OO3 | OPORTUNIDAD

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Sehyeon se encontraba en su habitación, caminando de un lado hacia el otro mientras esperaba que su esposo contestara la llamada. En cuanto lo hizo y escuchó su voz profunda, sintió cómo su corazón se agitaba, despertando con más intensidad el deseo de volver a estar a su lado. Por un momento había pensado que este no le contestaría ya que suponía que debía estar trabajando, pero una sonrisa se dibujó en sus labios cuando comenzaron a hablar, aunque no era cómo si la noche anterior no lo hubieran hecho.

—¿Descansaste bien? —al escuchar su pregunta, su sonrisa se ensanchó porque seguía gustándole que él se preocupase por ella.

—Sí, ya estoy acostumbrándome a dormir aquí —asintió acercándose a la ventana—. ¿Y tú? ¿Has dormido bien?

Sigo buscándote, pero he dormido un poco más. ¿Cómo va todo allí?

Bien. Los jóvenes que te conté pasan más tiempo aquí gracias a Minhee —comentó rodando los ojos.

Aún no puedo creerme que los haya invitado...

Según ha dicho que no fue así, que ambos hablaron sobre venir a Busan, pero fue pura coincidencia que alquilaran estas casas.

¿Y tú le crees?

No mucho —respondió escuchando una ligera risa por parte de su esposo.

Espero que no sean unos idiotas como la mayoría de jóvenes.

—Por los tres días que llevo aquí conociéndolos, son... agradables.

Eso es bueno, pero tampoco deberían darle tanta confianza. Sabes que a veces buscan... aprovecharse de eso.

Sí, lo sé. Tú tranquilo —habló mirando por la ventana y mordió su labio inferior por un momento, sintiéndose insegura—. ¿Has pensado en mí?

Todo el tiempo...

—¿Recuerdas lo que te dije antes de irme?

Oh...

¿Has pensado en mí?

¿Por qué me haces ésto?

Sehyeon mordió su labio inferior intentando reprimir la sonrisa, sintiendo un cosquilleo bajar por su vientre al escucharlo hablar cómo si estuviese sufriendo por la manera en que la necesitaba. Y es que ella también lo hacía, aunque sabía perfectamente que si no fuese por ese viaje, todavía no podría acceder a volver a estar juntos de esa manera, pero ahora que estaba la distancia entre ellos, se sentía capaz de poder. Lo necesitaba de gran manera.

Estoy en el trabajo, así que no es conveniente hablar sobre ésto —mencionó provocando que ella suspirara frustrada—. ¿Qué sucede contigo? Últimamente no dejas de provocarme.

—Es que no he dejado de pensar en lo que te he dicho —confesó apoyando la espalda en la pared.

Yo también te necesito —soltó haciéndole sonreír—. Pero no lo entiendo. ¿Qué significa ésto? ¿Ya lo has pensado? Sabes que en una semana me dan mis vacaciones y podría ir, cariño.

—Hyunsoo...

Entiendo —murmuró decepcionado.

Lo siento. Creo que no he estado actuando bien, y te hice pensar que quizás...

Dije que entiendo. Tranquila.

No, Hyunsoo. Escucha...

Tengo una junta. Te llamo luego si quieres.

Sehyeon al ver que colgó la llamada, soltó un suspiró tembloroso antes de tirar el celular sobre la cama. En ese momento se sentía demasiado mal, frustrada, agotada consigo misma, pues si bien sentía que lo necesitaba, estaba segura de que si accedía a estar nuevamente de esa manera, al acabar todo volvería estar mal, hasta podría empeorar todo entre ellos.
Estaba tan perdida en sus pensamientos, pasando las manos por su rostro, que al ver a su mejor amiga en la habitación no pudo evitar sobresaltarse.

—¿Qué hacías? —preguntó curiosa, Siwoo.

—Estaba hablando con Hyunsoo.

—¿Otra vez? —Sehyeon asintió—. ¿Y por qué te ves mal?

—Porque creo que he estado actuando como si todo fuera arreglarse. Lo he ilusionado y ahora no sé...

—¡¿Por qué se llaman todos los días?! —cuestionó frustrada.

—Lo extraño...

