Capitulo 15: "Arrepentimientos Tardíos"
Nuestra visión del mundo exterior cambio, al igual que nuestras creencias.
Mis pupilas se mantenían aferradas a la imagen de aquellos dos individuos acobijados por el manto de la oscuridad, ¿Kai y Sehun, eran hombres lobo?, ¿No eran humanos?, ¿Eran demonios?
Trataba de convencerme a mi misma de lo que ambas observábamos era solo una alucinación, encontraba ilógica y absurda la idea de que ambas, estuviéramos enamoradas de aquellos dos sujetos que ahora resultaban ser más que una perfecta mentira, ¿Ellos, hombres lobo?
Aquellos dos seres se acercaban peligrosamente al arbusto que nos servia de fortaleza, se acercaban sigilosamente sin estar seguros de que encontrar detrás de aquellas ramas, el volcán que vivía en mi interior despertó enojado, haciendo hervir toda mi sangre, Susana aún mantenía estrangulada mi mano entre las suyas, ambas nos encontrábamos con la piel palidecida, con nuestros cuerpos tan tensos como un arco y con nuestros rostros empapados en lagrimas de incertidumbre, esperando alguna salvación, esperando a que alguien nos despertara y nos dijera que solo se trataba de una absurda pesadilla.
Kai y Sehun continuaban con su cacería, ellos sabían perfectamente que algo o alguien se escondía detrás de aquellos matorrales, y estaban decididos a terminar con el, ambos se mantenían avanzando peligrosamente, solo nos separaba 2m, 1m, 80cm, 70cm, 50cm, ¡Ellos estaban sobre nosotras!
En cuanto nuestros pensamientos habían perdido el ultimo gramo de esperanza, un aullido proveniente de lo más alto de las montañas se disparó, inmediatamente Kai y Sehun giraron su atención al aullido, Kai sin dudarlo corrió en su dirección, en cambio Sehun permaneció inmovilizado en su lugar, aún estudiando el matorral que nos protegía, su mirada penetraba las hojas, la oscuridad, la niebla, ¡Él me estaba observando!, ¡Él lo estaba haciendo!, Sehun sacudió su cabeza, tal vez pretendiendo sacudir de su mente algún pensamiento inapropiado, dio un ultimo vistazo al matorral y se fue alejando rápidamente, en cuestión de segundos, su blanca piel fue absorbida por la tinta negra de la oscuridad.
Minutos después y al estar seguras de que estábamos completamente solas, salimos del arbusto, en cuanto estuvimos erguidas observamos alrededor, asegurándonos de que en realidad nos encontrábamos solas, ambas nos sostuvimos la una a la otra como si fuera lo único que nos podía salvar y precedimos a llorar, litros y litros de lagrimas, que parecían no tener fin.
-¿Como es posible?- Susy apenas era capaz de hablar debido al llanto.- ¡Dime!, ¿Como es posible?- En sus húmedos ojos se reflejaba la decepción y el miedo, ella simplemente resultaba ser mi espejo, nuestros príncipes azules, resultaron ser la pesadilla de un amargo halloween.
Gire mi rostro en dirección a donde Sehun había huido, mi mente aun no podía procesar el hecho de que ellos no eran humanos.- ¡Ahora no quiero pensar!, solo quiero ir a casa y dormir.- Vi salir mi voz a través de mis labios en un frió soplar.
Ambas tomamos fuerte nuestras manos y comenzamos el camino de regreso a la casa de la abuela, antes del salir del bosque, dirigí una ultima mirada melancólica hacia el bosque, pensando que jamás podría ver de la mismo forma a Sehun, ¡Jamás!
************
Me encontraba en mi habitación y lo único a lo que estaba dispuesta era a dormir, no quería pensar, no quería hablar, no quería comer, solo quería dormir y despertar de aquella pesadilla, tenia puesta la pijama y me encontraba recostada en la cama, mirando hacia el techo, tratando de observar como mis pensamientos fluían y escuchando como mamá llegaba a la casa después de una rutina agotadora.
