Shadow no podía creer que pequeños toques sobre su cuerpo lo mantuvieran con su cerebro trabajando 24/7.

No podía parar de pensar en ti. No podía evitar imaginar cómo tus labios, llenos de aquel labial rojo que le encantaba, se sentirían sobre los suyos. Esos pequeños pensamientos lo hacían sentir como un pervertido, por mucho que no sea tan grave como él cree que es.

Sonic le había mencionado que sería buena idea que se expresara sobre cómo se siente sobre ti, ¡pero le daba tanta vergüenza!

¡Jamás se había enamorado de alguien! ¡No entendía ni qué era eso! ¡¿Cómo declarar palabras de amor si siquiera sabía?!

Tapó su rostro mientras resoplaba entre sus manos con cansancio, frustración, vergüenza y enfado.

Había salido de la segunda fiesta en el pueblo después de haber salvado a su gente (de nuevo) hace 6 días específicos.

Aquella gata, de la cual no podía sacar de su mente, sonreía a todos con amabilidad, y él no pudo más que fruncir el ceño con enfado. No por ella, si no por quienes se aprovechaban de su amabilidad.

Era muy observador, y no era idiota. Tú eres el centro de atención en tu mundo... ¿Mobius se llamaba? Da igual.

Resopló otra vez y alejó la mirada hacia las estrellas. Su parte favorita de estar en otro mundo, era que las estrellas siempre se verían hermosas en cualquier lugar.

Escuchó una risa lejana, y sonrió suavemente al imaginar que seguramente eras tú. Más hundido en el amor no podía estar.

Se escondió entre sus rodillas y resopló con pena, recordando cómo te había conocido, y cómo había actuado de idiota durante todo ese transcurso.

El amor no era su fuerte sin duda.

A veces, le gustaría ser más como Sonic, que no dudo en expresar su amor por la adorable Amy Rose, claro, hizo el ridículo en varias ocasiones tratando de impresionarla, pero no podía ser peor de lo que él ha hecho. Jamás se volverá a burlar de él.

Con amabilidad, le dio consejos, pero lo hacía ver tan simple que le aturdió el cerebro.

Vergüenza pura le daba, porque cada que están solos, tú y él, se emocionaba de más por estar contigo y su cola actuaba en consecuencia de sus emociones. ¡No tiene ni la más remota idea de cómo controlarla, y eso lo molestaba más!

Sólo daba pena, era lo único que tenía para decir.

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𝘌𝘳𝘦𝘴 𝘵𝘢𝘯 𝘩𝘪𝘱𝘯𝘰𝘵𝘪𝘻𝘢𝘯𝘵𝘦

¿𝘗𝘰𝘥𝘳í𝘢𝘴 𝘴𝘦𝘳 𝘦𝘭 𝘥𝘪𝘢𝘣𝘭𝘰?

¿𝘗𝘰𝘥𝘳í𝘢𝘴 𝘴𝘦𝘳 𝘶𝘯 á𝘯𝘨𝘦𝘭?

𝘛𝘶𝘴 𝘤𝘢𝘳𝘪𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘴𝘰𝘯 𝘮𝘢𝘨𝘯𝘦𝘵𝘪𝘻𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴

𝘗𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘧𝘭𝘰𝘵𝘢𝘯𝘥𝘰

𝘋𝘦𝘫𝘢 𝘮𝘪 𝘤𝘶𝘦𝘳𝘱𝘰 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘭𝘢𝘯𝘥𝘦𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦

𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢𝘺 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘮𝘪𝘦𝘥𝘰

𝘕𝘰 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘭𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘮á𝘴

𝘌𝘳𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘢𝘮𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘧𝘶𝘵𝘶𝘳𝘪𝘴𝘵𝘢

𝘊𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘈𝘋𝘕 𝘥𝘪𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦

𝘌𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘦𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘥𝘦𝘯

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Habían sido llamados desde una línea interestelar distinta, Sonic seguía sin creer que eso era posible, pero ante la mirada de: "Viejo, ¿es enserio?" de Tails y Shadow, se mantuvo su emoción.

En esta ocasión se requería nada más de la presencia de Amy Rose, (ya que era la única a quién conocían) y ella estuvo dispuesta en ir sola, pero debido al sentido protector de Sonic, insistió en acompañarle... con Shadow como plan B si algo salía mal.

El erizo oscuro le mandó una mirada asesina en cuanto lo escuchó, la tercera rueda como siempre. Pero tenía curiosidad de visitar otro mundo, así que aceptó a bruces.

Al llegar, se encontraron en campo de batalla, hubiera sido de ayuda Knuckles ya que este era su campo, pero él ya se encontraba ocupado en otro asunto.

Intentaron mantener la situación bajo control junto a los ciudadanos de los pueblos contra los robots, pero cada vez escalaba en algo peor y los robots no terminaban.