—¡Pero si viniste aquí es para mantener la distancia, no para que estén pendientes de sus celulares, esperando la llamada del otro! —exclamó molesta, observando como ella bajaba la cabeza—. Así jamás sabrás qué es lo que necesitas realmente. Sé que lo extrañas, eso es normal, pero necesitas realmente pensarlo sin tener ningún tipo de contacto con él.

—Pero...

—Si sigues así, claro que vas a decidir volver con él aunque te sientas pésima con el matrimonio que llevan —aseguró más relajada—. Ya no lo hables y comprueba cómo te sientes sin él, sin ningún tipo de contacto, para que así puedas pensarlo mejor.

Sehyeon soltó un suspiro de frustración, detestando saber que tenía toda la razón, pero es que recordaba cuando lo conoció él fue ese ser místico, se convirtió en su fulgor, decidiendo entregarse completamente a él. No quería pensar para nada en que podría empeorar la situación, así que comenzaba a pensar en que lo mejor que podía hacer era obedecer a su amiga.

—Minhee comentó sobre ir a un Club que fue antes con esos jovencitos, dijo que es genial, así que iremos  —informó llamando nuevamente su atención—. Vamos a divertirnos un poco, y de paso te distraes.

—Está bien.

—Ya, quita esa cara y bajemos que Minhee y Sohyun ya prepararon el almuerzo.

Sehyeon asintió y siguió a su amiga, intentando ignorar la inquietud que se había instalado en su pecho, sabiendo que era por el situación en la que se encontraba con su esposo. Tan sólo esperaba no haberlo lastimado al ilusionarlo, pero es que esa idea siquiera había cruzado por su cabeza porque se había dejado llevar más que nada por el deseo que estaba sintiendo, quizás por el tiempo que llevaban sin estar juntos de esa manera.














(...)











Luego de haber pasado todo el día pensando en las palabras de su mejor amiga, sobre qué era lo que debía hacer respecto a su esposo, si cortar todo tipo de contacto o no, la noche cayó. Ahora la mujer se encontraba en el coche de su mejor amiga, sentada en el asiento del copiloto, esperando que ella se subiera ya que se había acercado al coche de Sohyun y Yunjae para conversar, lo cual la pelinegra decidió ignorar.
Movía su cabeza al ritmo de la canción que estaba sonando, la cual le recordaba a su niñez, a su madre, por lo que no podía evitar cantarla, olvidándose completamente de todo.

—Vaya, ¿acaso está cantando un ángel? —preguntó una voz masculina, provocando que ella se sobresaltara.

Giró su cabeza encontrándose con Jungkook, el cual se había inclinado hacia adelante, apoyando uno de los brazos en la ventanilla mientras la miraba divertido.

—¡Me asustaste! —exclamó provocando que este soltase una risilla, bajando su cabeza por un momento—. ¿Qué haces aquí?

—Oh, iré con ustedes —respondió subiéndose en el asiento trasero, por lo que ella volteó a verlo, arrugando el rostro por el desconcierto.

—¿Con nosotras? —este asintió repetidamente con la cabeza, acomodándose en el medio para verla, por lo que ella quiso decir algo al respecto, pero la puerta del lado del piloto se abrió y Siwoo se subió soltando un gran suspiro.

—Oh, ya estás aquí —miró por el espejo retrovisor a Jungkook, que sonrió algo tímido—. Bien, vamos a seguir a los demás —comentó encendiendo el motor para comenzar a conducir, siguiendo el coche de Yunjae, el cual seguía al que conducía Seokjin—. ¡Qué buena canción! —exclamó subiendo el volumen.

Jungkook arrugó el rostro al escucharla cantar mientras Sehyeon la miraba riendo, pero se unió a ella a los pocos segundos. En ese momento, no sabía qué hacer o decir, pues ambas mujeres cantaban con sentimiento una canción que él no conocía para nada.
En su cabeza, la idea de ir junto a ellas no era para escucharlas cantar llegando a pensar que era una tortura estar allí, por lo que comenzaba a cuestionarse sobre su decisión.

—¿Qué...? ¿Qué cantan? —preguntó inclinándose hacia adelante, mirando ambas en un intento de llamar su atención.

