2 | Conversaciones
Miré el techo de mi habitación como por quinta vez en la mañana. Estaba dudando si llamar o no a Derek, no quiero arruinar la sorpresa, pero es que no soporto no hablar con él. Tomé mi teléfono del mesón y marqué su número en el teclado, él no sabía el mío (ya que quedamos en que no hablaríamos para no extrañarnos tanto y había cambiado de número, creo que fue un error). Presioné el botón verde y lo puse un mi oído, un, dos, tres pitidos. Hasta que contestó.
-¿Hola? - oí. Mi corazón se aceleró y las palabras no me salían. Dios, se sentía tan bien escuchar su voz después de muchos meses, era como una música que no quiero apagar - ¿hola? ¿hay alguien? - repitió esperando
Mordí mi labio y colgué de inmediato. ¡Carajo, no puedo hacerlo! ¡no quiero decirle que volveré todavía, quiero que sea una sorpresa! dejé el celular en la cama y suspiré sentándome en ella, pasé mi mano por mi cabello y empecé a jugar con el anillo en mi dedo moviéndolo a los lados mientras caminaba por el cuarto. Quizás no sea necesario que Derek sepa que volveré, tal vez alguno de mis amigos. Tomé el aparato otra vez y marqué el número que estaba dispuesta a llamar. Esperé unos segundos.
- Hola - escuché la voz del alfa, suspiré profundamente tratando de hablar - ¿quién habla?
- Scott, soy Alice - le informé
- ¿Alice? ¡qué bueno que llamas! - musitó. Pude oír alegría en su voz - no sabes cuánto haces falta aquí en Beacon Hills, todos te extrañamos mucho
- Claro que sí, ¿quién no me extrañaría? - pregunté con una sonrisa triste - oye... ¿Estás solo por ahí?
- Estoy en la escuela terminando unas cosas para la universidad, ya sabes, antes de irme. - me explicó - ¿porqué?
- Oye, yo... Voy a regresar. - murmuré, oí que tomó aire para hablar - me iré mañana en la tarde así que estaré allá en la noche.
- Eso es genial. - exclamó muy emocionado - oh, y... Aunque también te iba a llamar porque necesitamos tu ayuda. Hay problemas. Algo graves.
- ¿Porqué? ¿qué pasa? - pregunté confundida
- Si te soy sincero, no lo sé. Al parecer tiene algo que ver con lo que pasó hace dos meses, te contaré todo cuando estés aquí. - hice un sonido con mi boca - sólo te diré una cosa. Cacería salvaje.
- ¿"Cacería salvaje"? suena cómo un libro viejo de terror - opiné -pero suena divertido. - pausé - Scott, tú... ¿Sabes algo sobre D-Derek?
- Bueno... Él... Ya no sale de su loft. Prácticamente está encerrado ahí como una jaula. Desde que te fuiste no deja que nadie entre, lo voy a visitar para ver cómo está, no me abre la puerta pero oigo sollozos muchas veces - me contó - enserio te extraña Alice.
Suspiré - no te preocupes. Estaré allá. Sólo... Promete que no dirás nada, no quiero que nadie se entere de que voy
- Descuida, seré una tumba. - prometió - ten un buen viaje mañana y si puedes ven a verme apenas llegues para hablar.
- Okey, lo haré. Adiós. - me despedí. Colgué la llamada.
Tapé mi rostro con mis manos para tranquilizarme, froté mis manos en mis jeans suspirando. Hoy no fuí a la escuela, no tengo nada qué hacer allá, mañana es el último día y me iría a Beacon Hills enseguida. Sólo iría para despedirme de Scarlett, no tengo nada qué hacer aquí en San Francisco desde ahora.
Me levanté de la cama, me puse mi chaqueta y mis llaves y salí de la habitación y de la casa. Conducí por las calles llegando a mi café favorito para dejar de pensar, pasé al interior y me pedí una malteada de caramelo, mi favorito. Fuí a las mesas de afuera y me senté al lado de las plantas, con varias personas en otras mesas. Saqué mi celular y al número de Derek.
¿Le llamo o no le llamo? ¿qué hago? tengo tantas ganas de hablar con él. Quizás una pequeña conversación no sea nada mientras que no le diga que regresaré, después de todo, sigue siendo mi novio, ¿no?. Pero... ¿Qué tal si no quiere hablar conmigo? o peor aún, ¿y si me cuelga? ¡mierda! no pensé que sería tan difícil llamarlo. Suspiré y presioné el botón llamándolo. Segunda vez, allá voy.
— Hola — oí nuevamente. Tragué en seco y me preparé para contestar
— Hola Derek... — murmuré. Traté de no sonar nerviosa o asustada, pero me salió todo lo contrario.
— ¿Alice? — preguntó. Pude oír algo de alegría y tristeza combinada — Dios, nunca pensé oírte otra vez, amor. ¿Cómo estás?
— ¿Te soy sincera? estoy viviendo un maldito infierno aquí sin tí — rió levemente. Tomé mi malteada. — te extraño demasiado...
— Yo también te extraño, no sabes cuánto. El loft se siente silencioso si tú no estás... Olvidé tu aroma. — me contó
— ¿Cómo superaste mi partida? — pregunté triste — perdón por irme, sabes que enserio no quería, yo...
