¿Cuántas veces se dijo así mismo que su cariño especial hacia alguien nunca acabaría y que sufriría tanto tiempo? Siguió y logro superarlo apesar de que ese alguien estaba ahí presente. Amo tanto a Snake, lo quería tanto y saber que él no sentía lo mismo ni por el ni por otro, le dolió pero el tiempo logro sanar esa herida; ahora ni siquiera sabía si era por esa misma razón que Diane le dijo que no.

Tal vez fue muy rápido, no, ya tenían tres años en conocerse y esa no sería una escusa para justificar su rechazo. Tal vez no era su tipo de chico o chica, quizás ella no había hecho click como el sintió con ella.

Esa misma sensación que pasó con su mejor amigo, no pensó que lo volvería a sentir y eso le dolía y mucho. Volvió a casa con las orejas abajo y su cola a media rosca, sus patas caídas y una mirada como si perdiese una batalla, no podía enojarse con ella, fue gentil, amable y honesta; e incluso trato de no sonar cruel al rechazar su declaración.

Veía que sus amigos estaban viendo una maratón de películas viejas, no les hablo, no quería molestarlos con su problema de enamorado. Snake noto su presencia, al igual que esa mirada triste, por más que lo negara, a Snake no le gustaba ver a su amigo triste, por más ridícula que sea la situación.

Se acostó boca abajo y hundió su rostro en la almohada evitando que sus sollozos se oyeran, no quería parecer un niño pequeño y llorón pero el dolor en su corazón era mucho más fuerte de lo que él creía, Wolf solo quería dormir y al menos olvidar que sintió algo por Foxignton, era como mentirse a si mismo y sabía que no podía vivir para siempre en una mentira.

Llegando así las 08: 07 AM, Wolf pudo quedarse dormido hace una hora, el resto trato de levantarlo para ir a una gran feria que llegaba de visita y ellos no irían sin el. El canido de pelaje gris se levantó con pesadez, trataría de estar lo más despierto para que no sospecharán de su falta de sueño, a Webs no se le escapaba nada y sabía que a su jefe y amigo le pasaba algo malo. Todo transcurría de lo más tranquilo, varias risas y niños corriendo, no todos estaban felices de verlos ahí pero era inevitable; de un momento a otro Wolf se perdió entre la multitud, el sueño lo estaba matando y sabía que no podía ocultarle esa depresión temporal a sus amigos. Por un momento llegó a escuchar una voz familiar pero lo ignoro, creyó que solo era por el mal sueño, la voz se hacía más clara y lo vio.

Era el, aquel zorro de anoche en la gala, no quería ni verlo, su pelaje y sus ojos, eran muy parecidos, se parecía a su "luna de media noche" a su no amor de su vida, quiso alejarse de ahí y evitar hablar con el, fue inútil, Nick también lo había visto y sabía que debía disculparse, no por algo que había dicho, sino por haber dejado al tipo sin las joyas que debía de devolver y que posiblemente había quedado como un idiota.

- ¡hey...! Mr. Wolf ¿Cierto?

- si, ese soy yo - no iba a verlo, no podía - ¿Deseaba algo, oficial?

- no tiene por qué ser formal, puede decirme Nick si usted gusta

- no lo conozco, así que debo ser muy formal

- y lo formal para usted es... ¿Cortejar a zorros solteros? - dijo bromeando, se puso serio cuando notó que el alto no mostró alguna expresión - lamento si soy inoportuno

- no importa en realidad, creí que recibirían el dichoso premio y se irían a la de ¡Ya! - lo último casi era un gruñido - espero que no deseen mudarse aquí

- ¿Se levantó del lado equivocado de la cama? Ayer parecía muy entusiasmado y ahora es todo un... Cascarrabias

- no me conoces, zorro

- y usted a mí tampoco, Mr. Wolf, podría tratar de ser un poco más amable y tal vez podamos platicar para poder conocernos mejor y tal vez decirme lo que pasa para tratar de ayudarlo

- no necesito a un Zorro formal para que me ayude con MIS asuntos personales, no se entrometa - dijo sin resentimiento alguno, caminaba a otro lado y movía su cabeza para no entrar en el sueño - ¿Quien se cree que es eh?

- eso... No tengo respuesta para eso pero se que usted necesita terapia - dijo el más bajo, lo seguía - no tiene que hacerse el rudo Mr. Wolf, creo que todos necesitamos de ayuda algunas veces

- ¿Puede dejarme sólo? Pareciera que-

- ¿Lo este acosándo? Uy ja creo que eso no sería una razón lógica

- ¿Y como exactamente?

- primero, no me quedé anoche a seguir observándolo, segundo, no lo seguí a su hogar y tercero, no sé dónde queda su casa. No puedo ser llamado un acosador si lo único que eh intentado es hablar con usted

- ¿Se quiere burlar de- - bostezo y sus ojos estaban a medio cerrar - mi? No crea que soy un tonto

- ¿Tuvo un mal sueño?

- si

- ¿Razón?

- que le importa, zorro metiche

- no teme de la ley ¿Uh? Increíble

- yo nunca temeriá de la ley y mucho menos temerle a usted, señor Wilde

- ya puedo ver eso, Mr. Wolf dígame uns cosa, ¿Alguna vez llegó a escuchar que no todos tienen una armadura fuerte?

- todo el tiempo, ¿Porque?

- porque... Usted se obliga a ser fuerte, no es necesario que me lo diga, si se ve en su mirada, veo que usted no quiere que vean lo frágil que puede llegar a ser. Pero hay veces que al guardar algo tan importante para usted, termina por sacar lo malo o incluso peor de lo que puede resguardar

- que buen tip

- todos tenemos  miedo Mr. Wolf, hasta el elefante más grande tiene miedo

- ¿Y el punto es...?

- no se ahogue en sus miedos, deje que lo ayuden, siempre necesitará de alguien que lo ayude siempre, recuerde lo, no está solo

El pequeño canido termino alejándose del lugar, perdiéndose en aquella multitud, Wolf solo lo veía alejarse y comenzaba a cuestionar la actitud del zorro. No se conocían con formalidad y aún así ese "extraño" trato de darle un buen consejo.

Nick caminaba con total tranquilidad, veía que a muchos le incomodaba su presencia pero a él simplemente no le daba importancia e incluso saludaba a los que lo veían. Le llamo la atención un pequeño puesto de dulces, por lo que noto, eran hechos en casa y eso se le apetecía y más si habían con sabor a moras.

Compro varios dulces de esos y agradeció a la vendedora y seguía su camino mientras comía uno de eso, estaba tranquilo y se sentía bien, esperaba a que su compañera le enviará un mensaje de a qué hora se irían de la ciudad.

El viento suave y fresco, los juegos funcionando con normalidad y las personas pasándola bien. Un estruendo, gritos, todos corrían y pedían a gritos que la policía llegará, Nick estaba quieto, una corriente paso por su espalda, sus patas sudaban y sentía frío, sentía calor en su abdomen, una de sus patas se dirigió ahí y vio un brillante rojo en líquido.

Empezaba a ver con borrosídad y trato de estar en pie para no alarmar más a la gente, cayó de rodillas, trataba de frenar la sangre, cayó.

Unas voces se hacían presentes pero no era tan audible, estaba por cerrar sus ojos, parecía que ese sería su último aliento.

_¿"oficial"?

¿¡Señor Wilde!?

¿¡Nicholas!?

¡Nick!

¡¡Nick!!_