— ¿Señor Argent? — lo llamé entrando a la casa cuando la puerta estaba abierta. Ví al hombre salir de una habitación.

— ¿Qué haces aquí,Alice? — preguntó confuso — ¿no deberías estar buscando al nogitsune con tus amigos?

— Es que necesito hablar con usted sobre algo importante que no ha dejado de dar vueltas en mi mente — pausé — ¿porqué no le disparó al nogitsune ayer cuando le estaba apuntando con su arma?

Él suspiró — aveces hay cosas que no podemos elegir por nosotros mismos,ya sea por miedo o simple venganza. — me respondió

— Pero usted dijo que ese no era el hijo del oficial y que no le molestaría matarlo. — le recordé — supongo que se refiere a que ha matado demasiadas personas que ya está acostumbrado.

— Alice. — me interrumpió — no quise matarlo porque sabía que sería un error,estaba esperando el momento exacto para hacerlo. Pero... No pasó. — concluyó — sé qué crees que yo maté almas inocentes,pero tengo un pasado que no me gustaría recordar.

Asentí. — sígueme. Quiero mostrarte algo. — caminó por el pequeño pasillo y yo le seguí

Llegamos a su oficina, me puse al frente de la mesa al igual que él. Sacó la bolsa de armas donde las guardaba y la abrió.

— Por lo que me ha contado Allison y por lo que he visto,tienes un corazón fuerte. — me dijo — sabes tomar armas y no mostrar debilidad,pero si sientes remordimiento por alguien, créeme que no llegarás muy lejos.

— ¿Qué me está tratando de decir? — pregunté confusa — ¿una lección de vida sobre cómo ser buena matando y no dejarme llevar por mis emociones?

— Eso es lo que yo sentía cuando le apunté a Stiles. — me miró— sabía que él era el nogitsune. Pero no podía hacerlo.

— ¿Porqué? — pregunté mirándolo con el ceño fruncido y algo de confusión

— Sabía,que muy en el fondo,aquí. — señaló su pecho — había un chico asustado y aterrado siendo controlado por alguien que no es. Por eso no lo hice. Y tú estás pasando por lo mismo,tienes miedo,¿pero de qué?

Tragué en seco pensando y sentí mi garganta secarse — de no poder salvar a mis amigos o a mi familia. — confesé

— Hay mucho en juego,pero sólo los más valientes podrán llegar hasta el final. Tienen que luchar y así podrán. — puso una mano en mi hombro — ¿ves porqué te dejas llevar por las emociones? eso te hace débil y también humano. Eso te hace parte de tí.

Yo asentí sonriéndole de lado. — gracias Señor Argent,por responder mi pregunta.

— Siempre fuí un hombre muy sabio y astuto,Alice. — guardó la bolsa con armas debajo de la mesa — por eso Allison es buena cazadora.

Sonreí, tenía razón. Me acompañó a la puerta,la abrió,y justo cuando iba a salir, choqué con un pecho ancho. Alzé mi vista un poco encontrando al hombre lobo con unas pequeñas ojeras,su pelo no estaba peinado como habitualmente y su rostro lucía cansado. Tenía una bolsa negra tomándola con una mano.

— Derek. — exclamé confundida y un poco preocupada por verlo así de mal — ¿qué haces aquí? ¿te encuentras bien?

— Necesito mostrarle algo al Señor Argent,pero ya que estás aquí,tal vez te gustaría ver. — pasó por mi lado yendo a la oficina

Yo miré al cazador a mi lado con confusión por esa actitud tan rara de mi novio. Cerré la puerta y caminamos donde él,entrando. Sacó unas garras de un pequeño recipiente de madera que tenía.

— Esto fue lo único que quedó de mi madre Talía en el incendio — habló mirándolas fijamente — todo porque tú hermana sicótica quiso matarlos a todos. 

Volteó a ver al hombre con el ceño fruncido,el Señor Argent se puso en alerta tomando levemente su arma de su pantalón. Derek lo golpeó en la cabeza dejándolo inconsciente. — ¡Derek! ¿¡qué estás haciendo!? — le pregunté alarmada acercándome al cazador. Lo miré. — ¿qué te pasa?

— Cariño, todo está bien. Solo es una pequeña venganza — sonrió cínico.

Me levanté y lo miré con miedo, saqué mi arma y le apunté al ver que quería acercarse a mí. Tragué en seco nuevamente con dificultad, él solo miró el arma con seriedad y me la quitó con rapidez,me pegó a la pared quedando a varios milímetros de cercanía. Puso sus garras en mi mejilla. — Derek... — le murmuré tratando de alejarlo

— Shh... — susurró poniendo un mechón de mi pelo detrás de mi oreja.— tranquila,todo estará bien,amor...

Besó mi mejilla delicadamente bajando sus labios hacia mí cuello,quise quitarlo pero él tomó mis manos con una mano y las puso encima de mi cabeza. Su mano libre la colocó en mi trasero y lo apretó sin consentimiento.

