5 | Infiltrados
Abrí la puerta corrediza del loft y lo miré todo sin expresión. Pasé al interior con lentitud y me paré en la entrada. Scott me había contado todo lo que ha pasado desde que me fuí, desde los jinetes fantasma hasta el Anuk-ité el monstruo que causa miedo a las personas hasta el día de hoy (y que gracias a Dios no es Jennifer). En seis meses pasan muchas cosas pero también regañé a Scott por no llamarme si necesitaba ayuda, pero creo que ahora estoy aquí. Dejé a Gabe con su equipaje en mi antigua casa (la cuál la dejé amueblada cuando me fuí) ya que él se quedaría allá y yo aquí en el loft con Derek.
Me acerqué a la mesa y ví un montón de libros, algunos estaban abiertos y las páginas estaban desgarradas, al parecer los rompió de hace tiempo porque son rasguños viejos y con polvo. Me giré en mis pies y caminé hacia la cama, estaba desordenada y podía oler el aroma de Derek desde mi lugar. Caminé al mesón y tomé en mis manos un retrato que nunca había visto. Era una foto de Derek y mía enmarcada de hace bastantes meses, lucíamos felices, aún recuerdo que tuve que obligarlo a tomarse esa foto conmigo pero aún así sonrió. Sonreí levemente con tristeza.
La dejé en su lugar, me quité mi mochila de los hombros y la reposé en la cama. Suspiré profundamente sintiendo el silencio a mi alrededor y esperando que su voz hiciera que eso desapareciera, pero nada.
- Él no está aquí. - habló Scott entrando con mi maleta. Él me estaba ayudando a bajar mis cosas - creo que debí decirte apenas llegaste...
- ¿Dónde se supone que está? - pregunté dolida. Vine aquí, pero Derek no está. - Scott, tienes que decirme...
- Lo obligué a irse - murmuró con su mirada baja - le dije que necesitaba despejarse un rato y que tú no volverías en bastante tiempo. Le dije antes de que me llamaras, quise decirle que no se fuera pero cuando regresé ya no estaba- me contó - es mi culpa.
- No lo es. - negué. Me levanté de la cama y me acerqué a él - tú no sabías que se iría enseguida, fue mi culpa, yo debí decirle que regresaría. Ahora quién sabe dónde estará.
- ¿No intentaste llamarlo? - asentí - yo también. No me contesta ni los mensajes ni las llamadas.
- A mí tampoco, sólo lo llamé una vez, no me contestó y no quise insistirle - susurré - pero bueno, tendré que seguir sin él... Ahora lo que importa es salvar a Beacon Hills, quizás Derek decida regresar, será un milagro. Y si cuando todo esto acabe no vuelve iré a buscarlo.
- Yo también iré contigo - se apuntó. Asentí. - ¿dónde dejo tu maleta? - preguntó alzando a la nombrada
- Déjala en la cama. - le respondí metiendo mis manos en mi chaqueta
Él hizo lo que le dije y la dejó en su lugar. Ya todas mis pertenencias estaban aquí. Scott caminó hacia la salida del loft, pero se volteó a verme en la entrada - Argent y yo te recogeremos en una hora para hacer el plan contra Gerard.
Asentí otra vez. Scott salió y cerró la puerta, pronto escuché sus pasos alejándose poco a poco y un auto prenderse. Caminé a la cama y tomé mi maleta del mango, me dirigí hacia las escaleras y las subí yendo arriba. Llegué al segundo piso y me encontré a la cocina de hace meses, seguía intacta. Entré a una habitación de las tres que habían que era donde Derek guardaba su ropa y lo demás. Abrí el armario buscando un lugar libre y empecé a guardar todo ahí, al terminar con mi ropa abrí un cajón para guardar mis zapatos pero encontré un papel blanco reposado ahí junto con una cajita de terciopelo en la que vino el anillo que tenía puesto. Tomé las dos cosas y me senté en el suelo con piernas de indio.
El papel tenía escrito muchas cosas con la letra de Derek, la caja obviamente estaba vacía. ¿Debería leerla? bueno, estaba al lado de la caja de mi anillo así que no suena tan mal. Suspiré y empecé a leer lentamente.
