El sol estaba en su máximo esplendor con su cálida luz, el viento soplaba moviendo las hojas del bosque de un lado a otro. Catra y Melog corrían por los bosques susurrantes en dirección a la zona del terror para hablar con las amigas hordianos de la vampiresa. Luego de un largo camino ambos se detuvieron en frente de los límites de la zona del terror.

-Este lugar siempre me da escalofríos cada vez que vengo –comento la vampiresa mientras caminaba discretamente junto con Melog.

Catra y Melog caminaban camuflados por la habilidad del felino por los pasillos de la zona del terror tratando de llegar lo antes posible a el laboratorio de Entrapa. Catra suspiro aliviada al ver que estaban cerca del laboratorio pero una de las puertas cerca de ellos se abrió donde la hechicera Shadow Weaver salía de la habitación, Catra odiaba a esa mujer y tenía grandes ganas de vengarse por la cicatriz que le había causado en el pasado pero suspiro y trato de calmarse para ver como la hechicera se alejaba de ellos mientras que el dúo retomaba su camino a el laboratorio.

-Al fin llegamos –maulló el felino-

Catra entro al laboratorio y para su suerte sus dos amigas se encontraban hablando muy contentas. Melog deshizo el camuflaje y la vampiresa se acercó al dúo.

-¡Entonces el robot nuevo fue un rotundo éxito! –Celebro la científica Entrapta-

-Hola chicas –saludo muy tranquila la vampiresa-

-¡Catra me alegra que hayas venido!, tengo mucho que mostrarte –El entusiasmo de Entrapta era más que evidente-

-¡Vampirita! –Exclamo Escorpia mientras abrazaba muy fuerte a la morena-

-¿Se pueden calmar? Van hacer que todos lo de la horda sepan que estoy aquí –dijo la vampira irritada-

-Es que teníamos tiempo sin verte vampirita –Comento Scorpia sin soltar el agarre-

-¡Scorpia quiero espacio! –Exigió la vampiresa por fin saliendo del agarre de la más robusta- Y bueno Entrapta quería hablar contigo.

-¿Vienes por tu suministros? Creí que por la cantidad que te di hace dos semanas iban a durar más pero no te preocupes iré por mas –Pregunto Entrapta mientras buscaba entre sus cajas-

-No Entrapta, no vengo por eso –Respondió la vampiresa-

-Espera ¿De qué están hablando? –Pregunto Scorpia curiosa-

-¡Del suministro de Sangre de Catra! –Respondió la científica como si fuera lo más normal del mundo-

-¿¡Sangre!? –Pregunto aterrada la más robusta-

-No es sangre pura, es una mezcla de varios químicos, proteínas y entre otras cosas pero funciona para que Catra no sienta abstinencia y no tome sangre humana –explico Entrapta de manera lenta para que Scorpia pudiera entender-

-¿Entonces es sangre falsa? –Pregunto insegura Scorpia mientras miraba algo nerviosa como Catra tocaba una de sus colmillos-

-Si lo quieres llamar así, está bien –Respondió con calma la científica volviendo su atención a la vampiresa- ¿De qué querías hablar?

-La estúpida rebelión encontró mi hogar y tuve que huir con Melog y me esperaba que me dijeran un lugar cual donde no pueda ser encontrada por la horda y la rebelión –explico la vampiresa muy estresada-

-Uy que mal, pero creo que hay un lugar que te puede servir –se acercó a un monitor cual mostro la imagen de un gran castillo en las montañas- Este lugar es Drill y Scorpia estará encargada de su guardia esta semana, podrias vivir en el castillo de Drill por ahora mientras investigo un lugar probablemente seguro para ti y tu felino mágico –termino de contar Entrapta-

-Es una terrible idea, ¿Qué pasara si un recluta hordiano me ve caminando por los pasillos del castillo? –Pregunto la vampiresa-

-Podrías ponerte un uniforme hordiano y nadie notaria quien eres, además nadie cuida adentro del castillo por miedo a perderse en ese laberinto –Contesto la más robusta tratando de convencer a la morena-

-Sigo diciendo que es una terrible idea –Se quejó la vampiresa-

-No hay otra opción es lo único que podemos hacer además así pasaras más tiempo con tus amigas –Maulló Melog muy relajado-

-Está bien –Murmuro la vampiresa sin ganas-

-¡No te arrepentirás vampirita! –Exclamo Scorpia mientras abrazaba con mucha fuerza a la morena-

-Ya lo hago –gruño Catra-

La rebelión estaba discutiendo sobre su próxima misión en el castillo de Luna Brillante perteneciente a la reina Angella además líder de la rebelión. En la sala de reuniones la alianza de las princesas también el corazón de la rebelión estaba reunido para discutir sobre la manera de ganarle a los hordianos.