Hubo un punto en que los guerreros ya no pudieron aguantar más debido a las heridas de tercer grado, así que los únicos que quedaban eran los del nuevo mundo.

Shadow se manejaba solo en combate, así que no alego mucho cuando Sonic dijo que se mantenía con Amy.

De su lado, pudo con la mayoría, pero gracias a que todavía no tenía experiencia completa con sus poderes o batalla cuerpo a cuerpo, estuvo rodeado.

¡¿De dónde salían tantos robots?!

Prendió su comunicador, intentando localizar a sus compañeros.

—¡Sonic! ¡¿Dónde estás?! Estoy rodeado y no puedo con todos a la vez, estoy agotado de la horda anterior —el erizo azul en la pequeña pantalla sonrió nervioso.

—Estamos en las mismas, Shads —el erizo oscuro esquivó un ataque y golpeó de vuelta, deshaciéndose de otro más en los miles que había.

—Ya te he dicho que no me digas así —el cobalto sonrió burlón de vuelta.

—¡Pero te queda bien! —Shadow le gruñó mientras atacaba otro robot con esfuerzo— Está bien. Iré enseguida, deja que terminemos con nuestra parte.

El de vetas rojas asintió de acuerdo y terminó la transmisión. Seguía en pie, aún después de sentir que el cansancio le comía los talones.

Podía quitarse los anillos y terminar más rápido, pero se negaba rotundamente a aumentar su poder. No quería dañar a nadie por accidente sin saber cómo controlarlo.

Jadeó con dolor al sentir una carga eléctrica en su espalda. Demonios, se había distraído.

Cayó de cuclillas y respiró agitadamente, rogando que Rose o Sonic aparecieran rápido. Su única salida eran los anillos, pero se negaba con soberbia.

Un robot de la horda que lo rodeaba se acercó, quizás el más fuerte y resistente, cuando estaba por dar el golpe final para dejarle inconsciente, (porque acabar con él era mucho pedir) el robot fue atravesado por el pecho y él recogido en brazos por alguien.

No pudo visualizar bien quién lo salvó, ya que la movida había sido rápida, pero en cuanto lo hizo... jamás volvió a mirar a nadie más que no fuera ella.

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𝘌𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘰𝘵𝘳𝘰 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰

𝘋𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘥𝘪𝘮𝘦𝘯𝘴𝘪ó𝘯 𝘥𝘪𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦

𝘔𝘦 𝘢𝘣𝘳𝘦𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴

𝘠 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘭𝘪𝘴𝘵𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘪𝘳𝘮𝘦

𝘎𝘶í𝘢𝘮𝘦 𝘢 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘻

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—¿Estás bien? —le preguntó con preocupación, aún cargándole entre sus brazos.

Shadow se mantuvo con los ojos abiertos de sorpresa, y eso a ella le preocupó. ¿Tanto se había lastimado? ¿O había visto algo que no debió en su lecho de muerte?

—Eh... —exclamó en un susurro confuso, sin saber si era buena idea dejarlo pararse por su cuenta si se sentía mal.

¡Quizás se había fracturado algo y ella de tonta dejándolo caer por su cuenta!

—¡Shadow! —alguien exclamó de lejos, y ella volteó con curiosidad, sonriendo por saber que había alguien que lo conocía.

Sonic se acercó, perplejo de la gata desconocida y de ver a Shadow con la mirada perdida, ¿qué evento traumático tuvo que ojear para quedar así?

—¿Es tu amigo? —le preguntó a Sonic y él asintió— ¡Genial! ¿Puedes cuidarlo? Creo que se lastimó. Me encargaré de la horda próxima para que descanse un poco.

El erizo azul no tuvo tiempo de reaccionar cuando ella pasó al erizo oscuro a sus brazos.

Cuando se perdió de vista en el campo, Sonic miró al erizo a los ojos, confuso de verlo tan perdido en sí mismo; eso no era propio de Shadow. ¡Ni siquiera le reprendió por tenerlo en sus brazos como si fuera una princesa en apuros!

Su pelaje se encontraba desordenado y sus púas estaban alzadas de éxtasis, o quizás miedo. Jum... pero no nota el miedo en su mirada.

¿Tan en trance estaba?

Miró al oscuro varios minutos, analizándolo, para volver a mirar a la gata de ese planeta girar y eliminar a los robots como si fuera común para ella y ya conociera sus puntos exactos para derrocarlos a todos.

Al entender el puzzle y armarlo, sonrió con picardía. Shadow tenía un flechazo bien fuerte incrustado en su corazón. Increíble.

