntaba Tyva.

-¡Tarrant! -dije -¡Ese Bennet! -miré a los demás -Lo están...

-¡PADRE! -se oyó a Tarrant en el fonógrafo -¡Padre, me lastiman! ¡PADRE! ¡PADRE! -se oía gritando de dolor y miedo.

Tyva lloraba -¿Quién, Tarrant? ¿quién te está lastimando? ¿Ese Bennet? -lo llamaba en el fonógrafo, pero ya no se oía más -¿Tarrant? ¡Tarrant, contesta! ¡TARRANT!

-¿Creíste que te será fácil liberarte de mí, Hightopp? -escuché la voz de Stayne en el fonógrafo.

-¿Tú? ¡Maldito puto! ¡DEJA A MI HIJO EN PAZ!

-Te dije que tu hijo pagará lo que me has hecho.

-¡LÁRGATE! ¡LÁRGATE! ¡SAL DE MI CABEZA! -le gritaba, y comencé a golpear el fonógrafo con una vara metálica que estaba a lado de la chimenea -¡NO LO LASTIMARÁS! ¡NO ESTA VEZ! -gritaba hasta dejar el fonógrafo hecho cachitos.

-¡Zanik, por favor! -trataba de calmarme Tyva -Por favor, cálmate. Él no va a tocar a nuestro hijo, tenemos que matarlo primero si se atreve a tocarle un pelo.

-No mientras tenga ese veneno en su poder -dije, con sed de venganza -Voy a ir a ese manicomio sacaré a mi hijo, me vale vergas que me estén buscando, y si ese Bennet lo vuelve a tocar, lo mato y a Stayne le quitaré ese cochino veneno.

-¡Iré con usted! -dijo Alicia.

-No, Al -le dije -Es muy peligroso para ti. Si Styane se entera, de seguro te agarrará.

-Pero, usted no sabe dónde se ubica ese manicomio, yo sí. Recuerde, estuve internada ahí unos minutos, sé bien el camino y quizas lo ayude a sacar a su hijo.

-Alicia tiene razón, señor Hightopp -comentó la Reina Blanca -Y como dijo su hijo, los están acusando a usted y a él de que la tienen secuestrada. Tal vez, si viene con usted aclaran las cosas para así declararles su inocencia.

-Bueno...sí...quizás tengas razón, Al -le dije -Irás conmigo.

-Zanik, por favor -me rogaba Tyva -Pase lo que pase, no dejes que lastimen a nuestro Tarrant.

-Calma, Tyva, tendremos a nuestro hijo de vuelta como la otra vez y si tengo que reventarle los sesos a Stayne o a ese Bennet lo haré -le dije calmándola.

-No se preocupe, señora Hightopp -le decía Alicia sosteniéndole las manos -Haremos lo posible para que su Tarrant esté en sus brazos.

-En nuestros brazos, Alicia -le sonrió Tyva y luego se abrazan -Tengan cuidado.

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Alicia y yo volvimos a Londres, y para evitar que nadie nos resconozca, nos vestimos como vagabundos, sucios y andrajosos.

Tomamos un carruaje que nos llevara a la calle donde estaba tal manicomio.

-¿Cómo es posible que por cometer esas atrocidades con sus pacientes, no hayan metido a ese Bennet a la cárcel? -pregunté mientras caminábamos a un pasillo.

-Cuando se trata de clase alta, señor Hightopp a nadie le importa que en ella haya delicuentes. Es muy fácil para un psicópata usar como camuflaje traje y corbata fina para ocultar sus fechorías -comentó Alicia.

-¡Ja! Ya me imagino a tu cuñado poniéndose Eau de Toilette para que se quite el mal olor de pendejo.

Ella rió por haber dicho eso.

Llegamos a la entrada del manicomio.

-Ya llegamos.

-Se ve terrorífico -dije al ver el lugar. Era digno de una casa de terror.

-¿Quién está ahí? -preguntó Alicia viendo que en la entrada un chico alto coqueteándo con una enfermera.

-Es el joven Stayne -dije -Metiéndose con cualquier desichada, igual que su padre, ¿cómo vamos a entrar?

Alicia pensaba cómo poder llegar y de pronto -¡Oye, puto! -le gritó a Stayne. Ilosovic dejó de besuquear s esa enfermera y miró a la reja.

Alicia y y o nos escondimos. Ilosovic se acercaba lentamente hacia la reja hasta que...

-¡Ya! -me gritó Alicia y yo le dio una buena madriza en la cabeza a Ilosovic con el "Hermanito" de Tarrant.

-Ja, pan comido -dije satisfecho mi.

En el otro lado del manicomio, esposamos a Stayne a un tubo.

-¿Y bien? ¿Él está aquí? -preguntó Alicia viéndolo en la cara.

­­-¿Quién? ...¡Ah, el chico Hightopp! -dijo con sarcasmo -¿Y adivinen qué? Volvió a dar sus encantos como la otra vez -se burló, haciéndome enojar. No me quedó de otra que volver a estrangularlo con mis poderes -No me hagas hacerte esto de nuevo, joven Stayne -le dije mientras -Dime, ¿Fue Bennet quien tocó a mi Tarrant?

-Sí...sí...fue Bennet -dijo Stayne tratando de obtener aire.

-¡Alto, ahí! -se oyó una voz, Alicia volteó, luego yo, soltando a Stayne. Era la policía -¡Las manos arriba! -no dijeron amenazándonos y obedecimos.

-Llamen al los paramédicos y autoridades del manicomio. Que ya tenemos al Hightopp mayor.

¡Mierda! Ahora la ley de Londres me capturó.

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