—Oh, ¡¿no la conoces?! ¡¿Cómo puedes no conocerla?! —cuestionó entre indignada y sorprendida, Sehyeon. Jungkook se encogió de hombros, sin saber qué responder porque hasta empezaba a preguntarse si estaba realmente mal no hacerlo.

—¡Es un niño! ¡¿Qué esperas?! —soltó una risotada, Siwoo.

—¡Claro que no! Sólo no la conozco y ya —respondió algo molesto por su comentario—. ¿Qué canción es?

Like Rain and Music de Kim Hyunsik.

¿De quién? —arrugó el rostro completamente desconcertado.

—Oh, ¡Dios mío! ¡Mejor cállate! —intervino Siwoo—. No sé qué es peor, el hecho de que no conozcas la canción o que no conozcas a Hyunsik.

—Ya, déjalo —comentó riendo, Sehyeon, la cual volteó a ver que Jungkook—. ¿Ya te arrepientes de haber decidido venir con nosotras?

—No —negó repetidamente con la cabeza—. Creo que, de todas maneras, la hubiera pasado peor en el coche estando junto a Jimin y Minhee.

—Quizás a Seokjin le hubiera venido bien tu compañía —mencionó la pelirroja.

—Creo que, al contrario, le hice un favor porque Jimin tuvo que sentarse adelante.

—Al estar apenas comenzando son demasiado intensos —comentó haciendo una mueca, Sehyeon, antes de girar para ver hacia el frente otra vez.

—Bien, quítate del medio, niño grande —ordenó mirándolo por el retrovisor, provocando que este la mirara indignado—. No me dejas ver, así que siéntate bien.

—¿Puede dejar de llamarme así? —preguntó molesto, acomodándose hacia un lado y cruzándose de brazos.

—Se enojó como uno —soltó una risotada, mirándolo nuevamente por el espejo retrovisor, llamando su atención otra vez.

—Ya, ¡déjalo en paz de una vez! —ordenó intentando reprimir la risa, Sehyeon, golpeando levemente su brazo, para luego voltear a ver a Jungkook—. Vas a tener que soportar que te moleste el tiempo que pasemos juntos. Lamentablemente, ya eres su víctima.

El pelinegro observó cómo ella hizo una mueca, hablándole cómo si fuese un secreto aunque Siwoo estuviera a su lado. A pesar de lo que le dijo, este no puso evitar sonreír al verla, quedándose así aunque Sehyeon volteara nuevamente a ver hacia el frente, comenzando a conversar con su mejor amiga, ambas olvidándose el resto del camino que él iba allí.












(...)











Una vez que llegaron al Club, Sehyeon se sorprendió al ver que no había tan sólo jóvenes como se esperaba, sino también personas que aparentaban estar cerca de su edad, pero lo que la sorprendió más fue escuchar a un hombre cantar. Este se encontraba haciendo karaoke en el pequeño escenario que había a un lado, y parecía estar divirtiéndose, pues las personas que estaban allí no dudaban en animarlo a que siguiera cantando aunque no fuera demasiado bueno, pero todos estaban pasándola bien.

Jungkook volvió a juntarse a Seokjin, el cual le dio una palmada en el hombro, para luego dirigirse a una de las mesas siguiendo a los demás. Al tomar asiento, un joven se acercó a ellos, por lo que pidieron para beber. Jungkook, Minhee y Seokjin decidieron pedir cerveza mientras los demás licor. Pues, el más joven sabía que no soportaba muy bien el alcohol, así que no quería pasar alguna vergüenza estando allí y junto a adultos.

Cuando las bebidas estuvieron frente a ellos, empezaron a beber mientras conversaban animadamente, llegando hasta a reír por algunos comentarios. Sehyeon estaba realmente sorprendida de estar pasándola tan bien, a pesar de que en un momento creyó que aquellos jóvenes podrían ser un impedimento para lograrlo, pero con los pocos días que llevaba comenzando a interactuar más con ellos, estaba dándose cuenta de que eran realmente agradables.