— Amor, no te disculpes, sabemos que no es culpa tuya. — me negó. Escuché que suspiró — la misma noche que te fuiste casi rompo todo en el loft, los chicos me detuvieron. Fuí un idiota.
— ¿Te digo algo? — hizo un sonido con la boca — siempre quise que un chico se pusiera mal por mí cuando estaba lejos. Creo que eso sonó cruel, lo siento.
— Recuerdo que te veías linda siendo malvada — murmuró. Sonreí bajando la mirada y empecé a jugar con la pajita de mi bebida — Alice... ¿Puedo decirte algo?
— Dime... — le hablé. Se quedó callado unos segundos — Derek, ¿qué pa...?
— Te amo.— soltó interrumpiéndome— estoy enamorado de tí, eres el amor de mi vida. Cada sentimiento que tengo lo provocas tú. No puedo respirar sin tí, no puedo dormir sin tí, y gracias a tí es que estoy vivo. Te amo.
Mordí mi labio inferior sintiendo mis ojos cristalizarse. Lo extraño, lo extraño más de lo pienso, y quiero gritarle que voy a regresar por él. — yo también te amo — susurré — tú también eres el amor de mi vida.
— Cuando regreses, ¿puedo pedirte que seas mi esposa? — preguntó decidido.
— Si quieres hacerlo, adelante. — musité con una sonrisa en mi rostro. Él no me pediría que me case con él. ¿O sí? — bueno, debo irme, tengo cosas qué hacer, Der.
— Bueno... ¿Puedo llamarte en la noche? — preguntó — es que...Tengo meses sin hacerlo.
— De acuerdo, puedes llamar... — acepté, me levanté de la mesa dejando el dinero y salí del local empezando a caminar a mi coche — te amo.
— Yo también. — quité el teléfono de mi oído y colgué.
Suspiré con felicidad. Salió mejor de lo que pensaba. No dejo de sacarme de la cabeza todo lo que me dijo, me pareció muy lindo de su parte. No puedo esperar para regresar a Beacon Hills.
[...]
Salí del baño ya con mi pijama una vez que me bañé. Eran las diez de la noche. Peiné mi cabello con mi cepillo dejándolo suelto y me senté en mi escritorio con el portátil para terminar de hacer los deberes de hoy, volteé a la pantalla iluminada de mi computadora cuando empezó a sonar. Miré confundida y en una esquina salió una solicitud de videollamada de Derek Hale. Ya habíamos hablado por celular pero al parecer este chico no se da por vencido. Reí levemente y contesté.
El apareció en la pantalla con su ceño fruncido mirando el aparato. Derek nunca fue alguien de saber manejar la tecnología. Apenas me vió sus ojos verdes se iluminaron, hasta parecía cómo si le hubieran pegado dos estrellas en su pupila.
— Estás... Hermosa.— fue lo primero que dijo mirándome con una sonrisa. Mis pies sudaron por verlo — bastante hermosa.
— Tú también estás hermoso. — opiné mirándolo sonriente. Él rió levemente. — se siente bien volver a verte después de seis meses, Der.
— Siento cómo si hubiera pasado un siglo... — dijo algo triste. Suspiró — estás muy diferente. Cualquier color de cabello te queda. Parece cómo si lo hubieran hecho para tí.
Reí — tú sigues igual de lindo y enojón — murmuré. Apoyé mis mejillas en mis manos
— Quiero poder besarte y hacerte el amor todos los días cómo hace tiempo — dijo mirándome — escucharte gemir y...
— Oye, ya, creo que eso sonó muy erótico y perturbador— ambos reímos — seguramente no lo has hecho desde que me fuí
— Cómo tú dijiste: "¿para qué tengo la mano si no la utilizo?" — repitió mis palabras de hace muchísimo tiempo. Reí a carcajadas. Miró a otra parte y frunció el ceño cambiando su expresión — ¿qué estás haciendo aquí? se supone que nadie entra.
— Lo siento, sobrino, pero este también es mi lugar. — Peter apareció en la pantalla y me miró con una sonrisa — Alice, qué bueno verte. Sigues igual de linda.
Derek le gruñó enojado y alejó el computador lejos. Peter rodó los ojos. — bueno, entonces me iré ya que tu novio alias hipermega celoso no quiere que nadie te vea. Te veo después. — desapareció .
— Es un imbécil. — murmuró Derek enojado mirándome otra vez
— Bueno... Debo que irme, tengo que terminar mis tareas de hoy — le mostré mi libreta y la dejé en su lugar
— Okey, amm... ¿Te puedo llamar mañana en la mañana?
— Estaré en la escuela. — respondí. Él pensó confundido — en la tarde estaré ocupada con... Labores sociales para la universidad así que llámame en la noche.
— Está bien. Te veo mañana, te amo. — me despido con la mano y cuelgo la llamada
Me tiro de espaldas en la silla y suspiro. Es obvio que no hablaré con él en la noche ya que estaré en Beacon Hills. Estoy bastante asustada por verlo después de tanto tiempo, es obvio que está más guapo y sexy de lo que ya es. Y ocurrió algo que no me había pasado desde hace seis meses, hasta ahora que terminé de hablar con él.
Mi corazón empezó a latir rápido otra vez, y estoy segura que dormiría bien esta noche.
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