-¡______, ya llegue! - Mi madre gritó desde la sala - ¿Ya cenaste?
-¡Noooo! - Trate de gritar con las pocas ganas que tenia, escuché como mamá se quitaba sus tacones y subía descalza la escalera dispuesta a hacerme una visita nocturna.
-¿Te sientes mal?- Indiscutiblemente me sentía terrible.
-No, es solo que estoy cansada, esta tarde fui a la casa de la abuela.- Dije con mi mirada perdida en el techo.
Mi madre me mató con su mirada amenazadora, a ella era a la única persona que resultaba difícil mentirle
-El problema es Sehun, ¿Cierto?- Mis ojos se abrieron como platos y casi me atraganto con mi propia saliva, trate de levantarme torpemente de la cama y afrontar a mi madre.
-¿Qué?, ¡Claro que no! - dirigí mi mirada hacia ella, mi madre rodó los ojos.
-Te conozco perfectamente como para saber que la razón de tu enojo, lo provocó un hombre, y el único que he conocido es Sehun.
Me senté junto a ella al borde de la cama, instantáneamente mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas y no pude evitar sollozar, mamá me abrazo fuerte contra su cálido pecho.- ¡Cariño!, ¿Qué es lo que pasó?
Me levante un poco para poder hablar claramente, sin embargo repetitivamente sentía como mi pecho se oprimía impidiéndome respirar fácilmente.
-S-Sehun.- Me limpie las lagrimas y trate de liberar mi nariz escurrida.- Él, fingió ser alguien que no es.
El ceño de mamá se frunció.- ¿Han salido 2 meses y ahora se porta extraño contigo?, ¿No crees que es un poco raro?- Sus cálidas manos acunaron mi rostro.- ¿Han tenido alguna pelea o discusión?, algo que justifique su comportamiento.
Negué toda posibilidad.
-Entonces, si no han discutido, se ha portado bastante lindo contigo los últimos días, le trae presentes a la madre de su novia y dices que él pretendió ser alguien que no es, ¿No crees que por lo menos Sehun te debe una explicación?, no lo juzgues antes de saber su cambio de actitud, conoce sus razones, habla con él.- Mire incrédula a mi madre, en los pocos días que Sehun veía a mi mamá, podía notar que se había ganado su cariño y su respeto.- Si en verdad lo amas, debes hablar con él, luchar por él, si te das por vencida al primer intento, no tienes derecho a decir que lo amas.
Mi madre tenia razón, debía luchar por él , pero, ¿Cómo hacerlo?, mis ojos ya no lo mirarían igual, como enamorarme de la bestia que alguna vez pensé que era mi príncipe azul, tal vez yo misma tenia que buscar la respuesta, sin embargo, ahora era demasiado pronto, antes que nada tenia calmar mis pensamientos y mi corazón para poder enfrentarme a él.
-¡Lo haré!, pero lo mejor sera que espere un poco.- Mi madre me abrazo mucho mas fuerte, pude sentir como mi piel se derretía con el calor materno.
-Se fuerte mi niña, pase lo que pase, no te dejare sola.
-¡Te quiero!- Mi madre era la razón de mi felicidad, siempre me apoyaba y la admiraba por el simple echo de tomar el papel de Padre, sin ella estaría perdida.
Mamá me dio un beso de despedida y me dejó acostada en la cama, en ese instante recordé que Sehun había dicho que llamaría esta noche, aun no estaba lista para escuchar su profunda voz, así que apague el teléfono celular y me dispuse a caer en un profundo sueño.
Para mi sorpresa tuve una relajada noche, se trataba de un viernes, eso significaba, "No escuela", así que no me esforcé en mi apariencia, tome mi teléfono celular y me dirigí a la cocina aun en pijama, metí al horno de microondas lo que mamá había dejado de desayunar, mientras esperaba que el desayuno se calentara, encendí mi teléfono celular, al instante en la pantalla táctil aparecieron, más de 20 llamadas perdidas, 2 mensajes de texto y 2 mensajes de voz, todos ellos de Sehun.