La sorpresa fue en aumento cuando Minhee obligó a Sohyun y a Yunjae a cantar, por lo que la fémina, avergonzada intentaba negarse, pero su prometido parecía animarse, así que la tomó de la mano obligándola a ir con él hacia el pequeño escenario. Sehyeon no pudo evitar reír al notar cómo su hermana parecía tan nerviosa, pero aún así reía al escuchar a su prometido cantar, llegando a desafinar más que a nada a propósito para ayudarla a disminuir sus nervios, ella soltó una risotada.
Todos en aquella mesa estaban atentos a la pareja, animándolos, notando cómo Sohyun se soltaba más, al igual que su prometido, y se divertían.

Una vez que acabaron, Sehyeon aplaudió y le silbó a la pareja, mientras Sohyun se acercaba con su rostro enrojecido por la vergüenza, tomando de la mano a su prometido.

—¿Ahora quién sigue? —preguntó Yunjae, antes de tomar su vaso para darle un sorbo, pero nadie respondió.

Todos parecían volver a concentrarse en beber, y Jungkook levantó la mirada hacia la pelinegra, recordando haberla escuchado cantar, pero esta le ganó en hablar.

—¿Por qué no subes tú, Jungkook? —lo miró curiosa, provocando que este abriera los ojos a la par.

—¿Qué...?

—¡Sí! ¡Sube, JK! —exclamó Jimin.

—¡No!

—¡¿Desde cuándo eres vergonzoso?! —cuestionó levantándose el mayor de ellos para tomarlo—. ¡Vamos, levántate!

—¡Sí lo soy! —aseguró mirándolo desesperado porque lo recordara.

—Ya, ve a cantar. Alguien tiene que entretenernos.

—¡No soy su payaso!

—Ahora sí. Vamos —ordenó tomando su brazo, para obligarlo a caminar.

Cuando llegaron al pequeño escenario, Jungkook miró aterrorizado a las personas que parecían fijar su atención en él, por lo que impidió que Seokjin se marchara. Pues, si debía entretener a los demás, entonces, no lo haría solo sino con la persona que lo obligó a meterse en esa situación.
Este acabó aceptando y comenzó a elegir una canción que ambos conocieran.

Sehyeon los miraba con atención, sorprendiéndose cuando empezó a sonar la melodía de Blinding Lights de The Weeknd. Por más que ella no fuese para nada de escuchar ese tipo de música, era imposible que no la conociera porque hasta se le había hecho pegadiza, llegando a culpar a su hermana que era la que provocó que la conociera.
Al ver a Seokjin moviéndose de manera graciosa siguiendo el ritmo de la canción, no pudo evitar reír, al igual que Jungkook, el cual no tardó demasiado en unirse a él, olvidándose por completo de la vergüenza. Ambos comenzaron a cantar demostrando cuánto estaban divirtiéndose con la situación, llegando a reír por momentos por sus bailes, entreteniendo a las personas que estaban atentos a ellos y los animaban, silbando y aplaudiendo sin querer que la canción acabase. Pues, al parecer, de todas los que subieron antes, Seokjin y Jungkook llegaron a ser sus favoritos por el gran show que estaban dando.

Cuando acabaron, el público exigió otra, y Jungkook no pudo evitar reír al escuchar que Sehyeon era una de ellos, pero Seokjin se negó por completo para dirigirse nuevamente a la mesa. Algunos al ver que Jungkook se quedó allí, se ilusionaron con que pudiera darles otro show así, pero este decidió hablar aún con el micrófono en su mano.

—Lamento decepcionarlos, pero no cantaré otra vez. De todas maneras, ahora tendrán el placer de escuchar a otra persona de la cual ya me considero fan —mencionó divertido, notando cómo Sehyeon abrió los ojos a la par por los nervios, intentando hacerse pequeña en el asiento—. Sí, le estoy hablando a usted, Sehyeon. Suba a cantar, vamos.

—¡No! ¡No lo haré! —exclamó completamente negada, aunque la animaran.

—¡Vamos! No sea tímida, y suba. Hasta puede cantar con Siwoo —dijo provocando que la pelirroja le diera una mirada asesina, lo que le hizo sonreír satisfecho por cómo ella estaba empezando a molestarlo—. ¡Por favor, démosle un fuerte aplauso a ambas mujeres que van a subir a cantar!

