3 | Un viaje con mi viejo amigo


— Me iré otra vez, Scar. — le hablé a mi mejor amiga caminando por el pasillo con una caja en mis manos — regresaré con Derek. Debo hacerlo, tenías razón.

— Me gusta que al menos me escuches — opinó mirándome — debes ir. Podría ser buena idea que vayas.

— Espero que lo sea... — suspiré mirando al frente — mañana es el baile de graduación, pero es lo que menos me interesa. Puedes ir con Abby para que no estés sola, la chica que nos agrada y que nos invitó a una fiesta una vez.

— Cierto. Eres una genio — murmuró — ella es muy bonita y su primo es Frank. Él es muy lindo y gentil. Es el correcto para el capitán de básquet — comentó risueña y enamorada

— Okey, niña enamorada. — reí levemente. Paré por el pasillo y la miré — te voy a extrañar mucho. Juro que vendré a visitar e iremos de compras o algo así.

— Te dije que debíamos comprarte las botas que vimos en aquella tienda, eran completamente tú. — sonrió — yo también te voy a extrañar.

Dejé la caja en el suelo y la abracé fuertemente. Me separé y la miré. — si vas a volver promete que será embarazada de Derek — reí a carcajadas — ¡quiero ser tía! 

— Tendrás que esperar mucho para eso, Scarlett. Debes ir a clase, llegas tarde — tomé la caja y empecé a caminar por el pasillo — ¡te veo en mil años!

— ¡Igual! — gritó de vuelta

Llegué a mi taquilla. Terminé de meter mis cosas en la caja de cartón una vez que saqué todo del casillero. La tomé en mis manos y empecé a caminar a la salida para llevarla a mi auto, abrí la puerta con mi espalda y caminé al estacionamiento. Al llegar abrí la cajuela de atrás viendo las maletas y otras cosas, la metí al lado de mi maleta y empecé a acomodar todo adentro.

— Lindo auto. No pensé que llegarías a tener uno así — me hablaron. Volteé detrás mío y abrí mis ojos un poco.

— ¿Gabe? — pregunté confundida y asombrada. — oh, Dios, estás aquí. Regresaste. — sonreí y lo abracé fuertemente

Gabe Anderson era mi amigo de la infancia. Él, Scarlett y yo éramos muy unidos hace dos años, él se mudó también pero al parecer él está aquí. De apariencia física es cabello castaño y ojos azules, tiene mi edad y supongo que ya está por ir la universidad. No lo veo desde que tengo doce años.

— Igualmente, Alice. — me saludó. Me separé de él y lo miré — ¿cuánto ha pasado? ¿seis años? — preguntó sonriente

— Más o menos — le respondí sonriéndole levemente — pero estás aquí... ¿Porqué regresaste de Nueva York?

— Sabes que mi padre es alguien muy ocupado y controlador, decidí tomar mi propia vida. Me mudé solo. Volver a mi ciudad de nacimiento —contestó — ¿y tú?

— Bien, algo mejor. Me mudo en la tarde. — él me miró confundido — son problemas graves.

— ¿Qué tan graves? — preguntó interesado. Gabe era muy curioso, amable y buen chico. Pero en especial charlatán.

— ¿Puedo contarte algo? pero debes prometer que no le dirás nada a nadie, en especial a Scarlett o mis padres — asintió convencido. Miré a los lados viendo si habían personas pero estaba completamente solo. Lo miré. Mis ojos brillaron en dorado.

— ¿Qué mierda? — fue lo primero que dijo mirándome con el ceño fruncido — carajo, no me digas que eres una mujer lobo.

— ¿Cómo sabes eso? — pregunté confundida volviendo mis ojos a lo normal

Suspiró — Alice, mi padre es cazador. — abrí mis ojos en grande — por eso me mudé. Estoy en contra de mi seguimiento familiar y en realidad quiero ayudar a todo lo sobrenatural en este lugar

— ¿Quieres ayudar? — asintió otra vez — tengo algo en lo que puedes... Me voy a Beacon Hills, un pueblo algo extraño. Un viejo amigo me necesita allá porque hay asuntos con otros cazadores y animales locos. ¿Quieres venir conmigo?

— Claro. Sería divertido volver al juego — opinó sonriéndome. Caminé a la escuela y él empezó a seguirme — ¿recuerdas cuándo practicábamos con armas? bueno, yo lo hacía para convertirme en cazador y cazar hombres lobos con papá. Hablando de eso, ¿desde cuándo lo eres?

