7 | La muerte me persigue

Estaba conduciendo al loft de mi novio luego de lo que pasó en la casa del lago. Esa lista no paraba de salir de mi cabeza y más si Derek está metido ahí con el número quince a su lado, pero, ¿qué podría significar eso?. Y lo más extraño de todo es que se abrió con el nombre de la cazadora, y es extraño porque claramente está muerta. Tengo tantas cosas en mi mente que no puedo pensar en algo específico y estoy algo estresada con estas cosas.

Miré la hora nuevamente en el reloj, eran casi las ocho y ya había llegado al loft de Derek. Me bajé de mi auto y le eché seguro para después caminar al interior del edificio. Subí en el ascensor hasta el último piso, caminé un poco. Abrí la puerta del loft un poco y entré cerrándola detrás mío. Dejé mis cosas en la mesa junto con mi chaqueta y me acerqué a la única cama que estaba al lado del gigante ventanal, Derek estaba tirado ahí con su cabeza enterrada en la almohada. Me subí y me arrodillé a su frente.

- Hey. ¿Te sientes bien? - pregunté sonriendo levemente acariciando su espalda por encima de la camisa de algodón -¿la época de celo te está matando,lobito? - reí con gracia

- No es gracioso. - murmuró. Volteó su cara hacia mí dirección, en sus ojos pude ver súplica - tengo ganas de arrancarte el maldito pantalón y cogerte.

- Hazlo. Ya estoy aquí,¿no? - sonreí pícara. Empecé a quitarme el jean y lo eché en el suelo- si no vas a hacer nada me voy a dormir, estoy cansada por todo lo que hicimos hoy.

Me interrumpió tumbándome en la cama, tomando mis manos y poniéndolas a cada lado de mi cabeza. Sonreí. - creo que el celo te está haciendo más ardiente, Der. - murmuré mirándolo a los ojos. Los cuáles se veían más oscuros a causa de la noche.

Chocó sus labios contra los míos en un beso diferente a los demás. Este era salvaje, fogoso, rápido. Arrancó su camisa sin esperar nada al igual que la mía viendo un sostén negro con encaje, el cual desprendió en un milisegundo. Acaricié su espalda.

Introdució su lengua en mi boca y por un momento sentí sus dientes chocar contra los míos. No me dí cuenta en qué momento ya estaba desnudo por completo al igual que yo y con una sábana cubriéndonos de la cadera para abajo, pero no me importaba. Sólo quería sentirlo pegado a mí, cerca de mí, dentro de mí.

Gemí en su oído al ser bombardeada duramente. Habían tantas cosas diferentes y es que, Derek no se estaba comportando como usualmente lo hacía, esta vez parecía un animal ansioso por comer a su presa. Me agarré de su espalda con mis pequeños brazos y mis piernas se aferraron a su cadera yendo de arriba a abajo con movimientos bruscos. Mi respiración se aceleró hasta el punto de casi no sentirla en mis pulmones, mi voz se oía cansada o quizás casi acabada por gemir y jadear tanto.

De pronto estoy encima de él, con mi trasero chocando contra sus caderas. Sus manos recorren mi pecho y cintura, se acerca y muerde mi hombro fuertemente. Yo gimo de dolor por esa acción repentina, pero lo olvidé al sentir sus manos en mis piernas. A los pocos segundos me canso y vuelvo a mi posición inicial.

Solté un pequeño grito sin poder evitarlo, recuperé aire al mismo tiempo que Derek se acostaba a mi lado sudado. Cerré mis ojos durante unos segundos tratando de mentalizarme. Me acerqué al beta y me recosté en su cuerpo robusto poniendo mi pierna en su cadera, pasó un brazo por mis hombros y me pegó a él.

- Enserio que cambian las cosas en la época de celo... - murmuré. Alzé mi vista mirando su linda y sexy mandíbula marcada - no me mentías cuando dijiste que se hacía más salvaje. Ahora me duele todo el cuerpo.

Rió un poco y bajó su mirada hacia mí. Acarició mi mejilla con su mano libre manteniendo su vista en mis ojos. - te ves cansada... - susurró. - ¿porqué no duermes hoy aquí? te vendría bien.

- Me encantaría pero tengo que regresar a casa por orden de mamá, si no lo hago, mi padre me mata. - le expliqué sentándome - ¿me dejas llevarme una camiseta tuya del armario? ya que rompiste mi blusa negra...

Sonrió ampliamente con seducción. Mierda, se ve tan caliente. Creo que ya saben porqué tenemos tanto contacto sexual.