Ahora la que parecía completamente negada era Siwoo, pero Sehyeon, luego de tanta insistencia, se levantó tomando de la mano a su amiga para obligarla a levantarse. Jungkook al ver cómo ambas mujeres se acercaban dándole una mirada asesina, hizo una mueca y les sonrió con inocencia mientras Siwoo le arrebataba el micrófono.

—Ahora quiero matarte, niño —murmuró entre dientes, por lo que este decidió mirar a la pelinegra.

—Va a ser un placer volver a escucharla.

—Oh, no intentes halagarme —negó con la cabeza, observando cómo su amiga elegía una canción—. Vas a arrepentirte de ésto, Jungkook.

—Oigan, ¡no pueden amenazarme así ambas! —apuntó indignado—. Yo también subí obligado por si lo olvidan.

—Sí, ya te oímos. Fuera de nuestra vista
—ordenó Siwoo.

Este suspiró frustrado por su trato, decidiendo obedecer para dirigirse otra vez a la mesa, escuchando los halagos por parte de Minhee, Yunjae, Sohyun y Jimin. Este sonrió algo tímido, decidiendo pedir otra cerveza mientras observaba a ambas mujeres prepararse para cantar.

Cuando la melodía comenzó a sonar, Jungkook arrugó levemente la frente, intentando descifrar qué canción era, pero parecía tampoco conocerla.

—¿Qué canción es? —preguntó inclinándose hacia su lado, donde estaba Seokjin sentado, concentrado en las mujeres que habían comenzado a cantar.

Please Stop The Wind.

No la conozco.

—Claro que no. Es canción de señoras —respondió riendo.

—Pero tú la conoces.

—Porque estoy en mis treinta —se encogió de hombros—. Además, mi madre sabía escucharla.

—¿Tu madre? —arrugó el rostro, pero el castaño parecía demasiado concentrado en cómo cantaban.

Jungkook tomó su vaso de cerveza para darle un sorbo, decidiendo concentrarse en ambas mujeres que parecían estar soltándose poco a poco para empezar a divertirse. Eso provocó que el pelinegro se olvidara de sus dudas, sonriendo mientras movía la cabeza al ritmo de la música, comenzando a animarlas cómo los demás, ignorando a su amigo, el cual reía por momentos.

Una vez que la canción acabó, Jungkook soltó un grito y empezó a aplaudir, lo que hizo que Seokjin girara a verlo, arrugando el rostro.

—Sabes que lo hicieron espantosamente, ¿verdad? —examinó alzando una ceja.

—A mí me gustó —se encogió de hombros.

Seokjin lo miró extrañado, empezando a analizarlo, pero ambas mujeres volvieron  a la mesa, llamando la atención de todos allí.

—Siéntate...—le habló Siwoo a Sehyeon.

—Saldré a fumar —informó tomando su bolso, para luego comenzar a caminar hacia la salida.

El más joven la siguió con la mirada hasta que su silueta desapareció, por lo que volvió a mirar a los demás que comenzaban a conversar, así que decidió levantarse.

—¿A dónde vas? —inquirió el castaño, tomándolo del brazo.

—Sólo... Le haré compañía.

—Ni se te ocurra fumar —advirtió con el semblante serio.

—Tranquilo. No lo haré, papá —rodó los ojos antes de voltear para empezar a caminar.

Jungkook estaba indeciso sobre sí debía ir o no, por lo que al estar a unos metros, volvió a voltear para ver hacia la mesa, sorprendiéndose al notar cómo Seokjin ya se encontraba conversando con Siwoo. Pues, en los días que llevaban allí había logrado notar cómo aquella pelirroja parecía llamar la atención de su mejor amigo, sin poder creerse que ella no fuese nada desagradable con él.
Era demasiado evidente que había tensión entre ellos, por lo que se preguntaba cómo su mejor amigo parecía querer seducirla. El verlos hizo que retomara el camino hacia afuera, preguntándose porqué tantos nervios e interés por poder hablar más con ella, ya que sentía que no lo habían hecho demasiado aquel día.

