Capitulo 4: "Una Deliciosa Cena"
Su nombre resaltaba de aquella carpeta negra con grandes letras plateadas.
En ellas se podía leer Oh Sehun, sabia que ese era su nombre ya que la universidad a todos nos brindaba carpetas con nuestros nombres estampados en ella.
Al recibir la aprobación del profesor para ingresar al salón de clases Sehun se dirigió a una mesita que se ubicaba lo suficientemente cerca de la mía, como para poder ser observado por horas y horas en cada movimiento que hacia, ese era un plan que me resultaba bastante tentador, sin embargo no estaba en mis planes llevarlo a cabo.
Los minutos restantes de la sesión transcurrieron muy lentos, intentaba con todas mis fuerzas poner atención a cada palabra que emitía la boca del Sr. Ferrer, trate de contar de 1 hasta 1000 varias veces, pero eso no funcionaba, mi cabeza estaba llena de imágenes de Sehun, su fragancia inundaba mi nariz, lo tenia a menos de 1 metro de distancia y podía inhalar su exquisito olor, su simple presencia me estaba volviendo loca.
Sehun me dio una impresión de ser un chico bastante tranquilo, transmitía confianza y anotaba en su carpeta cada detalle de la clase, parecía un chico atento y dedicado, al hacer esa lista de sus posibles virtudes caí en la realidad de que no estaba llevando a cabo mi plan de no obsérvalo, y mi caso no era el único, volteé a mi alrededor y note como se ganaba las miradas de todas la chicas ahí presentes, algunas incluso suspiraban al verlo, otras lo veían y se decían cosas al oído y las entendía, él era la viva imagen de la perfección masculina, el hombre perfecto.
Regrese a mi tarea de observarlo, comenzaba a concentrarme en su brillante y al parecer sedoso cabello, pero el sonido del timbre que indicaba que la sesión había finalizado me interrumpió.
Guarde mi carpeta y salí prácticamente corriendo del salón, no quería que él me notara, era una chica bastante tímida y no sabría que decir si es que me lo topaba de frente, me dirigí a mi otra clase sin voltear hacia atrás, sabia que lo volvería a ver por los próximos cuatro meses así que no me moleste en mirarlo.
Mis siguientes clases pasaron tranquilas, me las arreglé para no pensar en él y para ser mi primer día no me había ido tan mal, conocí a una linda chica de nombre Susana en mi tercera clase y me la pase hablando con ella cuando el profesor se distaría con cualquier cosa, era con la primera persona que me sentía cómoda al hablar.
Había llegado a mi última clase y agradecí tanto el hecho de que Sehun no volviera a aparecerse en mi camino, me encontraba en una batalla interna contra mi misma, por un lado Sehun me atraía demasiado, llevaba con él ese atractivo sexual que simplemente me hacia desearlo, y por el lado contrario, la vergüenza, el miedo y la timidez me dominaban, el recordar su mirada hacia que todo mi interior se estremeciera, su mirada era como la de una bestia hambrienta.
Me senté justo en la primera fila, solo había dos asientos disponibles, a si que en contra de mi voluntad me situé ahí, a la vista de todos, estaba sacando mi carpeta para los correspondientes apuntes cuando note su presencia justo a lado de mi, en el lugar que antes se encontraba vacío.
Sehun se acomodo e instantáneamente pude sentir su mirada sobre mi, no era posible tenerlo una hora tan cerca, mi rostro se ruborizó lo pude sentir ya que mis mejillas ardían mucho, aun así trate de tranquilizarme y disimular que estaba completamente bien, saque una pluma de mi mochila y mi mano temblorosa la situó en la pequeña mesita que se encontraba ahí, pero la pluma cayo y comenzó a rodar en dirección a Sehun.
-¡No! .- Susurre para mis adentros, mi mirada seguía la dirección en la que iba la pluma y vi como una pálida mano la recogía.
-¿Esto es tuyo?.- Dijo Sehun con una voz oscura y extendiendo su mano hacia mi.
-S-si.- Me limite a mirar solo la pluma y extendí muy tímidamente mi mano para tomarla.
Casi lograba tomarla, pero Sehun retiro su mano
-¿Tanto la quieres?.- dijo mirándome divertido.
Su acción hizo que por primera ves alzara mi vista para mirarlo, no había duda, él era el extraño, su mirada era tan penetrante, sentía como si estuviera desnudando mi alma.
-S-si , la necesito, ¿Me la devolverías?, ¡Por favor!.- dije con mi rostro enrojecido.