- De acuerdo,puedes tomar todas las que quieras. - aceptó - me encanta cómo te quedan mis camisas y chaquetas, a quién voy a engañar.

Gateé con la sábana enredada en mi cuerpo, Derek me dió una nalgada y me sobresalté un poco mirándolo con el ceño fruncido. Llegué a la orilla de la cama y me vestí con mi ropa interior y mis pantalones. Caminé hacia su ropa y tomé la primera camisa que ví poniéndomela, cogí mi chaqueta de la mesa y me la coloqué. Guardé mis otras cosas en mis bolsillos.

Cuando volteé a ver a Derek, él estaba vestido con sus pantalones y su pecho descubierto. Tomó mi mano con delicadeza y caminamos hasta la entrada del loft, donde abrió la puerta corrediza para mí.

- ¿Segura que estarás bien a esta hora? - preguntó poniéndose de brazos cruzados al frente mío - son casi las nueve.

¿Tan rápido se hicieron las nueve? guau, qué rápido pasa el tiempo. - estaré bien mientras tome el camino rápido a casa.

- Mándame un mensaje apenas llegues. Si te sucede algo, sólo grita mi nombre y estaré ahí tan rápido como pueda -.

- Mi héroe cómo siempre - digo sonriendo. Lo tomé del cuello y lo besé durante unos segundos. Me separé - te veo mañana,lobito.

- Adiós amor. - se despidió. Empecé a caminar hacia el ascensor - recuerda,grita mi nombre si estás en peligro

- Sí, sí. Ya te oí. - dije sonriente mientras las puertas se cerraban frente mío. Me apoyé en la pared de atrás mío y esperé a que llegase al último piso

Salí del edificio sacando mis llaves del coche para entrar, abrí la puerta pero fuí interrumpida cuando escuché nuevamente los mismos pasos de ayer en el callejón del frente. Cerré y caminé hacia allá con decisión. No pude averiguar qué era ese sonido ayer y me tenía bastante intrigada,pero hoy lo descubriría. Llegué al estrecho callejón y no había nada ni nadie, sólo basura en bolsas, contenedores de basura y lo único que la alumbraba era una pequeña lámpara en el medio. Suspiré rendida y decepcionada.

Me dí la vuelta para volver hacia mí auto gris, y justo cuando iba a dar un paso, caí al suelo boca abajo golpeándome un poco. ¡Mierda!. Me dí la vuelta poniéndome boca arriba y me senté en el suelo, miré arriba encontrando a una morena

- Ah, eres tú. - exclamé mirando a Braeden sin importancia. Me levanté del suelo. - pensé que era alguien más. ¿No deberías estar buscando a Kate o al menos algo productivo?

- Eso estoy haciendo. - intentó darme un golpe en la cara pero lo esquivé, sacó su pistola y cuando me iba a disparar la tumbé el suelo

- ¿A tí qué carajo te pasa? - pregunté enojada.

Me hizo caer al suelo. La eché para atrás con mis piernas y me levanté, saqué mi pistola y empezamos una pelea cuerpo a cuerpo con nuestras armas en el suelo. Me golpeó en el estómago con su rodilla y me quejé. Sacó un cuchillo de su bota e intentó apuñalarme pero fuí más rápida esquivándolos. Hice un mal movimiento y me golpeó con el mango de su pistola en la frente, me tomó del cuello y me alzó en la pared tratando de ahorcarme.

- ¿P-porqué haces esto? - pregunté tratando de quitar sus manos de mi cuello,pero era más fuerte

- Kate me contrató para matarte, trata de hacer a Derek más débil, ya está perdiendo su poder y sigue contigo. - me contestó cínica. ¡Ya sabía porqué no me fiaba de esta perra! - no me imagino cómo se pondrá cuando sepa que encontró a su novia con una bala en la cabeza... Y ahí estaré yo para hacerlo sentir bien y tener lo que tú tienes ahora - hizo un puchero falso

Sentí que me quedaba sin aire. Chillé un poco moviendo mis pies en el aire para que me soltase, no podía hacer nada, mi pistola estaba lejos mía.

- Me va a pagar muchos billetes por tí. - continuó - y cuando sepa que Derek está tan mal vendrá por él y lo hará sufrir.

- N-nunca debió... Confiar en tí,Braeden. - intenté decirle - eres una... Perra.

Me miró con el ceño fruncido y apretó más sus manos. Mi corazón se puso lento poco a poco pero aún seguía inestable. No pude evitar sentir mis ojos llorosos y unas leves lágrimas salían por el hecho de morir ahora.