Al salir pudo sentir cómo la brisa fresca chocaba contra su rostro, erizando su piel, pero aún así, se acercó a la fémina que se encontraba apoyada en la pared, a unos pocos metros de él, dándole una calada a su cigarrillo. Tomó una bocanada de aire para intentar desaparecer sus nervios, y se acercó logrando llamar su atención.

—Hey, ¿qué haces aquí?

—Decidí hacerle un poco de compañía.

—No es necesario...

—¿Le molesta mi presencia? —preguntó guardando las manos en los bolsillos de sus jeans.

—No, ¿por qué lo haría?

—Entonces, me quedaré aquí —sonrió.

Sehyeon medio sonrió sin saber qué decir al respecto mientras que Jungkook se colocaba a su lado para también apoyarse en la pared, ambos sintiendo cómo una tensión comenzaba a parecer. El pelinegro quería más que nada ser capaz de hacerla desaparecer, porque eso le llevaba a pensar que había hecho mal en querer salir para así poder hablar con ella, ya que ahora no se le ocurría nada para hablar.

—¿Ya no está molesta por haberla llamado al escenario para que cante? —preguntó observando cómo ella soltaba el humo.

—Nunca me molesté en realidad —giró a verlo, notando algo de sorpresa en su mirada—. Pero, por favor, no vuelvas a hacerlo.

—¡Pero si noté que se divirtió!

—Bueno, tienes razón —admitió soltando una ligera risa—. La verdad es que hacía tiempo no me divertía como esta noche.

—¿Por su matrimonio? —indagó frunciendo el ceño.

—Exacto.

—¿El matrimonio tiene que ser motivo para dejar de divertirse?

—No es que haya dejado de divertirme, porque lo he hecho, pero no así —explicó encogiéndose de hombros, notando su confusión y que quería seguir preguntando—. Ya no hablemos de eso.

—Está bien —asintió presionando los labios.

La verdad era que, Jungkook no comprendía a qué podía referirse en cuánto a que ya no se divertía de esa forma, lo que llamaba demasiado su atención y le hacía desear poder indagar, pero respetaba que ya no quisiera seguir hablando de ese tema. Mientras tanto, Sehyeon volvía a recordar a su esposo, preguntándose qué podría estar haciendo, si al igual que ella se había olvidado por horas de su matrimonio, y se encontraba mirando televisión como cada vez que decidía estar solo porque las cosas se ponían muy tensas entre ellos.

—Antes de salir vi a Seokjin y Siwoo volver a seducirse —mencionó provocando que ella sonriera—. Parece que están haciéndolo cada vez más.

—Eres chismoso, ¿sabes?

—¡No puedo evitarlo! —soltó una ligera risa—. Además, al menos tenemos de qué hablar, ¿no?

—Cierto.

—Jamás me esperé que ella pudiera corresponderle.

—Siwoo no tiene problema alguno en estar con hombres más jóvenes —explicó encogiéndose de hombros—. Supongo que es cuestión de nada para que algo suceda entre ellos.

—¡¿En verdad?! —preguntó sorprendido, y ella asintió.

—Podría follarselo allí mismo —aseguró riendo, tirando el cigarrillo al suelo para pisarlo con la bota.

—Vaya...Siwoo no deja de sorprenderme —murmuró todavía intentando procesar lo que acababa de decirle la mujer a su lado, pero eso despertó por completo su interés en algo más—. ¿Y si usted no estuviera casada... También sería así? —interrogó algo nervioso, sorprendiéndola por un momento. Ella parecía estar pensando en la respuesta, pero al tenerla, negó repetidamente con la cabeza mientras reía.

—Ya, no sé porqué rayos estamos hablando de ésto. Entremos.

—¿Sehyeon? —habló provocando que ella volteara a verlo antes de entrar—. Lamento si la incomodé con mi pregunta. Juro que no era...

—Tranquilo. No lo hiciste para nada —sonrió de manera tranquilizadora—. Entremos.

Jungkook presionó los labios por un momento, decepcionado de que no haya sido capaz de responder, y tomó una bocanada de aire para así poder entrar nuevamente al Club. Este intentaba no pensar para nada en qué pudo haber respondido, si es que acaso podría haber tenido oportunidad si fuese una mujer libre, ya que eso hacía que su deseo volviese a despertar, aunque sabía que estaba mal.