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𝘉é𝘴𝘢𝘮𝘦

𝘐𝘯𝘧é𝘤𝘵𝘢𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘶 𝘢𝘮𝘰𝘳

𝘓𝘭é𝘯𝘢𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘶 𝘷𝘦𝘯𝘦𝘯𝘰

𝘓𝘭é𝘷𝘢𝘮𝘦

𝘘𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘴𝘦𝘳 𝘵𝘶 𝘷í𝘤𝘵𝘪𝘮𝘢

𝘌𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘭𝘪𝘴𝘵𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘢 𝘢𝘣𝘥𝘶𝘤𝘤𝘪ó𝘯

𝘊𝘩𝘪𝘤𝘢, 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘢𝘭𝘪𝘦𝘯í𝘨𝘦𝘯𝘢

𝘛𝘶𝘴 𝘤𝘢𝘳𝘪𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘴𝘰𝘯 𝘵𝘢𝘯 𝘦𝘹𝘵𝘳𝘢ñ𝘢𝘴

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Se había mordido el labio inferior con nervios, los vítores y ánimos de Sonic lo aturden y no le ayudan en nada.

Ya estaban en el festejo, y todos se veían felices por el logro de los héroes nuevos y su propia heroína en su planeta. Heroína de la cual Shadow se encontraba totalmente loco por ella.

Algunas chicas e incluso chicos se le acercaron con interés genuino en él, pero al rechazarlos con la mayor amabilidad posible, sus ojos quedaron conectados a aquella heroína en cuanto la captó entrando con un hermoso vestido rojo descubierto de los hombros y espalda.

Tan... provocativo.

Pero la amabilidad se fue por la borda al verla acompañada de alguien más. Le hirvió la sangre sin entender por qué exactamente le molestaba.

Podría ser un familiar de ella y él enojándose sin razón. ¡Ni siquiera debería estar enojado! No tiene ningún derecho sobre ella.

Era ridículo.

Se alejó del cúmulo de chicas y chicos alrededor suyo con un ligero toque de brusquedad, y se acercó a ella, tocando su hombro con la mayor dulzura que pudiera.

Y fue cómo si sus ojos tuvieran alguien hechizo sobre él, ya que su enojo se disipó al verla. Ella ahora le prestaba atención solo a él.

Mierda... se puso nervioso de inmediato, sólo se había acercado por impulso. ¿Qué debía decir ahora?

—¡Oh! ¡Hola! ¡Eres tú! Shadow, ¿verdad? —el erizo agachó un poco la mirada con pena, y ella rio de lo lindo que lo encontraba. Jadeó al recordar con inmediatez— ¡Es verdad! No me presente con formalidad. ¡Soy _____ The Cat! Pero puedes decirme como tú quieras.

"¿Qué tal: madre de mis hijos?", BASTA.

Analizó con cautela su mano, temblando de emoción y quizás una pizca de miedo con nervio, y entrelaza la suya.

—Gusto en conocerte —susurró con vergüenza.

Ella sonrió complacida de su presentación, hasta que una canción lenta, y bastante conocida en su planeta, comenzó a sonar. Sonrió emocionada y tomó el brazo de Shadow, para su grata y para nada desagradable sorpresa.

Era como si su toque lo drogara.

Ella le dirigió la palabra a su acompañante.

—Bailaré un poco con este, muchachón —se sonrojo con furia del apodo, apartando la mirada lejos del acompañante de su amor platónico; que pena— Por favor, no te metas en problemas —ella suspiró con cansancio y fastidio, a lo que su acompañante alzó los hombros

—No te prometo nada, escarabajo —rio del apodo y se alejó con Shadow a la pista, donde habían más parejas bailando.

Tomó sus manos entre las suyas y le miró, disparando el corazón de Shadow como loco por amor.

—¿Has bailado antes? —preguntó amable, y atinó a negar sin emitir sonido— ¡Te enseño entonces!

Su alegría le provocó una pequeña taquicardia a su corazón. Pasó las manos de Shadow por su cadera y los suyos propios por sus hombros, acercando al erizo más.

El cerebro de Shadow estaba vuelto loco, no podía creer que este escenario está sucediendo sin saber específicamente que lo quería para él.

La gata le sonrió con un atisbo de burla.

—Dime, Shadow, ¿de qué planeta eres?—quería conocerle más, y él no pensaba oponerse.

—De la tierra —frunció el ceño con una confusión divertida y fingida.

—Tierra, ¿eh? Me han contado que es un lugar muy lindo —asintió avergonzado.

—Lo es, ¿y tú? —la gata frunció el ceño confundida de su pregunta, ¿lo hizo para lanzar algún tipo de broma? Afortunadamente se dio cuenta de su error, y se sonrojo más, negando exaltado con la cabeza y timidez en su tono— ¡No! ¡Qu-Quiero decir! ¡Me refiero a cómo se llama tu planeta ya que- e-eh... —gruñó avergonzado y como intento de preservar la poca dignidad que le quedaba, se acercó lo suficiente a ella para ocultar su rostro en su hombro desnudo.

