La policía había establecido un enorme perímetro alrededor de una mujer de tamaño colosal: Giganta.

La peligrosa villana con el poder de aumentar su tamaño se encontraba batallando con Wonder Woman que intentaba detenerla sin causar demasiados daños a los edificios ni a la mortal. Giganta lanzo un puñetazo descendente que impacto en una azotea, provocando que escombros cayeran a la calle afortunadamente despejada. Diana voló a gran velocidad y le conectó un golpe con gran fuerza en el mentón, provocando que su enemiga cayera hacia atrás mientras volvía a su tamaño normal.

La amazona reaccionó rápido y la atrapó en el aire para llevarla al suelo e impedir que se lastimara de gravedad. Wonder Woman había vuelto a salvar el día, provocando la reacción de la gente a su alrededor. Algunas la veían con euforia y admiración, otros con lujuria y otros con envidia.

—¡Wonder Woman! —grito una reportera mientras se acercaba— ¿Me permites hacerte unas preguntas?

—Claro.

—¿Cuál es tu opinión sobre las declaraciones de la vengadora llamada Thrud?

El rostro de Diana pareció transformarse, una mueca de disgusto y enojo se apoderó de ella.

—No tengo nada que decir sobre esa persona —dijo para salir volando inmediatamente después.

Flashback.

Diana y Thrud se encontraban en la isla de Themyscira, ellas tenían un intenso combate de entrenamiento con espadas. Las hojas de ambas armas brillaban bajo la luz del Sol y parecían producir chispas en cada choque. Ambas tenían una mirada feroz en sus ojos, una determinación total y un fuerte deseo de vencer a la otra. La espada de la amazona golpeo desde arriba pero su ataque fue bloqueado, la mujer intento usar su gran fuerza pero esta no era suficiente y terminó recibiendo una patada en el estómago que la apartó unos metros y dejó sin aire. La pelinegra ignoro aquella sensación y corrió hacia su rival pero cada golpe de su espada era bloqueado. Thrud comenzó a responder con ferocidad y rapidez, a Diana le costaba bloquear los ataques y su espada termino volando por los cielos. La pelirroja le puso su espada en el cuello, declarando su victoria.

—Algún día te ganaré.

—No, princesita —aquello lo dijo como si se burlara—, jamás lo harás.

Fin del Flashback

Diana y Thrud siempre habían tenido una intensa rivalidad, lo cual se acrecentó con los años por la arrogancia de la diosa y su desprecio a muchas costumbres de las amazonas. Quería darle una paliza, quería enseñarle a respetar a las amazonas, pero no quería rebajarse a su nivel.

En ese momento un rayo cruzó el cielo y un hombre se materializó frente a la amazonas que detuvo su vuelo.

—¡Gran Zeus! —dijo sorprendida la heroína.

—Diana, vine a encomendarte una misión.

—¿Cuál?

—Quiero que asesines a Thrud, la hija de Thor.

En eso, Thrud se encontraba en Asgard pues Odín la había llamado a su presencia.

—Has insultado públicamente a la amazona —dijo Odín con gran seriedad.

—Solo dije la verdad sobre ella y su pueblo —respondió Thrud como si aquello no tuviera importancia.

—Debes saber cuando hablar y cuando callar. Me recuerdas tanto a tu padre, buscando pelea.

—Curiosas palabras viniendo de un dios de la guerra.

—Y de la sabiduría también, pero por una guerra es que te llame. Tengo información confiable de que Zeus va a invadir Asgard dentro de poco.

—¿Qué? ¿Es en serio? —pregunto incrédula la hija de Thor.

—Sí. Aprovechará cuando Thor salga a cazar gigantes para hacer caer toda su fuerza, incluso creo una nueva arma.

—Entonces debemos prepararnos.

—Ya lo estoy haciendo. Zeus no debe notar nada sospechoso, Thor seguirá con sus actividades y tú igual.

—¿Cómo sabes que invadirá Asgard?

—Tengo ojos y oído en El Olimpo.

—Ares —afirmo la guerrera.

—Sí, pero no es el único con deseo de acabar Zeus allí.

—Entonces es muy probable que termine peleando con Diana.

—Créeme, pelearas con ella. Y Thrud —Odín mostro una pequeña sonrisa—, será mejor que ganes y le enseñes a esa amazona que jamás podrá con una ásynja.

Dos días pasaron, Thrud no había mencionado nada a los Avengers de lo que iba a pasar. La pelirroja caminaba por los pasillos de la mansión en dirección al comedor cuando escucho una voz que no debía estar allí.

—Es un placer volver a verte después de tanto tiempo, Diana —dijo Steve con alegría mientras abrazaba a la amazona.

—A mí también me alegra mucho verte, Steve.

—¿Y de donde se conocen ustedes dos? —pregunto Tony.

—De la guerra. Los dioses me mandaron por la obsesión de Hydra por obtener objetos místicos.

—Ah, claro. Dioses y objetos místicos, el pan de cada día —expreso sarcastico Stark.

—¿Por qué has venido? —pregunto sería Thrud, los ojos azules de Diana se posaron sobre ella.

—Por ti.

—Esperen, no empezarán una pelea por lo que dijo Thrud el otro día, ¿o sí? —pregunto Steve.

—Si van a pelear que sea en el lodo —sugirió Tony.

—No es por eso, Steve —Diana saco su espada y señalo a la pelirroja— Thrud, hija de Thor, Zeus demanda tu muerte y vine aquí a cumplir su deseo.

—Muy bien, princesita —Thrud estiró su brazo y su poderosa espada llegó a su mano—, pero te advierto que Zeus no te salvará de mí ira.