(...)











Sehyeon la había pasado realmente bien en el Club, como nunca creyó que pasaría, menos al ir con aquellos jóvenes que apenas estaba conociendo, pero el hecho de que fueran amables y divertidos había provocado eso. Se arrepentía de haberlos juzgado cuando los vio por primera vez, pues ahora ellos estaban encargándose de demostrarle todo lo contrario, especialmente Jungkook, el cual era con el que más llevaba hablando esos días.
La mujer pensaba en que podía desarrollar una buena amistad con él, ya que al volver a entrar, siguieron bebiendo junto a los demás y él buscaba conversar, hasta bromeaba con ella.

Todo iba más que bien, hasta que durante el camino de regreso, Sehyeon no podía dejar de pensar en las palabras de su mejor amiga. Si se había sentido tan bien sin él, sin estar al pendiente de su celular esperando alguna llamada o con la necesidad de llamarlo, entonces, podría seguir los demás días sin estar en contacto, pensando realmente qué podría pasar entre ellos. Pensaba demasiado en esa opción aunque sentía su corazón encogerse, pero se decía que era lo mejor para tomar una buena decisión sin llegar a arrepentirse, porque sabía más que nada que también estaba la costumbre, lo cual era normal luego de tantos años juntos, pues no dudaba que a pesar de estar eso, también sentía un verdadero amor por él.

Sin más, al llegar y bajarse del coche, tomó su celular que estaba en el bolsillo de su chaqueta blanca, ignorando por completo las palabras de su amiga y Jungkook que había regresado junto a ellas. Siwoo decidió entrar al ver que parecía que iba a llamar a Hyunsoo, mientras que el pelinegro parecía debatirse sobre qué hacer, pero acabó subiendo las escaleras del pórtico sin dejar de observarla.
Sehyeon se acercó a la orilla del mar, sintiendo sus latidos acelerados al haber apretado la opción "llamar", llevando el celular a su oreja. Pensaba en que ya era de medianoche y su esposo podía estar durmiendo, por lo que sentía que molestaría, pero rogaba que no fuera así para que pudieran hablar bien.

¿Hola? ¿Estás bien, cariño? —escuchar su voz profunda, provocó que sintiera un escalofrío recorrer su espina dorsal—. Sehyeon...

Hola...—sonrió a medias ya con su visión nublada por las lágrimas.

¿Estás bien? Me has sorprendido...

¿Estabas durmiendo?

Acababa de acostarme, ¿y tú?

Yo... Salí a un Club junto a los demás, y acabo de volver.

Oh... ¿La pasaste bien?

Sí, y me divertí —respondió con un ligero temblor en su voz.

Que bueno, cariño.

El hecho de que le gustara que ella pudiera divertirse sin él, que siguiera llamándola de esa manera, tan sólo provocaba que la mujer se cuestionara la decisión que había tomado y que eso fuese más doloroso de hacer. Quería poder encontrar excusas en su manera de ser con ella para ser capaz de hacerlo, pero sabía perfectamente que eso era algo imposible porque nada de él le desagradaba. Sehyeon se había enamorado hasta de los "defectos" que podía llegar a tener.

—Te llamo porque... porque debo hablar contigo de algo.

Si es por lo que hablamos hoy, no te...

Hyunsoo, lo  mejor es que ya no tengamos contacto mientras pienso qué es lo mejor para mí —lo interrumpió intentando sonar firme con su decisión, sin ningún temblor en su voz aunque estuviese luchando consigo misma para que las lágrimas no escaparan.

¿Qué? ¿Hablas en serio? —preguntó sorprendido—. ¿Es lo que realmente quieres?

No es lo que quiero, pero sí lo que necesito.

¿Quieres libertad? Dime.

¿Qué? ¿De qué hablas?

Si lo que quieres es estar con otro hombre, a eso es a lo que me refiero —explicó intentando sonar relajado—. Dímelo y lo entenderé. Tan sólo sé sincera conmigo, por favor.

—¡No! ¡Claro que no!

—Pues, por estos días supongo que serás una mujer libre.