-Primero que todo, tenemos que celebrar que recuperamos Thaymor y Elberon –dijo orgullosa de su trabajo la princesa Glimmer-

-Bien hecho comandante Glimmer –felicito la reina de Luna brillante-

-Ahora nuestro siguiente objetivo es Drill –Comento el arquero Bow- pues cuando la horda tomo Drill la tecnología de Entrapta quedo es ese castillo cual sería de gran ayuda contra los hordianos –termino de explicar el arquero-

-Es una misión arriesgada solo ir y atacar a los hordianos de Drill sin ningún plan así que hasta que no me presenten un buen plan no les permitiré ir haya –dijo la reina con seriedad-

-No te preocupes mamá, somos los mejores improvisando ¿cierto Adora? –pregunto buscando el apoyo de cierta rubia se tardó unos minutos en reaccionar-

-Claro somos los mejores en eso –afirmo Adora-

-Todo saldrá bien lo prometo –prometió la princesa Glimmer antes de tomar de los brazos a sus dos amigos y teletransportarse lejos de la vista de la reina-

-¡Glimmer! –Llamo la reina frustrada de la actitud de su hija-

La vampiresa Catra caminaba sin rumbo por el castillo de Drill junto con Melog. Catra estaba aliviada de ver a su amigo felino recuperado y lleno de energía, Melog era el compañero de Catra desde que era pequeño y le daba miedo que haría sin él y esas era de las mil razones por la cuales se mantenía alejada de la hora. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por sonidos de disparos, del metal golpeando y gritos. Catra no pudo ignorar los estruendos que provenían de afuera, Catra tomo el uniforme hordiano que Scorpia le dio por si quería salir y no ser reconocida y sin perder tiempo salió del castillo mientras Melog corría a su lado.

-¡¿Qué diablos?! –Catra no podía creer la mala suerte que tenía al ver que la rebelión luchaba contra los hordianos justo cuando ella estaba ahí-

-Tenemos que salir de este lugar Catra –Dijo Melog cual estaba igual de sorprendido que la vampiresa-

-Está bien –acepto Catra pero al darse vuelta para irse una fecha se le fue lanzada pero Melog logro tomar la flecha con su mandíbula antes de que llegara a la vampiresa-

-¿Vas a algún lugar? –Pregunto la princesa Glimmer con un tono engreído a las espaldas de la vampiresa-

Glimmer iba a golpear a Catra con su magia pero esta se movió justo a tiempo esquivando el golpe y la princesa fue derribada por Melog cual uso una de sus habilidades al volverse más grande para intimidar a la princesa, Melog gruñía mientras mantenía su posición de ataque. Glimmer se hallaba debajo del enorme felino pero esta lanzo brillos a los ojos del felino y logro separarse de la enorme bestia.

-A este animal lo reconozco, ¡Eres la espía hordiana de los bosques susurrantes, sabía que no me equivocaba cuando dije que eras una hordiana! –Le dijo la princesa a Catra cual miraba con el ceño fruncido a Glimmer-

-Melog hora de irnos –le ordeno con un tono frio a su amigo cual se acercó a Catra y con su camuflaje desaparecieron de la vista de la princesa y entraron corriendo al castillo-

-¿¡Donde está la maldita salida trasera de este lugar!? –Catra corría sin el camuflaje de Melog por los pasillos buscando otra salida del lugar-

-¡Alto ahí hordiana! –Ordeno una voz a las espaldas del dúo-

Catra y Melog voltearon a ver quién era y vieron a la rubia cual acompañaba al arquero y a la princesa en la anterior pelea. Melog la reconoció y se desvaino sus filosas garras mientras Catra miraba con enojo a la rubia y sin darse cuenta los colmillos de la vampiresa crecieron un poco debido a su naturaleza. Adora creía que la vampiresa no pertenecía a los hordianos pero ahora tenía su uniforme por lo que su bando era más que claro. La rubia empuño con fuerza su espada pero Catra no se había percatado la primera vez pero el rostro de la rubia le parecía conocida hasta que reacciono y relajo su cuerpo.

-Hey Adora.