Pero entonces recordé. "Grita mi nombre si estás en peligro". Cogí fuerzas y salió voz de donde no tenía.

- ¡DEREK! - grité alargando las sílabas

En unos pocos segundos escuché un rugido, Braeden me soltó y la ví irse corriendo desapareciendo en el callejón. Aclaré mi vista poco a poco mientras me sentaba en el suelo con dificultad, ví al beta al frente mío con cara de preocupación.

- ¿Qué te pasó? - preguntó enseguida tomando mi rostro entre sus manos - tu nariz está sangrando... ¿Quién te atacó?... Alice.

Me quedé callada. Derek simplemente besó mi frente con delicadeza y puso un pequeño trapo en mi nariz para detener la sangre.

- Estarás bien... - me abrazó y acarició mi cabello


[....]

— Hola, Sra. Blackwell, soy Derek. — habló el beta en su teléfono caminando por todo el loft

Yo me quedé sentada en la cama moviendo mis pies para atrás y adelante porque no alcanzaban el suelo. Derek me había traído nuevamente al loft preocupado, tenía un pequeño golpe en mi cabeza pero no era nada grave, mi nariz sangraba un poco. Mis cosas estaban en la mesa otra vez.

— Tu madre dijo que te cuidara... — me dijo agachándose frente a mí. Acarició mi mejilla — ¿no tienes hambre?

— Algo... — respondí encogiéndome de hombros no muy segura.

— Iré por algo de comer — se levantó, pero antes de que caminase, lo tomé del brazo. Me miró.

— No te vayas. — rogué con miedo — no quiero estar sola aquí después de lo que pasó allá sabiendo que todavía anda por ahí

— Está bien — aceptó sentándome a mi lado. Me abracé a su brazo fuertemente. — ¿no vas a contarme quién te atacó?

Separé mi rostro de su hombro y lo miré sin expresión. Sé que si le digo que Braeden está intentando matarme porque Kate la contrató para hacerlo, no me creerá. Porque en alguna parte,le tiene aprecio a la morena, aunque sea un poco. Ya conozco a Derek.

— Fue un hombre... — mentí descaradamente. Me sentí una perra. Nunca le había mentido al beta, y mucho menos en algo tan grande como esto — escuché algo y simplemente salió de la oscuridad.

— Mmm, quizás fue alguien anónimo — pensó — pero si intentaba hacerte daño, es porque enserio quería hacerlo o alguien le dijo sobre tí. Ten más cuidado. — asentí — vamos a dormir.

Me quedé sólo con la camiseta de Derek para dormir, él, por su lado, siempre duerme en bóxers. Se puso de lado y yo me acurruqué en su pecho tratando de esconderme ahí. Al poco tiempo sentí su respiración leve. Yo no podía dormir, me quedé despierta un buen rato oyendo los sonidos a mi alrededor nerviosa.

Miré el reloj y eran las doce de la noche en un santiamén. Me senté en la cama con cuidado de no despertar a Derek, puse mis piernas contra mí pecho y apoyé mi mejilla en mis rodillas. Tenía miedo por lo que haría Braeden. Me sentía como una niña pequeña cuando tiene una pesadilla la cual la trauma.

— ¿Alice? — el beta se sentó en la cama al igual que yo algo adormilado. Pareció despertar cuando lo miré con mis ojos cristalinos — ¿porqué lloras?

— Tengo miedo,Derek... — murmuré mirándolo a los ojos. Mi labio inferior empezó a temblar — ¿y si vuelve y esta vez logra matarme? nunca me había sentido así pero de tan solo pensar que anda por ahí me aterra...

— Amor, a tí no te va a pasar mientras yo esté a tu lado. Tendrá que matarme a mí primero. — tomó mi rostro entre sus manos — yo te voy a cuidar. Lo prometo.

Asentí. — tu corazón late muy rápido — susurró — en verdad tienes bastante miedo... ¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor?

— ¿Tienes helado aquí? — pregunté. Él alzó una ceja — siempre como helado porque me tranquiliza...

— De acuerdo pero... No tengo,me tocará comprarlo. — contestó, hice una mueca — acompáñame si no quieres quedarte sola. — sonreí un poco asintiendo

El helado me alegra de una manera extraña. Me puse mi ropa al igual que Derek, tomó las llaves de su camioneta y entrelazé mis dedos con los suyos saliendo del loft saltando como una niña pequeña emocionada por el helado.

Derek era el mejor novio del mundo.



























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