—Hyunsoo, ésto lo necesito para estar segura de la decisión que tome —aclaró limpiando rápidamente una lágrimas que había comenzado a rodar por su mejilla, esperando alguna respuesta de su parte, pero sólo podía escuchar la respiración de su esposo—. ¿Hyunsoo?

Sigo aquímurmuró de manera casi inaudible.

—¿Estás bien? —tragó con dificultad a causa del nudo que se había formado en su garganta, escuchando una risa amarga de su parte.

Estoy aterrorizado, Sehyeon —confesó provocando que su corazón diese un vuelco—. Tengo miedo por nuestro futuro.

No me digas eso...

Si estás con otro hombre durante este tiempo... Por favor, mejor no me lo digas
pidió con voz temblorosa—. Respetaré tu decisión y no te buscaré. Sólo...—carraspeó su garganta intentando que su voz saliera normal—. Sólo quiero que regreses a mí.

Te amo, y eso no lo dudes, Hyunsoo.

Te amo profundamente. Cuídate mucho, cariño.

La llamada finalizó, provocando que Sehyeon bajara el celular con su mano temblando, sintiendo un caos de emociones. Pensaba en porqué debía estar pasando por eso cuando sabía que ambos se deseaban y extrañaban, y que si se pudieran cambiar las cosas, lo harían sin dudar.
En ese momento, tan sólo quería volver a estar en sus brazos sintiendo la paz invadirla como antes, detestando que se hayan transformado en su tormento porque no podía evitar recordar su traición, y lo que podía ser capaz de ocultarle aunque él le había demostrado todos los años que llevaban que era un hombre sincero. Pero es que sentía que desde que supo lo que fue capaz de hacer, a pesar de amarla, estaba perdiendo la cabeza.

—¿Sehyeon?

Al escuchar esa voz masculina y suave, volteó encontrándose con Jungkook, el cual tenía su cabello desordenado por la brisa y la miraba con algo de preocupación.

—¿E-Está bien? —preguntó frunciendo el ceño, acercándose algo inseguro al ver sus ojos cristalinos.

En ese instante, Sehyeon se abalanzó sobre él, rompiendo en llanto, provocando que este se sorprendiera mientras ella apoyaba la cabeza en su pecho al ser varios centímetros más baja. Jungkook tenía sus ojos abiertos a la par, intentando reaccionar, hasta que de manera insegura decidió envolverla con sus fuertes brazos.

—No deja de empeorar —murmuró con un hilo de voz.

—Me preocupa. Dígame qué sucede, por favor —pidió por lo bajo.

—M-Me dijo que soy una mujer libre, pero... pero no es lo que quiero —sollozó—. Me duele, Jungkook.

—Todo va a estar bien —aseguró acariciando su espalda—. Estoy aquí para usted. Dígame qué necesita.

—Sólo abrázame más fuerte, por favor —pidió entre sollozos.

Jungkook no dudó en obedecer, estrechándola con más fuerza entre sus brazos mientras sentía cómo ella pasaba las manos por su espalda para aferrarse más a él. No sabía porqué, pero el saber que podría significar que su matrimonio estaba acabado, provocaba una pequeña emoción en él. Y es que, por más que intentase reprimirlo, ignorarlo, aquella mujer parecía estar invadiendo sus pensamientos, conquistándolo cada vez más con su mirada.

Ahora comenzaba a sentir que podría haber una oportunidad de poder cumplir aquellas fantasías con esa mujer.

¡Hola!

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Creen que Sehyeon hizo bien en pedirle a Hyunsoo que ya no tengan contacto? ¿Será que Jungkook sí va a poder cumplir sus fantasías con ella?

Por cierto, ya he adelantado bastante en la historia aunque seguramente a medida que vaya editando vaya quitando y agregando más cosas porque siempre se me ocurren más ideas, pero a lo que iba es que ya tengo cuántos capítulos van a ser al final. No van a ser 7 como dije sino 9 porque logré inspirarme un poquito más.

Lamento si estos primeros capítulos no son tan interesantes, les prometo que los siguientes sí van a serlos

Espero que les haya gustado, si es así no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos pronto!

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