12 | Muerte al alfa





Dos días después...

- ¿Alguien tiene una duda? - preguntó Scott mirándonos. Todos nos quedamos callados - okey... Alice, tienes que engañar a Charles para poder llevarlo a la fábrica. ¿Puedes hacerlo, no?

- Supongo que trataré... - murmuré

- Nosotros te esperaremos en la fábrica, lo llevarás y lo meteremos en la armería - completó Stiles - Derek se quedará contigo por si acaso pasa algo más grave

Asentí. Los chicos se fueron en sus autos para seguir el plan que habíamos acordado. Derek y yo cruzamos la calle, llegando a la universidad donde estaba Charles. Nuestro plan era muy básico, llevar al hombre a las fábricas de armas abandonadas fuera de Los Ángeles y matarlo ahí con acónito amarillo. Era más o menos sencillo. Me paré en las puertas de entrada y miré a mi novio.

- Recuerda, no debes interrumpir, si no se daría cuenta - le recordé - y si me besa o algo por el estilo debes contenerte de entrar

- ¿Y si intenta matarte? - preguntó - obviamente voy a tener que ir.

- Ahí sí entras. - le autoricé, asintió. Me acerqué y dejé un pequeño beso en su mejilla - trataré de hacerlo rápido, lo prometo.

- De acuerdo... - aceptó, me dí la vuelta caminando hacia las puertas - que no toque al bebé, amor.

Pasé a la universidad dejándolo afuera solo. Caminé por los pasillos del lugar con mis manos en los bolsillos de mi chaqueta, traté de regular el latido de mi corazón para que Charles no sospechara que estoy algo asustada o nerviosa. Se daría cuenta. Y espero que no haya perdido mis dones todavía de seducir a personas. Me asomé por la puerta del salón de sicología, suspiré profundamente y entré.

- ¿Charles? - lo llamé. Él me miró y alzó una ceja - necesito hablar contigo.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó parándose de su escritorio - ¿no que me tenías miedo, Alice?

- Tomé una decisión sobre... Nosotros. - hablé acercándome - me dí cuenta que Derek era un imbécil que no me merecía y... No era bueno en la cama. - mentí.

Mierda, me dolió hasta a mí misma decir lo último.

- ¿Ah, sí? - se acercó, poniéndose al frente. Traté de verme algo amistosa - ¿porqué de repente tomaste esa decisión?

- Tuvimos una pelea muy grave, realmente no quieres saber, pero terminé con él... Y me dí cuenta de muchas cosas, eras más hombre que él y mucho más guapo- murmuré acercándome más para tratar de convencerlo mejor - así que... Preferí venir contigo.

- Al menos ya te convenciste de que soy mejor para tí que él. - afirmó - pero, Alice, ¿segura que quieres hacer esto conmigo? no soy cualquier hombre, puedo tener mis secretos.

- Derek tenía más secretos que cualquier persona que haya conocido, ya me acostumbré - susurré cerca de su rostro. Quise sonreír - pero sé que tú me harás más feliz.

- Si quieres puedo matarlo, mi manada puede hacerlo. Pero si quieres lo hago yo, de todas maneras, soy un alfa, cariño. - dijo arrogante. Rodé mis ojos internamente pero aún así no quité la sonrisa falsa de picardía que tenía en mi rostro

- Eso me haría muy feliz... - murmuré muy bajo

Me besó muy fuerte. Tuve que seguirle obligatoriamente con algo de asco, no se siente bien besar a otra persona que no sea Derek, siento como si lo estuviera engañando. Puse mis manos en sus hombros tocándolo un poco, aunque eso no siquiera quería hacer. Se separó.

- ¿Quieres divertirte un rato? - pregunté en un susurro - tengo el lugar perfecto, fuera de la ciudad, ¿qué dices?

- Claro. - aceptó fácilmente - podríamos aprovechar que Derek no está para distraernos

Reí falsa. Se volteó a su escritorio y empezó a tomar sus cosas, casi vomito cuando se volteó dándome la espalda y limpié mi lengua con la manga de la blusa, ¡no quiero volver a besarlo! Derek estaba escondido detrás de un árbol, lo ví a través de la ventana, tenía el ceño bastante fruncido y estaba que rompía la ventana para entrar.