Sus facciones eran tan perfectas, se notaba divertido, paseó la pluma por mi mejilla para después bajarla por mi cuello, tan delicadamente la pasó por mi pecho y se detuvo justo donde empezaba mi muy discreto escote, Sehun no quitaba su mirada de ahí, rápidamente tome la pluma y me voltee hacia el lado opuesto, rezando por que nadie más hubiera observado lo ocurrido.
La clase comenzó y transcurrió aburrida como todas las anteriores, me encontraba mirando atentamente el reloj pensando cuan incomoda estaba, durante los siguientes 54 minutos no me atreví a girar mi cabeza en dirección a Sehun.
-Solo un minuto, solo soporta un minuto más y serás libre-. Trataba de auto animarme.
Fue el minuto más largo de mi vida, pero llego.
Recogí rápidamente mis cosas y las guarde, estaba lista para levantarme de mi lugar y salir huyendo de ahí, pero la profesora con una muy autoritaria voz hizo que todos los que nos habíamos puesto de pie listos para salir regresáramos a nuestra anterior posición.
-Por ser la primera sesión y para que nos familiaricemos más, les pediré que me regalen solo unos minutos.- saco una hoja de su portafolio, se puso sus gafas y le dio una ultima vista.
-En esta hoja tengo el nombre de todos ustedes, no están en orden alfabético, solo es un pase de lista para que los comience a identificar, les pido que cuando escuchen su nombre se pongan de pie y se retiren del salón.
Estupendo tenia que aguantar la tortura unos minutos mas, la profesora comenzó el pase de lista, éramos alrededor de unos 35 alumnos en aquel salón, los segundos pasaban, escuchaba nombres tras nombre, esperando con ansias escuchar mi nombre, pero jamás llegó, el salón se fue reduciendo a 20, después a 10 y por ultimo a 3, de los cuales nos encontrábamos, Sehun, un chico y yo.
-Alexander Fábregas.- dijo la profesora e instantáneamente el chico de la ultima fila salió del salón. -Oh Sehun.- vió como el tipo de la mirada seductora salia del salón,- y por último ______ Molins, puedes salir- se dirigió a mi.
Tome resignada mis cosas y salí con miedo del salón de clases, me adentre al largo y tétrico pasillo rogando por no encontrarme con Sehun, acelere mi caminata con la respiración inconscientemente retenida en mi pecho, a lo lejos divise la puerta que me llevaría a la libertad y seguridad del estacionamiento escolar, así que me apresure a llegar, sentía que estaba tan cerca y a la vez tan lejos, estaba a punto de llegar, estire mi brazo para poder mover la puerta pero mis dedos apenas y rosaron aquel objeto metálico, su voz había provocado que me quedara paralizada justo ahí, su aliento se esparció a través de mi blanca piel para llegar a mi olfato.
-Serás mi cena esta noche.- pude sentir como Sehun sonreía muy cerca de mi oído.
En el instante en que pasó a lado de mi, me atreví a mirarlo cara a cara, en aquellos instantes en que lo hacia sentí como si el tiempo se detuviera y como si todo estuviera pasando en cámara lenta, aquellos 2 segundos reales fueron suficientes para perderme en aquella mirada negra y misteriosa.
Él salio con un elegante caminar y yo solo me quedé ahí mirando aquella puerta que me impedía continuar observando la caminata de Sehun, espere el tiempo suficiente para que él se alejara y así poder salir, cuando lo hice lo busque disimuladamente con la mirada, al asegurarme de que no había rastro de él emprendí mi camino a casa, aun con el corazón lleno de temor por lo que él me había dicho antes de partir.
El llegar a casa y encontrarla totalmente sola, se había echo costumbre, mi madre trabajaba todo el día era una mujer trabajadora y era la única que llevaba sustento a la casa, al encontrarme dentro cerré todo con llave, puertas y ventanas, cerré cortinas y me encerré en mi habitación, ni siquiera probé bocado alguno, el miedo me ahogaba, me metí a la cama y me forcé a dormir.
Un viento helado me despertó, abrí mis ojos y todo se veía muy oscuro, mi mirada busco un despertador para mirar la hora, eran las 8:15 p.m, había dormido mas de 5 horas, note que la ventana estaba abierta y de ahí rugía el viento helado que había interrumpido mi forzado sueño, me levante un poco somnolienta a cerrarla, fue en ese instante que me pregunte, ¿Quien había abierto la ventana?, yo la había cerrado con llave al llegar y mi madre regresaba a casa a las 9:00, escuche pasos detrás de mi, mi respiración se volvió agitada y mi piel se erizó.
Trate de ser valiente y me di la vuelta, sus manos recorrieron mi cintura al instante.
-Te dije que hoy serias mi cena.- fue lo único que dijo Sehun para después llevarme a la cama y posicionarse en medio de mis piernas , dejando saber que su grande y duro miembro estaba necesitado de atención.
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