Mi corazón comenzó a palpitar rápidamente al ver lo que decían.
10:07 p.m.- *Gatita, ¿Te divertiste esta tarde?, te extrañe demasiado, responde pronto. ¡Te extraño!
10:20 p.m. - *¿Pequeña te encuentras bien?, necesito saber de ti, ¡por favor responde, lo antes posible!
Mis ojos se humedecieron y sentí como mi pecho se ahuecaba, por último escuche el mensaje de voz.
*Gatita, ¿te encuentras bien?, he llamado a tu casa ya que no contestabas mis mensajes ni llamadas, tu mamá me ha dicho que te encontrabas descansando, me alegra que hayas tenido una bonita tarde.... te extrañe demasiado, espero respondas pronto este mensaje, necesito saber de ti, Te amo preciosa, no lo olvides.
Esas tres últimas palabras retumbaban en mis oídos, su voz se quedo grabada en mi cerebro por unos instantes hasta que el aterrorizante tono de mi celular me despertó de mis pensamientos.
Tuve miedo de ver la pantalla de mi celular y ver el nombre de Sehun, estampado ahí, pero para mi sorpresa no era así, era Susy la que llamaba, así que sin pensarlo conteste.
-¿Hola?
-¿______?, ¡Hola!, ¿Como te encuentras? .- su voz sonaba un poco decaída.
-No sabría decir como me siento justo ahora, ¿Tu como estas?
Hubo unos segundos de silencio, despues su dulce voz salia de las bocinas telefonicas- Kai ha venido a buscarme - mis cejas se alzaron por la sorpresa.
-¿Qué ha pasado?
-No puedo alejarme de él, aun no le he dicho nada sobre anoche, notó que estaba un poco extraña con él, pero su trato conmigo..... simplemente no puedo estar alejada de él.- Susy comenzó a sollozar. Al menos ella tenia determinación para tomar decisiones, yo en cambio aun era una niña que esperaba que le resolvieran los problemas.
-¿Podemos vernos? - Preguntó Susy.
-Claro, conozco un lugar en el que nos podemos ver.
************
Como toda amante del dolor, cite a Susy en aquel café en donde compartí mi primera taza con Sehun, no me encontraba lista para estar cerca de él, pero tampoco estaba preparada para alejarme de él completamente, aquel pequeño café me recordaba tanto a él, que incluso pude jurar que la esencia de Sehun estaba derramada en el ambiente de aquel lugar.
Susy miró por ultima vez su reloj de bolsillo, aquellas manecillas marcaban las 17:00 horas, de aquel frió viernes.-No se que es lo que pasó anoche, en verdad no lo quiero saber, estoy trabajando duramente para sacar eso de mi mente.- Su dulce voz aun sonaba magullada.
-Yo también lo hago - dije sostenido mi tacita de café con ambas manos.
-Pero lo que menos quiero ahora que Kai se aparte de mi.- Susy dejo salir un suspiro, en su mirada se veía reflejada la determinación, sin embargo el suspiro que dejo escapar decia a gritos que tenia miedo, miedo de hacer las cosas de manera equivocada.
-¿Y no tienes miedo?.- De pronto me vi sorprendida de las palabras que se atrevieron a salir de mi boca.
-¡Lo tengo!.- Susy torció su rostro en un gesto de dolor al tomar un sobro de su taza de café.- Pero la vida se trata de tomar riegos, y yo estoy lista a tomar el mío.... la pregunta es, ¿Tu lo estas?.
Fruncí mi ceño un momento tratando de contestar aquella pregunta, mi corazón gritaba desde su escondite que ¡Si!, sin embargo mi mente y todo pensamiento lógico me incitaba a decir que ¡No!, la chica castaña me miraba de una manera amenazadora, lamí mis labios tratando de buscar las palabras correctas, cuando en ese instante la campana de la entrada del café se hizo sonar.