— Tú no eres así. — le susurré asustada. Se separó de mí cuello y me miró — tú no eres el Derek Hale que quiero.

— Sigo siendo yo,preciosa,¿no lo ves? mataremos a Argent por venganza por matar a mi familia. No tendremos más miedo... — sonrió — ya lo verás,Ali.

Me jaló hacia una silla donde amarró mis manos y mis pies, traté de rogarle que no lo hiciera y que me haga caso,pero no me escuchaba. Tomó al Señor Argent y lo puso en una silla en medio de la sala,lo amarró por todas partes.

— Escúchame. Derek,no debes hacer esto,por favor. — le rogué casi llorando tratando de quitarme las sogas — este no eres tú.

Se acercó a mí se inclinó un poco,puso su mano en mi pierna.

— Alice,aveces las personas cambian por razones personales — subió su mano hasta mi cintura y la apretó fuertemente — después nos la arreglaremos después los dos.

Tapó mi boca con una cinta,quise gritar o al menos hacer algo. Pero no pude. Sacó un bote de gasolina de su bolsa y se la echó encima al cazador dejándolo todo lleno. La tiró. El Señor Argent despertó.

— Tú mataste a mi familia — tomó un mechero y empezó a jugar con la llama — ¿porqué no hacerlo con la tuya? sólo esperaremos a que tu hija llegue y así los Argent ya no estarán.

— Derek,¿te estás escuchando? no sé qué te pasa,pero no debes dejarte llevar — le habló. — ¿vas a matar a la chica que amas solo por matarme a mí?

— En realidad,no. — negó dejando el mechero en la mesa. Se acercó a mí — ella y yo tendremos una pequeña conversación antes de irnos.

Me levantó de la silla tomándome del brazo y me sacó de la oficina cerrando la puerta detrás suyo. Llegamos a la habitación de invitados donde cerró la puerta. Se acercó lentamente a mí y quitó la cinta de mi boca,me tiró bruscamente a la cama y se colocó encima mío.

— Amor... — susurró acariciando mi cabello — eres tan hermosa,tan perfecta,tan mía.

— Reacciona, por favor. — rogué mirándolo a los ojos,los cuáles estaban con su pupila dilatada haciendo que se viesen casi negros

Besó mi cuello dejando varias marcas,sentí sus manos alzando mi blusa de tirantes y la dejó en mis muñecas,amarrándome en el espaldar con la blusa,dejando ver mi sostén. Quise apartarlo,pero era más fuerte que yo.

— Te conozco, tú nunca harías esto porque me amas y yo lo sé. Recuérdalo. — le hablé ya llorando levemente por lo que haría

No me prestó atención, bajó sus labios a mi pecho. Bajó la cremallera de mi pantalón e iba a hacer lo mismo con el suyo. Escuchó un estruendo en la oficina de al lado, besó mis labios con ferocidad y se levantó caminando a la puerta. Volteó a verme con una sonrisa cínica antes de cerrarla detrás de él

Intenté liberarme de ahí,pero no podía. Me quedé unos minutos ahí sola,en aquella habitación con miedo de que Derek no volviese a ser el mismo,porque no quería perderlo. No pasó nada en el tiempo transcurrido cuando estaba yo sola. La puerta se abrió y él apareció nuevamente en ella,se acercó a mí rápidamente.

— Aléjate de mí. — ordené asustada tratando de echarme para atrás

— Alice,soy yo. — habló — cualquier cosa que acabes de ver,lo siento,ese no era yo. Por favor.

— ¿Cómo sé que eres tú y no me engañas? ¡tratabas de hacerme daño! — le grité llorando y mirándolo con el ceño fruncido

— Porque eres mi alma gemela y nunca intentaría hacerte algo que pudiera lastimarte. — murmuró acercándose — te amo,perdón.

Me relajé al ver sus ojos verdes otra vez, quitó el agarre de la blusa y me la coloqué rápidamente. Pude ver en su mirada tristeza combinada con culpa y preocupación, lo abracé fuertemente cerrando mis ojos.

— El nogitsune me controlaba. — murmuró acariciando mi pelo — no sabía lo que hacía,sabes que nunca haría algo sin tu consentimiento. Lo siento tanto.

Me separé un poco de él y lo besé. Duramos un rato así hasta que salimos del cuarto,el Señor Argent ya estaba libre. Derek tomó su bolso negro que había traído, caminé a la puerta junto con él. Salimos del apartamento y llegamos al ascensor donde puso el estacionamiento para poder irnos. Tomó mi mano con dulzura y la entrelazó con la suya.

— Te compensaré por esto cuando todo acabe,lo prometo. — besó mi frente y me abrazó. Yo igual.

Creo que el nogitsune engañó a muchas personas ahora.