Los cálidos rayos del sol se filtraron a través de mis cerrados parpados, las desordenadas sabanas blancas eran prueba de lo que había sucedido anoche, poder tener parte de Sehun dentro de mi era como un sueño, estire mi cuerpo e inconscientemente mi mano alcanzó el lado de la cama en donde Sehun había estado la noche anterior, acobijándome con su cuerpo desnudo, sin embargo, su ausencia me lleno de terror, no había nadie en mi habitación.

Comencé a alterarme, gire mi rostro a su dirección y me encontré con un sobre blanco justo en la abultada almohada, inmediatamente lo tome y saque de ella una pequeña nota.

¡Buenos Días Gatita!

Hace unas horas me regalaste la mejor noche que he tenido en años, aunque lamento no poder quedarme contigo hasta el amanecer, no quería que tu madre nos descubriera enredados en tus sabanas ,no sabes como me hubiera gustado quedarme y darte los buenos días aprisionandote debajo de mi cuerpo, aunque ....  Eeo sucederá muy pronto, ¿Tu madre te concedería un fin de semana conmigo?, por favor hazle saber de mis intenciones, pasare por ti dentro de unas horas.

Hasta entonces..

PD: Te ves tan linda durmiendo, me provoco hacerte el amor dormida de destinas formas. 

Por siempre tuyo, Sehun.

Mi corazón bailaba felizmente dentro de mi, mis ojos releían una y otra vez aquella hermosa caligrafía, Sehun y yo pasaríamos un fin de semana completamente solos, fuera cual fuera la respuesta de mamá, pasaría aquellos días con Sehun, el simple hecho de pensar en que podría despertar a lado de él cada mañana , hizo que mi deseo hacia él fuera más fuerte.

Me metí a la ducha con una gran sonrisa en el rostro, aquella nota me había echo él día, siempre encontraba la manera de sorprenderme, y era por este y muchos detalles mas, que lo consideraba especial y diferente a los demás, y lo que lo hacia mas perfecto, era completamente mío.

Baje a la cocina inundada con un delicioso aroma a Hotcackes, mi madre cantaba felizmente mientras le daba vuelta a un de sus panquecillos, fue entonces cuando mi cabeza comenzó a formulas mil maneras distintas para pedir su aprobación, tenía que ser persuasiva y linda para que ella accediera fácilmente.

-¡Ma!,¿Te he dicho que  haces los MEJORES Hotcakes en todo el precioso mundo?- Termine la ridícula frase con una falsa sonrisa, era mentira, sus Hotcackes eran solo simples Hotcakes, no eran malos en lo absoluto, sin embargo tampoco eran sumamente deliciosos como para alabarlos o edificar un monumento a ellos.

La expresión de mi madre fue una mezcla de aburrimiento y repudió, su rostro lo decía todo, en su frente tenia tatuada la frase "Es enserio", tuve que girar mi rostro hacia otro lado para evitar reírme de su expresión.

Ella rodó los ojos .- ______ Molins, dime de una vez que es lo que quieres.

Esa situación se tornaba ridícula, tenia 18 años y no encontraba la forma de expresarme delante de mi propia madre, mi mente me traicionaba, y fue cuando sentí que las palabras se resbalaban sobre mi lengua, simplemente salieron y no fui consiente de cuando había pasado eso.

-¿Puedo quedarme el fin de semana con Sehun?- Mi madre alzó una ceja y me observó incrédula, por un momento entrecerró sus ojos como si estuviera analizando las intenciones de Sehun y de un momento a otro ¡Bingo!, ella abrió sus ojos ámbar como platos, al haber encontrado la respuesta.

-¿Tú y Sehun?, ¡Eh!

-Sip, así es.- Trate de hacerme la indiferente para que mi madre no sospechara nada fuera de lo usual.

-Tendré que pensarlo.- Dijo sentándose en la mesa y saboreando su taza de café.

