Una semana después

Ser alfa se siente diferente a que ser una beta, todas mis habilidades sobrenaturales aumentaron al límite, soy más ágil y fuerte. En cuanto a cuestiones del embarazo, va todo muy bien, no hemos tenido problemas con el bebé. Derek se la pasa hablándome como si fuera una niña y me hace caricias en la barriga todo el tiempo aunque todavía la tenga plana. No hemos tenido sexo ya que dice que si lo hacemos vamos a "lastimar" al bebé, lo cual yo niego rotundamente.

Me miré al espejo una vez que terminé de alistarme, tenía un jean, mi blusa y unos tenis junto con mi cabello suelto. Tomé mi chaqueta poniéndomela y salí del cuarto. Bajé las escaleras y cuando llegué al final ví a mi novio sentado en el sofá de la sala con su teléfono. Me miró y sonrió.

- En veinte minutos es la cita con el ginecólogo, espero que estés preparada para esto- me avisó. Se levantó y guardó el celular en su bolsillo, bajó la mirada un poco - hoy van a ver cómo vas, chiquitín.

Reí por el apodo del final, qué raro se escucha "chiquitín". Salimos de casa y fuimos a su auto, nos montamos y condujo al hospital de Los Ángeles. Pasaron diez minutos de puro habla y habla de los dos, sobre cómo sería la cita con el ginecólogo y si el bebé estará bien. Aunque sé que lo está porque lo siento. Estacionó en el aparcamiento y bajamos, entrelazó mi mano con la suya, empezamos a caminar al interior del hospital.

Abrió la puerta para mí y entré viendo todo a mi alrededor, habían muchas personas y era grande, también habían varios niños o mamás con sus bebés. Derek habló con la recepcionista sobre nuestra cita y nos indicó que debíamos esperar un pequeño rato. Nos sentamos en la sala de espera, mi novio tomó una revista sobre el embarazo.

-No puedo creer que hayan camas exclusivamente para las mujeres embarazadas - dijo algo asombrado. Me miró. - debemos comprarte una para cuando mi hijo crezca, amor.

Reí levemente. - Derek seguramente no lo necesitaré. Además, debe costar mucho, ¿no crees que es un gasto de dinero?

- ¿"Gasto de dinero"? por favor. - rodó los ojos - amor, ¿te tengo que recordar que tengo cuatro cuentas de banco abiertas llenas de dinero que puedo gastar en lo que quiera?

Rodé los ojos, eso sonó muy egocéntrico.

- Alice Blackwell. - escuchamos la voz de una mujer, nos levantamos y nos acercamos a ella - por aquí, por favor.

Entró a una habitación, nosotros le seguimos. Entramos y era un consultorio médico muy grande, había una máquina en una esquina que supongo que es donde hacen la magia. El ginecólogo me indicó que me acostara en la camilla, lo hice, alzé mi blusa. La mujer puso una baba azul en mi abdomen, el hombre pasó un pequeño control por toda esa zona. Derek solo estaba a mi lado mirando la pequeña pantalla con confusión.

- Miren, es este. - nos habló el ginecólogo. Señaló una pequeña masa en la pantalla - todavía es muy pequeño, casi no se puede ver.

- ¿Cuándo podremos verlo bien? - preguntó Derek esperanzado

- Dentro de dos o tres meses, se necesita que el bebé se desarrolle bien para que pueda tener un avance. - contestó

- ¿Cuándo podremos saber el sexo del bebé? es decir, ¿en qué mes? - pregunté curiosa mirando la pantalla

- Más o menos en siete meses se determinará.

- ¿El bebé está bien? - preguntó Derek preocupado

- Sí, todo va excelente. Los ritmos cardíacos van bien a pesar de ser tan chiquito, pero noto algo extraño... - ambos fruncimos el ceño.- ¿en alguna de sus familias es normal que los bebés se desarrollen tan rápido?

- Oh, sí... Mi madre lo era... - respondió mi novio con una sonrisa. Creo que el efecto de curación está acelerando su proceso. - tengo otra pregunta; solo por curiosidad, ¿se pueden tener relaciones en el embarazo?

- Sí, mientras que no hayan problemas como un parto prematuro o infecciones sexuales, todo bien. - respondió. Nos sonrió un poco al final.

Terminamos nuestra cita y le agradecimos al ginecólogo, nos dijo que viniéramos una o dos veces al mes, nos llamarían cualquier cosa y si teníamos dudas sobre el cuidado del bebé que podríamos llamar a una señora que es especialista en esas cosas. Salimos del hospital y nos fuimos en el auto para regresar a casa.