"Realmente no sé cómo decirlo. Me has hecho sentir muchas cosas de las que imaginé alguna vez y siento que ya estoy sonando demasiado cursi para tí, amor. Pero enserio quiero hacerlo. Necesito hacerlo. Alice, eres la mejor chica que he conocido alguna vez en la vida y la única que me ha impactado tanto de una manera tan extraña que no puedo describirlo. Supongo que es el efecto del amor" Sonreí "llevo pensando esto desde hace mucho tiempo, ambos somos jóvenes pero más tú y no sé si estás preparada para lo que te tengo que decir. Enserio te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo. Me sacaste del tormento de mi pasado y te agradezco que estés conmigo en cada momento en el que me siento mal al igual que yo lo estoy para tí. Y sé que hemos pasado por muchas cosas a lo largo de nuestra relación, pero quiero compensarlo. Hacerte feliz. Por eso... Alice, ¿quieres ser mi esposa?"
Abrí mis ojos al máximo al leer lo último. - ¿qué? - susurré sin creerlo. Mi respiración se aceleró y no pude evitar pensar más nada.
Derek me iba a proponer matrimonio.
Las ganas de llorar llegaron a mí. Pero espera, eso significa que el anillo que tengo puesto es el de compromiso y que... No puede ser... ¡Soy la prometida de Derek! suspiré profundamente tratando de calmarme. Sí, soy la prometida de Derek, eso significa que llevo prometida desde hace seis meses y ni siquiera lo sabía. No me lo dijo. Pero igualmente lo entiendo. Dejé la nota y la cajita en el mismo lugar que los encontré y decidí dejar mis zapatos en el suelo por ahora.
Tapé mi boca con mis manos, no evité sonreír alegre y gritar de felicidad mientras saltaba levemente. Espera, nadie puede saber de esto todavía, primero tengo que hablarlo con él cuando lo vea. Me calmé. Corrí a la planta baja ya que había pasado una hora desde que estaba arriba, mi teléfono estaba sonando indicando que Chris y Scott me esperaban abajo con la camioneta. Tomé mi chaqueta y me la empecé a colocar caminando mientras la sonrisa en mi rostro no desaparecía.
Derek y yo nos íbamos a casar.
[...]
- ¿Creen que vaya a funcionar? - le pregunté a Lydia, Chris, Scott y Malia mirando por la ventana de la camioneta hacia la fábrica
Estábamos afuera de la fábrica abandonada donde se escondía Gerard con su gente. Prácticamente Theo y Liam iban a hacer una distracción en un zoológico para que ellos fuesen allá y nosotros entraríamos a explotar las armas del viejo con explosivos para que no tuvieran con qué atacarnos.
- Claro que funcionará. Es un plan excelente. - me respondió Malia - ¿porqué lo dudas?
- ¿Y si Theo ni Liam pueden lograrlo? - pregunté volteando a verla. - eso sería un problema.
- Si ellos no lo logran en diez minutos Gerard nos descubrirá en su estacionamiento y nos va a matar a los cinco - habló Argent - tienen que apurarse. Esto no va a funcionar.
- Si lo va a hacer. - le contradició Lydia
Scott, Malia y Chris se pusieron a pensar en si el plan se llevaría a cabo o no. Yo me quedé en silencio mientras jugaba con mi anillo moviéndolo a los lados concentrada, sonreí levemente con alegría. No podía sacar de mi cabeza que me iba a casar con Derek, y sé que él no se iba a negar para nada por lo que oficialmente soy su prometida.
- Chicos... - la voz de Lydia me sacó de mi trance. Miré a dónde estaba mirando ella, los demás no nos prestan atención. - ¡Chicos!
Todos la miraron e hicieron lo mismo que nosotras. Dos camionetas se estaban yendo del recinto indicando que el plan de Theo y Liam había funcionado. Salimos del auto apenas desaparecieron, Scott tomó un saco grande y caminamos hacia la entrada rápidamente. Malia abrió la puerta lentamente y noqueó al guardia, Argent puso algo pegajoso en las cámaras para que no nos vieran antes.
- Sólo pon unos cuántos y los activaremos cuando estemos afuera. - le habló Chris a Scott - nosotros iremos a las cámaras para vigilar. Ustedes tres vayan.
Asentimos. Scott, Malia y yo caminamos por el pasillo separándonos de la Banshee y el cazador. Nos asomamos a una esquina y había un hombre con arma cuidado la puerta de la armería.
- No tenemos tiempo para esto - susurré antes de caminar hacia él. Lo golpeé con su propia arma y choqué su cabeza contra la pared dejándolo inconsciente. Mis amigos se acercaron.