-Pues piensa rápido, ¿Esta bien?- Le guiñe un ojo y  salí disparada para cepillarme los dientes, deje a mi madre tomando su taza de café, algunas veces yo misma me catalogaba como mala hija, si quería conseguir cosas tendría que parar con aquel comportamiento.

Baje y escuche el claxon del auto de Sehun afuera, me despedí de mi madre y salí, no sin antes recordarle que pensara acerca de mi salida el próximo fin de semana.

En cuanto sali vi a Sehun recargado en su auto con las manos metidas en los bolsillo, se veía demasiado sexy con aquella pose, con su cabello ligeramente despeinado y con un atuendo demasiado elegante, al verme sus ojos se iluminaron y su rostro me regalo una hermosa sonrisa.

-¡Buenos Días, Nena!- Bajó sus labios a mi mejilla, depositando un ruidoso beso, después muy caballerosamente abrió la puerta y me dejo entrar a su guarida.

Esperaba con ansias que llegara a su asiento para que me devorara a besos, y en pocos instantes así lo hizo, no espero a mi petición, en cuanto cerró con fuerza la puerta del auto, giro su rostro a mi dirección y unió salvajemente sus labios con los míos, parecía desesperado y con prisa, me besó como si hubieran pasado años desde el último beso, fue tan seductor y pasional, que en mi mente comenzaron a reproducirse las imágenes de lo sucedido anoche, definitivamente quería llegar a la siguiente etapa con él, no me importaba el lugar y las circunstancias.

Como siempre Sehun leyó de nuevo mi mente.

-¡No sabes como te estoy imaginando justo ahora!- Su gruesa voz llena de excitación, provocó mis más bajos instintos.

-¡Dime!- Una sonrisita traviesa se me escapó de los labios.

Las pupilas dilatadas de Sehun, conectaron con las mías.- ¡Tú, en el asiento trasero, completamente desnuda a merced de mis caprichos!.- No pude evitarlo, tenia que llevar mi labio inferior a la boca y morderlo antes de que se escapara un gemido, el imaginar los sucios y excitantes deseos de Sehun se había convertido en mi tarea más favorita y placentera, sin embargo, así como se encargó de llenarme de placer, Sehun rompió todas mis esperanzas.- ¡Tienes que ir a clase!

De todos los peculiares "defectos" que yo poseía, mi gran sentido de la responsabilidad era el que más me pesaba, sentía una gran culpa si llegaba exactamente a la hora del toque, siempre llegaba 10 minutos antes de la clase, incluso cuando no hacia tareas y prefería ver televisión o estar en las redes sociales y ni se diga si alguna vez no entraba a alguna clase, sentía como si fuera la peor persona del mundo y que en esa clase descubrirían el  mayor secreto de la humanidad, en pocas palabras era una persona ñoña, nerd, amargada, y todos los seudónimos posibles, sin embargo, Sehun respetaba eso y aquello me aliviaba.

-Sí, tengo que.- Conteste renuente a mi deseo por poseer a Sehun en ese instante, él se relamió los labios.

-¿Le comentaste a tu mamá, sobre este fin de semana?

-Así es, dijo que lo pensaría.

Sehun frunció sus labios  -¡Esta bien!, supongo que tendré que ayudarla a tomar una decisión.- Fruncí mi ceño ante su comentario.

-¿A que te refieres con eso? - Sehun soló me dedico una mirada traviesa y encendió su auto para dirigirnos hacia la universidad, amaba todo de él, pero este tipo de acciones en particular, las odiaba.