Sonreí de nuevo cuando el alfa volteó a verme, sonrió igual y salió del salón. Le seguí. Salimos de la universidad y llegamos a su auto, que era un Audi. Me monté y condujo hacia el lugar que marqué en el GPS. Miré atrás un momento viendo cómo Derek venía desde lejos en su auto negro con disimulo.

- Es un lugar abandonado y perfecto para alejarnos de la ciudad, vas a ver qué te vas a divertir. - le guiñé un ojo con una sonrisa de seducción. Volteé a la ventana e hice una mueca.

Duramos en el auto aproximadamente veinte minutos, le dije que aparcara al frente de la fábrica para solo entrar de una vez. Derek aparcó en el bosque. Me bajé del auto y ambos empezamos a caminar hacia la puerta de la fábrica. Tomó mi mano y me detuvo.

- No creas que eras la única que tenía un plan.- me dijo. Lo miré con el ceño fruncido.

Toda su manada apareció al frente de nosotros con sus garras, colmillos y ojos rojos. Charles me tomó del brazo y me pegó a él, colocando sus garras en mi cuello. Mi manada salió de la fábrica y se quedaron mirándonos a pocos metros de nosotros. Excepto Derek, que no sé dónde está.

- ¿Enserio creían que iban a engañarme? - les preguntó - creo que no tienen experiencia en estas cosas, obviamente yo sabía que tenían un plan contra mí y mi manada

- Podemos arreglar esto, Charles. Solo deja a Alice. - le habló Scott. Él presionó más sus garras contra mí - ella no debe morir

- Oh, claro que debe hacerlo... ¿Sabes lo que se siente saber que tu ancla está esperando un bebé de otro hombre? - preguntó enojado. Todos mis amigos fruncieron el ceño - sí, oí los latidos. Ya no me sirve Alice pero... No pararé hasta verla muerta.

De un momento a otro caí al suelo, volteé a verlo y Derek estaba encima de él empezando una pelea de hombres lobo. Los demás alfas nos rugieron y empezaron a atacar a mis amigos. Charles empujó a Derek lejos y me miró.

- ¡Voy a matarte a tí y a ese bebé! - me gritó caminando hacia mí enojado. Él omega se le abalanzó otra vez.

- ¡Venga, vamos, levántate! - me ayudó Lydia con rapidez junto con Stiles - debemos irnos de aquí. Ya.

Los tres corrimos hacia el interior de la fábrica abandonada para alejarnos de ahí. Stiles cerró la reja detrás nuestra y corrimos por los pasillos. Charles intentó entrar y Derek venía detrás de él tratando de detenerlo. Llegamos a un pasillo lleno de puertas.

- ¿A dónde? - preguntó mi amigo de lunares. En ese mismo momento, las luces se apagaron. Puse mis ojos dorados para ver mejor en la oscuridad.

- Por ahí. - señalé la puerta a la izquierda. Escuché pasos - ¡rápido, corran!

Abrí la puerta y la cerré, pusimos una mesa para aguantarla un poco. Miré detrás y era una cafetería gigante llena de mesas y sillas de madera con refrigeradores y todas esas cosas. La puerta sonó bruscamente.

- ¡Abre la puerta, Alice! - gritó Charles al otro lado. Se oía bastante molesto. - ¡no quiero derrumbarla!

- No hay salida aquí. - murmuró Lydia viendo por todas partes - debemos ir a otra parte, tarde o temprano va a entrar.

Pasé mi vista por toda la gigantesca habitación tratando de encontrar una salida, ví una ventana algo grande. Por ahí podríamos ir. Caminé allá y me subí en la mesa que había al lado, le quité la reja de metal que tenía y pasé al otro lado tirándome al suelo. Stiles y Lydia hicieron lo mismo. Me levanté. Estábamos en la armería.

- Podríamos atraerlo hacia aquí y encerrarlo. - murmuré - ustedes vayan al panel de control en la habitación de al lado, activen los micrófonos, les avisaré cuando echen el acónito.

Asintieron. Salieron por la puerta de hierro que había al lado y yo me quedé ahí para esperar a que Charles viniera, era un pequeño cambio de planes, pero nada que no pudiésemos solucionar. El alfa apareció por otra parte al frente mío, la cerró detrás de él con una sonrisa cínica, con sus garras, colmillos y camisa desgarrada por haber peleado con mi novio.

