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Melog gruñía reluciendo sus colmillos, el felino movía su cola de lado a lao irritado. El gran vampiro Hordak miraba indiferente a Catra y Melog. Catra reconoció enseguida a Shadow Weaver, los ojos de la vampiresa brillaron de un tono carmesí y sus colmillos crecieron.

-Pero si no es nada más que tenemos aquí, eh esperado mucho para volver a verte –Dijo la Hechicera, dicho eso la mujer controlo las sombras que trataron de tomar a la vampiresa pero Catra pudo esquivarlas justo a tiempo-

Melog se movía erráticamente tratando de zafarse, gruñía y bufaba sin poder lograrlo. Una de las sombras se enrollo en su cuello apretando poco a poco. Melog rugió debido al dolor que le producían las sombras, ardían y mientras más se movía más apretaban. Catra volteo a ver a su amigo preocupada y en su momento de distracción las sombras también tomaron los brazos y piernas de la vampiresa dejándola sin poder moverse cayendo de rodillas.

-¿Qué piezas hacer ahora escoria? –La hechicera se acercó a Catra tomándola del mentón para la mirara-

-Déjamela a mi Shadow Weaver, tu trabajo ya está hecho –Ordeno el gran vampiro-

-Pero señor, yo puedo sacarle la información que usted necesita, por favor solo déjeme intentarlo –La hechicera insistió tratando de convencer a él gran vampiro-

-Hey Bruja –Llamo la morena a la Shadow Weaver-

-¡No interrumpas escoria!-La hechicera miro los ojos a Catra cuales su brillo se intensifico-

Catra sonrió y Melog entendió lo que hacía, repetiría lo mismo que había hecho en el castillo de Luna Brillante para huir, Catra trataba de controlar la mente de la hechicera pero parecía mucho más difícil de lo que pensaba. Hordak al notar las intenciones de Catra se acercó a ella pero antes de poder hacer algo las sombras lo habían tomado. Catra ya libre se subió a la nave con Melog lo más antes posible, la nave zarpo con gran velocidad esquivando toda la maquinaria de la Zona del terror. Melog jadeaba y Catra manejaba mirando hacia atrás en ves en cuanto.

-¡Catra, mira hacia atrás! –Grito el Melog a las espaldas de la vampiresa-

La vampiresa miro hacia atrás, maldijo al ver como dos naves la perseguían sin mucha distancia de diferencia. Catra miro hacia adelante notando lo cerca que estaba de los bosques susurrantes, la morena tenía la ventaja, ella conocía los bosques susurrantes como la palma de su mano. Catra se esquivaba los arboles avanzando entre el bosque. Catra miro hacia atrás notando que había perdido a los hordianos. La nave choco contra un árbol lanzando lejos a Catra y Melog, la vampiresa estaba en el suelo del bosque sin poder moverse, le dolía el cuerpo y estaba bastante cansada. Melog se levantó y se acercó cojeando hacia Catra, el felino le daba empujoncitos a su compañera.

-Catra, dime algo –Maulló el felino débilmente-

-Estoy bien, solo cansada –Hablo la morena con dificultad-

Empezó a oscurecer y la luna llena había llegado. Catra suspiro, había perdido a los hordianos y con la oscuridad de la noche sería más difícil o eso creía. Las naves de los hordianos aparecieron entre los arboles rodeando al dúo. Melog aumento su tamaño optando por una posición defensiva, De las dos naves bajaron seis hordianos de cada uno. Los hordianos desplegaron sus armas y unos cuantos optaron por transformarse en su forma lobuna. Los transformados en lobos se abalanzaron hacia Melog mordiendo sus patas. Melog rugió y mordiendo y lanzando zarpazos como podía. Los demás hordianos lanzaron sogas hacia el enorme felino.

-¡Melog detente, te mataran! –Catra se levantó a duras penas, toco el pelaje de su compañero para calmarlo-

-Catra, yo tuve la culpa de que la rebelión nos encontrara, es mi culpa de que los hordianos nos ataquen, nunca debí escapar y como tu guardián déjame protegerte ahora. Huye, yo los detendré –Maulló el felino mientras seguía luchando-

-¡No te dejare hacer eso! –Catra quería luchar pero su cuerpo no le respondía, se sentía impotente-

-Hazlo, ve con Adora, explícale y dile que no estas con los hordianos –Melog tomo las sogas con sus colmillos jalándolas causando que los hordianos cayeran sin embargo los transformados seguían en su ataque-

Catra miro hacia atrás acto seguido se fijó en el cielo, la luna estaba en lo más alto y su luz iluminaba el bosque. Melog tenía marcas de mordidas tanto como zarpazos hilos de sangre salían de sus heridas pero seguía luchando con todas sus fuerzas. Catra sacudió su cabeza y sin pensarlo tomo una se las armas que los hordianos habían tirado por accidente y la empuño con fuerza. De pronto de los arboles salió un rayo de color dorado. Catra no podía creerlo, un gran lobo peleaba dorado, sus ojos eran celestes y era mucho más grande que los demás, Catra supo que era Adora pero su apariencia no era la de un lobo normal era mucho más grande y peleaba en dos patas. Una loba café trato de morder de la gran loba dorada pero Melog se interpuso lanzando un zarpazo a la mejilla de la loba café. Gruñidos y rugidos era lo único que se podía escuchar en los bosques susurrantes. De los arboles salieron dos lobos más, una loba de color rosa y violeta, y el otro lobo era más grande de pelaje marrón. Ambos se unieron al combate atacando a los hordianos.

-¡Retirada! –Grito uno de los hordianos, seguido por los demás cuales regresaron a sus naves dejando el lugar-

Tan pronto como se fueron Melog se desplomo en el suelo, los otros lobos optaron una forma humana. La loba rosa se había convertido en la princesa Glimmer y el lobo marrón en el arquero Bow. La loba dorada había optado por su forma humana siendo aquella rubia que Catra extrañaba, Adora se acercó a Catra le extendió su mano, la morena pensó unos momentos antes de aceptar la ayuda, Bow y Glimmer tomaron a el felino mágico con sumo cuidado, Melog gruñía debido al dolor de sus heridas. El escuadrón de mejores amigos chocaron miradas y todos supieron lo que debían hacer.

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