- Podrías ser un poco menos agresiva, ¿quieres? - me dijo Scott mirando al hombre en el suelo. Asentí encogiéndome de hombros
Abrimos la puerta a nuestro lado y entramos cerrándola. Nos acercamos a los estantes que estaban vacíos, y se suponía que tenían que haber armas ahí.
- No hay nada... - susurró Malia - debieron saber qué vendríamos.
- Tenemos que irnos entonces. - murmuré. Iba a empezar a caminar pero vi a Scott caminando hacia el interior de la habitación
Lo seguí. Entramos a un pequeño cuarto que no tenía puerta, había un mapa colgado en la pared con varios lugares de mundo señalados. Volteé a dónde estaba Scott, habían dos frascos, uno donde había un pedazo de piel con el símbolo de la manada de Satomi y otra cosa que no pude distinguir bien.
- Son de los dos chicos de la manada de Satomi... - murmuró mirándolo - desaparecieron anoche cuando iban en la camioneta y... Al parecer esto es lo que quedó de ellos...
Sonó dolido. Sé que Scott quería ayudarlos y al parecer Gerard los mató. Malia puso una mano en su hombro. Scott caminó afuera y nosotras le seguimos detrás.
- Alto. - nos detuvo en la entrada poniendo un brazo al frente de nosotros. Me asomé un poco por la pared y habían láseres por el piso
- ¿Porqué hay sensores de movimiento? - preguntó Malia- ¿Gerard los puso? ¿qué pasa si los tocamos?
- Quizás no deberíamos averiguarlo... - respondí - ¿qué vamos a hacer? no podemos quedarnos aquí a esperar que ellos regresen para que nos maten
- Esperemos a que Argent y Lydia nos digan algo, ellos están en las cámaras y el panel de control - me avisó el alfa
Nos quedamos ahí, parados en la entrada viendo cómo el láser pasaba por todo el suelo de la sala. Los tres escuchamos un estruendo en las tuberías. - ¡no toquen los sensores! - escuchamos la voz de Argent en las tuberías. Rodé los ojos por esa advertencia.
- Esa puede ser nuestra salida - dijo Malia mirando al techo. Ambos lo hicimos igual y había una ventana cerrada con un candado.
- ¿Puedes alcanzar hasta ahí? - preguntó Scott mirando hacia allá
- Algo así. Podemos intentarlo. - respondió Malia - esquivemos los láseres y llegamos arriba del mesón. Así no nos alcanzarán.
Asentimos. Scott fue el primero en correr esquivando los láseres y se alzó acostándose en el estante. Malia lo hizo igual pero tuvo que quedarse quieta encima de Scott para que no la tocara un láser. Corrí y me alzé donde ellos muy rápido, me acosté al lado de Scott.
- ¿Y ahora qué? - pregunté mirando al techo mientras un láser pasaba por mis narices
- Llegaré allá. Quédense aquí. - nos avisó Malia.
Ella se subió en el techo acercándose a la ventana. Se colgó con sus manos y sacó sus garras empezando a golpear el candado, el cuál se cayó. Se rompió en el suelo por lo que se rompió y rozó con el láser. Mierda. Un indeseable sonido se escuchó en todo el lugar y tapé mis oídos fuertemente. Caí al suelo desde allá arriba al igual que mis amigos y me quejé. Por alguna extraña razón empecé a sentir que me quedaba sin aire.
- Creo que ya sabemos qué es lo que hacen los detectores si los tocas... - murmuré
- No hables. Así te quedarás más rápido sin aire. - me advirtió Scott
Estuvimos un buen rato en silencio para no morir sin oxígeno. Scott empezó a hablar con Malia pero simplemente no les presté atención por estar ocupada pensando. Lydia o Chris debían venir a ayudarnos, pronto moriríamos aquí. Pasaron cinco minutos y sentí una gran pesadez por mi cuerpo. También escuché un estruendo por la puerta, viendo cómo se rompía.
- Chicos... - los llamé señalando a la puerta. - resistan, vendrán por nosotros.
La puerta se rompió en un segundo, pude respirar normalmente. Lydia la había destruído por sus poderes de Banshee. Ayudó a Malia y Scott tomó el mapa para llevárselo, salimos casi corriendo de aquél lugar ya que Gerard y su gente podrían llegar.
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