- Ya no hay dónde escapar, Alice... - me habló acercándose - ¿quieres una pequeña pelea antes de matarte, cariño?

Le rugí. Vino corriendo hacia mí pero Derek apareció y lo empujó. - ¿qué haces? ¡debes irte de aquí, Derek! ¡tengo un plan! - le indiqué

- ¿Y dejarte sola con este lunático? ni loco. - me contestó.

Charles se levantó del suelo y corrió hacia nosotros otra vez, me hice a un lado y chocó contra la pared, miró a Derek y lo tomó del cuello tirándolo con todas sus fuerzas a la puerta. Yo la abrí y cayó afuera, la cerré con la barra de hierro que había. No iba a dejar que se quedara acá adentro, tenía una idea y no quería que él estuviese aquí. Y si voy a morir, al menos sabré que salvando a mis amigos.

- ¡Alice, abre! - me gritó desde afuera - ¡Alice!

- Ahora estamos nosotros dos solos aquí. - dijo Charles con una sonrisa cínica - lástima que Derek te verá morir a tí y a su pequeño bebé.

Rugí. Traté de pelear contra él en lo que podía, le pateé el rostro pero me rasguñó de regreso. Me empujó contra la pared pero me liberé de su ataque y golpeó el cemento. Me miró y gruñó enojado mientras su mano se curaba enseguida. Me cogió del cuello.

- ¡Chicos, ahora! - les grité a Lydia y a Stiles para que me oyeran por los micrófonos de la sala

Lo empujé lejos mío, un aire lleno de acónito amarillo le dió en la cara. Gritó y se tapó los ojos. Empecé a sentir que el aire se volvía pesado, indicando que estaba siendo reemplazado por acónito amarillo.

Saqué mis garras y comencé a rasguñarlo por todo su cuerpo, intentó hacer lo mismo pero sus ojos ardían así que no veía nada. Se cayó de espaldas al suelo, me puse encima de él y le seguí rasguñando para intentar matarlo, puse mis manos en su cuello y le corté la garganta. Le rugí en la cara y estampé su cabeza contra el suelo, pronto dejó de luchar y simplemente cerró los ojos mientras un montón de sangre salía de todos lados.

Mi vista se empezó a volver borrosa y me quité de encima, me senté en la pared cansada. Miré mis manos que estaban llenas de sangre, voltee al espejo que estaba a mi lado y mis ojos eran rojo potente. Ahora era una alfa.

De pronto sentí aire llegando a mis pulmones, tosí fuertemente y volví a mi forma normal. Mis heridas empezaron a sanarse rápido. La puerta se abrió y entraron mis amigos con mi novio, el cual se acercó corriendo.

- ¿Estás bien? - preguntó preocupado y algo alarmado tomando mi rostro en sus manos. Asentí. Miró mis manos llenas de sangre. - vas a estar bien... - susurró sabiendo que era la primera persona a la que había matado

Stiles y Lydia taparon el cuerpo de Charles con una sábana negra, el omega me limpió con un pequeño trapo la sangre que tenía. Los demás de mi manada entraron algo heridos por la pelea, detrás de ellos vinieron los integrantes de la ex manada del ex alfa. Derek iba a atacarlos pero lo detuve.

- Charles era nuestro líder y está muerto. - me habló Maia, la mujer - tú lo mataste... Ahora eres nuestra líder de la manada.

Me levanté del suelo y me acerqué a ella. Puse una mano en su hombro. - no estoy lista para ser la líder de una manada... Así que... Quiero que tú seas la líder

- Con gusto. - aceptó amable

- Deberían ir a otra parte para iniciar con una nueva vida, olvidar esto. - señalé al muerto - pueden ayudar a las personas, algunas necesitan alfas que los guíen.

Asintió. Le hizo una seña a su grupo y desaparecieron de la sala. - ¿ya todo acabó? - preguntó Stiles. Volteé a verlo. - entonces ya podemos irnos... - murmuró algo triste

- ¿Estarás bien siendo una alfa tú sola con Derek? - me preguntó Scott a mi lado

- Sí... Todo va a estar bien. - sonreí.























































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