El día escolar transcurrió bastante rápido a mi percepción del tiempo, me encontraba llegando a mi clase de Teoría de la Historia, en la cual se encontraban Kai y Susy, hacia días que ellos salían, y confirme que se trataba de una relación seria en cuanto entre al aula de clases, aquel espacio se encontraba vació, excepto por una chica y un chico que se encontraban practicando actividades sexuales, mis ojos salieron de sus cuencas al ver como Kai prácticamente devoraba a Susy con sus labios, mientras que sus manos estaban en lugares muy escondidos, pude escuchar como ambos gemían muy quedito, me sentía incomoda estando ahí y observando cada caricia que Kai le regalaba a Susy, trate de salir sigilosamente del salón, sin embargo mi salida se vio interrumpida al toparme con una persona, inmediatamente voltee a ver a la pareja de enamorados y ambos me miraban con sorpresa y terror, sus ropas estaban desalineadas y sus cabellos estaban desordenados, los tres esperamos que alguien hablara primero, y me vi forzada a ser la primera.

-¡Lo lamento!, No mire nada, solo sigan en lo suyo, ¿Esta bien?- Al no tener respuesta de ninguno de los dos,  salí prácticamente huyendo de ahí, mis mejillas ardían de la vergüenza, espere pocos metros afuera del salón a que el profesor llegara y así no entrar sola, pero para mi sorpresa la persona que salió fue Susy, ella se veía sonrojada y miraba hacia el piso, evitaba a toda costa mi mirada.

Llegó a mi y comenzó a hablar.- ¡______!, yo .. En verdad lamento, lo de hace unos momentos, no volverá a suceder.

Me quede sorprendida. -No tienes por que disculparte, suele suceder.

Suzy me observó sonrojada y comenzó a reír, su risa era muy contagiosa, me reía por su risa, no por lo que en realidad había dicho.

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Mi semana de clases finalizo maravillosamente, nada de deberes escolares, nada de exámenes, eran alrededor de las 20:30 hrs y mi madre, Sehun y yo estábamos compartiendo la cena, en ese momento entendí a que se refería Sehun con lo de " Ayudarla a tomar una decisión", estaba utilizando su encanto para envenenar a mi madre y así poder obtener el permiso,- !Que inteligente!-

-Así que será todo el fin de semana, ¿Estarán bien por su cuenta? -Decía mi madre mientras masticaba un bocado de postre.

-Claro que si, pero para su total alivio, dejare todo numero telefónico existente para que nos contacte cuando usted lo desee.- Sehun parecía tan confiado y relajado, sabia perfectamente lo que decía.

Mi madre después de analizarlo unos momentos, cedió. -Esta bien, creo que necesitan divertirse un poco, solo, por favor tengan cuidado.- No estaba segura a que se refería con "Cuidado", si al estar solos por nuestra cuenta sin ningún tipo de seguridad,  u otro tipo de "Cuidado".

Sehun me devoró con la mirada y se levantó de su silla.- ¡Perfecto!, mañana pasare por ti a primera hora.

-¡Deja eso, yo lo retiro! - Mi madre interrumpió a Sehun al ver que este llevaba los platos a la lavavajillas.

-No se preocupe Sra. Molins, no dejare de ser menos hombre si levanto los platos.

-Desearía quedarme un poco más, pero tengo que arreglar algunos detalles para mañana, así que me retiro.-Dijo mientras se dirigía a la sala y tomaba su chaqueta del sofá.

-Conduce con precaución.- Mi madre lo despidió desde la cocina.

-Buenas Noches Sra. Molins.

Ambos salimos a su auto,la calle se encontraba oscura y propicia para que Sehun me envolviera en sus cálidas manos y me diera un grandioso beso de buenas noches.

-Siempre consigues lo que quieres, ¿No es así?- Había un poco de doble sentido en mi frase.

-No todas las veces, pero siempre hago hasta lo imposible para conseguirlo. 

-No lo olvides, mañana estaré justo aquí a primera hora.

-No lo olvidare.

-¡Oh!, y una cosa más.- Sehun comenzó a mirarme de pies a cabeza, se acercó a mi oído y me susurró.- ¡No empaques nada de ropa, no la necesitaras!

Mis ojos se abrieron y mi corazón comenzó a martillear en mi pecho, este juego me estaba resultando provocativo y excitante, el lobo feroz me había convertido en su presa.