11 | Una luz en la oscuridad









- Si quieren pueden quedarse a dormir el tiempo que quieran - les dije a mis amigos en la sala - ya son las nueve de la noche y supongo que ustedes no tienen en dónde dormir.

- Sí, es buena idea... Para cuidarte a tí y a... - le abrí los ojos a Stiles para que parase de hablar - a tí y a tu vida.

- Hay dos habitaciones de invitados, tendrán que dormir en parejas. No hay problema con eso, ¿verdad? - les pregunté. Scott se encogió de hombros sin importancia.

Todos subieron a la parte de arriba de la casa, Lydia y Stiles entraron en un cuarto, Malia y Scott en otro. Fuí al mío y cerré la puerta detrás mío cuando entré, Derek estaba leyendo un libro acostado en la cama. Me senté ahí. Miré mi estómago disimuladamente. Pensé muchas cosas. Quiero decirle a Derek que estoy embarazada, pero no sé cómo hacerlo, quiero que sea especial para él.

- Alice... - me llamó. Lo miré desconcentrándome de mi abdomen. Él está cerca mío, tomó mi mano - ¿estás bien? ¿no quieres dormir?

- Tal vez un poco... - murmuré. Quitó el mechón de pelo de mi rostro y lo puse en mi oreja mirando mi mejilla - ya está del todo curada.

- Es de un alfa, las heridas de los alfas duran más en sanar que un hombre lobo normal, cariño. - susurró

Lo miré a los ojos, él también a mí. Tomó mi otra mejilla y me besó dulcemente, le seguí metiendo mi lengua en su boca. Me tomó de la cintura y me recostó en la cama poniéndose encima mío, pasé mis manos por el interior de su camisa acariciando su espalda estructurada, comenzó a besar mi cuello y jadeaba poco a poco y en silencio. Su mano bajó desde mi cintura hasta mi short, donde empezó a meter su mano.

- Espera, espera. - lo detuve apartándolo de mí. Me miró confundido - yo... No puedo.

Lo empujé levemente y me senté en la cama arreglando mi ropa, me abracé a mí misma y mordí mi labio nerviosa.

- ¿Alice? ¿qué pasa?- preguntó. No lo miré y seguí con mi vista al suelo- yo... ¿Te hice algo malo?

Carajo, ¿ahora qué le digo? no puedo soltarle que tengo un bebé suyo así como si nada. Pasé mis manos por mi cabello y me levanté de la cama, me dí la vuelta y lo miré. No sé porqué, pero empecé a llorar.

- Oye... - se levantó rápido acercándose, tomó mis manos y me miró a los ojos - amor, ¿estás bien? ¿porqué lloras?

- Derek, necesito que sepas algo. - digo secando mis mejillas por las leves lágrimas que salieron. Lo miré. - solo escucha mi abdomen y cierra los ojos, ¿sí? confía en mí.

Hizo una mueca muy confuso. Se agachó en el suelo y alzó mi blusa, puso su oído ahí y cerró los ojos un poco. Frunció el ceño. Miró la parte de mi cuerpo y se levantó del suelo sin apartar la vista de ahí.

- ¿Hay un... Cachorro ahí? - preguntó señalando con su dedo índice. Asentí. Ví que sus ojos se cristalizaron - ¿e-enserio?

Bajé mi mirada y acaricié mi estómago plano - tiene tres días pero... Se puede oír su pequeño corazón - lo miré con una sonrisa triste y alegre

Él sonrió muy amplio, una sonrisa que jamás había visto, oí que su corazón se aceleró. Me abrazó fuertemente y me pegó a él, le correspondí pasando mis brazos por su pecho, escuché sus leves sollozos en mi cuello. Me separó. Miró abajo y se agachó, abrazó mi abdomen instantáneamente.

- Voy a cuidar mucho de tí y de tu mami, lo juro. No voy a dejar que ese hombre los toque. - dejó un beso ahí, lo miré confundida. Nunca había actuado tan cariñoso -ustedes son lo más hermoso que me ha pasado en la vida.

Se puso recto, me miró, me tomó de las mejillas y me besó, algo estruendoso. - ahora debes descansar si queremos que el bebé crezca como un hombre o mujer lobo grande y fuerte, amor

Reí levemente y asentí. Me quité mi short quedando con mi blusa de tirantes y me acosté en la cama, Derek se quitó la camisa e hizo lo mismo. Me acercó a su cuerpo y me acurrucó.

- Te amo. Los amo a los dos. - susurró besando mi pelo - son las personas que más amo en la vida.

Sonreí. Cerré mis ojos lentamente mientras escuchaba las bonitas palabras que Derek susurraba a medida del tiempo.

[...]