La gata rio con diversión y puso una mano en la espada del erizo, bailando lento al ritmo de la música clásica.

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𝘌𝘳𝘦𝘴 𝘵𝘢𝘯 𝘴𝘶𝘱𝘦𝘳𝘴ó𝘯𝘪𝘤𝘢 

𝘘𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳 𝘵𝘶𝘴 𝘱𝘰𝘥𝘦𝘳𝘦𝘴

𝘈𝘵ú𝘳𝘥𝘦𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘶𝘴 𝘭á𝘴𝘦𝘳𝘦𝘴

𝘛𝘶 𝘣𝘦𝘴𝘰 𝘦𝘴 𝘤ó𝘴𝘮𝘪𝘤𝘰

𝘊𝘢𝘥𝘢 𝘮𝘰𝘷𝘪𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘦𝘴 𝘮á𝘨𝘪𝘤𝘰

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—¿Sabes? Eres bastante lindo cuando te avergüenzas así —no supo cómo tomarse sus halagos, así que se hundió más en ella, pasando una de sus manos por su espalda desnuda con suavidad.

Ella jadeó de sorpresa por su toque frío, pero no reprochó al respecto. Su toque era suave y delicado, y por alguna razón no le incomodaba como normalmente pasaría.

Shadow se mantuvo en su mundo mientras su perfume inundaba sus fosas nasales y sus suaves meneos en el baile lo llevan al abismo del sueño.

Pero en cuanto ella volvió a soltar otro suspiro por lo frío que era su guante de cuero, cayó en cuenta de lo que estaba haciendo.

Con rapidez se separó de ella mínimo 10 centímetros de distancia y la sostuvo por sus hombros. La contraria le frunció el ceño confundida mientras que él se encontraba hecho un desastre.

¡La había abrazado con tanta confianza! ¡Y lo peor: íntimamente!

Por favor alguien digale que no hizo eso.

—¡Lo lamento! ¡No quise sobrepasarme de esa manera contigo! Ni siquiera me conoces, y yo- —como siempre: rio, y él se detuvo de su palabrería exaltante.

Hizo un ademán con su mano, restando importancia.

—Está bien, Shads. ¿No te importa que te llame así? —negó, sintiéndose hipócrita de inmediato.

Odiaba ese apodo cuando Sonic o su familia lo decía, pero con ella... parecía que no podía decirle que no.

—Además... —entonces la heroína fue quién se acercó, y con pocos centímetros de distancia, susurró para él— el rojo es impecable en tus mejillas, quédate con ese color —y ella encontró lo que buscaba, más de ese color en su piel.

No supo cómo responder, y en consecuencia de su emoción, su cola comenzó a menear hacia varios lados; cómo un perrito feliz. La heroína, sumamente complacida por su reacción, se alejó.

Su misión de sacarlo de sus cabales fue cumplida.

Shadow al verla lejos de él, se alejó de la pista al notar que es el centro de atención. Se cubrió el rostro, dispuesto a conservar su dignidad del resto.

A este punto no había vuelta atrás.

Se encontraba totalmente obsesionado con ella. Su toque, su voz, su cabello, sus ojos, sus labios... ¡demonios! Sus labios. Juraba haberlos visto con tanta concentración mientras ella se acercaba, cómo si supiera exactamente qué botón mover en su sistema.

Ella simplemente era increíble, y se juraba obtenerla a cualquier medio, sin saber que esta situación era al revés.

_____ era quién ya pensaba tener al erizo en su bolsillo, sólo esperaba pacientemente a que sea él quien haga la movida para saber si era seguro ser correspondida de todas sus fantasías que eran devueltas por el contrario. Ninguno tiene la menor idea.

Todos le decían que era aterrador y peligroso.

No lo veía de esa manera, a sus ojos, era un ser puro. Shadow era un fruto prohibido. Un fruto que pensaba obtener ante cualquier medio.

Mientras que él se mantenía a la espera de que ella lo proclamara como suyo.

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𝘌𝘴𝘵𝘰 𝘦𝘴 𝘵𝘳𝘢𝘴𝘤𝘦𝘯𝘥𝘦𝘯𝘵𝘢𝘭

𝘌𝘯 𝘰𝘵𝘳𝘰 𝘯𝘪𝘷𝘦𝘭

𝘊𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘮𝘪 𝘦𝘴𝘵𝘳𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘴𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦

𝘘𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘤𝘢𝘮𝘪𝘯𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘵𝘶 𝘰𝘯𝘥𝘢

𝘠 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳 𝘢𝘩í 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘷𝘪𝘣𝘳𝘦𝘴

𝘗𝘰𝘳 𝘵𝘪, 𝘭𝘰 𝘢𝘳𝘳𝘪𝘦𝘴𝘨𝘢𝘳é 𝘵𝘰𝘥𝘰

𝘛𝘰𝘥𝘰

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