- Deberíamos pensar en nombres para el bebé desde ahora. He escuchado que los padres tardan hasta cinco meses en escoger uno - propuso conduciendo - si es niña, ¿qué te parece "Sasha"?

- No me gusta tanto... - respondí - ¿y si es niño? ¿se llamará "Derek Jr. "? - asintió sonriente - ese sí me gusta

- ¿Qué tal... "Delice"? - preguntó

- Suena muy lindo, ¿de dónde sacaste el nombre? - pregunté confundida.

- Es una combinación de Derek y Alice, ¿no te diste cuenta, amor? - sonrió. Hice un sonido con una boca con una sonrisa - me gusta ese nombre.

- Entonces si es niña se llamará Delice. Y si es niño se llamará Derek Jr. - afirmé - no entiendo cómo se pueden tardar cinco meses en escoger un nombre, nosotros solo demoramos menos de cinco minutos.

Rió. Siguió manejando hacia nuestro hogar. Cuando llegamos estacionó en su lugar, ya se había hecho de noche, más específicamente las siete. Entramos, dejamos nuestras chaquetas en el perchero de la entrada. Derek caminó hacia la cocina, abrió la nevera mirando un poco.

- ¿Qué se te antoja hoy? - preguntó volteando a verme - ya que siempre dices que tienes hambre de pizza por los antojos del embarazo

- Hoy no tengo hambre de comida - me acerqué a él y pasé mis brazos por su cuello - hoy tengo hambre de tí, lobito.

Rió. Pasó sus fuertes brazos por mi cintura y me alzó un poco del suelo, dejándome de puntillas. - ¿segura? no quiero lastimar al bebé.

- Creo que el bebé también está ansioso por comerse a su sexy papi - murmuré sonriéndole con algo de malicia

- Suena muy bien eso y más cuando lo dices tú, mami. - sonrió amplio. Reímos pegando nuestras frentes.

Miré sus ojos verdes durante un rato, lo tomé del cabello y lo besé duramente. Casi dos semanas sin tener sexo y ya me estoy muriendo. Apretó mi trasero y mordió mi labio inferior, me subió a su cintura, empezó a caminar hacia las escaleras las cuales subió llegando a nuestra habitación, empujó la puerta de una patada y la cerró detrás nuestra.

Me recostó en la cama quedando encima mío, no se pegó tanto a mí por mi abdomen, quitó mi blusa y él su camisa. Sus dedos tiraron el sostén al suelo. Besó mi cuello y bajó a mi pecho, chupó mis senos y dejó un camino de besos por mi estómago.

- Papi te quiere mucho, chiquitín - mordió mi abdomen con sus dientes dulcemente mirándome. Mordí mi labio.

Desabrochó mi pantalón y me lo quitó de un tirón dejándome en ropa interior, él quedó en bóxers enseguida. Se acercó y me besó metiendo su lengua en mi boca, yo gustosa le respondí. Su miembro quedó pegado a mi zona con una ligera tela impidiendo el roce, aún así Derek se restregó contra mí, sintiendo la humedad de mi intimidad en mi braga. Gimió en mis labios y siguió simulando embestidas pequeñas.

Después, tiró nuestras ropas interiores por el cuarto sin importarle, abrió mis piernas viendo mi interior. Lamió sus dedos y los pasó por mis paredes preparándome para la penetración, gemí al sentirlos fríos en cambio con mi piel caliente. Se posicionó en mi entrada y entró su miembro lentamente, cuando estuvo todo adentro mío empezó a moverse muy lento pero profundo, con cada embestida era un gemido ahogado. Acarició la punta de mis senos con sus dedos haciendo que se pusieran duros.

- Derek... - susurré con mis ojos cerrados. Mordí mi labio muy fuerte cuando dió una demasiado profunda

Me miró. Abrí mis ojos un poco con mis labios entreabiertos, mis mejillas rojas por la excitación, mi cabello desordenado, un poco sudada y una leve mueca en mi rostro reflejando toda la lujuria que sentía. Arañé su espalda con mis uñas y gruñó cuando sintió mis manos en su parte baja empujándolo más a mí. Me agarré de sus brazos y arqueé mi espalda gritando y llegando a mi máximo límite. Se corrió en mí después manchando la cama un poco.

Salió de mí recostándose a mi lado con la respiración agitada, me volteé de lado y no sé en qué momento se colocó los bóxers. Me abrazó, besó mi frente y cerré los ojos un rato.