Me desperté de un golpe al oír sonidos algo extraños en la planta de abajo, las luces del sol entraron por la ventana, Derek no estaba en la cama, me levanto y tomo el short poniéndomelo. Eran las seis de la mañana. Salgo del cuarto tallando mis ojos con cansancio, bajo las escaleras llegando a la cocina donde se escuchaba el montón de alboroto.

Encuentro a Derek cocinando el desayuno completo, con tostadas, huevos revueltos, mermelada y jugo de naranja. Lo miré confundida. El resto de la manada todavía estaba durmiendo. Tomé algo que había en la barra, mi frasco de pepinillos.

- Buenos días... ¿A qué hora te levantaste para hacer todo esto? - pregunté dejando eso en su lugar - ¿qué hiciste con mis pepinillos, Derek?

- Buenos días - dijo sonriente. Dejó un beso en mis labios y siguió cocinando - sé que te gustan mucho así que los eché con tu desayuno

- Uh, qué bien. - sonreí sentándome en las sillas de la barra - ¿a qué se debe todo esto?

- Bueno, debo hacer que mi pequeño cachorrito se alimente bien si quiero que sea guapo y sexy como su padre ¿no? - alardeó orgulloso - todavía no puedo creerlo, qué bonito suena eso, "mi pequeño cachorrito"

Sonreí. Escuché pasos en las escaleras y todos los de la manada bajaron. Se acercaron y fruncieron el ceño al ver al omega tan felíz y haciendo el desayuno. Lydia se sentó a mi lado al igual que Stiles, me miraron y señalaron al omega con los ojos.

- ¿Y a él qué le pasa? - preguntó Malia detrás mío - ¿acaso pasó algo de lo que nosotros no nos enteramos?

- Simplemente estoy contento porque voy a tener un futuro hija o hijo - contestó mi novio.

- ¿QUÉ? - gritaron la mujer coyote y la banshee al mismo tiempo. Me miraron. - ¿enserio? - me preguntó la pelirroja. Asentí algo apenada - ¡no puede ser!

Ambas me abrazaron muy fuerte. Stiles y Scott se cruzaron de brazos por la acción repentina de las chicas. Reí. Se separaron y empezaron a preguntarme cosas sobre cómo me enteré o porqué no lo habían notado.

- Espera, espera, ¿ustedes ya lo sabían? - le preguntó Malia a mis mejores amigos. Asintieron - ¿porqué no nos dijeron? debíamos saber antes que todos ustedes.

- Lo siento, pero Scott fue el primero que se enteró - Stiles señaló al nombrado

- Además, Alice es mi beta y tengo que estar al pendiente de ella - agregó el alfa. Se encogió de hombros. - fue fácil adivinarlo

- Mejor coman porque se les va a enfriar la comida. Deja de tocar a mi novia, ella ahora está muy delicada, ¿okey? - le habló Derek molesto a Stiles en lo último

Me sirvió mi desayuno y empecé a comer. Los demás también hicieron lo mismo. Después de una pequeña charla con todos mientras desayunábamos, nos bañamos y cambiamos para empezar a realizar el plan para vencer a Charles. De mi cuarto, tomé un mapa que tenía de Los Ángeles para poder ubicarme en mi estadía aquí, bajé las escaleras con el en mis manos y llegué al comedor, donde estaban todos reunidos. Lo abrí viendo toda la ciudad.

- Bueno, yo tengo una idea. - empecé a hablar para todos - ¿recuerdan lo que pasó cuando quisimos explotar las armas de Gerard hace tres meses? Malia, Scott y yo nos quedamos encerrados, el oxígeno se desintegró por completo y casi morimos. Podríamos hacer lo mismo.

- ¿Estás tratando de proponer un plan donde encerremos a Charles en una habitación y le quitemos el aire? - me preguntó Derek. Asentí. - el problema es encontrar un lugar indicado para encerrarlo como dices

- Sé que va a funcionar, solo necesitamos hacerlo bien.

- ¿Porqué no donde fabrican armas que antiguamente era una base militar? - preguntó Lydia señalando una parte grande en el mapa que quedaba al otro lado de la ciudad

- Podría servir, pero debemos idear un plan para atraerlo allá sin levantar alguna sospecha o que su manada nos mate antes de que lleguemos - habló Scott

- Pero también hay otro problema, ¿cómo sabremos que ese lugar tiene un panel de control para quitar oxígeno mágicamente? - preguntó la mujer coyote

- Alice fue entrenada en las fuerzas armadas, ella debe conocer todos esas fábricas y eso. ¿No? - contestó Stiles. Asentí.

- ¿Y si no funciona? - preguntó Lydia - es decir... ¿Qué pasará si logra aguantar al oxígeno y nos mata después?

- Por eso tengo otro plan. - digo. - vamos a reemplazar el oxígeno por acónito amarillo en polvo para que lo respire

- ¿Vamos a herirlo? - preguntó Derek

- No vamos a herirlo. - negué volteando a verlo - vamos a matarlo.












































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