— Cállate y camina, Gabe.

[...]

Metí mi mochila en la parte trasera del coche una vez que empaqué todo. Gabe estaba hablando con mis padres de que se iría conmigo un tiempo y también saludándolos después de bastante tiempo. Había metido también sus cosas en mi auto ya que iría conmigo a Beacon Hills, pienso que sea buena idea llevarlo ya que podría ayudarnos por ser un cazador. Pero de los buenos. 

Me volteé hacia los demás y caminé cerca. — es hora de irnos, Gabe. — le informé a mi amigo. Me acerqué a mis padres y los abracé a ambos — vendré a visitarlos cuando tenga tiempo, lo prometo.

— Alice, no te preocupes. — me dijo papá con una mano en mi hombro y mirándome — debes regresar a Beacon Hills. Ve con Derek.

Asentí. Gabe se despidió de mis papás, subí a mi auto en el asiento del piloto y mi amigo del otro. Conducí por las inmensas calles para salir de San Francisco. El camino al principio fue en silencio, sólo se escuchaba el leve sonido de la radio pasando la música y el motor del coche.

— ¿Quién es Derek? — preguntó Gabe curioso rompiendo el amigable silencio que habíamos formado.

— Mi novio. Vive en Beacon Hills. — le respondí mirando al frente. Lo miré de reojo viendo cómo fruncía el ceño — ¿qué pasa?

— ¿Él también es un hombre lobo? — asentí — vaya, debe ser interesante entonces... — pausó — ¿tienen un alfa?

—Mi mejor amigo lo es, él me mordió para evitar que muriese con una hemorragia interna hace seis meses — le expliqué— soy su beta.

— ¿Y qué está pasando? ¿porqué de un momento a otro necesitan ayuda?

— Gabe, si mi amigo me llama estando lejos de la ciudad, significa que algo grave está pasando — murmuré — algo muy, pero muy grave.

— Eso sonó aterrador — pensó. Reí levemente y seguí mi camino conduciendo — oye, Alice... ¿Y si no quieren mi ayuda por ser un cazador?

— Descuida. Hemos conocido a varios cazadores que se han hecho nuestros amigos — le sonreí tranquilizándolo — además, sé que no te dirán nada. Scott, el alfa, siempre acepta cualquier tipo de ayuda.

— ¿Cómo estás tan segura? — preguntó frunciendo el ceño otra vez. Me encogí de hombros.

— Sé que si saben que eres mi amigo de la infancia, te llevarás muy bien con todos — le contesté — ellos son mis mejores amigos de hace más de un año, quédate tranquilo.

Asintió y siguió viendo el camino. Pasó media hora y todavía estaba conduciendo por las carreteras desiertas. Gabe se quedó dormido en su silla, ya se había hecho de noche y admito que estoy un poco cansada pero prefiero manejar para llegar. No puedo esperar para verlos a todos.

Me dí cuenta que llevamos casi dos horas en el camino, inmediatamente divisé el cartel de "bienvenido a Beacon Hills" en un costado. Seguí conduciendo por la carretera. Un olor llegó a mis fosas nasales, moví mi nariz con el ceño fruncido tratando de pesar. Sangre. Estacioné el coche a un lado de la calle en medio del bosque.

— Gabe. — moví a mi amigo levemente. Él se quejó y no me hizo caso — Gabe, despierta, no tenemos tiempo

— ¿Qué sucede? — preguntó despertándose adormilado y mirándome con molestia — déjame dormir, estoy bastante cansado.

— Huelo sangre. Mucha. — le dije enseguida. Miré por la ventana a la calle —y... Estoy escuchando... Sonidos extraños. Como una revolución.

Abrí la puerta y salí. Gabe lo hizo igual. Olí más y sentía el olor cada vez más intenso sin moverme de mi lugar. Escuché un pequeño chillido en el bosque y volteé a ver al cazador confundida. Sentí varios golpecitos en mis pies y miré abajo encontrando a un montón de ratas con algo de sangre corriendo por la calle. Me eché para atrás mirándolas.

— Parecen estar aterradas... — murmuró Gabe — ¿has conocido a alguien sobrenatural que controle los animales, produzca miedo o algo así?

Lo miré. Suspiré profundamente sabiendo perfectamente de quién se trataba. Y no me agradaba la idea para nada.

¿Jennifer Blake?















































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