De nuevo dirigí mi mirada hacia la castaña, esta vez su rostro se encontraba petrificado de miedo, su mirada no se apartaba de la imagen a la que estaba observando, gire mi rostro en dirección a lo que había perturbado a Susy y en cuanto lo hice, el hermoso rostro de Sehun estaba justo frente a mi.
Mi rostro adquirió una expresión de sorpresa y de incertidumbre, en cambio el brillante rostro de Sehun lucia jovial y relajado.
-¡_______!, me alegra tanto poder encontrarte aquí. - dijo y sin pensarlo se abalanzó sobre mis labios, en cuanto sentí su cálido toque me aparte rápidamente, Sehun permaneció petrificado, con su rostro desencajado de la sorpresa y el dolor.
-¿Pasa algo? - En ese instante su rostro lucia mucho más serio y herido.
-¡No!, es solo que... tengo que ..- Trate de pensar en algo para salir rápidamente de ahí o seria el fin- Irme, mamá necesita que haga algo por ella y tengo que irme justo ahora.- Inmediatamente me pare del asiento y tome mi abrigo del respaldo.
-Puedo llevarte, no hay problema. Sehun sostuvo mi mano delicadamente, a lo cual yo la aparte al instante, su rostro se retorció más de dolor, lo estaba matando, asesinar resultaba ser una palabra muy sutil a lo que verdaderamente le estaba haciendo a Sehun.
-¡No!-Grite, Susy notó lo incomoda que se estaba poniendo la situación.
-¡Yo la llevare! - Susy dejó dinero en la mesa y se dirigió a la puerta, pase por alto a Sehun y seguí a Susy hacia la puerta, me sentí la persona más miserable del mundo, no por el hecho de haberme ganado la atención de todos los comensales ahí, si no por haber rechazado y haber herido a Sehun, mi corazón ardía en dolor.
************
Los días pasaron, el único amigo que había hecho amistad conmigo era el dolor, evité sus llamadas, sus mensajes, sus visitas, aun no estaba lista para tenerlo cerca.
En una noche desesperada tome la decisión de pasar algunos días en la casa de la abuela, tal vez en ese lugar escaparía de los recuerdos de Sehun.
Dos días después me encontraba tomando la estancia en aquella casa a orillas del bosque, mi idea de salir de los recuerdos de Sehun resulto ser solo una absurda broma, aquella casa me recordaba más a él, me hacia necesitarlo más, sentir sus protectores brazos y sus cálidas manos sostenerme.
Mi abuela, al percatarse de la tortura que se desarrollaba en mi mente, me dio tareas caseras para mantenerme ocupada y así no pensar más en él.
Me encontraba sosteniendo un buche de libros para ordenar en la biblioteca de la abuela, estaba preparada para ponerlos en el estante, sin embargo mi torpe pie se torcido en abolladura en el piso, haciéndome tirar todos los libros que sostenía, deje salir un frustrado suspiro y me vi en la tarea de sostenerlos de nuevo.
El primer libro que recogí de aquel piso de madera resulto ser "El amor en los tiempos de cólera" de Gabriel García Márquez, abrí su contenido al azar y las primeras palabras que leí fueron:
"Dile que si, aunque te estés muriendo de miedo, aunque después te arrepientas, por que de todos modos, te vas a arrepentir toda la vida si le contestas que no".
Releí una y otra vez aquella frase, y sin dudarlo ni un segundo, tome mi teléfono celular e instantáneamente, como si mis dedos estuvieran esperando por aquel numero, marcaron rápidamente la digitación telefónica.
Al tercer tono, su voz habló.- ¿Gatita?
Mi corazón dio un brinco en cuanto escuche su melancólica voz.- ¡Hola!, ... ¿Podría verte unos minutos a la casa de mi abuela?, me gustaría hablar contigo.
-En 10 Minutos estoy allá.
Él colgó sin decir más, yo colgué sin pensar más, salí al jardín de la abuela a esperar por él, esperar de nuevo a Sehun.
Mi deseo por él, pudo mas que mi miedo.
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